¿QUÉ PASA SI EL GOBIERNO GASTA MÁS ALLÁ DE SU HABILIDAD PARA PAGAR?

Por Peter Jacobsen
Fundación para la Educación Económica
Miércoles 30 de agosto del 2023

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Lo que se presenta cuando se cierran las puertas financieras.

En “Pregúntele a un economista” esta semana tenemos dos preguntas de J.R. Dice él,

“Mi pregunta es ¿qué sucede cuando el gobierno continúa gastando fuera de control, en donde potencialmente gasta más que su habilidad para pagar sus cuentas y deudas?

Con una deuda nacional superior a $30 trillones y creciendo, ¿cuándo piensa usted que lleguemos a un momento crítico y qué piensa usted que sucederá?

Así que, ¿qué pasa si no podemos pagar nuestras deudas? Para entenderlo, necesitamos pensar acerca de dónde viene el dinero del gobierno.

TRES FUENTES PARA FINANCIAR EL GASTO GUBERNAMENTAL

¿De dónde viene el dinero del gobierno? A diferencia de empresas privadas y hogares, el gobierno no vende servicios a compradores voluntarios para así poder cubrir sus gastos. Como posiblemente ya usted lo sabe, el dinero del gobierno viene de nosotros – los contribuyentes.

Sin embargo, hay tres formas diferentes de cómo el gobierno extrae recursos nuestros: impuestos (I), financiamiento por endeudamiento (D), e impresión de dinero (M). El gasto del gobierno (G) es igual a la suma de estas tres fuentes de fondos. En términos matemáticos:

G=I+D+M

La imposición es la fuente más directa de fondos para el gobierno. El gobierno grava los ingresos, el gasto, la propiedad, las ventas de propiedades, y la muerte. Si el gobierno simplemente gastara ese dinero y se detuviera, ese sería el final de la historia, Pero, no lo es.

Por ahora durante dos décadas, el gobierno de Estados Unidos ha tenido más gastos que ingresos por impuestos,
Cuando el gasto excede al ingreso por impuestos, a esto se le llama déficit. Así que, el déficit es la diferencia entre el gasto e ingresos tributarios del gobierno, o G-I. Matemáticamente, podemos expresar el déficit tal como sigue:

G-I=D+M

Esta nueva ecuación muestra que el déficit gubernamental debe ser pagado por las fuentes de ingresos restantes: el financiamiento de la deuda y la impresión de dinero.

En este punto, alguien puede argüir que simplemente podríamos elevar los impuestos para eliminar el déficit. Y eso funciona hasta que deja de hacerlo. El problema de descansar en aumentos de impuestos para apoyar el gasto es que los aumentos de impuestos tienen un límite de cuánto más ingreso adicional pueden generar. Para entender por qué, hágase usted mismo una pregunta: si el gobierno tratara de gravar el ingreso en un 100%, ¿cuánto ingreso colectaría?
La respuesta es cero. No habría razón para trabajar y ganar dinero si el gobierno le quitara cada centavo que usted ganó y, aún si la gente trabajó sin obtener paga, se moriría de hambre. Los impuestos desincentivan el trabajo. Luego de cierta tasa del impuesto, el gobierno desincentiva tanto el trabajo que, en realidad, recoge una recaudación menor.
Esto fue ilustrado famosamente por la Curva de Laffer del economista Art Laffer. La curva ilustra con claridad que, al elevar la tasa del impuesto, al principio, recauda más, pero, en su momento, la recaudación empieza a disminuir al subir demasiado la tasa y empieza a desalentar el trabajo.

Qué tasa provee el ingreso tributario “máximo” queda abierto a debate, pero, la lógica fundamental de la curva de Laffer no lo está. Hay una cantidad máxima de recaudación que el gobierno puede lograr por vía de los impuestos. Una vez que recauda su máximo, el gobierno sólo tiene dos herramientas adicionales para apoyar su gasto.

Hablemos primero acerca de su deuda. Para empezar, aunque no es inmediatamente obvio, también la deuda la pagan, en último caso, los contribuyentes. Si el gobierno de Estados Unidos obtiene hoy un préstamo, ese préstamo debe repagarse. ¿Cómo pueden los Estados Unidos repagar ese préstamo en el futuro? Con impuestos futuros. Así que la deuda en algún grado hace que, en el camino, el costo rebote hacia abajo, pero, en última instancia, es el contribuyente quien pone la plata.

De modo que, ¿puede simplemente el gobierno mantenerse pidiendo prestado por siempre para cubrir su gasto? No. Tal como los impuestos, también hay una especie de curva de Laffer para el financiamiento de la deuda. Si el gobierno quiere atraer más prestamistas de los que ya tiene, debe ofrecer algo más en compensación – más dinero. Esto toma la forma de mayores tasas de interés. Porque, tal vez, los prestamistas no estaban dispuestos a prestarle $100 al gobierno a una tasa del 3%, pero, si el gobierno ofrece un 4%, ellos entrarán.

El problema es que a usted se le acaban los prestamistas dispuestos a serlo al 4%. Entonces, el gobierno tiene que ofrecer 5%. Este proceso continúa hasta que la tasa de interés es tan alta que, en la realidad, empiezan a caer las recaudaciones netas al emitir bonos (algunas veces llamado señoreaje de la deuda). Tanto como la tasa de impuesto que maximiza la recaudación, hay una tasa de interés a la cual cae el ingreso por emisión de deuda.

Así que, si ya no más se puede obtener recaudación por impuestos, y emitir más deuda ya no es más una opción, nos queda una única alternativa – imprimir dinero.

Al gobierno al que se le acaban el ingreso tributario y el financiamiento de la deuda, sólo puede pagar sus cuentas mediante una política monetaria inflacionaria. Este tipo de política es desastrosa para la economía. Al perder valor la moneda, se destruyen los ahorros, los ciudadanos tienen que gastar recursos reales para convertir rápidamente la moneda antes que pierda todo su valor, y la inversión se seca.

Entre tanto, una moneda menos valiosa significa que el gusto gubernamental crecerá aún más, si los funcionarios de gobierno desean mantener los mismos hábitos de gasto. En este punto la única forma de parar el caos económico es frenando el gasto.

¿EN DÓNDE SE ENCUENTRAN LOS ESTADOS UNIDOS?

La primera parte de la pregunta de J.R. fue la parte fácil. Teóricamente es muy claro entender lo que pasa cuando el gasto gubernamental sobrepasa la habilidad del gobierno para pagar sus deudas: las impresoras de dinero empiezan a trabajar. La pregunta más difícil es, en este proceso, ¿en dónde están los Estados Unidos?

En Estados Unidos la deuda es claramente un problema. Como lo muestran los datos, el nivel de endeudamiento con respecto al gasto ha estado creciendo y ha escalado a un nivel sin precedentes durante la era de la política del COVID-19.

El gráfico de la Deuda Federal: La Deuda Pública Total como Porcentaje del Producto Interno Bruto puede verse en peter jacobsen, foundation for economic education, outspends, August 30, 2023.

Pero, debo desilusionarlo cuando le digo que no puedo ofrecer predicciones honestas, aparte del hecho de que no pienso que pronto se vaya a dar una crisis.

Doy esta respuesta por dos razones. Primera, no tengo ninguna inversión en juego que prediga un colapso. Si el gobierno de Estados Unidos cayera en un infierno inflacionario, tal vez habría una forma de arreglar mi portafolio para así hacer dinero.

No he hecho apuesta alguna en contra del bienestar de Estados Unidos, así que sería deshonesto clamar que espero pronto, en cualquier momento, un colapso. Cuando alguien predice la catástrofe, siempre pregunto si su dinero está en donde está su boca. Mi dinero está en activos muy sencillos – muchos de los cuales tendrían un mal desempeño a la luz de una crisis financiera de los Estados Unidos.

La segunda razón de por qué no predigo un colapso inminente, es que no estoy seguro de que las ganancias de productividad de los Estados Unidos no serán capaces de mantenerse ante una deuda creciente. De nuevo, es preocupante el crecimiento del cociente deuda/PIB, pero cocientes pasados de deuda/PIB no son predictores perfectos de futuros cocientes de deuda/PIB.

Tal como con la deuda personal, el gobierno puede pedir prestado con seguridad en tanto los ingresos futuros puedan pagar por esos préstamos solicitados. Si los ciudadanos de Estados Unidos se hacen más ricos, el gobierno logra más ingreso para repagar sus deudas.

Así que, en resumen, pienso que la tendencia reciente de la deuda de Estados Unidos es muy mala. Si la tendencia continúa, habrá serias consecuencias. En el corto plazo, sin embargo, no veo cambios importantes a la vuelta de la esquina. Podría estar equivocado. Espero no estarlo. La economía brinda una forma sólida de entender las tendencias, pero no ofrece bolas de cristal para leer la fortuna.

¡Pregúntele a un economista! ¿Tienes alguna pregunta sobre economía? Si alguna vez usted ha tenido dudas sobre economía o política económica, desde inflación a crecimiento económico y todo lo demás, envíe su pregunta al profesor Peter Jacobsen a pjacobsen@fee.org. El Dr. Jacobsen leerá las preguntas y la suya podrá ser seleccionada para ser respondida en un artículo o incluso en un vídeo de la Fundación para la Educación Económica.

Peter Jacobsen enseña economía y tiene la posición de Profesor Gwartney de Economía. Recibió su educación de posgrado en la Universidad George Mason.

Traducido por Jorge Corrales Quesada.