LAS PERSISTENTEMENTE MALDITAS PRESIONES DE PRECIOS

Por Alexander William Salter
American Institute for Economic Research
4 de marzo del 2023

Nota del traductor: la fuente original en inglés de este artículo es alexander william salter, american institute for economic research, prices, March 4, 2023. En él podrá leer enlaces relevantes originalmente en letra azul en el texto.

La inflación estadounidense permanece siendo tremendamente alta. El Índice de Precios de Gastos de Consumo Personal (IPGCP), que es la medición preferida de la FED de la inflación, aumentó 0.6 por ciento en enero, mayor de lo que la mayoría de analistas habían esperado. La inflación aumentó ligeramente en una base anualizada, de 5.3 por ciento a 5.4 por ciento. Los mercados accionarios se derrumbaron ante las noticias, cuando los participantes anticiparon futuros aumentos en tasas de la FED.

La inflación subyacente, que excluye precios de alimentos y energía, también aumentó 0.6 por ciento el mes pasado. Esto sugiere que los componentes más volátiles del IPGCP no están sesgando los resultados. Las presiones de precios no se restringen a un puñado de sectores claves. En vez de efectos de precios relativos, estamos viendo un crecimiento continuo en el nivel general de precios. Sigue creciendo la evidencia de que este es un episodio inflacionario clásico inducido por política monetaria.

Es posible que factores del lado de la oferta, como disminuciones en la productividad, hacen que el dólar se deprecie más rápidamente. Pero, esos problems son usualmente temporales. Cuando ceden los cuellos de botella, deberíamos ver una inflación decreciente, y tal vez una deflación plena. En vez de eso, los datos muestran una inflación ligeramente mayor. Esto es inconsistente con inflación del lado de la oferta, pero plenamente consistente con una inflación del lado de la demanda.

Las expectativas de inflación han aumentado durante las últimas semanas previas. El margen TIPS, que es la diferencia en rendimientos entre bonos gubernamentales regulares e indexados por la inflación, es una buena aproximación a lo que piensan los inversionistas que pasará con el dólar. Empezando a mediados de enero, la inflación esperada pasó de 2.09 por ciento a 2.50 en un horizonte de cinco años y de 2.12 por ciento a 2.32 por ciento en el horizonte de diez años. Aquellos dispuestos a apostar con estas creencias piensan que la inflación seguirá siendo un problema por un rato mayor.

Ciertamente, la FED continuará siendo restrictiva. La inflación de enero de 0.6 se traduce en 7.2 por ciento en una basa anualizada. La meta actual de la FED para su tasa de interés clave de política es 4.75 por ciento. Eso significa que la tasa real de interés es un 2.45 por ciento negativo. Aunque la FED ha aumentado rápidamente su tasa según estándares históricos, aún no es suficiente para que rompa el ciclo inflacionario. Suponiendo que la tasa de interés natural es 0.5 por ciento, la meta de la FED requeriría que se eleve a 7.7 por ciento tan sólo para que sea neutral.

A muchos economistas les preocupa que una política restrictiva de la FED cause una recesión. Esos temores no están bien fundamentados. Actualmente los mercados laborales están fuertes. El desempleo es 3.4 por ciento, cerca de un mínimo de 50 años. El crecimiento del PIB real durante el último trimestre del 2022 fue menos impresionante en un 2.7 por ciento, pero todavía muy lejos de territorio de recesión.

Una restricción continua de la FED no amenaza fundamentalmente la economía pues no hay una compensación entre desempleo e inflación. De hecho, la mejor cosa que la FED puede hacer para ayudar a los mercados laborales es reafirmar su meta de inflación de 2 por ciento y regresar rápidamente a ella. Una inflación baja y predecible permite a trabajadores y empresas contratar tan eficientemente como sea posible.

Aunque eso puede ser difícil, la FED debe perseverar. Una alta demanda agregada sigue siendo la mejor explicación de una inflación vigente. No hay razón para que la FED afloje su política. Las tasas de interés reales deberían aventurarse a territorio positivo, y quedarse allí durante varios meses, antes que la FEC reevalúe su estrategia de más largo plazo.

Alexander William Salter es Profesor Asociado de Economía en el Colegio Rawls de Negocios y Compañero de Investigación en Economía Comparada del Instituto del Libre Mercado, ambos en la Universidad Texas Tech. Ha publicado artículos en revistas especializadas importantes tales como the Journal of Money, Credit and Banking, the Journal of Economic Dynamics and Control, the Journal of Macroeconomics, and the American Political Science Review. Sus artículos de opinión han aparecido en The Hill, The American Conservative, US News and World Report, Quillette, y numerosos otros sitios. Salter obtuvo su M.A. y PhD. en Economía en la Universidad George Mason y su licenciatura en Economía en Occidental College. Participó en el 2011 en el Programa de Becarios de Verano del AIER.

Traducido por Jorge Corrales Quesada.