EL NUEVO DESCUBRIMIENTO DE LITIO DESTACA POR QUÉ NUNCA NOS QUEDAMOS SIN RECURSOS

Por Peter Jacobsen
Fundación para la Educación Económica
Miércoles 13 de setiembre del 2023

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Tal como resulta, la cantidad ofrecida casi siempre se eleva para satisfacer la demanda.

Un nuevo descubrimiento de litio esta semana condujo a una oleada de encabezados que pregonan el hallazgo como uno de los depósitos más grandes de litio en la historia. El descubrimiento se da en medio de temores de que un cambio hacia vehículos eléctricos agotaría demasiado a la oferta mundial de litio – un componente importante de las baterías.

El temor sobre la disponibilidad de litio es sólo la última predicción pesimista acerca del acceso de la humanidad a recursos. A lo largo del siglo XX, expertos predijeron que se nos acabaría la comida, la tierra, y el petróleo, entre otras cosas. Considere, por ejemplo, la historia de predicciones sobre el “pico del petróleo” en Estados Unidos.

La figura 1: Cronología de las malas “predicciones del pico del petróleo” se muestra en peter jacobsen, foundation for economic education, lithium, September 13, 2023

Como lo muestra de la cronología anterior, hoy hemos estado en los últimos 13 años de petróleo durante 84 años. [En 1939 el departamento del Interior de Estados Unidos predijo que las reservas petroleras sólo durarían 13 años].

¿Por qué las predicciones sobre la disponibilidad de recursos son tan sesgadas en una dirección pesimista? Para ver por qué, necesitamos mirar hacia uno de mis economistas favoritos – Julian Simon.

EL FRACASO DE LAS PREDICCIONES TÉCNICAS

En el transcurso de su vida, posiblemente ha escuchado acerca de que algún recurso en particular se está “acabando”. En efecto, algunas veces, expertos osadamente hacen predicciones sobre cómo nos queda un número de años específico, antes que aquel se acabe. ¿De dónde viene esta información?

Bueno, las predicciones técnicas de la disponibilidad del recurso descansan en dos factores: cantidad del recurso y tasa de su consumo.

Por ejemplo, si una comunidad sólo tiene 100 galones de gasolina, y usa 10 galones al día en sus carros, el combustible durará sólo 10 días.

En el libro del desaparecido Julian Simon, The Ultimate Resource 2 [El último recurso 2], él destaca que ese enfoque es esencialmente fallido. El problema es expertos que no tienen acceso ya sea a la cantidad disponible de un recurso o la tasa de consumo futuro de los recursos.

Para substituir eso, las predicciones técnicas usan los datos que estén disponibles. El problema es que esos datos siempre subestiman la disponibilidad de recursos.

Uno de tales datos usados para figurarse la cantidad disponible de recursos es las reservas conocidas. Esto es, la cantidad de un recurso que sabemos existe. El problema con esto puede ser visto al considerar los incentivos.

Una cantidad significativa de reservas conocidas es descubierta por empresas privadas en busca de más de un recurso escaso. Si usted es una empresa minera de litio con 10 años de suministro a mano, no hay necesidad de buscar más. Las empresas sólo gastarán en buscar nuevos depósitos si los beneficios del descubrimiento son mayores que los costos.

Pero, cuando los suministros empiezan a acabarse, aumentan los precios de las materias primas. Al elevarse el precio de un recurso, se incrementan los beneficios de descubrir más del recurso. Como resultado, las empresas empezarán a buscar nuevas reservas cuando empiezan a acabarse.

En la práctica, eso significa que las estimaciones de disponibilidad de recursos siempre aparecerán estando apenas por delante de las necesidades de consumo de corto plazo. Dado que las firmas sólo buscan más de un recurso al empezar a acabarse las reservas conocidas, las reservas conocidas siempre parecerán estar agotándose, aunque las reservas totales (las conocidas más las no conocidas) probablemente no lo estén.

SUBSTITUTOS EN TODO

El otro factor, la tasa de consumo, sufre de un problema similar. Al escasear los recursos, los precios aumentan, lo que obliga a los consumidores a economizar. Por ejemplo, cuando la gasolina se encarece, la gente compra menos de ella. Cuando los consumidores reducen su consumo de recursos, como la gasolina, tratan de encontrar bienes substitutos. Alguien puede elegir ir en bicicleta al trabajo o por fin dedicar tiempo a averiguar las rutas de transporte público.

Entre tanto, las compañías tratan de innovar y crear nuevos productos que resuelvan los problemas de los consumidores. A menudo, estas innovaciones reemplazan el deseo original por el recurso crecientemente escaso. Por ejemplo, Zoom, en muchos casos, ha reemplazado el uso de la gasolina.

Tal que, al acabársenos un recurso en particular, deberíamos esperar que los consumidores consuman menos de él. Por ello, siempre las predicciones técnicas supondrán que los consumidores consumirán en exceso en relación con la realidad.

Así que los grandes descubrimientos de litio no deberían sorprender. Al elevarse la demanda, yo espero que las reservas conocidas continúen subiendo. E incluso, al empezar a disminuir las reservas de litio, la razón para obtener ganancias fortalecido por precios al alza, impulsará a negocios auto interesados a crear substitutos nuevos ingeniosos. Concluiré con la brillante ilustración que hace Simon de esta tendencia.

“La respuesta de la gente hacia la tendencia prolongada de precios de materias primas en descenso, a menudo recuerda esta parodia: Vemos una tina de baño y marcamos el nivel del agua. Afirmamos que la cantidad de agua en la bañera es ‘finita.’ Luego, vemos gente sacar agua de la bañera en baldes y llevárselos.

Pero, al volver a reexaminar la bañera, hete aquí que el nivel del agua es más alto (análogo al precio siendo menor) que antes.
Creemos que nadie tiene razón para poner agua dentro de la tina (así como nadie pone petróleo en un pozo petrolero), así que determinamos que ha sucedido algún accidente peculiar, uno que tal vez no se repetirá. Pero, cada vez que regresamos, el nivel del agua en la tina es más alto que antes – y que el agua se está vendiendo a un precio menor (como el petróleo). No obstante, nosotros simplemente repetimos una y otra vez que la cantidad de agua debe ser finita y que no puede seguir aumentando, y eso es todo.

¿No concluiría una persona prudente, luego de una larga serie de subidas del nivel del agua, que, tal vez, el proceso puede continuar – y, por consiguiente, que tiene sentido buscar una explicación razonable? ¿No revisaría una persona sensata si hay tuberías de entrada a la bañera? ¿O si alguien ha desarrollado un proceso para producir agua? ¿Si la gente está usando menos agua que antes? ¿Si la gente está volviendo a llenar la tina con agua reciclada? Tiene sentido buscar por la causa de este aparente milagro, en vez de adherirse a una teoría simplona de recursos fijos y afirmar que eso no puede continuar.”

Peter Jacobsen es compañero escritor en la Fundación para la Educación Económica.

Traducido por Jorge Corrales Quesada.