¿SE EXCLUYEN LOS ALIMENTOS Y ENERGÍA DE LAS MEDICIONES DE LA INFLACIÓN?

Por Peter Jacobsen
Fundación para la Educación Económica
Pregunte a un Economista No. 15
Miércoles 17 de mayo del 2023

NOTA DEL TRADUCTOR: Para utilizar los ligámenes de las fuentes del artículo, entre paréntesis y en rojo, si es de su interés, puede buscarlo en su buscador (Google) como peter jacobsen foundation for economic education, inflation, May 17, 2023 y si quiere acceder a las fuentes, dele clic en los paréntesis rojos.

Esta semana en Pregunte a un Economista, tengo otra pregunta del Dr. Overfield. Es:

“Me gustaría hacer otra pregunta acerca de economía. Mientras leía el Wall Street Journal noté que los precios de los alimentos en el Reino Unido han aumentado 19% en el año pasado, mientras la inflación registra un 11%. Observo que, en artículos que discuten la inflación, los precios de los alimentos y energía siempre se excluyen del cálculo. Dado que estos ítems son muy importantes para impedir que pasemos hambre en nuestros cuartos fríos y obscuros, ¿por qué son estos ítems excluidos del cálculo de la inflación?”

En realidad, los alimentos y energía de alguna forma se consideran en algunas mediciones de la inflación, incluso la medida que usualmente aparece en los encabezados, pero el Dr. Overfield está en lo correcto en que, a menudo, la comida y energía se excluyen en conversaciones sobre la inflación. Así que, ¿por qué algunas veces son excluidas? Para responderlo, es útil hablar de las diferentes formas en que el gobierno [estadounidense] reporta la inflación.

CUANTIFICANDO LA INFLACIÓN

Idealmente, cuando las autoridades gubernamentales tratan de cuantificar la inflación, están tratando de averiguar es si está aumentando o descendiendo el nivel promedio de los precios de los bienes. Por ejemplo, imagínese un mundo en que los científicos descubren un nuevo uso para el oro en la medicina. Digamos que los consumidores tienen gran demanda de este nuevo uso. En tal caso, los microchips que usan oro aumentaran en su precio relativo comparado con el de microchips que no usan oro.

Si bien esto puede significar que algunos productos son más caros, y hasta puede registrarse como una inflación mayor en una pequeña cantidad, de una forma muy real eso no es inflación. No todos los precios de los bienes y servicios han aumentado en comparación con el valor del dinero. En vez de eso, un producto particular ha aumentado en valor en relación con los salarios y otros bienes.

En vez de ello, ahora imagínese un mundo en que todos los microchips, y todos los otros bienes, aumentan de precio.
Este tipo de situación no debería ser difícil de imaginar, pues es esencialmente lo que ha venido sucediendo desde que el gobierno disparó la oferta de dinero entre el 2020 y el 2022. Esto es más cercano a lo que la mayoría de economistas habla cuando discuten sobre la inflación.

Así que conceptualmente entendemos la idea de todos los precios al alza, pero, ¿cómo se cuantifica la inflación?
Usted puede pensar que la inflación sería simplemente cuantificada viendo el precio de todo bien o servicio, se toma un promedio, y se ve cómo el promedio se mueve. Pero, hay un problema con esa forma de hacer las cosas.

Un tipo de bien que se compra y puede aumentar su precio son los jets de guerra. Imagínese que los jets de guerra se duplican en el precio, y que esta duplicación causa una inflación reportada más alta. ¿Tiene sentido incluir esto? Tal vez para algunas mediciones pero, si estamos tratando de averiguar cómo hace la persona para satisfacer sus necesidades, los jets de guerra no parecen ser relevantes.

Así que podemos excluir las compras gubernamentales de nuestra esfera. Pero, ahora considere una compra privada: yates. Imagínese que algo hace que el precio de los yates se desplome durante un período de inflación. Si esto pasa, y si los yates son considerados cuando medimos la inflación, la inflación aparecería siendo menor debido a la reducción en los precios de los yates.

Los precios de los yates son un poco más relevantes para la persona promedio que lo son los precios de los jets de guerra, pero, en general, posiblemente la mayoría de la gente no celebraría una inflación menor, si los precios en descenso de los yates fueron el principal impulsor.

Esto no es para decir que nunca podemos incluir los yates, sino sólo que pierde relevancia para la persona promedio cuando usted lo hace. De hecho, hay muchos bienes en la economía por los que la persona promedio no tiene de que preocuparse. Incluirlos nos da alguna información correcta, pero ocasiona que la medida sea menos relevante para la gente común y corriente.

Un índice que trata de adherirse a bienes y servicios relevantes para el consumidor promedio es el índice de Precios al Consumidor (IPC). El IPC no es una herramienta perfecta, pero brinda alguna guía para entender cómo están cambiando los precios en la economía.

En esencia el IPC se construye encuestando a un grupo de estadounidenses acerca de lo que compran. A partir de estas encuestas, se crea una “canasta” de bienes comprados con frecuencia. El precio de esta canasta de bienes es monitoreado y comparado con el paso del tiempo para rastrear la inflación.

Por ejemplo, si la canasta de bienes costó $100 hace un año, y la misma canasta cuesta hoy $106, significa que el índice muestra una inflación de 6% en el año pasado.

El IPC es, por lo general, el número que se reporta cada mes cuando la Oficina de Estadísticas Laborales (BLS) publica los datos de precios.

Pero, como señaló el Dr. Overfield, por lo general esos artículos (y reportes del BLS) pasan cierto tiempo discutiendo las cifras sin tomar en cuenta alimentos y energía. ¿Por qué?

IPC-U VERSUS IPC BÁSICO O SUBYACENTE

La cifra que llega a los encabezados acerca de la inflación es el IPC-U o Índice de Precios al Consumidor de Todos los Consumidores Urbanos. Es tan frecuentemente reportado que algunas veces se le llama inflación “general.” [En Costa Rica se le suele llamar “inflación subyacente.”]

Pero, con frecuencia, economistas y responsables de las políticas, elegirán hablar del IPC Subyacente. Para encontrar el IPC subyacente, usted toma la canasta de bienes, saca de ella a todos los alimentos y energía, y, en vez, compara su canasta sin alimentos ni energía a través del tiempo.

Pero, espere un momento. Si queremos monitorear la inflación que en realidad afecta a la gente, ¿por qué querríamos quitar la comida y energía? ¿En verdad, esos son dos de los tipos de bienes que tienen mayor impacto en los presupuestos de los estadounidenses?

Si alguna vez alguien alegó que usted debería ignorar del todo al IPC-U en favor del IPC Subyacente, esta objeción sería apropiada. Sería una locura ignorar por completo los cambios en los precios de los alimentos y energía. Pero, eso no significa que no hay una buena razón para considerar la estadística separada del IPC Subyacente.
¿Por qué sería valioso excluir los alimentos y energía? Puedo pensar en dos razones de por qué economistas y responsables de políticas pueden hacerlo – una buena y una mala razón.

La buena razón para considerar al menos una estadística de la inflación sin referencia a los alimentos y energía, es que los precios de los bienes en esas categorías son extremamente volátiles. Considere la energía. Mucho de lo que determina los precios de petróleo se basa en la relación con organizaciones como la OPEP y diversos conflictos internacionales. Los precios del combustible pueden oscilar hacia arriba o hacia abajo por razones no relacionadas con lo que está impulsando los cambios en los precios del resto de la economía.

Así que, mientras las estadísticas de inflación tratan de capturar el movimiento de los precios en general de la economía, enormes oscilaciones en los precios del petróleo y alimentos pueden hacer que la medición del IPC sobre o subestime los aumentos de precios que se están dando en el resto de la economía. Los alimentos, en menor grado, pueden provocar lo mismo. Y, debido a que tienen un impacto tan grande, incluirlos podría conducir a resultados extraños. Por ejemplo, imagínese que el precio de todos los bienes y servicios, excepto el combustible, disminuyó ligeramente en el último mes o año. Al mismo tiempo, los precios de los combustibles se duplicaron (lo que se conoce que hacen).

Si el incremento en el precio del combustible pesa más que los otros descensos, ¿sería correcto decir que esta economía está experimentando un aumento promedio en el nivel general de precios?

Técnicamente sí, pero, en otro sentido, todos entendemos que tal situación es diferente de la situación en que hoy estamos, en que los precios de la mayoría de bienes y servicios está aumentando. Así que el IPC Subyacente es valioso en el tanto nos ayuda a diferenciar entre esas dos situaciones.

La mala razón de por qué algunos pueden encontrar valioso enfocarse en el IPC Subyacente es que, cuando usted tiene diversas mediciones de inflación, los políticos y burócratas pueden escoger y elegir aquella que para ellos mejor cuenta la historia.

Si usted es presidente en ejercicio y los precios del combustible y alimentos están aumentando más rápidamente que todos los otros precios, usted tiene una salida para decir, “esos mercados no son representativos de la economía como un todo. Hablemos acerca del IPC Subyacente.” Por otra parte, cuando los precios de los alimentos y energía caen, usted puede decir, “por supuesto, necesitamos considerar la comida y energía – ellas son las cosas más importantes para los estadounidenses de todos los días.”

Es un escenario de “cara yo gano, cruz usted pierde.”

A pesar de la politiquería que pasa alrededor de estos índices, pienso que ambos tienen un lugar en ayudarnos a explicar lo que está pasando, en tanto que, del todo, necesitemos estadísticas económicas. Así que, si bien usted debería cuidarse de cualquiera que le diga que los alimentos y energía no deberían considerarse del todo, el IPC Subyacente cuenta su propia historia acerca de la economía.

Peter Jacobsen enseña economía y tiene la posición de Profesor Gwartney de Economía. Recibió su educación de posgrado en la Universidad George Mason.

Traducido por Jorge Corrales Quesada.