POR QUÉ LOS HÉROES IMPORTAN-Y AHORA MÁS QUE NUNCA

Por Lawrence W. Reed
Fundación para la Educación Económica
Domingo 15 de enero del 2023

Nota del traductor: la fuente original en inglés de este artículo es lawrence w. reed, american institute for economic research, heroes, January 15, 2023. En él podrá leer enlaces relevantes originalmente en letra azul en el texto.

Usted puede encontrar héroes de carácter en la historia de cada país. Pero hay momentos en que parece que hemos olvidado a más de ellos de lo que estamos produciendo.

Por todo el mundo, los conflictos parecen ir en aumento. Algunas veces ello se muestra en violencia armada. Más frecuentemente, se manifiesta en asesinatos de caracteres, cultura de la cancelación, y guerra de clases. Gastamos mucho tiempo peleando el uno contra el otro y poco tiempo apreciándonos entre nosotros. Franjas enteras de nuestra cultura, en especial la política, están empapadas de mentiras y decepción y hostilidad.

Nada de esto pinta bien para nuestro futuro o, más importante, para nuestras libertades. Como expliqué en Are We Good Enough for Liberty?, una sociedad libre depende de altos estándares de carácter personal.

Necesitamos una ruptura con la agresividad, la polarización, el negocio sucio de acentuar los fallos entre todos y alegar victimismo. Necesitamos un mejoramiento moral y espiritual. Necesitamos sentirnos bien de nuevo, aunque sea por unos momentos, si es que alguna vez recuperamos la confianza en nosotros mismos y nuestro futuro. Necesitamos inspirarnos en palabras y acciones de gente de verdad, cuyas vidas valen la pena celebrar, cuyos ejemplos son inherentemente inspiracionales.

En mi libro del 2016, Real Heroes: Inspiring True Stories of Courage, Character and Conviction, hice un perfil de docenas de tales hombres y mujeres, desde Marco Tulio Cicerón de la antigua Roma a Anne Hutchinson de la Nueva Inglaterra colonial, hasta la estrella de las ligas mayores de beisbol de Estados Unidos, Roberto Clemente. Cada uno se elevó por encima de las circunstancias para desplegar cualidades admirables, probando un hombre o una mujer que pueden hacer del mundo un lugar mejor, al decirle la verdad al poder, adheridos a principios sólidos contra vientos de la costumbre prevaleciente, o simplemente siendo una buena persona que se encarga de su vida y ofrece un ejemplo excelente a otros.

En el primer siglo antes de Cristo, Cicerón defendió la vieja república romana cuando sus valores esenciales estaban siendo subvertidos por un estado asistencialista y guerrero creciente. Él despreció oportunidades de gran poder personal y denunció a demagogos como Julio César y Marco Antonio, quienes buscaron apagar libertades personales y el gobierno constitucional. Él pagó con su vida por sus principios, pero le heredó al mundo un tesoro de discursos y cartas lúcidos. Casi dos milenios luego de que Cicerón desafiara a los autoritarios de su época, el presidente de Estados Unidos John Adams proclamó que “Todas las épocas del mundo no han producido un estadista y filósofo más grande” que él.

Como la primera feminista estadounidense, Anne Hutchinson, sacudió a la despótica teocracia del siglo XVII de la Colonia de la Bahía de Massachusetts. Ella organizó grupos públicos de discusión que criticaron tanto a sus lideres políticos como a religiosos por sus errores e intolerancia. Eso le ganó una convicción por una corte, la excomunión de su iglesia, y el destierro de la Colonia, pero eso plantó las semillas de libertad que ayudarían, un siglo más tarde, a formar una nueva nación.

Roberto Clemente, la primera estrella latina negra de la liga mayor de beisbol de Estados Unidos, jugó para los Piratas de Pittsburgh durante 18 temporadas que incluyeron dos campeonatos de Series Mundiales (en 1960 y 1971). En el camino, luchó contra la discriminación racial. Dedicó mucho de su tiempo libre a enseñar beisbol a muchachos jóvenes, pobres, en su natal Puerto Rico. Para ayudar a sobreponerse del sufrimiento a los nicaragüenses después del devastador terremoto de 1972, él donó envíos de ayuda por vía aérea de suministros y, tristemente, se estrelló en uno de ellos en el Caribe. Hoy, todavía es amado por millones que le recuerdan como un gran atleta y buen hombre, en todos los sentidos.

Grandes movimientos, países, momentos y logros están marcados por individuos heroicos. Su heroísmo aparece en muchas formas y no es exclusivo de algún sexo, raza, región u ocupación. Si hoy carecemos de héroes en nuestra vida política, tal vez es porque ya no más celebramos, como alguna vez lo hicimos, los valores que hacen a un héroe ̶ valores como honestidad intransigente, coraje sin límite, responsabilidad inquebrantable, visión poco común, autodisciplina y compasión firme, que surgen del propio corazón de uno, en vez del bolsillo de alguna otra persona.

Tal vez nosotros mismos hemos permitido ser atraídos a alejarnos de esos valores fundamentales, por lo sonoro y extravagante, lo efímero y superficial. Parecemos estar más interesados en el aquí y ahora y en el “que hay allí para mí,” en vez de lo correcto, lo bueno, o lo eterno.

No importa adónde puede estar usted en el espectro político – liberal, conservador, libertario o algo más- usted probablemente dice querer que los hombres y mujeres en el gobierno sean honestos, humildes, justos, sabios, independientes, responsables, incorruptibles, conscientes y respetuosos de otros. Pero, a menudo, esas cosas entran en conflicto directo con el tipo de concentración de poder y dinero que atrae al corruptible y al ya corrupto. Deberíamos estimular la búsqueda de la verdad, iniciativa personal, independencia, autonomía y virtud. Deberíamos desalentar las mentiras, dependencia, y uso de la política y fuerza para manejar nuestras vidas.

Si usted busca por ellos, usted puede encontrar héroes de carácter en la historia de cada país, pero, en momentos, parece como que hemos olvidado a más de ellos de los que estamos produciendo.

¿Quién se acuerda de Fanny Crosby, una de las mujeres más reverenciadas en el mundo escasamente hace un siglo? A pesar de su ceguera completa, de toda una vida, ella escribió más cánticos que jamás otra persona alguna vez lo hizo.
Ella fue muy buscada por su carácter y se reunió y conversó con un asombroso 21 presidentes de los Estados Unidos. Ella se levantó por encima de su incapacidad y dejó un mundo mejor del que ella encontró.

En mi sitio en la red, www.lawrencewreed.com, he colocado numerosas historias acerca de héroes alrededor nuestro -empresarios, educadores en el hogar, inventores, disidentes, etcétera, etcétera. Revísela para una inspiración cotidiana.

Temprano en el período de tiranías y emperadores todopoderosos, el gran historiador romano Tito Livio lamentó la declinación de los valores heroicos que en una época engendraron y mantuvieron la república romana.

“Roma está en el obscuro atardecer de una era,” escribió él, “hemos llegado a un punto en el que ya no podemos soportar ni nuestros vicios, ni los remedios que de ellos nos curarían". Livio creía que recuperar la grandeza de Roma requería un entendimiento de la historia y sus héroes. “Al menos,” dijo él, “eso nos puede recordar lo que fuimos en otra época y mostrarnos las profundidades a las que ahora nos estamos hundiendo.”

Y, eso es cierto hoy, tal como lo fue hace 2.000 años.

PARA INFORMACIÓN ADICIONAL, VER:

Heroes, Character and Freedom: An Interview with Lawrence W. Reed

Heroic Wealth Creators: A Speech at the Heritage Foundation
Character is the Gift That Keeps on Giving por Lawrence W. Reed

(Una versión de este ensayo apareció en ElAmerican.com en el 2021).

Lawrence W. Reed es presidente emérito y compañero senior Familia Humphreys de la Foundation for Economic Education (FEE) y Embajador Global por la Libertad Ron Manners, habiendo servido por casi 11 años como presidente de la FEE (2008-2019), Es autor del libro del 2020, Was Jesus a Socialist? así como de Real Heroes: Incredible True Stories of Courage, Character, and Conviction y Excuse Me, Professor: Challenging the Myths of Progressivism.

Traducido por Jorge Corrales Quesada.