Con mucho gusto reasumo mis traducciones de artículos acerca de temas de libertad y liberalismo clásico en este nuevo año 2023. Siempre y cuando los médicos y Dios me brinden la salud requerida: será para mi un enorme gusto hacerlo.

NO ESCATIME UN PENSAMIENTO AL EMPAQUE PLÁSTICO DE BURBUJAS

Por Donald J. Boudreaux
American Institute for Economic Research
29 de diciembre del 2022

Nota del traductor: la fuente original en inglés de este artículo es donald j. boudreaux, american institute for economic research, bubble wrap, December 29, 2022. En él podrá leer enlaces relevantes originalmente en letra azul en el texto.

Al comparar la Navidad de hoy con las Navidades del pasado, David Waugh y Laura Williams explican con elocuencia que nosotros, los estadounidenses ordinarios en el 2022, somos mucho más ricos que los estadounidenses ordinarios de hace sólo unas pocas décadas. En efecto, ¡somos afortunados de vivir dónde y cuándo lo hacemos!

Pero, la evidencia de nuestra enorme prosperidad, y su origen, se encuentra no sólo en eso que se ve durante la temporada navideña ̶ regalos, decoraciones, comidas, y entretenimiento navideño- sino también en aquello que no es visto… o, más bien, en aquello que se ignora y se desecha.

Estoy hablando acerca del empaque.

Aún el empaque más sencillo -como la caja de cartón que contiene la camisa que usted recibió como regalo- requirió un diseño innovador y una producción eficiente. La parte superior de la caja calza como guante sobre la mitad de abajo. Cada esquina tiene 90 grados exactos. El cartón tiene exactamente el peso correcto para sostener su camisa. Un peso menor sería demasiado endeble; un peso mayor sería innecesario y, así, desperdiciar material.

¿No se siente impresionado? Entonces, échele una mirada (si su empresa recolectora de basura no se la ha llevado lejos) a la envoltura de plástico modelado o de espuma de poliestireno (estereofón) que contiene y protege con seguridad su computadora portátil nueva o su televisor de pantalla plana, con la pantalla envuelta para protección adicional en un material traslúcido delicado. Y, tal vez, su nuevo artefacto para el mostrador de su cocina pudo ser firmemente contenido en su caja con almohadas llenas de aire o papel de envolver en forma de nido de abeja.

Valore por un momento los tipos diferentes de materiales de empaque que usted, deseoso de sostener y contemplar cada uno de los regalos que Santa le trajo, puede sacarlos o recortarlos, y rápidamente descartarlos como basura en la mañana de Navidad. Trate de recordar las muy diversas formas, tamaños, y texturas del exterior de las cajas. Cada una fue perfectamente diseñada para mantener sus contenidos. No se desperdició cartón o hule espuma para empacar un nuevo par de pantalones; una pieza de plástico delgado y flexible, pero sorprendentemente fuerte, hizo el trabajo. En contraste, ese nuevo horno para la pizza le llegó a usted en una caja externa de cartón rígido, que encierra una capa gruesa de pasta de papel moldeada. Habiendo sido hecho en China, el pesado horno y sus partes frágiles tenían que empacarse con seguridad para transportarlos al exterior hasta usted.

Y ¡voila! Cada pieza está presente e intacta.

Tal vez usted no lo notó, pero, dentro de cada caja casi no había espacio sin ocupar. Los espacios abiertos en las cajas son costosos. No sólo deben ser llenados con cosas como “maníes” de poliestireno o papel para reducir la probabilidad de daño durante el transporte, sino que cualquier parte de una caja que deje un espacio abierto es parte de una caja que a menudo puede reducirse. Y, al encoger el área de la superficie de la caja, se usa menos material para producir esa caja. Aquí, como en muchas otras áreas, la motivación para obtener utilidades ¡logra maravillas para el ambiente!

A partir del diseño e ingeniería de las propias cajas hasta la creación de materiales de empaque nuevos, cada vez más livianos e incluso más fuertes, casi que cualquier regalo que nosotros y nuestros hijos asombrados abrimos en la mañana de la Navidad, seguramente está cubierto por un contenedor que es monumento al ingenio humano. Cada aspecto de las cajas y materiales de empaque fue evaluado cuidadosamente por alguien (o algunos). ¿Cuál es el tamaño y forma óptima de la caja? ¿A partir de qué materiales se ha de construir? ¿Cómo diseñar mejor la forma en que cada caja se abre y cierra? ¿Cómo manufacturar mejor cada tipo de caja y cada tipo de material de empaque? Si tales decisiones se tomaran sin el debido cuidado, serán excesivos ya sean los costos de empaque o la cantidad de daño a los productos empacados.

Sólo una sociedad muy rica puede pagar dedicar tanto ingenio y esfuerzo humano a la producción cuidadosa de materiales de empaque que, en la mayoría de los casos, se descartan con prontitud, sin pensarlo, luego de un único uso. Pero, la innovación que se incorpora incluso dentro del más mundano de los modernos materiales de empaque (cosas como cartón y estereofón) es esencial para la prosperidad moderna. La modernidad, como la conocemos, existe poque el espíritu humano innovador se liberó de forma que Deirdre McCloskey propuso renombrar como “innovacionismo” al capitalismo Este innovacionismo, sin sorprender, ocurre no sólo en la producción de bienes y servicios de consumo, sino a través de regiones vastamente inadvertidas de la economía entera ̶ aún en el suministro materiales de empaque que casi nadie nota.

De nuevo, el empaque de nuestros regalos de festividades navideñas es algo que deseamos llevar a cabo y descartar tan rápidamente como sea posible, para poder poner nuestras manos en las maravillas de su interior. No le ponemos atención a ello. Literalmente, las cajas y el material de empaque se botan sin pensarlo. Pero, la siguiente Navidad trate, sólo por un momento o dos, de maravillarse no sólo de sus regalos envueltos en sus paquetes protectores, sino del paquete como tal. Y agradezca que usted vive en una sociedad que recompensa a individuos al aplicar su creatividad y esfuerzo para hacer tal empaquetado tan abundante, que difícilmente usted se dará cuenta de ello, y no piensa nada al botarlo.

¡Le deseo a todo mundo un 2023 maravilloso, más próspero y más libre!

Donald J. Boudreaux es compañero sénior del American Institute for Economic Research y del Programa F.A. Hayek para el Estudio Avanzado en Filosofía, Política y Economía del Mercatus Center; miembro de la Junta Directiva del Mercatus Center y es profesor de economía y anterior jefe del departamento de economía de la Universidad George Mason. Es autor de los libros The Essential Hayek, Globalization, Hypocrites and Half-Wits, y sus artículos aparecen en publicaciones tales como el Wall Street Journal, New York Times, US News & World Report, así como en numerosas revistas académicas. Él escribe un blog llamado Café Hayek y es columnista regular de economía en el Pittsburgh Tribune-Review. Boudreaux obtuvo su PhD en economía en la Universidad Auburn y un grado en derecho de la Universidad de Virginia.

Traducido por Jorge Corrales Quesada.