LA ECONOMÍA EN LA BIBLIA

Por Peter Jacobsen
Fundación para la Educación Económica
Pregúntele a un Economista No. 22
Miércoles 6 de setiembre del 2023

NOTA DEL TRADUCTOR: Para utilizar los ligámenes de las fuentes del artículo, entre paréntesis y en rojo, si es de su interés, puede buscarlo en su buscador (Google) peter jacobsen, foundation for economic education, bible, September 6, 2023 y si quiere acceder a las fuentes, dele clic en los paréntesis rojos.

Esta semana, en Pregúntele a un Economista recibí una pregunta de Steve R. ¡Es una pregunta de proporciones bíblicas! Dice él,

“El domingo pasado, el pastor habló acerca del Segundo Libro de Reyes 4:1-7, la historia de Eliseo y el aceite de la viuda.

Mi mente se fue por la tangente en relación con la creación milagrosa del aceite de oliva proveniente del pequeño contenedor de la viuda, que llenó muchos otros contendedores de forma que ella pudiera pagar las deudas de su fallecido esposo e incluso que viviera a partir del dinero restante.

Llegué a pensar acerca de si es diferente de la forma en que los bancos centrales imprimen dinero y devalúan la moneda.”

Steve continúa dando dos diferencias hipotéticas entre la creación de aceite de oliva por Dios y la creación de más dinero por el banco central. Al momento, he elegido excluirlas debido a que él no se encuentra muy alejado, y preferiría avanzar hacia la respuesta en vez de incluirla. Steve concluye que,

“Sólo me pregunté si mis conclusiones son correctas y si usted alguna vez ha pensado sobre estas situaciones económicas en la Biblia.”

Así que las preguntas son:

1. ¿Cuáles son las similitudes o diferencias entre la creación por Dios de aceite de oliva en el Segundo Libro de Reyes 4:1-7 y la creación de dinero por el banco central?

2. ¿Ha pensado usted alguna vez en esta u otras situaciones económicas de la Biblia?

Consideraré ambas, turnándome.

LA OFERTA DE ACEITE

De forma que, ¿cuál es la diferencia entre aumentar la oferta de dinero y aumentar la oferta de un producto como el aceite? Para empezar, consideremos el efecto de aumentar la oferta de un producto como el aceite.

Para vender aceite, los productores deben soportar cierto costo. Por ejemplo, si producir una taza de aceite cuesta $1, los vendedores deben recibir al menos $1 para estar dispuestos a producirla. Con base en esto, puede ser tentador alegar que los precios son determinados por el costo, pero eso no es lo correcto.

Los precios son totalmente determinados por las valoraciones del consumidor, que ha menudo se expresan en términos de costos.

Por ejemplo, suponga que el único ingrediente para hacer aceite de oliva es la aceituna. Ahora, digamos que los consumidores están dispuestos a pagar 20 centavos por cada aceituna y que toma cinco aceitunas para hacer una taza de aceite. Estos números son irreales, pero ayudarán a entender el mercado.

Si una compañía quiere hacer una taza de aceite de oliva, debe sacrificar el dinero proveniente de la venda de cinco aceitunas. Las cinco aceitunas, que cuestan 20 centavos cada una, significan que, para producir una taza de aceite de oliva, hacen que el productor sacrifique $1 (5 x $0.20) de dinero proveniente de si vendiera las aceitunas. Así, el costo de una taza de aceite de oliva es $1.

Pero, recuerde que el costo como tal ¡se deriva de cuánto valoran las aceitunas los consumidores! Si súbitamente los consumidores decidieran que a ellos les gustan más las aceitunas (digamos que ahora están dispuestos a pagar $1 por cada aceituna), entonces, los productores de aceite de oliva tendrían un costo mayor por cada taza que producen ($1 x 5 en vez de $0.20 x 5). Pero, al final de cuentas, el costo se deriva de cuánto valoran los consumidores los bienes alternativos producidos por los insumos.

Esto sigue siendo cierto aún si complicamos más al ejemplo con más insumos para la producción.

También, es el caso que, al aumentar la producción, los vendedores van a requerir precios más altos, si todo lo demás se mantiene constante. Para entender por qué, imagine que para hacer el aceite de oliva algunas aceitunas son mejores que otras.

Esto viola un supuesto del que hasta el momento no hemos hablado, cual es que todas las aceitunas son igual de buenas tanto para comer como para producir aceite. Pero, si algunas aceitunas son mejores que otras para producir aceite, la empresa primero usará las mejores adaptadas para producir aceite. Esto significa que, entre más produzca la empresa, más aceitunas se requerirán para producir la misma cantidad de aceite, pues de primero son usadas las mejores aceitunas productoras de aceite.

En otras palabras, al aumentar la cantidad de aceite de oliva que suple una empresa, se elevará el precio de venta requerido para satisfacer al productor, pues sube el costo de los insumos (aceitunas) usados, según lo definen las valoraciones del consumidor.

Los economistas hábilmente capturan esa idea en lo que se llama la curva de oferta. La curva de oferta ilustra las diversas cantidades que los productores están dispuestos a vender a cualquier precio dado. Los economistas llaman oferta a esta relación entre la cantidad ofrecida y el precio. Debido a la lógica previa, la curva de oferta tiene una pendiente creciente y luce como esta.

El dibujo de la curva de oferta se presenta en peter jacobsen, foundation for economic education, bible, September 6, 2023

Similarmente, los economistas están interesados en la cantidad de un bien que los consumidores están dispuestos a comprar a cualquier precio dado. A este concepto lo llaman demanda. La pregunta de Steve es primordialmente acerca de la oferta, de forma que gastaré menos tiempo explicando la demanda.

No obstante, en esencia, los consumidores usan la primera(s) unidad de un bien para satisfacer sus deseos más urgentes. Esto implica que toda unidad subsecuente se usa para sastiscer un deseo menos urgente. En otras palabras, al recibir usted más unidades de un bien, usted valora relativamente menos a la siguiente unidad, pues sirve un fin menos valorado. Como tal, al aumentar la cantidad de un bien, cae la disposición de los consumidores a pagar por cada unidad adicional de ese bien.

En otras palabras, la curva de demanda de un bien tiene una pendiente descendente. Las curvas de oferta son en realidad derivadas de la misma lógica aplicada por un camino más indirecto. Tal que, nuestras curvas de oferta y demanda de aceite podrían lucir algo como esto.

El dibujo de las curvas de oferta y demanda se presenta en peter jacobsen, foundation for economic education, bible, September 6, 2023

En este mercado [representado por el gráfico arriba mencionado], los consumidores comprarán 3 tazas de aceite de oliva. ¿Por qué? Bueno, la curva de oferta nos muestra que los vendedores están dispuestos a vender la primera taza en $1 y los compradores están dispuestos a pagar $5 por ella. Así que tiene sentido para que el intercambio ocurra.
Similarmente, los vendedores están dispuestos a vender la segunda en $2 y los clientes están dispuestos a pagar $4. De nuevo, es una situación de ganar-ganar.

Para la tercera taza, los vendedores necesitan al menos $3 para venderla y los compradores están dispuestos a pagar $3. Ambos están de acuerdo en el intercambio. De forma que, al fin y al cabo, se venden tres tazas y el precio que permite eso es $3. Este punto en donde se entrecruzan la oferta y la demanda los economistas lo llaman punto de equilibrio, e ilustra cómo el mercado determina los precios – manteniendo todo lo demás constante.

Armados con este conocimiento, podemos ahora ver el efecto de la creación milagrosa de aceite en el Segundo Libro de Reyes. A cualquier precio dado, ahora hay más aceite disponible que antes. En otras palabras, aumenta nuestra oferta. Podemos ilustrar esto al tener una mayor cantidad de aceite a cada precio dado. Eso luce así:

El dibujo del aumento de la oferta se presenta en peter jacobsen, foundation for economic education, bible, September 6, 2023

Observe qué le pasó al equilibrio. Ahora hay más aceite siendo vendido (3.5 tazas) y un precio menor por el aceite ($2.50)

Eso es lo que espero sea el efecto del milagro en el Segundo de Reyes. La oferta aumentada conduce a una mayor cantidad del aceite que se consume a un precio menor. Hay una forma de conceptualizar esto como que es, en vez de eso, por un cambio en la demanda, pero este análisis hace bien la tarea.

LA OFERTA DE DINERO

Ahora, hablemos de lo que pasa al aumentar la oferta de dinero. Hoy vivimos bajo un sistema monetario en que el dinero lo emite el gobierno como medio legal para pagar obligaciones. Los economistas llaman a esto un sistema monetario fiduciario. El dinero fiduciario se contrasta con sistemas de dinero mercancía, en donde la moneda es canjeable por una cantidad fija de alguna mercancía (como oro o plata).

La oferta de dinero puede aumentarse tanto bajo un sistema de mercancía como uno fiduciario. En el primer caso, un aumento en la oferta de la mercancía (por ejemplo, de oro minado) elevará la oferta de dinero, y, en el segundo caso, el gobierno podría aumentar la cantidad de dinero (por ejemplo, imprimiendo dinero). Las restricciones para producir más dinero fiduciario son diferentes de las de producir más dinero mercancía, pero ambos tienen ofertas variables.

Pero, ¿qué pasa al aumentar la oferta de dinero? Bueno, el mercado del dinero es muy parecido al mercado de otros bienes. La gente demanda tener dinero. El “precio” del dinero es lo que cuesta obtener una unidad de dinero en términos de bienes. Entre más bienes necesita usted para obtener una unidad de dinero, mayor es el “poder adquisitivo del dinero.” Por tanto, una forma en que podemos pensar acerca del precio del dinero es que el precio del dinero es su poder adquisitivo.

Al caer el poder adquisitivo (esto es, al elevarse los precios monetarios de los bienes y servicios), la gente quiere mantener más dinero que satisfaga las necesidades diarias de dinero. Es importante ver que, al hablarse aquí de dinero, no damos a entender “riqueza.” Usted puede mantener su riqueza de muchas formas: acciones, bienes raíces, y pinturas, para citar unas pocas. Pero, cuando economistas hablan de la demanda de dinero, hablan de la demanda para tener dinero, en vez de otros activos.

Por facilitar las cosas, supongamos que hay una cantidad determinada de dinero – digamos 100 unidades. Aquí se presentan nuestra oferta y demanda de dinero.

El dibujo de la oferta y demanda de dinero se presenta en peter jacobsen, foundation for economic education, bible, September 6, 2023

Ahora imagínese que súbitamente se duplica la oferta de dinero. Vea lo que pasa:

El dibujo de la oferta de dinero incrementada se presenta en peter jacobsen, foundation for economic education, bible, September 6, 2023

Cae el poder adquisitivo de dinero. Tal como en nuestro ejemplo del aceite, al aumentar la oferta de dinero, disminuye el valor del dinero. De forma que, en cierta forma nuestro milagro en el Segundo Libro de Reyes es similar a un aumento en la oferta de dinero. Ambos resultan en que el bien que experimentó un incremento en su oferta tiene un valor menor, con respecto a otros bienes y servicios.

Pero, he aquí la diferencia primordial. El dinero representa un lado de casi todos los intercambios. En (casi) cada intercambio que se da, un lado es llevar el dinero a la mesa. Este no es caso con el aceite de oliva. Así que, cuando Dios aumenta la oferta de aceite de oliva, el mercado del aceite de oliva (y mercados estrechamente relacionados) es impactado. Sin embargo, cuando aumenta la oferta de dinero, todos los precios se impactan. Se elevan los precios de todos los bienes y servicios.

Esto conduce a unos cuantos asuntos importantes. Primero, debido a la limitación de nuestro conocimiento, los cambios de precios que suceden debido a un aumento en la oferta de dinero no se dan todos al mismo tiempo. En vez de ello, el dinero nuevo afecta los precios e ingresos en algunos mercados antes que otros. Esto significa que los precios relativos de muchos bienes y servicios serán alterados en el tanto en que el dinero nuevo repercute a través de la economía.
Estos cambios en los precios, a su vez, resultan en distorsiones en la estructura de la producción, fenómeno conocido como el efecto Cantillon.

Segundo, debido a que mucha gente almacena una cantidad significativa de su riqueza en forma de dinero, el menor poder adquisitivo significa menos riqueza para gran porción de la gente. Específicamente, aumentos en la oferta de dinero dañan a los ahorrantes de dinero. En contraste, un aumento en la oferta de aceite de oliva impactaría a quienes mantienen una cantidad significativa de riqueza en aceite de oliva. Si bien ese cambo afectaría a los maximalistas de la inversión en aceite de oliva, el incremento en la oferta de dinero sería doloroso para el grupo mucho más amplio de ahorrantes de efectivo.

Tercero, se impacta un tipo muy importante de intercambio que se paga con dinero: los contratos laborales. Muchos sueldos y salarios están definidos en montos algo fijos. Por ejemplo, si usted firmó un contrato por el que acuerda trabajar por $50.000 al año, esa cantidad no aumenta con la inflación. Como tal, ese aumento en la oferta de dinero dañará a aquellos cuyos términos de ingreso son relativamente más fijos.

En cierta forma, el dinero es “sólo un bien.” La gente, y la sociedad como un todo, está mejor teniendo acceso a un medio de cambio. Pero, en otras formas el dinero es más que sólo un bien. Dado que el dinero significa la mitad de todos los intercambios, un disturbio en el mercado de dinero tiene consecuencias mucho mayores para la economía como un todo.

LA ECONOMÍA BÍBLICA

La última pregunta de Steve fue si había considerado otras preguntas similares acerca de la Biblia y la economía. Tengo y puedo pensar en tres tipos distintos de preguntas sobre la intersección de la Biblia y la Economía.

1. MORAL/ÉTICA

Esta categoría considera si ciertas políticas o acciones económicas son moralmente correctas o equivocadas según los estándares bíblicos. Alejandro Chafuén ha escrito un gran libro sobre el tema, titulado Faith and Liberty: The Economic Thought of the Late Scholastics [Raíces cristianas de la economía de libre mercado, que luego amplió como Raíces de la economía de mercado en la Escolástica Católica: Reflexiones de la Escolástica tomista tardía sobre economía y ética]. El libro examina los escolásticos tardíos cristianos quienes discuten sobre la moral de todo, desde comer pan estando hambriento hasta la política monetaria.

2. FILOSÓFICA

Esta categoría considera la naturaleza de la creación de Dios y pregunta qué rol tienen en ella los conceptos económicos. Por ejemplo, ¿existe la escasez a resultas de la caída, o del llamado de Dios para que Adán y Eva laboren en el jardín, los que brindan evidencia de que algún nivel de escasez es consistente con la creación “generosa?”

3. FUNCIONAL

Esta categoría examina los resultados de razones económicas de acciones o instituciones bíblicas específicas. La cuestión acerca del suministro de aceite de oliva es una funcional. Similarmente, muchos de mis profesores y colegas son economistas que se interesan en explicar la lógica detrás de ciertos sistemas económicos. Mi profesor de postgrado en Microeconomía, Walter Williams, incorpora en su sitio en la red la siguiente lista de pregunta para sus estudiantes de PhD:

“Dé una explicación económica de los siguientes extractos del Éxodo y el Deuteronomio: ¡Las tonterías están prohibidas!

(a) ‘La mujer no vestirá ropa de hombre, ni el hombre vestirá ropa de mujer; porque todo el que esto hace es abominación a Jehová tu Dios.’

(b) ‘No ararás con buey y asno juntos.’

(c) ‘El que esté herido por las piedras, o cuyo miembro privado esté amputado, no entrará en la congregación del Señor.’

(d) ‘Honrarás a tu padre y tu madre…’ (¿Cómo es que honrar a los niños no es requerido por los Mandamientos?)

(e) ‘No tendrás otros dioses delante de mí.’

(f) ‘Y si un hombre seduce a una doncella que no está comprometida y se acuesta con ella, seguramente la dotará para que sea su esposa. Si su padre se niega rotundamente a entregársela, le pagará el dinero conforme a la dote de las vírgenes.’

(g) ‘Más vale pájaro en mano que ciento volando.’”

En el caso de la afirmación (a), parece que la explicación más probable es que dicho acuerdo permite a vendedores de ropa cobrar precios diferentes a hombres y mujeres, según sus diferentes disposiciones de pagar por ella. Los economistas llaman a esto discriminación de precios. Si grupos con distintas disposiciones de pagar pueden entre sí revenderse sus productos, la discriminación de precios es imposible. Pero, si por ley (bíblica o la que sea) la reventa se prohíbe, ¡la discriminación de precios es posible!

Usted puede pasar su tiempo tratando de pensar bien las otras preguntas. Del mismo modo, unos pocos economistas que conozco, recientemente trataron de explicar cómo la prohibición judía del puerco cumplió con la función de eliminar externalidades basadas en el cerdo.

Algunos cristianos no se sienten bien ante este tipo de explicaciones funcionalistas pues existe el temor de que socavan la explicación de que las leyes bíblicas están escritas con base en la verdad moral. En lo personal, no veo contradicción alguna entre ambos. Me parece probable que las leyes morales también sean funcionales.

En conclusión, pienso que la intersección de la Biblia y la economía es, en verdad, una fructífera, y le agradezco a Steve por darme la oportunidad de explorar este tema.

¡Pregúntele a un economista! ¿Tienes alguna pregunta sobre economía? Si alguna vez usted ha tenido dudas sobre economía o política económica, desde inflación a crecimiento económico y todo lo demás, envíe su pregunta al profesor Peter Jacobsen a pjacobsen@fee.org. El Dr. Jacobsen leerá las preguntas y la suya podrá ser seleccionada para ser respondida en un artículo o incluso en un vídeo de la Fundación para la Educación Económica.

Peter Jacobsen es compañero escritor de la Fundación para la Educación Económica.

Traducido por Jorge Corrales Quesada.