OCCIDENTE DEBERÍA FORTALECER SUS LAZOS CON EL NUEVO PRESIDENTE DE ARGENTINA JAVIER MILEI

Por Michael N. Peterson
American Institute for Economic Research
8 de diciembre del 2023

Nota del traductor: la fuente original en inglés de este artículo es michael n. peterson, american institute for economic research, Milei, December 8, 2023. En él podrá leer enlaces relevantes originalmente en letra azul en el texto.

Argentina acaba de elegir a Javier Milei, un bullicioso economista de pelo salvaje con una agenda pro mercado para que transforme la economía de la nación. Luego de décadas de gobierno peronista, ahora Argentina es hogar del primer jefe de estado libertario en la historia moderna, hazaña de la que muchos en los medios no parecen darse cuenta.

Aún antes que se anunciaran los resultados, los votantes sentían el cambio de la marea a favor del candidato libertario. Con su estilo de marca registrada, Milei ganó en 21 de las 24 provincias, atrayendo más de 14 millones de votos, el total más grande en la historia de Argentina de votos para un candidato único.

No es secreto que a principios del siglo XX Argentina fue una de las economías más ricas del mundo. Ante del desafortunado viaje del país cuesta abajo hacia el socialismo, Argentina abrazó los mercados libres y un gobierno limitado. Juan Bautista Alberdi, a quien con frecuencia Milei defiende en sus discursos, ayudó a diseñar la constitución argentina de 1853 y creó las condiciones iniciales para los casi 80 años de expansión de la prosperidad económica de la nación. Como admirador de Thomas Jefferson, Alberdi hizo eco de temas libertarios muy similares a los que Milei está intentado revivir.

Pero, por alguna razón no explicada, mucha gente ve la victoria de Milei tan sólo como otro triunfo de la oleada populista. Esta visión, sin embargo, confunde el estilo excéntrico de Milei con una agenda genuinamente populista.
Mientras Trump y otros líderes populistas claman por un programa proteccionista que proteja a trabajadores domésticos contra la competencia externa, Milei defiende lo opuesto. En efecto, en el discurso de victoria de Milei invitó a la gente a unirse a una revolución de libre mercado para Argentina. Hasta Elon Musk reconoció la significancia de la victoria de Milei, escribiendo que “la prosperidad yace hacia adelante para Argentina.”

A menudo, América Latina se asocia con experimentos socialistas fallidos, manejados por dictadores como Evo Morales en Bolivia, Fidel Castro en Cuba, y Hugo Chávez y ahora Nicolás Maduro en Venezuela. Si bien esta asociación es en mucho exacta, Occidente sería mejor servido si mirara más profundamente bajo la superficie, hacia los movimientos pro mercado que están sacudiendo la región para que esta despierte.

A pesar de afirmaciones en contra, los argentinos votaron por Milei porque sus ideas son poderosas. Cuando la inflación y recesiones rutinarias ahogan sus prospectos económicos, la promesa de mercados libres luce mucho más brillante. El juramento de Milei de dolarizar la economía, por ejemplo, muestra la atracción de atar las manos dispendiosas del gobierno. De hecho, los argentinos están mostrando un fuerte apetito por reformas de libre mercado, y Javier Milei ha demostrado que su popularidad no es una casualidad.

Occidente tiene una oportunidad única de fortalecer su relación con Argentina. Por suerte, el presidente Biden ha expresado interés en cooperar y escuchar las ideas del autoproclamado anarco capitalista. “No podemos esperar para escuchar las ideas del presidente electo y la dirección política que él desea tomar, y de asegurarnos que podemos mantener esa línea y los canales de comunicación abiertos, “dijo el vocero del Consejo Nacional de Seguridad John Kirby.

Pero, Estados Unidos debería hacer mucho más que sólo escuchar. El presidente Biden debería abrir la puerta para acuerdos comerciales bilaterales más fuertes entre ambos países. Eliminar barreras comerciales, promover la inversión, y remover fricciones por la inmigración serían primeros pasos beneficiosos, También, estas acciones demostrarían a toda la región que paga poner en práctica reformas económicas y frenar el crecimiento del gobierno.

Durante su campaña, Milei dijo que Argentina romperá relaciones diplomáticas con China, Brasil, y otras naciones que infrinjan la libertad individual. Por supuesto, el sector privado aún será libre de invertir, pero el gobierno ya no más subsidiará el involucramiento en esos países. Según Milei, Argentina debe ser moldeada siguiendo los pasos de Irlanda, que puso en marcha reformas de libre mercado en la década de 1990. “Cuando usted le da espacio a la libertad, la sociedad florece. No sólo económicamente, sino que también florece en aspectos sociales,” dijo él en una entrevista para el Economist.

Este enfoque de manos fuera debería excitar a Occidente. Los inversionistas ya están celebrando la victoria de Milei, y el mercado de valores de Argentina ha salido a flote en días recientes. Para atraer a más inversionistas externos, Milei ha prometido privatizar empresas públicas de Argentina, incluso la compañía petrolera YPF y Aerolíneas Argentinas, la línea aérea más grande del país. El mayor desafío para Milei será persuadir a inversionistas potenciales de que su paquete de reforma puede sobrevivir a su gobierno. Pero, si el sentimiento de los inversionistas y el apoyo del votante son alguna indicación, Milei ya va por el rumbo correcto para sacar a Argentina de su enfermedad económica de muchas décadas.

Como primer presidente libertario en la era moderna, la elección de Javier Milei debería enviar una señal a Occidente de que es el momento de fortificar lazos con países que abrazan las ideas de libertad. Los Estados Unidos deberían prestar atención a la invitación de Milei y capitalizar en la revolución capitalista de Argentina.

Michael N. Peterson es especialista de contenido en una institución académica del área de Washington D.C. Actualmente estudia su maestría en economía en la Universidad George Mason. Los estudios de Michael se enfocan en la economía del desarrollo y el análisis institucional.

Traducido por Jorge Corrales Quesada.