JAVIER MILEI: EL ECONOMISTA ARGENTINO QUE PODRÍA LLEGAR A SER EL PRIMER PRESIDENTE LIBERTARIO EN LA HISTORIA MODERNA

Por Michael Peterson
Fundación para la Educación Económica
Viernes 18 de agosto del 2023

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Al capturar las mentes e imaginaciones de millones de argentinos, Javier Milei demuestra, una vez más, que la libertad puede empacarse en más de una forma.

Érase una vez, antes de la Primera Guerra Mundial, cuando Argentina era confortablemente uno de los diez países más ricos del mundo. Pero, poco después, luego de que Juan Perón asumió el poder en 1943, el país se embarcó en una serie de reformas socialistas que pondría de rodillas a la economía y la convertiría en el lugar económico atrasado del cual aún tiene que volver. El país solía considerarse una “nueva Europa.” Ahora sus edificios parecen ser más viejos que sus antiguos ancestros europeos.

El libertarismo, o liberalismo, como se le llama en América Latina, nunca ha generado tanta atención como la que hoy tiene. Javier Milei es una razón de por qué. Milei, un ruidoso economista y personalidad de la televisión, ha rebautizado la tradición liberal clásica de una manera que le habla a la experiencia de los argentinos y su larga vida de lucha contra el estancamiento económico.

“El liberalismo se fundamenta en el principio de no agresión,” dice él en su discurso de victoria ante un grupo de seguidores, luego de una barrida sorprendente este mes en las primarias presidenciales de Argentina. Si Milei tiene éxito en la elección general de octubre, que es posible conduzca a una segunda vuelta, él sería el primer presidente liberal en la historia moderna.

Muchos comentaristas políticos proyectaron que el excéntrico economista terminaría en un tercer lugar, pero su infatigable campaña ha galvanizado a muchos argentinos, impulsándolo a la cabeza de la carrera. A pesar de su retórica populista, Milei es un firme liberal. Hasta sus perros tienen nombres de economistas populares inclinados al liberalismo, incluyendo Murray Rothbard, Milton Friedman, y Robert Lucas.

“El liberalismo,” dice Milei, “está defendiendo el derecho a la vida, la libertad, y la propiedad. Las instituciones del liberalismo apoyan la propiedad privada, la movilidad laboral, la división del trabajo, la cooperación social, y los mercados libres con una intervención estatal limitada. Está sirviendo a su compañero vecino al ofrecerle mejores bienes y servicios. Eso es en lo que creemos.”

De acuerdo con los resultados de las primarias, aproximadamente un tercio del país cree o simpatiza con estos principios. Con más de un 40 por ciento de argentinos viviendo en pobreza, crimen y corrupción crecientes, y una tasa de inflación anual que sobrepasa el 200 por ciento, no constituye una sorpresa el por qué.

Muchos votantes dicen que están hasta la coronilla con el status quo. “Tenemos que deshacernos de quienes han estado allí por 30 años y no han hecho nada. Estamos asqueados,” dijo un votante.

Otro votante remarcó, “Me gustan las ideas de Milei. Él no nos miente y no nos quita nuestro dinero con impuestos.” En un giro sorprendente, los principios esenciales del liberalismo clásico -mercados libres, gobierno limitado, y principio de legalidad- están resonando entre millones de ciudadanos argentinos.

Sin embargo, lo más impactante no es cuántos votos recolectó el activista liberal, sino quiénes votaron por él y su partido, La Libertad Avanza. Desde la última elección presidencial hace cuatro años, Milei revirtió doce provincias que estaban fuertemente a favor de los peronistas, el partido de la izquierda dura en el país. Él ganó un total de dieciséis provincias y amasó más de siete millones de votos, una exhibición sin precedente para un candidato presidencial liberal.
El último político liberal en cosechar tanto apoyo fue Ricardo López Murphy en la elección presidencial argentina del 2003, pero, incluso en aquel entonces, él recolectó un 16 por ciento del voto popular, que es menos de la mitad del número de votos que atrajo Milei.

En ninguna otra parte fue su apoyo más fuerte que entre jóvenes votantes. La aguda habilidad de Milei para conectar con personas jóvenes, muchos de quienes han vivido la mayoría de sus vidas en recesión económica, explica mucho de su éxito. “Cuando empecé a hacer apariciones en televisión hace diez años, la palabra ‘liberal’ era una mala palabra,” afirmó Milei en su discurso.

Lo que los liberales carecen en comunicación, Milei lo compensa con estilo y sinceridad. Por ejemplo, el compromiso de Milei de dolarizar la economía ha llegado a ser un eslogan popular. “Todos los países que han dolarizado terminaron avanzando y han dejado de tener inflación,” dice un seguidor.

La promesa de Milei de defender los derechos de propiedad y reducir la carga fiscal del estado son promovidas usando un lenguaje que lo conecta con el votante promedio. También, él planea eliminar los controles de precios, permitir la portación legal de armas, y los mercados de órganos humanos. Hasta la propuesta de Milei de cerrar el banco central está ganando apoyo entre quienes están descontentos con la deuda por décadas del país con el Fondo Monetario Internacional.

Aun si Milei se queda corto en la elección general, su surgimiento meteórico es una lección, no sólo de política, sino una ilustración del poder de las ideas. El liberalismo clásico es una rica tradición que, a menudo, falla en resonar con la gente que más se identificaría con él. En otras palabras, las ideas del liberalismo clásico tienen un enorme potencial de crear un cambio verdadero, pero ellas se han vuelto anticuadas.

Las personalidades no deberían sufrir el peso de una tradición, sino hallar formas de comunicar efectivamente estas ideas que es, a menudo, exactamente tan importante como las propias ideas. Al capturar las mentes e imaginaciones de millones de argentinos, Javier Milei demuestra, una vez más, que la libertad puede empacarse en mas de una forma.

Michael Peterson es especialista de contenido en una institución académica del área de Washington D.C. Actualmente estudia su maestría en economía en la Universidad George Mason. Los estudios de Michael se enfocan en la economía del desarrollo y el análisis institucional.

Traducido por Jorge Corrales Quesada.