QUÉ LES PUEDE ENSEÑAR ADAM SMITH A LOS ASPIRANTES A LÍDERES DE HOY

Por Zachary A. Collier
Fundación la Educación Económica
23 de junio del 2023

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Smith advirtió acerca de la planificación centralizada y el control a escala de la economía como un todo, pero, la misma lógica se puede aplicar a cualquier organización.

En el curso de su carrera, es posible que usted encuentre una cantidad de jefes diferentes, unos buenos, y otros no tanto. En su momento, puede encontrarse a sí mismo en la posición de guiar a otros, tal vez en un proyecto en equipo, o incluso en un papel supervisor directo. Asumir una posición de administrador puede parecer como una tarea desalentadora. Por supuesto, todo mundo quiere ser un buen jefe, pero no todo mundo es un buen jefe.

La administración dentro de una organización es un papel multifacético, con muchas oportunidades de caer en el error. Uno en particular que nuevos administradores cometen, al hacer la transición desde completar un trabajo hasta dirigir la terminación del trabajo de otros, es rehusar dejar de lado el control. Aquí podemos aprender del gran economista Adam Smith, de su Teoría de los Sentimientos Morales, en que describe al “Hombre de Sistema” [Traducido como “hombre doctrinario.”]

“El hombre doctrinario, en cambio, se da ínfulas de muy sabio y está casi siempre tan fascinado con la supuesta belleza de su proyecto político ideal que no soporta la más mínima desviación de ninguna parte del mismo. Pretende aplicarlo por completo y en toda su extension, sin atender ni a los poderosos intereses ni a los fuertes prejuicios que puedan oponérsele. Se imagina que puede organizar a los diferentes miembros de una gran sociedad con la misma desenvoltura con que dispone las piezas en un tablero de ajedrez.”


Smith estaba advirtiendo acerca de la planificación y control centralizado a escala de la economía como un todo, pero la misma idea puede aplicarse a la organización o hasta a un proyecto complejo. Intentar controlar todo desde arriba hacia abajo resulta invariablemente en consecuencias no previstas y desarmonía.

LA MICRO ADMINISTRACIÓN CONDUCE AL DESORDEN

La micro administración es una forma en que la gente trata de ejercer control. Imagínese que usted tiene un jefe que ama micro administrar todo. Es posible que usted tenga una cierta manera en que usted quiere acercarse a la conclusión de su trabajo, pero, su jefe insiste en imponer restricciones a la forma en que usted ejecuta sus tareas. Al monitorear constantemente el trabajo de sus empleados, los jefes micro administradores desmotivan a los trabajadores. Tal como el hombre doctrinario de Smith, el jefe micro administrador quiere que un trabajo se haga de una manera específica y espera que todo mundo lleve a cabo esa visión particular. Continúa Smith:

“[El hombre doctrinario] no percibe que las piezas del ajedrez carecen de ningún otro principio motriz salvo el que les imprime la mano, y que en el vasto tablero de la sociedad humana cada pieza posee un principio motriz propio, totalmente independiente del que la legislación arbitrariamente elija imponerle. Si ambos principios coinciden y actúan en el mismo sentido, el juego de la sociedad humana proseguirá sosegada y armoniosamente y muy probablemente será feliz y próspero. Si son opuestos o distintos, el juego será lastimoso y la sociedad padecerá siempre el máximo grado de desorden.”


Por supuesto, algunas veces dentro de una organización se necesita que haya políticas e instrucciones que fluyen de arriba hacia abajo. Pero, los administradores caen en problemas cuando no dejan que la información fluya de regreso de abajo hacia arriba. La buena administración requiere retroalimentación y flexibilidad, en donde todo empleado tiene libertad de tomar decisiones y resolver problemas por sí mismo – en términos de Smith, cuando cada pieza en el tablero de ajedrez sigue el principio de movimiento propio.

RECONOZCA LOS LÍMITES DE SU CONOCIMIENTO

La flexibilidad es importante debido a su propia carencia de conocimiento. Cuando la administración gobierna mediante reglas de arriba hacia bajo, centralizadas e inflexibles, al imponer su voluntad sobre aquellos debajo de ella, el sistema se rompe. Al aumentar el tamaño y complejidad del sistema organizativo, la posibilidad de que cualquier persona posea todo el conocimiento necesario para lograr exitosamente todas las tareas, es simplemente cero. Tal como lo hizo ver F.A. Hayek en su ensayo, El uso del conocimiento en la sociedad, el conocimiento “nunca se da de una forma concentrada o integrada,” sino, más bien, es descentralizado y existe como “fragmentos dispersos de un conocimiento incompleto y frecuentemente contradictorio que todos los individuos poseen por separado” mantenido por muchos individuos diferentes. Smith comenta acerca de la naturaleza del conocimiento ampliamente disperso y profundamente individual en La Riqueza de las Naciones:

“Cuál será el tipo de actividad local en donde su capital se puede invertir y cuya producción pueda ser de un valor máximo es algo que cada persona, dadas sus circunstancias, puede evidentemente juzgar mucho mejor que cualquier político o legislador. El político que pretenda dirigir a las personas privadas sobre la forma en que deben invertir sus capitales no sólo se carga a sí mismo con la preocupación más innecesaria sino que asume una autoridad que no debería ser delegada con seguridad en ninguna persona, en ningún consejo o senado, y que en ningún sitio es más peligrosa que cuando está en las manos de un hombre tan insensato y presuntuoso como para fantasear que es realmente capaz de ejercerla.”


Por ello, ¿qué podemos aprender de Adam Smith acerca de la administración?


  • Primero, los buenos administradores no pueden controlar todo como piezas de un tablero de ajedrez. Por el contrario, los administradores necesitan comunicar la visión y requerimientos, pero dejar que el trabajo sea planeado y llevado a cabo por los empleados.
  • Todavía más, se necesita que haya mecanismos de retroalimentación en vigencia que permitan a los empleados expresar preocupaciones y proponer soluciones cuando las cosas no van bien.
  • La flexibilidad es clave. Hay múltiples caminos para llegar al mismo objetivo, y micro administrar el proceso es contraproducente y conduce a conflicto interno.
  • Finalmente, los administradores necesitan ser humildes acerca de qué tanto conocimiento ellos tienen en la realidad. En vez de pensar que lo saben todo, los buenos administradores saben cuándo descansar en el conocimiento disperso de su equipo.


Al embarcarse usted en un rol de liderazgo dentro de su propia carrera, es útil mantener una mente abierta, buscar consejo y tutoría, y aprender tanto como pueda acerca de administración y liderazgo. No hay escasez de libros, revistas, y sitios en la red dedicados a este tópico.

Y, si bien es bueno consultar fuentes modernas, no olvide las lecciones de administración articuladas por Adam Smith hace más de 200 años.

Zachary A. Collier. Ph.D. es Profesor Asistente de Administración en la Universidad Radford.

Traducido por Jorge Corrales Quesada.