¿PUEDE EL NUEVO CHEF MILEI CAMBIAR LA RECETA PARA ARGENTINA?

Por G. Patrick Lynch
American Institute for Economic Research
28 de diciembre del 2023

Tuve el gran privilegio de conocer personas quienes trabajaron en la Casa Blanca de Reagan. Sus recuerdos del proceso de hacer discursos ayudan a ilustrar el enfoque completamente revolucionario de comunicación pública que el presidente Javier Milei está usando en Argentina. Milei está encarando problemas económicos peores que los que tuvo Reagan al ingresar al cargo. La crisis que Milei heredó está profundamente enraizada y engranada en la mentalidad colectivista de Argentina. Milei constantemente debe estar enseñando economía a la vez que presiona por cambios profundos para salvar su nación. Reagan quería que amaneciera de nuevo en Estados Unidos y lo logró; Milei necesita salvar a Argentina de una continua catástrofe colectivista.

Reagan fue participante activo en su escritura de discursos. “Sr. Gorbachov, derribe ese muro,” vino del propio Reagan en la Puerta de Brandemburgo, y, de hecho, fue contra los deseos de su equipo. Milei claramente hace muchos de sus propios discursos escritos, y, aun cuando hay ecos de Reagan en su retórica, va mucho más allá del Gipper [apodo de Reagan] en términos de su habilidad para destilar y comunicar ideas complejas clara y precisamente.

En su discurso más reciente, en que presenta a la burocracia argentina inflada y esclerótica sus recortes históricos y sin precedentes a regulaciones y gasto gubernamental, Milei fue en parte educador, parte en ser persuasivo, y en parte líder.

Él siempre pasa mucho tiempo explicando cómo la política monetaria ha contribuido al colapso económico de un siglo en Argentina, y aquí, de nuevo, les recordó a sus oyentes, razonable y calmadamente, sin la sierra que había sido su marca registrada, que el exceso de gasto gubernamental causa inflación y sirve como un impuesto oculto que es particularmente explotador de los pobres y clases trabajadoras, quienes ven sus ahorros erosionarse y sus salarios disminuir. Ese mismo impuesto monetario conduce a otros efectos, incluyendo una carencia de inversión en empresas.
Cuando el gobierno es forzado a aplicar controles de capital y aranceles elevados para defender la depreciación de la moneda, emergen otras distorsiones económicas. Es un ciclo interminable, y, una vez más, Milei lo describió elegantemente a la nación.

Pero, él también explicó por qué eran necesarios recortes agresivos en la burocracia argentina. Empezó su discurso diciendo que los problemas de Argentina no son el resultado del “chef” en la cocina económica, sino, más bien, de la receta. La receta colectivista seguida por mucho tiempo incluye no solo unos excesivos gasto fiscal e impresión de dinero, sino algo igualmente problemático que el gran F.A. Hayek identificó en lo que es tal vez su más famoso artículo en una revista especializada.

“El Uso del Conocimiento en Sociedad” fue publicado por Hayek en el American Economic Review en 1945, y contiene una verdad esencial que no es fácilmente entendida aún por personas brillantes, mucho menos por gente de la calle.
Cuando en una ocasión discutí el artículo con el laureado premio Nobel Vernon Smith, él admitió que le tomó leer la pieza varias veces para entender qué era lo que Hayek pretendía. Hayek argüía que el conocimiento es tan localizado y especifico que funcionarios del sector público no pueden reproducirlo. El conocimiento está disperso a través de toda la gente y ninguna persona puede poseerlo, procesarlo, y producir mejores resultados que un mercado voluntario, cuando ese conocimiento es usado individualmente por los participantes. [La famosa chef] Julia Child no podría hacer que esa receta funcionara.

Hayek hizo ver que históricamente el estado ha sido visto como más importante que los ciudadanos. Él arguyó que los individuos simplemente son tratados como fines para la planificación estatal, quienes deben mostrar obediencia a sus funcionarios de gobierno. Él dijo que los políticos gobiernan los destinos de los ciudadanos, lo que simplemente ha conducido a que los políticos se enriquezcan más y que la nación empeore, dejándolos con una nación empobrecida.
Nadie en Argentina puede hacer algo productivo, trabajar, invertir, comprar, ser educado, sin obtener aprobación y permiso gubernamental.

Este no fue sólo meramente un discurso. Fue una lección en teoría económica e historia política cuidadosamente elaborada que tiene relevancia directa para su audiencia. La impactante ineptitud de gobiernos previos ha resultado en una inflación devastadora, por la cual todo argentino ha sufrido desde su nacimiento. Pero, también, ha hecho imposible para los argentinos vivir como individuos libres. El discurso resuena porque enfrenta directamente la realidad de esperanzas y sueños destruidos con que viven quienes le apoyan, y su solución es clara, consistente, y económicamente sólida. El hecho de que terminara los privilegios de lo que Milei llama “la casta política” es sólo la gota que colmó el vaso. Él clara y directamente explica por qué está haciendo lo que está haciendo, por qué funcionará, y por qué las alternativas han fracasado.

Lo mismo no puede decirse de sus opositores. La oposición y la corriente principal de la prensa occidental ahora están insistiendo por protestas y medidas “antidemocráticas” que incluyen limitar manifestaciones que no bloqueen el tráfico e impidan la vida cotidiana. Literalmente, no hay discusiones sobre enfoques alternativos ya sea de líderes de la oposición o la prensa, pues no existen. Todo mundo reconoce el ajuste de cuentas necesario ante años de gasto gubernamental derrochador, depreciación de la moneda, y robo directo. No hay alternativas del ala izquierda, pues, como claramente lo destaca Milei en sus discursos, todas ellas se han intentado y fallado miserablemente. Argentina, como Venezuela, Cuba, y Corea del Norte son los ejemplos extremos en el mundo de economías manejadas por el estado. Todas son un desastre. Toda la impresión de dinero y gasto gubernamental en el mundo no los puede ayudar; esas actividades causaron el desastre, y Milei en cada discurso explica eso elegante y convincentemente.

Milei se encuentra ante una nación a la que le pide sacrificio y paciencia pues entiende qué tan difícil será ese proceso. La profundidad intelectual que exhibe Milei es destacable, tanto por su conocimiento de la vasta literatura sobre libertad, como también por su fe profunda, muy Reaganesca, en su pueblo.

Milei es el primer presidente argentino que cree en sus compatriotas. Cree en las posibilidades y ofrece un programa esperanzador. Puede que él no sea Reagan en lo que trata de una prosa elevada y ciudades en las colinas. Pero, los cambios que él está tratando de poner en marcha y la misión que asume son monumentales y empoderarán al pueblo para ser libre y productivo. Reagan habría apreciado eso. Queda pendiente ver si él puede lograr sus objetivos políticos, pero obviamente está equipado para defender sus políticas, Ahora depende Argentina decidir el paso siguiente.

G. Patrick Lynch es compañero sénior en el Liberty Fund.

Traducido por Jorge Corrales Quesada.