LA GUÍA FINAL HACIA LAS TRIBUS DE LA IZQUIERDA EXTREMA-PARTE 2

Por Kristian Niemietz
1828 Org
16 de febrero del 2023

Continuación de la Parte 1

LOS PATSOCS
Los Socialistas Patriotas [PatSocs] tratan de combinar la economía del ala izquierda con un populismo Trumpiano, nacionalista. Incluso algunos de ellos se llaman a sí mismos “MAGA Comunistas,” tras el eslogan de Trump de “Make America Great Again” [Hagamos a Estados Unidos Grande de Nuevo.”

Para ser honesto, nunca he podido resolver si el Socialismo Patriota es algo cierto, o una burla elaborada. Mi hipótesis de trabajo es que empezó como eso último, y que, en cierto momento, algunos de sus protagonistas empezaron creerlo en la realidad.

Aun así ̶ los PatSocs están partiendo de una observación correcta: el socialismo siempre se supuso que fuera un movimiento de la clase trabajadora, pero, en la práctica, nunca lo es. Históricamente fue un movimiento dirigido por intelectuales, y, en la actualidad, es un movimiento dirigido por personas influyentes en medios sociales.

Los socialistas aman la “La Clase Trabajadora” en el abstracto, pero, a menudo, consideran que la gente real de la clase trabajadora es un poco “pequeña.” La gente de la clase trabajadora puede bastante conservadora con c pequeña, “no del despertar,” y patriota, y estas son, por supuesto, opiniones de bajo estatus tremendamente fuera de onda, lo que hace encogerse de la vergüenza a los socialistas conscientes de la moda.

Los PatSocs difieren agudamente de otros grupos socialistas en que ellos abiertamente abrazan ideas del estatus más bajo acerca de temas culturales. En efecto, con esto van ridículamente al agua, con rapidez convirtiéndose en caricaturas de sí mismos.

Pero, si bien el punto de partida puede ser interesante, a pesar de ello, no puedo ver que despegue seriamente. La combinación de Trumpismo con socialismo no es imposible lógicamente. Pero, culturalmente, es un ajuste espantoso. Si es cierto que los socialistas quieren ampliar su atractivo, probablemente tengan que ser un poco mejores en suprimir sus reflejos de vergüenza. Pero, esto no significa que el socialismo puede ser viable como un movimiento deliberadamente anti intelectual.

SOCIALISTAS “LIBERTARIOS”

(Subcategorías: Luxemburguistas, Anarco-Comunistas)


Los Socialistas “Libertarios” representan una variante de la falacia de que el socialismo verdadero nunca se ha intentado. Ellos aceptan que, históricamente, el socialismo ha ido de la mano con el autoritarismo, y que, a diferencia de otras tribus de la extrema izquierda (en especial los Tankies), ellos no están tratando de defenderlo. Al discutir con uno de esos caracteres, usted no necesita decirles qué tan malo es Corea del Norte, o cuán mala es la Unión Soviética: eso ellos ya lo saben.

El gran error que cometen es creer que el carácter autoritario de esos regímenes fue simplemente resultado de elecciones deliberadas de políticas, en oposición a un resultado inevitable inherente al sistema, y que no depende de las intenciones de los individuos a cargo. Ellos creen que Lenin, Mao, Kim Il Sung et al, simplemente malinterpretaron a Marx, convirtiendo al Marxismo en una filosofía de arriba hacia abajo cuando, en realidad, estaba dirigida a ser lo opuesto.

Los Socialistas “Libertarios” admiran los regímenes socialistas de corta vida, que fueron derrocados antes que ellos pudieran ejecutar sus propios programas (por ejemplo, la Unidad Popular de Salvador Allende en Chile, la Cataluña Revolucionaria, la Comuna de París), así como a líderes socialistas fallidos que, del todo, nunca llegaron al poder (por ejemplo, la comunista polaco-alemana Rosa Luxemburgo). Ellos creen que esos fueron los “verdaderos” Marxistas, quienes habrían hecho funcionar al socialismo tan sólo si se les hubiera dado la oportunidad adecuada.

Marx y Engels creían que, el “estado de los trabajadores” que tenían en mente, sería un arreglo transitorio, que, con el paso del tiempo, sería superfluo, y se desvanecería, dando lugar a una sociedad sin estado. Los más radicales Socialistas “Libertarios,” los Anarco-Comunistas, quiere saltarse esa etapa intermedia, y, de inmediato, desmantelar el estado.

Los Socialistas “Libertarios” pueden encontrarse en la órbita de las revistas Jacobin y Current Affairs y en Novara Media. Los Tankies los aborrecen, pues los ven como socialistas amigos en las buenas, a quienes les gustan los ideales blandos, pero se mantienen alejados de las fuertes decisiones requeridas para hacer que se hagan realidad.

Pero, ellos pueden traslaparse en algún grado con el Trotskismo y el Marxismo Adyacente a los Tankies. El mayor traslape por mucho es con los Marxistas Hipster [Inconformes]. En la actualidad, uno podría, de hecho, casi pensar de ellos como un subgrupo de los Marxistas Inconformes.

LOS MARXISTAS INCONFORMES

Los Marxistas Inconformes son gente que, ante todo, usa las opiniones políticas, para fines de imagen. Adoptan cualesquiera opiniones que estén actualmente de moda. Si usted conoce la opinión de una persona acerca de un tema, usted conoce sus opiniones en todo asunto, pues opiniones en boga, de la actualidad, vienen como un paquete todo incluido. Ellos puedan que no hayan sido Marxistas hace diez años, cuando eso no era tan de moda como lo es hoy.
Pero, en los años del 2020, ser un Marxista es, tanto parte del paquete todo incluido de opiniones en boga, como la última moda del despertar o la última moda del ambientalismo.

Mientras que los Tankies y los Trots usualmente en su esquina son bien versados en la literatura Marxista, los Marxistas Inconformes pueden ser un poco carentes de orientación. Al debatir con ellos, usted puede encontrarse en la extraña posición de tener que explicar su propia ideología a ellos. Pero, lo que ellos tienen es un sentido muy agudo de moda intelectual. Saben instintivamente adónde clasifica una opinión política, una figura política o un movimiento político en la jerarquía de cumplidos sociales, y se alinea de acuerdo con ella.

Cuando descartan un camarada previo, no se debe a una consecuencia ideológica. Se debe a que la persona ha perdido su “onda,” y estar asociado a ella ya no es más beneficioso para la imagen social de uno. Russell Brand, Chris Williamson, Ken Livingston y George Galloway en una época fueron muy populares con los Marxistas Inconformes, pero, desde ese entonces, han perdido su favor, si bien, ideológicamente, esta gente ha sido tan consistente como uno puede serlo.

Los Marxistas Inconformes no llegarían a ningún lado estando cerca de una organización Marxista de bajo estatus, como el SWP [El trotskista Partido de los Trabajadores Socialistas], pues pueden sentir las “ondas excéntricas” que emanan de ellos, y serían rechazados por tal razón. Pero, ellos lucharían por explicar en dónde difieren ideológicamente del SWP.

Los Marxistas Inconformes no son mala gente. Ellos no quieren enviarlo a usted a un Gulag, y ellos no tienen fantasías acerca de un papel futuro como verdugo de la Corte Revolucionaria del Pueblo. Pero, pueden ser irritantes cuando tienen esa autoconfianza inflada que viene de sentirse seguros en el conocimiento de que las opiniones de uno están de moda.

Como los Socialistas Libertarios, con quienes se traslapan enormemente, los Marxistas Inconformes pueden encontrarse en la órbita de las revistas Jacobin, Current Affairs, y en Novara Media y -si bien la mayoría de ellos son un poco viejos para eso- en Teen Vogue. Ellos significan la mayoría del Twitter político.

Los Marxistas Inconformes difieren en formas importantes de las otras tribus aquí descritas.

Su “membresía” no puede delinearse claramente. La membresía en las otras tribus es un asunto relativamente claro. Usted es un Trot, o no lo es. Usted es ya bien un Maoísta, o no lo es. Pero, el Marxismo Inconforme es más una onda que una ideología, así que alguien puede inclinarse un poquito en dicho rumbo.

Su carácter basado en ondas hace que este grupo sea muchas órdenes de magnitud más grande, y más influyente, que todos los otros combinados. Pero, esto también lo hace veleidoso, impredecible, e imposible de coordinar.
Hemos visto este desarrollo en años recientes. Los Marxistas Inconformes fueron la fuerza impulsora detrás del “Terremoto Joven” del 2017, que casi hizo a Jeremy Corbyn Primer Ministro. Ninguno de los otros grupos alguna vez va a estar tan cerca del poder.

Y, sin embargo, tan pronto como se terminó Corbyn, ellos se diseminaron por los cuatro vientos. Algunos permanecieron en el Laborismo y trataron de ponerse detrás de un candidato de Continuación Corbynista; algunos trataron de hacer algo del Partido de la Independencia del Norte; algunos trataron de convertir en algo al Partido del Avance; la mayoría simplemente se alejó de la política del todo y voló hacia movimientos sociales como Black Lives Matter, Rebelión Contra la Extinción y Tan Sólo Frenen al Petróleo.

Las ondas se diseminan más fácilmente que la ideología. Ellas pueden súbitamente atrapar y energizar a millones. Pero, cuando cambian las circunstancias, esa energía no pues ser fácilmente redirigido o readaptada.

Otras tribus Marxistas crean grupos de tamaño pequeño a mediano, que nunca llegan a ser enormemente relevantes, pero que logran cierto reconocimiento de nombre, y que conservan ese éxito modesto por décadas. Los Marxistas Inconformes crean movimientos que explotan súbitamente en la escena, y que son toda el furor por un par de años, pero que, luego, súbitamente, se desinflan (por ejemplo, Black Lives Matter, Momentun, Occupy Wall Street).

De todas las tribus socialistas allí afuera, los Marxistas Inconformes son los únicos que realmente importan. En suelo británico no va a haber una recreación de la Revolución Rusa, China o Cubana ̶ pero en cualquier momento podría haber otro 2017 [El Terremoto Juvenil que apoyó a Jeremy Corbyn]. Y tal vez, la próxima vez, funcionará.
¡Inconformes del mundo, uníos! Ustedes no tienen nada que perder excepto sus ondas.

Kristian Niemietz is Head of Political Economy at the Institute of Economic Affairs.

Traducido por Jorge Corrales Quesada