UN LIBRO PARA RECORDARNOS LOS MALES DEL SOCIALISMO

Por George Leef
American Institute for Economic Research
3 de setiembre del 2023

Nota del traductor: la fuente original en inglés de este artículo es george leef, american institute for economic research, socialism, September 3, 2023. En él podrá leer enlaces relevantes originalmente en letra azul en el texto.

Con tantos estadounidenses diciendo ahora que prefieren vivir bajo el socialismo que bajo el capitalismo, es bueno recibir un fuerte recordatorio sobre la naturaleza verdadera de los regímenes socialistas. Acabo de leer un libro que lo logra.

Cuando era mucho más joven -en los años sesenta y setenta- había muchas noticias acerca de Cuba: la toma del poder por Fidel Castro, la debacle de Bahía Cochinos, la Crisis de los Misiles Cubanos, gente huyendo a través del mar (y muchos pereciendo en el intento), sugerencias de que Castro estaba detrás del asesinato de John F. Kennedy, etcétera.
Pero, hoy, uno escucha poco acerca de Cuba, y lo que principalmente oímos es propaganda izquierdista favorable al régimen socialista del país, en especial de cómo, supuestamente, ha logrado igualdad y altos estándares en el cuidado médico. Por lo demás, pocos estadounidenses piensan acerca de Cuba.

El Dr. Miguel A. Faría, hijo, busca iluminarnos sobre el estado actual de cosas en Cuba. Su interés es profundamente personal -siendo un jovencito, él y su padre escaparon de Cuba en un pequeño bote. Luego de establecerse en Estados Unidos, fue a la escuela de medicina y se convirtió en neurocirujano. El Dr. Faría ha escrito varios libros, incluso America, Guns, and Freedom. Su último libro es Cuba’s Eternal Revolution Through the Prism of Insurgency, Socialism, and Espionage, en que relata mucha de la historia cubana que necesita saberse, y desengaña a los lectores de la idea cultivada cuidadosamente de que su país natal se ha convertido en un paraíso gracias al socialismo.

Empecemos con la historia. Al final del gobierno español en 1898, Cuba empezó a modernizarse rápidamente y, para 1950, estaba entre los países más prósperos de América Latina. Los cubanos adoptaron una constitución en 1940 que les dio estabilidad y libertad. Pero, en una movida trágica en 1952, los militares instalaron al anterior presidente Fulgencio Batista en el poder, para impedir lo que ellos temieron era la victoria de un candidato que favorecía el socialismo. El gobierno de Batista catalizó la oposición de idealistas del ala izquierda, así como cubanos de clase media a quienes no les gustaba el retroceso del país ante la democracia. Entre los primeros estaba Fidel Castro, quien empezó a fomentar la rebelión en 1953.

Castro se favoreció con una prensa favorable, en especial del New York Times, que publicó un artículo servil sobre él. Pero, luego de derrocar a Batista, Casto mostró sus colores marxistas. Los oponentes fueron arrestados, puestos en prisión, ejecutados. El control de las armas se impuso en un esfuerzo por impedir cualquier resistencia. La propiedad privada fue confiscada. La agricultura fue colectivizada. Esas acciones, tan características de izquierdistas determinados a permanecer en el poder sin importar cuánto daño le hacen a la libertad y prosperidad, condujeron a levantamientos contra Castro. El autor cuenta las tristes historias de los muchos cubanos que se sintieron traicionados por Castro y lucharon hasta la muerte contra su régimen, el cual fue apuntalado por un fuerte apoyo militar de la Unión Soviética.

Faría tiene palabras duras ante el manejo que hizo el presidente Kennedy de la invasión de Bahía Cochinos por una brigada de cubanos desafectos en abril de 1961. El plan, aprobado en el último año de la administración Eisenhower, contenía el uso de ataques aéreos para eliminar la fuerza aérea de Castro, pero Kennedy los canceló en un tonto esfuerzo por mantener una “negación plausible.” También, cambió la ubicación de la invasión, mucho en su detrimento.
Aún más, se filtraron noticias de la invasión y Kennedy estaba furioso al leer en los periódicos que era inminente – pero, de todos modos, siguió adelante. El resultado fue un completo desastre. Los luchadores por la libertad batallaron hasta que se les acabaron sus municiones y fueron asesinados o capturados. Faría afirma que el fiasco de Bahía de Cochinos envalentonó a Khrushchev a poner misiles en Cuba el año siguiente.

Y, ¿qué hay acerca de las condiciones de vida en Cuba? Los estadounidenses que hayan leído que son muy buenas (el régimen cubano aún tiene una prensa favorable) se decepcionarán al leer que las condiciones de vida son, en efecto, malas y están empeorando. La desnutrición es rampante, como lo evidencia la presencia de beriberi, enfermedad que conduce a la ceguera. Otra deprimente indicación de hambre es la presencia de ganado sin colas. Turistas pensaron que era alguna mutación extraña al ver los animales, pero, la verdad era que les habían coartado las colas a los pobres animales para obtener un pedacito de carne. La comida es escasa, a menos que usted sea parte de la élite gobernante. Esa es otra característica típica de países socialistas.

Otra verdad reveladora es la existencia de lo que Faría llama “apartheid médico” en Cuba. Lo que él da a entender es que los pocos hospitales y clínicas actualizadas se reservan para las élites y turistas. Los cubanos ordinarios deben lidiar con médicos que trabajan en exceso, son pobremente pagados, y se les exige usar equipo anticuado en condiciones no sanitarias. Para mantener el influjo de dinero necesario, el gobierno reparte propaganda entre turistas, como que Cuba está “libre de enfermedades contagiosas.” Eso simplemente es falso, pero la ilusión debe mantenerse. Hace pocos años, hubo un brote de fiebre del dengue y un doctor trató de informar de ella a la gente. Por hacerlo, fue arrestado y puesto en prisión por decir la verdad. Al fin y al cabo, la presencia de una enfermedad mortal podría espantar a los turistas, costándole efectivo al gobierno.

Igualmente alarmante es la historia de degradación ambiental en Cuba. Como es típico de regímenes socialistas, el gobierno ha emprendido muchos proyectos que consumen recursos valiosos, pero que, en cambio, generan poco o ningún valor. Cuba ha construido muchos caminos que pocos vehículos alguna vez transitan y represas que contienen poca agua. La destrucción extendida de los bosques ha dejado especies sin sus hábitats, Ambientalistas, que creen que el socialsimo asegura un ambiente limpio, puro y sustentable, necesitan entender qué tan gravemente el socialismo ha saqueado la, en otra época, bella isla de Cuba.

Fidel Castro y su hermano Raúl ya no están, pero, su régimen totalitario continúa bajo Miguel Díaz-Canel. Él no tiene mayor consideración, como la tuvieron los Castro, por la libertad y prosperidad de los cubanos ordinarios. Cuando, en julio del 2021, estallaron protestas en Cuba por las terribles condiciones de vida, el gobierno culpó por ellas al COVID y, luego, cruelmente, las reprimió con arrestos y cargos de sedición que conducían a extensos períodos de cárcel. Esto subraya el punto de Hayek de que, en gobiernos con poder irrestricto, los peores son los ganadores.

Si el Dr. Faría conserva algún optimismo acerca de su tierra natal, lo mantiene muy bien escondido. El gobierno está en control total y no está dispuesto a renunciar a nada de su poder. Los “progresistas” que claman por un gobierno fuerte dedicado al socialismo deberían leer este libro y, después, pensar de nuevo.

George Leef es director de contenido editorial del James G. Martin Center for Academic Renewal. Tiene una licenciatura en arte de la Universidad Carroll (Waukesha, Wisconsin) y un doctorado en derecho de la Escuela de Derecho de la Universidad de Duke. Fue vicepresidente de la Fundación John Locke hasta el 2003. Comentarista regular en Forbes.com, Leef fue editor de comentarios de libros para The Freeman, publicado por la Fundación para la Educación Económica, desde 1996 al 2012. Ha publicado numerosos artículos en The Freeman, Reason, The Free Market, Cato Journal, The Detroit News, Independent Review, y Regulation. Escribe con regularidad para el blog The Corner del National Review, y para EdWatchDaily. Recientemente escribió la novela The Awakening of Jennifer Van Arsdale (Bombardier Books, 2022).

Traducido por Jorge Corrales Quesada