NO EXISTE TAL COSA COMO UNA ESPIRAL SALARIOS-PRECIOS

Por Alexander William Salter
American Institute for Economic Research
8 de marzo del 2023

Nota del traductor: la fuente original en inglés de este artículo es alexander william salter, american institute for economic research, spiral, March 8, 2023. En él podrá leer enlaces relevantes originalmente en letra azul en el texto.

Una inflación mayor a la esperada ha resucitado temores acerca de una espiral de salarios-precios. Escribiendo en el Wall Street Journal, Jason Furman afirma que la FED debería hacer ajustes aún más rápidos. Escribe que la “inflación subyacente” se debe a “mercados laborales extremamente apretados.”. Aunque Furman prefiere la frase “persistencia de salarios-precios,” su posición es clara: los banqueros centrales deben presionar contra “ganancias salariales rápidas traducidas en precios mayores.”

La dinámica de salarios-precios implicada es un ciclo positivo de retroalimentación. Un crecimiento más rápido de los salarios presiona al alza los costos de las empresas; las empresas aumentan los precios de la producción para mantener sus márgenes; los trabajadores demandan salarios mayores para conservar el costo de vida. Parece ser plausible. Pero, ante una inspección adicional, las aseveraciones de una espiral de salarios-precios topan con la economía básica.

Salarios más altos no causan inflación. Ellos meramente reflejan que la inflación ya está sucediendo.

Los economistas tienen un entendimiento bastante bueno de las fuerzas del mercado que determinan los salarios. Como casi todo lo demás, el sitio para empezar es la oferta y demanda. La demanda de mano de obra de las empresas depende de la productividad; entre más sean capaces los trabajadores de producir, más están dispuestos a pagar los empleadores. La oferta de mano de obra de los trabajadores depende de la compensación del trabajo con el ocio: entre mayor sea la paga por trabajar, más trabajadores dejarán su valioso tiempo de ocio. Los salarios balancearán las horas laborales demandadas con las horas laborales suplidas.

Importantemente, los salarios son un precio relativo: el precio del trabajo arrendado. Recuerde que la inflación es acerca de precios en general. Estos son dos fenómenos muy diferentes. Los salarios son un asunto de teoría de precios, mientras que el poder adquisitivo de la moneda es un asunto de política monetaria.

Enfocarse en el lado de la demanda de los mercados laborales muestra por qué la espiral de salarios-precios es una idea falsa. Las empresas no pueden pagar a los trabajadores más del valor que ellos agregan al proceso de producción. Suponga que soy dueño de una franquicia de Dunkin Donuts. Actualmente tengo cuatro empleados en la jornada matutina. Si estimo que contratar un quinto trabajador agregará a mi balance $15 por hora, el monto absoluto mayor que le pagaré a ese trabajador es $15 la hora. No importa si el trabajador insiste en más por la inflación; no voy a contratar a alguien teniendo una pérdida. Los salarios se definen por la productividad. La inflación, que afecta los precios en general en vez del precio del trabajo, no cambia eso.

Según el rastreador de salarios de la FED de Atlanta, los salarios nominales (no ajustados por la inflación) están aumentando en alrededor de 6 por ciento anual. Esto es ligeramente superior a la versión anualizada de la tasa mensual más reciente (7.2 por ciento). Dado que la productividad ha caído desde la pandemia, puede haber un ligamen parcial del lado de la oferta entre mercados laborales e inflación. Pero, mucho del crecimiento de salarios que estamos viendo refleja la devaluación al viejo estilo de la moneda del lado de la demanda, inducida por la expansión monetaria.
La causalidad va de inflación a crecimiento de los salarios, no lo opuesto.

Furman está en lo correcto al insistir que la FED continúe siendo restrictiva. El alza reciente en la inflación preocupa, y la FED necesita apoderarse de la situación antes que se entronicen expectativas de mayor inflación. Pero, la FED no necesita llevar un mazo a los mercados laborales para aliviar las presiones de precios de la economía.

La FED elevó su tasa objetivo de fondos federales ocho veces en el último año, con un daño negligible, si es que alguno, a los trabajadores. Como lo reconoce Alan Blinder, “Algunos observadores insisten en que conquistar la inflación requiere una recesión. Pero, eso se basa en un razonamiento de Curva de Phillips: se supone que se necesita un alto desempleo para reducir el crecimiento de los salarios, lo que, a su vez, reducirá el crecimiento de los precios.” Este paradigma fallido ha mostrado estar equivocado “en la mayoría del siglo XX,” y, además, es conceptualmente incoherente.

Mantenga el rumbo, Señor Powell, y no se preocupe por los salarios. Eso lo resolverán la oferta y demanda. En vez de eso, logre tasas de interés ajustadas por la inflación por encima de cero y manténgalas allí hasta que la economía se convenza que usted va en serio. La mejor cosa que puede hacer es que el poder adquisitivo de la moneda sea tan predecible como sea posible, haciendo, de nuevo, que la inflación sea baja y estable.

Alexander William Salter es Profesor Asociado de Economía en el Colegio Rawls de Negocios y Compañero de Investigación en Economía Comparada del Instituto del Libre Mercado, ambos en la Universidad Texas Tech. Ha publicado artículos en revistas especializadas importantes tales como the Journal of Money, Credit and Banking, the Journal of Economic Dynamics and Control, the Journal of Macroeconomics, and the American Political Science Review. Sus artículos de opinión han aparecido en The Hill, The American Conservative, US News and World Report, Quillette, y numerosos otros sitios. Salter obtuvo su M.A. y PhD. en Economía en la Universidad George Mason y su licenciatura en Economía en Occidental College. Participó en el 2011 en el Programa de Becarios de Verano del AIER.

Traducido por Jorge Corrales Quesada.