EL RESCATE DEL VALLE DEL SILICÓN

Por Alex J. Pollock
Law & Liberty
20 de marzo del 2023

NOTA DEL TRADUCTOR: Para utilizar los ligámenes de las fuentes del artículo, entre paréntesis y en rojo, si es de su interés, puede buscarlo en su buscador (Google) como alex j. pollock, law & liberty, bailout, March 20, 2023 y si quiere acceder a las fuentes, dele clic en los paréntesis azules.

A pesar de las pérdidas y quiebras en el mercado financiero en el 2022, las agencias gubernamentales se mantuvieron asegurándonos que su sistema bancario estaba en buena forma. Hasta que no lo estaba. Después, estaban mencionando el “riesgo sistémico” como razón para un rescate bancario. ¡Sorprendidos de nuevo!

El Banco del Valle del Silicón (SVB por sus siglas en inglés) cerró el 10 de marzo con gran fanfarria, como correspondía con la segunda mayor quiebra de un banco en la historia de Estados Unidos. Resulta que cerró por el error en la cuenta del balance de pedir prestado a muy corto plazo y haber invertido a muy largo plazo, error tan elemental como para demostrar una incompetencia financiera notoria.

La quiebra del SVB fue precedida por el colapso del Banco Silvergate, y seguida por el cierre del Banco Signature (el tercer mayor cierre de un banco), con filas de clientes haciendo retiros en el Banco First Republic, y presionando otros bancos conocidos por tener grandes pérdidas no realizadas en sus inversiones. Como siempre sucede en las crisis bancarias, el gobierno intervino. En este caso, garantizando depósitos no asegurados en los bancos fallidos -y supuestamente en todos los bancos- y creando una especie de facilidad de préstamos de la Reserva Federal respaldada por el Tesoro [ministerio de Hacienda] de Estados Unidos, que prestará sobre una base no garantizada a bancos con grandes pérdidas de valor en el mercado de sus bonos y valores respaldados por hipotecas.

Luego de que cerró el SVB, depositantes ricos, incluso inversionistas de riesgo y barones de las criptomonedas, supuestamente actores financieros sofisticados, cuyo dinero quedó atrapado en el cierre, de inmediato empezaron a rogar por un rescate gubernamental. (Es razonable suponer que entre quienes rogaban había grandes contribuyentes del Valle del Silicón al partido demócrata, que obtendrían una respuesta de Washington a su llamado.)

La situación del SVB nos recuerda que los depósitos son, de hecho, préstamos no asegurados al banco bajo otro nombre. Como lo saben todos, hasta por $250.000 por depositante por banco, están garantizados por el gobierno. Para cualquier cantidad superior, como prestamista, usted corre el riesgo, o se supone que lo asume. Si el banco cierra, usted se convierte en un acreedor no asegurado del patrimonio insolvente. Todo depositante grande en el SVB sabía esto perfectamente bien. Pero, escogieron hacer préstamos no asegurados en grandes montos, en un caso de $3.3 miles de millones, a un banco pobremente administrado. Pensando correctamente de ellos como prestamistas, ¿deberían los prestamistas sofisticados que hacen malos préstamos sufrir pérdidas según ello? Por supuesto.

La sabiduría perpetua de administrar un banco fue expresada hace 150 años por Walter Bagehot, el gran pensador financiero y propiamente socio en un banco privado exitoso. Ha sido vuelta a aprender en días recientes, para su dolor, por los bancos, tanto cerrados como amenazados. Escribió Bagehot en 1873:

“Un banquero, que trata con el dinero de otros, y con dinero pagadero a la vista, siempre debe estar, por así decirlo, mirando detrás de él, y viendo que tiene suficiente reserva en el negocio si se le pide el pago… La aventura es la vida del comercio, pero la precaución… es la vida de la banca.”

Bagehot agregó que lo que se requiere es “una sabia aprensión, y en esto todo bien entrenado banquero es enseñado por los hábitos de su comercio, y la atmósfera de su vida.” Pero, la administración del SVB y otros fracasos, tal vez demasiado atrapada en un ambiente especulativo y muy enfocado en relaciones públicas, no desarrolló suficiente aprensión.

La idea de Bagehot refleja la lógica inherente a las corridas bancarias. Una vez que el banco ha perdió su credibilidad y empezado un retiro amplio de depósitos y otros créditos, el tenedor de los depósitos no garantizados por el gobierno (un préstamo al banco no asegurado, como hemos dicho) enfrenta una lógica convincente. Esperar y mantener el depósito ahora riesgoso en el banco tiene cero ventajas. Lo más que usted puede alguna vez lograr es tener de regreso su dinero. Pero, eso tiene un lado negativo enorme; puede sufrir una gran pérdida de fondos que uno suponía tenían un riesgo mínimo, incluso es posible que el dinero que finalmente recupere esté inmovilizado en una administración judicial, usted se ha convertido en un imbécil de primera clase, y si es un administrador profesional de dinero a corto plazo, puede perder su empleo. En resumen, cero ventajas, enorme lado negativo. Así que se lleva el dinero ahora.
Todos los demás están haciendo el mismo cálculo racional, y adiós banco.

Todas las declaraciones desesperadas de la administración del banco, en tanto siga en su empleo, de que todo está bien, sólo le convencerá de que las cosas realmente deben estar mal – y cada llamado del gobierno a permanecer en calma y tener confianza, le confirmará que su temor se justifica. Como también dijo Bagehot, “Todo banquero sabe que si tiene que probar que es digno de crédito … de hecho, su crédito se ha ido.” Eso ahora está siendo demostrado una vez más.

“Yellen descarta rescate” empezaba el encabezado de primera página del Financial Times del 13 de marzo, el lunes posterior al cierre del viernes del SVB. Pero, para cuando la edición aterrizó en mi puerta, se había anunciado un enorme rescate.

El artículo del Financial Times relató que “La secretaria del Tesoro Janet Yellen… descartó pedidos de algunos de aquellos con dinero estancado en el CVB, para que lanzara un rescate completo.” “Pero,” continuó, “las autoridades de Estados Unidos estaban enfrentando llamados crecientes de inversionistas, empresarios, y algunos legisladores para que intervinieran más fuertemente a fin de que todos los depositantes fueran asegurados en su totalidad.”

Por supuesto, “todos” sólo significaba que se garantizara a los grandes depositantes, pues aquellos con reclamos hasta la suma bastante respetable de $250.000, ya estaban garantizados. Obviamente, los $250.000 cubrían todas las viudas y huérfanos y a cualquiera de medios modestos. Esta es la gente que proponentes de las garantías de depósitos por el gobierno siempre arguyen que no son sofisticados y no pueden entender cómo funciona un banco, así que necesitan se les proteja sin condiciones. Pero, ya ellos lo estaban. Así que el tema verdadero era rescatar a capitalistas de riesgo muy sofisticados, promotores de criptomonedas, y diversos multimillonarios, siendo todos muy capaces de entender la naturaleza y riesgos de banca al estilo SVB.

¿Deberían tales prestamistas sofisticados ser rescatados de sus propios errores financieros?

Un socio de una firma de capital de riesgo del Valle del Silicón escribió en este contexto, “Estoy seguro que muchos verán la quiebra [del SVB]… y se reirán alegremente de cómo la industria de la tecnología acaba de recibir una paliza. Que así sea. No estamos buscando un tratamiento especial o dádivas.”

Pero, estaban buscando un tratamiento muy especial y una dádiva muy grande: el gobierno dándoles en dinero efectivo inmediato un 100% de sus reclamos ante una administración judicial. Y lograron la dádiva. Que uno se sorprenda o no por esto es, quizás, una medida del cinismo de uno.

Es fácil para cínicos imaginarse las llamadas de depositantes ricos no asegurados y sus agentes al ministerio de Hacienda de Estados Unidos, a la Reserva Federal y la Casa Blanca. Naturalmente, pronto los mensajes en internet hablaban de favores políticos a contribuyentes del Valle del Silicón al partido demócrata.

Así consideró el asunto mi colega Benjamin Zycher:

“Ahora que se ha anunciado que los depositantes en el SVB han sido rescatados al 100 por ciento en vez del límite nominal de $250.000, es difícil discernir si el principal motivo es evitar que surjan corridas bancarias futuras… o un esfuerzo muy antiguo de recompensar los amigos ricos del Partido Demócrata en el Valle del Silicón.”

Como sugiere Ben, probablemente es por ambos.

Todo rescate significa tomar el dinero de algunas personas para dárselo a otras. El presidente Biden ha afirmado que el rescate no involucra dinero del contribuyente. Al contrario, pone al ministerio de Hacienda [Tesoro] de Estados Unidos, en otras palabras, los contribuyentes, de primeros en la fila para que asuman las pérdidas de los préstamos sub garantizados que la Reserva Federal hará a los bancos bajo el plan de rescate. Cada uno de esos rescates tiende a estimular la asunción de riesgos y una ausencia de sabia aprensión en el ciclo siguiente.

Entre tanto, las pérdidas de la Corporación Federal de Seguro de Depósitos debido al rescate de los ricos depositantes en el CVB, se cargarán a los otros bancos. Esto todavía significa tomar dinero de otras personas para dárselo a los grandes depositantes en el SVB. Así que, digamos, a un banco pequeño, sólido y cuidadoso en un pequeño pueblo de Wisconsin, se le quitará dinero para dárselo al capitalista de riesgo de California, a barones de las criptomonedas, y multimillonarios, para que cubran sus pérdidas debido a la incompetencia del Banco del Valle del Silicón. Esa es la idea. ¿Le gusta ella?

Alex J. Pollock es compañero sénior del Instituto Mises y fue Subdirector Principal de la Oficina de Investigación Financiera del departamento del Tesoro de Estados Unidos, 2019-21. Es el autor de Finance and Philosophy: Why We're Always Surprised y coautor de Surprised Again!—The COVID Crisis and the New Market Bubble.

Traducido por Jorge Corrales Quesada.