POR QUÉ LOS LIBERTARIOS [LIBERALES CLÁSICOS] DEBEN ELEVARSE POR ENCIMA DE LA DICOTOMÍA DE IZQUIERDA-DERECHA DE LA POLÍTICA

Por Mathew Lloyd
Fundación para la Educación Económica
Sábado 23 de setiembre del 2023

NOTA DEL TRADUCTOR: Para utilizar los ligámenes de las fuentes del artículo, entre paréntesis y en rojo, si es de su interés, puede buscarlo en su buscador (Google) mathew lloyd, foundation for economic education, dichotomy, September 23, 2023 y si quiere acceder a las fuentes, dele clic en los paréntesis rojos.

Como escribió famosamente Leonard Read, los libertarios [liberales clásicos] no son “ni de izquierda de derecha.”

En el Reino Unido tenemos un primer ministro conservador -del ala derecha- y los resultados de su interferencia gubernamental en la economía y politización de la vida cotidiana, han tenido un impacto negativo sobre las vidas individuales, el discurso público, y la economía. En Estados Unidos hay un presidente demócrata -del ala izquierda- y sus vecinos en el norte, Canadá, tienen un gobierno liberal -del ala izquierda (aunque ciertamente no liberal en el verdadero sentido de la palabra)- y ambos países tienen problemas económicos y vidas diarias fuertemente politizadas, como en el Reino Unido. Continúa la lista de países con líderes y gobiernos de lados opuestos en el espectro, pero, todo lo que estos gobiernos de ala izquierda y derecha tienen en común, son los mismos malos resultados y situaciones que empeoran creadas por sus convicciones.

¿Cómo pueden dos visiones del mundo supuestamente muy diferentes terminar en resultados similares? Si ellas en verdad fueran mundos aparte, entonces, los resultados serían, también, mundos aparte. La realidad es que ambos lados del espectro descansan en grados diferentes de autoritarismo para lograr su popularidad, y ambos lados despliegan políticas autoritarias contra las vidas económicas y sociales de los ciudadanos, razón por la que los resultados son tan similares. Ambos lados paralizan las economías por medio de impuestos, regulación, y penalización de la actividad económica. Ambos lados prohíben determinada expresión, determinado comportamiento, determinadas ideas, y determinadas interacciones. Ambos lados creen en el uso de la fuerza contra grupos diferentes de personas y en castigar a grupos diferentes con base en características inmutables, en nombre de la “igualdad” y “equidad.” Ambos lados carecen de principios y, basados en cualquier dirección en que sople el viento político, cambiarán sus posiciones.
Para ponerlo de manera tajante, ambos lados son sólo diferentes sabores del mismo cocido asqueroso.

La única diferencia verdadera entre ideologías del ala izquierda y del ala derecha son sus objetivos y políticas. Su carencia de principios y su rechazo de la libertad humana son los mismos. Su creencia en que los humanos son simplemente “trozos de madera que se pueden mover alrededor” como diría Thomas Sowell, es la misma. Ninguno de los lados cree en la libertad humana y ninguno de ellos sabe cosa alguna de economía. Más importante, ninguno de los lados quiere entender de estas cosas. Ambos son entidades hambrientas de poder y los seguidores que atrapan están tan convencidos de que, si su lado estuviera a cargo, los resultados serían diferentes, de forma que la propia idea de una alternativa al autoritarismo ni siquiera entra en la conversación.

Introduzca a los libertarios y los liberales clásicos. Leonard Read escribió un artículo en donde explora el uso de las definiciones de izquierda y derecha para la revista The Freeman en 1956, que aún hoy es aplicable. En el artículo afirma que:

“La libertad no tiene una relación horizontal con el autoritarismo. La relación del libertarismo con el autoritarismo es vertical; se levanta de la basura de los hombres que esclavizan al hombre.”

Esta es una cita tan contundente pues nos recuerda que el autoritarismo, la creencia de que el estado puede y debería dirigir la acción humana, es falaz y siempre será antiliberal. Si vamos a elevarnos por encima de los diferentes sabores de autoritarismo, entonces, quienes creen en la filosofía de la libertad deben retirarse de la división izquierda-derecha y ser defensores de la libertad. O, como lo puso Read, en referencia a los libertarios:

“Su posición, si se usan analogías direccionales, es hacia arriba – en el sentido de que el vapor de un montón de basura se levanta hacia una atmósfera saludable. Si se ha de aplicar a un libertario la idea de extremo, deje que ello se base en qué tan extremamente bien él se ha despojado de creencias autoritarias.”

Mathew Lloyd es compsñero del Proyecto Henry Hazlitt para el Periodismo Educativo de la Fundación para la Educación Económica. Residente de Nottingham en el Reino Unido, está trabajando en una maestría en artes en Economía Política en la Univerisidad de Buckingham y tiene una licenciatura en Filosofía de la Universidad de Sheffield (con varios años de estudio de idiomas).

Traducido por Jorge Corrales Quesada