QUÉ TIENEN EN COMÚN EL ESQUEMA DE PONZI Y LOS PROGRAMAS DE AYUDA SOCIAL DE ESTADOS UNIDOS

Por Daniel Kowalski
Fundación para la Educación Económica
Domingo 25 de junio del 2023

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La estructura del esquema de Charles Ponzi ha de haber impresionado a los hacedores de política que llegaban a ser mayores de edad en los años treinta, pues usarían la misma estructura para el nuevo sistema de Seguridad Social del país.

Cuando se expuso como un fraude la oportunidad de inversión de Charles Ponzi con la venta de estampillas de correos en 1920, su premisa básica estaría asociada por siempre con el nombre del hombre. Un Esquema de Ponzi promete a los inversionistas rendimientos masivos en una inversión que en realidad no existe. En vez de ella, desconocido por todos excepto la persona o gente que lo maneja, a los inversores antiguos se les paga con dinero que entra de parte de inversores nuevos. Esta maquinación usualmente no se detecta sino hasta el día en que la fuente de nuevos inversionistas se seca y el dinero deja de entrar.

La estructura del esquema de Ponzi ha de haber impresionado a los responsables de las políticas que envejecían durante esa era, pues usarían el mismo esquema para el nuevo sistema de Seguridad Social en los años treinta. Empezando en 1937, empleados y patronos necesitaban financiar el sistema y, en 1940, los pensionados empezaron a retirar los beneficios. El monto financiero de estos beneficios eclipsó lo que los primeros pensionados pusieron durante sus carreras laborales. Esto puede parecer injusto a la mayoría de nosotros, pero, debido a que había mucha más gente poniendo en el sistema de la que estaba retirando, a nadie le pareció importar mucho.

LA ESPIRAL DESCENDENTE DEL MEDICARE

Debido a la explosión demográfica de la postguerra, el esquema de Seguridad Social pudo funcionar y seguir siendo financieramente solvente. Si bien en su inicio el público fue escéptico acerca del programa, más y más personas fueron atraídas por él cuando contribuyeron, vieron otros beneficios, y, en su momento, se beneficiaron ellas mismas. Era tan popular que el gobierno decidió expandir su papel como proveedor de beneficios sociales al introducir el sistema Medicare en 1965.

No hay duda que el Medicare fue un intento por resolver un problema real que muchos adultos mayores enfrentaban en relación con el seguro de salud privado; era muy caro. Alrededor de tres veces el monto para una persona más joven. Hoy, el sistema Medicare consiste de cuatro partes, pero, por simplicidad, nos enfocaremos en la Parte A, que se financia por medio de impuestos a la planilla como la Seguridad Social. Y, como la Seguridad Social, no es sostenible en el largo plazo, pues está estructurado como un Esquema de Ponzi, en donde se necesita que ingrese nuevo dinero para pagar a las personas de mayor edad que lo están retirando.

Actualmente, hay más tratamientos médicos disponibles de los que había hace sesenta años. Esto le ayuda a la gente a vivir más años que antes, lo que también significa que están usando más del sistema de como lo hicieron generaciones previas. Al mismo tiempo, hay menos trabajadores por cada beneficiario que antes, lo que significa que más dinero esté saliendo, a la vez que menos dinero esté entrando. Esta es la etapa de un esquema de Ponzi en donde las cosas se empiezan a derrumbar.

Las fallas con estos sistemas no constituyen nuevas revelaciones. De hecho, las estimaciones acerca de cuándo los programas se quedarán sin dinero provienen de los propios programas. Se necesita reformarlos, pero, no es aceptable para la mayoría de políticos, pues los inversionistas antiguos son un bloque de votantes grande, y ellos quieren sus rendimientos prometidos, aún si su propio dinero se ha ido y alguien más quedará estafado.

LOS ESQUEMAS DE PONZI Y LA POLÍTICA FISCAL FEDERAL

“Estados Unidos siempre paga sus cuentas” es un eslogan que no parece tener mucho sentido cuando uno piensa acerca de él. Al recibir mis cobros de agua, electricidad, y gas, la cantidad debida es siempre el monto actual y no hay balances vencidos debidos. Una vez que pago mi cuenta mensual, regresa a cero la cantidad adeudada. Eso sucede porque yo siempre pago mis cuentas y, por tanto, no existe deuda alguna.

La mayoría de estadounidenses tiene tarjetas de crédito y estas nos ayudan a arreglárnoslas cuando estamos luchando financieramente. Pero, ningún prestamista responsable elevaría su límite cuando usted llega a él y usted no ha reducido su saldo de manera significativa. También, nadie le emitiría a usted una nueva cuenta una vez que hayan revisado su calificación crediticia, en el tanto aquel comportamiento resultaría en baja calificación. El riesgo es muy elevado de que usted deje de pagar.

Pero, de alguna forma estos principios salen volando por la ventana cuando se trata del gobierno federal, que tiene una deuda de $31.4 billones sin tomar en cuenta pasivos no financiados. De alguna forma está bien cuando hace el alegato de que siempre paga sus cuentas, aun cuando la está pagando por medio de un nuevo endeudamiento, pero, si su amigo intentó hacer la misma cosa, usted pensaría que él es un tonto.

Al aproximarnos a la fecha tope para el último límite de la deuda en mayo del 2023, la Secretaria de Hacienda de Estados Unidos, Janet Yellen, advirtió al público de que, si el límite no se elevaba para permitirnos pedir prestado más, entonces, no estaríamos en capacidad de pagar a los antiguos prestamistas a quienes se les debía y habría sido un impago. En otras palabras, la única y absoluta forma en que un antiguo prestamista iba y va a ser pagado, es si hay un nuevo inversionista con nuevo dinero para llevar al sistema. El financiamiento de nuestro gobierno es un esquema de Ponzi.

¿CUÁNTO PUEDE DURAR ESTO?

Aún con el acuerdo que suspende el tope de la deuda por dos años, el problema real está sólo siendo pateado cuesta abaja, sin que se den algunas soluciones significativas a largo plazo. El gasto continuará superando al ingreso, y, como Charles Ponzi, Bernie Madoff, y muchos otros que, como ellos, lo han hecho, la casa de naipes en su momento se acercará al punto del colapso.

Estados Unidos es una de las naciones más grandes que en vez alguna haya surgido en la historia de la civilización. La riqueza e industria que fue creada aquí hasta mediados del siglo XX no tuvieron precedentes. Pero, se ha dado como un hecho la abundancia creada por generaciones previas por quienes viven en épocas cómodas.

Hablando económicamente, no somos tan cercanamente fuertes de lo que fuimos en aquel entonces. La única razón por la que no ha sido insoportable es porque el momento del pasado aún ha sido capaz de mantenernos. Pero, una a vez que eso llega a un freno, estaremos sólo, pues si las actividades del gobierno siguen como ahora, entonces, el sistema va a colapsar.

La única cosa por la que hay que tener esperanza es que aún pueda haber tiempo para cambiar la dirección en que vamos.

Daniel Kowalski es un empresario estadounidense con intereses en Estados Unidos y mercados en desarrollo de África.

Traducido por Jorge Corrales Quesada.