NUEVOS ESTUDIOS MUESTRAN CÓMO LOS IMPUESTOS A LAS EMPRESAS DAÑAN AL ESTADOUNIDENSE PROMEDIO

Por Jason Sorens
American Institute for Economic Research
7 de octubre del 2023

Nota del traductor: la fuente original en inglés de este artículo es jason sorens, american institute for economic research, business taxes, October 7, 2023. En él podrá leer enlaces relevantes originalmente en letra azul en el texto.

¿Sabía usted que el Congreso y el presidente Biden aumentaron sus impuestos? El incremento se enmascara como un alza en los impuestos a las empresas, pero, según investigación reciente, en realidad golpea a su sueldo.

Investigación económica de última generación confirma abrumadoramente que altos gravámenes al ingreso de empresas daña la inversión, la investigación y desarrollo, la productividad de la mano de obra, los salarios, y el crecimiento, y tres estudios nuevos simplemente explican cómo.

Trabajemos en la economía básica. Cuando una empresa paga impuestos mayores sobre sus ganancias, le queda menos dinero para devolverlo a los accionistas en forma de dividendos y reinvertir en la economía. Ambos efectos tienen malas consecuencias adicionales.

Al disminuir los dividendos desalientan que la gente ahorre e invierta en compañías. En vez de ahorrar e invertir, consume más. Eso significa un menor crecimiento futuro.

Una reinversión que declina daña la investigación y desarrollo, y adquisición de capital. El nuevo impuesto mínimo a los ingresos de empresas, parte de la Ley de Reducción de la Inflación, hace especialmente severo a este problema, pues castiga compañías que, alternativamente, se beneficiarían de deducciones por inversión en capital.

La evidencia apoya la teoría. La reseña más reciente y completa de estudios publicados en el respetable Annual Review of Economics, reporta descensos entre 60 y 66 centavos de dólar en los salarios como resultado de un aumento de $1 en los impuestos a rentas de empresas, siendo los efectos mayores para los menos calificados, mujeres y trabajadores jóvenes. Alrededor de la mitad del descenso en los salarios es trasladado hacia propietarios de la tierra. También, los estudios encuentran que, cuando los impuestos elevan el costo del capital en 1 por ciento, eso reduce la inversión de firmas entre 0.5 y 1 por ciento. Algunas veces estudios no publicados no encuentran un efecto de impuestos a las empresas sobre el crecimiento del PIB, pero muchos de estos estudios son de baja calidad, producidos por organizaciones activistas. La literatura publicada muestra consistentemente un efecto negativo del impuesto a las corporaciones sobre el crecimiento.

Los dos estudios más recientes no están cubiertos en la reseña de la literatura. Aún esperando revisión por colegas, han sido publicados por el prestigioso National Bureau of Economic Research.

El primero, de economistas de la Universidad de California-Davis, la Universidad de Londres, y la Escuela de Negocios de Londres, mira los efectos de recortes impositivos políticamente impulsados al ingreso de empresas en Estados Unidos entre 1950 y el 2006. (Se enfocan en recortes políticamente impulsados para mejorar una identificación causal). Encuentran que los recortes de impuestos a las empresas ocasionan un aumento temporal en el gasto privado en investigación y desarrollo y un crecimiento permanente en la productividad y el PIB.

En el segundo artículo, un grupo de autores coincidentes ve quiénes ganan con los recortes impositivos a las corporaciones. Encuentran que los productores de bienes elevan el gasto de capital y el empleo en respuesta al recorte tributario, mientras que las empresas de servicios aumentan los dividendos. Así que, elevar los impuestos a los ingresos de las empresas recortan la inversión y empleos en el sector manufacturero.

Los recortes de impuestos en los estados tienen aún efectos más amplios, debido a que la inversión que estimula no es solo nueva inversión, sino también una reubicación desde otros estados, y dado que muchos estados enfrentan requisitos de presupuesto balanceado, eso debería hacer que sea más permanente cualquier recorte impositivo que ocurre. Investigación reciente apoya esta hipótesis, con recortes tributarios estatales elevando tanto el empleo como el número de establecimientos en cantidades más o menos iguales entre nueva inversión y reubicación desde otros estados.

La experiencia reciente de Nueva Hampshire apoya este hallazgo. El Estado del Granito [sobrenombre de ese estado] desde el 2015 ha estado recortando sistemáticamente los impuestos a las ganancias empresariales y la base salarial. Desde el 2015 hasta el 2021 (el año más reciente del que se tienen datos), el ingreso personal real de Nueva Hampshire creció 24 por ciento, comparado con 19 por ciento de los vecinos de mayor ligamen, Massachusetts. En los seis años anteriores a los recortes impositivos, Nueva Hampshire había tenido un peor desempeño en crecimiento del ingreso que Massachusetts, un 14 por ciento comparado con un 18 por ciento. Ahora, la velocidad del crecimiento de Nueva Hampshire se elevó y sobrepasó a la de Massachusetts, luego de iniciados los recortes de impuestos a las empresas.

Todo esto significa que los nuevos aumentos de impuestos a las empresas por el Congreso no podían llegar en peor momento: exactamente cuando las empresas aún se están recuperando de los impactos en las cadenas de suministros por la pandemia y salarios que no pueden seguir el ritmo de la inflación.

Según el Instituto para la Gestión de Suministros, los pedidos y empleos nuevos en la manufactura cayeron en agosto por décimo mes consecutivo luego de un extenso auge de 28 meses. ¿Podrían los aumentos tributarios de Biden estar ya golpeando al sector manufacturero?

El Congreso y las legislaturas estatales deberían empezar a escuchar a economistas, no a intereses especiales. Los economistas podrán estar en desacuerdo en muchas cosas, pero, en este punto, hablan con una sola voz: Si usted quiere ayudar a los trabajadores, en especial en la manufactura, recorte los impuestos a sus empleadores.

Jason Sorens, PhD, es miembro senior de la Facultad de Investigación en el AIER. También es investigador principal del futuro Atlas de Zonaje en Nueva Hampshire. Previamente, Jason fue director del Centro para la Ética en Sociedad en la Universidad Saint Anselm. Ha investigado y escrito más de 20 artículos revisados por colegas en revistas especializados, un libro titulado Secessionism para la McGill‐​Queens University Press, y un libro revisado bienalmente para el Instituto Cato, Freedom in the 50 States (con William Ruger). Su investigación se enfoca en política de vivienda y regulación del uso de la tierra, política de los estados en Estados Unidos, federalismo fiscal, y movimientos de autonomía regional e independencia alrededor del mundo. Ha dado clases en Yale, Dartmouth, y la Universidad de Buffalo y en dos ocasiones fue premiado por la mejor enseñanza en su departamento. Vive en Amherst, Nueva Hampshire.

Traducido por Jorge Corrales Quesada.