EL CRECIMIENTO INFLACIONARIO ES UNA NOTICIA FALSA

Por Alexander William Salter
American Institute for Economic Research
4 de octubre del 2023

Nota del traductor: la fuente original en inglés de este artículo es alexander william salter, american institute for economic research, inflationary, October 4, 2023. En él podrá leer enlaces relevantes originalmente en letra azul en el texto.

Vivimos una era de superstición macroeconómica. Mucho de lo que comentaristas creen saber acerca de política monetaria simplemente no lo saben. Un ejemplo reciente es el supuesto ligamen entre crecimiento económico e inflación. En un reciente artículo en el Wall Street Journal, David Harrison advirtió que la FED puede continuar “luchando contra la inflación reduciendo el crecimiento.” La FED está intentando un aterrizaje suave, pero el vigor económico aparentemente desordena la pista.

Si aún me quedara un pelo, me lo sacaría. Un crecimiento más fuerte no es inflacionario. Si es algo, una economía que crece reduce la depreciación del dólar. Podemos tener ambos.

El crecimiento inflacionario es sólo la última manifestación de un fundamentalismo vulgar del lado de la demanda. El elemento de verdad aquí es que un crecimiento más fuerte el gasto puede, algunas veces, producir un crecimiento temporalmente más fuerte de la producción. Si aumenta el gasto total a lo largo de la economía, tanto los precios como la producción deberían aumentar – de ahí la supuesta conexión entre inflación y crecimiento.

Pero, el crecimiento económico inducido por el gasto no puede durar. Nuestra habilidad para producir está restringida por la disponibilidad de trabajo, capital, y recursos naturales, la eficacia de la tecnología, y la amabilidad comercial de la ley e instituciones. Pasar dólares de un lado a otro no cambia nada de esto. En su momento, desaparecerán los efectos sobre el crecimiento de un gasto más rápido. Todo lo que obtenemos es precios permanentemente más altos.

El progreso económico sostenible viene de mejoras del lado de la oferta. Son importantes la tecnología y las leyes, pues estas aumentan efectivamente los recursos a nuestra disposición. Entre 1980 y el 2017, la cantidad de horas hombre que tomaba producir una tonelada de acero cayó de 10.1 a 1.5. Mejores métodos de producción elevaron masivamente la cantidad de producción que podíamos obtener con insumos dados. Eso equivale a aumentar la oferta de mano de obra, excepto que la producción adicional es compartida por menos gente. El crecimiento de la productividad es la única forma duradera de producir una producción creciente, y, por tanto, de elevar los estándares de vida.

Pero, ¿qué pasa con los precios cuando aumenta la producción? Crecimiento económico significa mayor producción. En comparación menos dinero persigue en comparación a más bienes. Todo lo demás igual, los precios a lo largo de la economía deberían reducirse. El crecimiento económico es deflacionario – o, como mínimo, desinflacionario.

Podemos ver esto inspeccionando la ecuación dinámica de cambio: gM + gV = gP + gY, en donde gM es el crecimiento de la oferta de dinero, gV es el crecimiento de la velocidad de circulación del dinero, gP es la inflación, y gY es el crecimiento del producto real. La ecuación dinámica de cambio nos recuerda que la tasa de crecimiento del gasto monetario efectivo (gM + gV) es igual a la tasa de crecimiento de la producción valorada en dólares (gP + gY).

Suponga que mejoras tecnológicas elevan el crecimiento económico, aumentando a gY permanentemente. La ecuación de cambio aún debe estar balanceada. Dado que las tasas de crecimiento de la oferta de dinero y la velocidad de circulación de él no han cambiado, la única posibilidad es que la inflación caiga. Por cada punto porcentual en que la economía crece más rápido, la inflación cae en un punto porcentual.

Los comentaristas lo tienen al revés: Elevar el crecimiento al desregular y promover la inversión reduce la inflación. Esto no significa que el crecimiento rápido sea un curalotodo. Sería impresionante si pudiéramos elevar el crecimiento en siquiera medio punto. Un punto pleno sería estupendo. Eso no ayudaría mucho si la inflación fuera muy alta, como lo fue durante el verano del 2022. Pero, no obstante, sería grandioso para los estándares de vida.

El crecimiento inflacionario pertenece al basurero de la historia intelectual, justo al lado de la curva de Phillips. Que tantos autodenominados expertos lo suscriban es una seria crítica a los expertos como clase. Si ni siquiera pueden entender bien lo básico, ¿por qué deberíamos confiar en ellos?

Alexander William Salter es Profesor Asociado de Economía en el Colegio Rawls de Negocios y Compañero de Investigación en Economía Comparada del Instituto del Libre Mercado, ambos en la Universidad Texas Tech. Ha publicado artículos en revistas especializadas importantes tales como the Journal of Money, Credit and Banking, the Journal of Economic Dynamics and Control, the Journal of Macroeconomics, and the American Political Science Review. Sus artículos de opinión han aparecido en The Hill, The American Conservative, US News and World Report, Quillette, y numerosos otros sitios. Salter obtuvo su M.A. y PhD. en Economía en la Universidad George Mason y su licenciatura en Economía en Occidental College. Participó en el 2011 en el Programa de Becarios de Verano del AIER.

Traducido por Jorge Corrales Quesada.