¿CONTROLA EL BANCO DE LA RESERVA FEDERAL LAS TASAS DE INTERÉS?

Por Alexander William Salter
American Institute for Economic Research
26 de diciembre del 2022

Nota del traductor: la fuente original en inglés de este artículo es alexander william salter, american institute for economic research, interest, December 26, 2022. En él podrá leer enlaces relevantes originalmente en letra azul en el texto.

Una tasa de interés es un precio: el precio del capital alquilado. Alternativamente, el interés es el precio del tiempo. Es el costo que pagan quienes piden prestado por trasferir poder adquisitivo desde sus personas futuras a sus personas actuales. Los mercados inter temporales son un componente crucial de economías de mercado avanzadas. Para cualquier sociedad que espera se eleven sus estándares de vida a lo largo del tiempo, es esencial asignar capital a quienes lo pueden poner a trabajar.

Es común que se diga que la Reserva Federal [FED] “establece” las tasas de interés. Aún si restringimos nuestro análisis a la tasa de fondos federales [similar a la tasa básica pasiva del Banco Central de Costa Rica], que es la política preferida de intermediación de la FED, aquello es un error. Como todos los precios, el interés es determinado por la oferta y demanda en los mercados de capital. En particular, la tasa de fondos federales es determinada en el mercado de reservas bancarias a un día.

Por supuesto, los bancos centrales pueden influir las tasas de interés, Pero, hay un mundo de diferencia entre influir y controlar. En el mejor de los casos, cuando la FED afecta la tasa de fondos federales, ayuda a los mercados a hacer la transición hacia un equilibrio de la oferta y demanda impulsado por cambios en los fundamentos económicos. En el peor de los casos, al manipular la FED la tasa de fondos federales puede, temporalmente, poner un precio indebido al capital y, al igual que con otras políticas indebidas, causar un daño a la economía.

Abajo se presenta un gráfico de la tasa de fondos federales actual (de mercado) y cuál “debería” ser la tasa, según una regla acerca de la tasa de interés llamada regla de Taylor. La regla de Taylor dice que la tasa de fondos federales debería elevarse cuando el crecimiento económico excede el potencial a largo plazo de la economía o cuando la inflación es superior al objetivo del responsable de la política. También, dice que la tasa de fondos federales debería reducirse cuando el crecimiento económico es inferior al potencial a largo plazo de la economía o cuando la inflación es inferior al objetivo del responsable de la política. No podemos observar una tasa de interés perfectamente “neutral,” dando a entender una que balancea la oferta y demanda en los mercados de capitales. Pero, la regla de Taylor es una aproximación útil.

El cuadro en mención puede verse en alexander william salter, american institute for economic research, interest, December 26, 2022.

A menudo la tasa prescrita por la regla de Taylor (en azul en el gráfico original citado) sigue bastante bien la pista a la tasa de fondos federales (en rojo en el gráfico original citado). Hay tres excepciones notables. La primera es en el 2002-2006. La segunda es en el 2010-2020. La tercera es a partir del 2021. Pensemos acerca de ellas.

Durante el lapso más temprano, parece que la FED mantuvo tasas “demasiado bajas por mucho tiempo.” ¿Contradice esto lo que dijimos antes acerca de la FED no siendo capaz de controlar las tasas? En realidad, eso lo refuerza. Desde la Gran Moderación [período que va dese mediados de los ochentas al 2007] esta fue la mayor desviación de la FED del comportamiento según la regla. Durante la era de la “respuesta de jugar la opción de venta de Greenspan,” el “maestro” estaba contento con darle un aterrizaje suave a los turbulentos mercados de valores, de forma que la FED fue más flexible de lo que los mercados esperaban. La FED se salió con la suya manteniendo tasas “demasiado bajas por mucho tiempo” mediante el engaño a los mercados. Conocemos el resultado de su fallido experimento: en conjunto con políticas federales dirigiendo mucho crédito a la vivienda, y décadas de riesgo moral creado por la FED (“demasiado grande para fracasar”) en el sistema financiero, al poner la FED un precio indebido e inadvertido creó el marco para la crisis financiera del 2008. El desastre ocurrió porque las acciones de la FED eran fundamentalmente insostenibles. La realidad se afirma a sí sola al final de cuentas. ¡Eso fue todo para el “control” de la FED!

El segundo período es diferente. Hubo un importante cambio institucional en la política monetaria: La FED obtuvo la capacidad de para pagar interés sobre reservas. Ahora, podía incentivar a bancos miembros del Sistema de Reserva Federal a que no prestaran la nueva liquidez que la Fed creaba para moderar los efectos del colapso de las hipotecas de alto riesgo [subprime]. Esto rompió el lazo tradicional entre el tamaño del balance de situación de la FED y la inflación. Ahora, la FED podía “neutralizar” sus propias inyecciones a la base monetaria, eligiendo como blanco balances se situación de los bancos sin afectar agregados económicos más amplios. Observe que la tasa de interés sobre las reservas es una tasa administrada, no una tasa de mercado. Lo que aquí tenemos es un cambio importante (de política) no de mercado, que permite a la FED aislarse temporalmente contra las fuerzas del mercado. La FED no está tanto en el asunto del conductor, como montada con una escopeta en un carro fuera de control.

La última parte, a partir del 2021, casi que se explica por sí sola. La FED pensó que la inflación era “transitoria.” No lo era. La FED debería haber seguido políticas restrictivas. No lo hizo. Todo queda dicho.

La FED es una institución fallida en necesidad de reformas importantes. Pero, no haremos los cambios correctos si no entendemos la relación básica entre bancos centrales y mercados de capitales.

Alexander William Salter es Profesor Asociado de Economía en el Colegio Rawls de Negocios y Compañero de Investigación en Economía Comparada del Instituto del Libre Mercado, ambos en la Universidad Texas Tech. Ha publicado artículos en revistas especializadas importantes tales como the Journal of Money, Credit and Banking, the Journal of Economic Dynamics and Control, the Journal of Macroeconomics, and the American Political Science Review. Sus artículos de opinión han aparecido en The Hill, The American Conservative, US News and World Report, Quillette, y numerosos otros sitios. Salter obtuvo su M.A. y PhD. en Economía en la Universidad George Mason y su licenciatura en Economía en Occidental College. Participó en el 2011 en el Programa de Becarios de Verano del AIER.

Traducido por Jorge Corrales Quesada.