QUÉ SUCEDE CUANDO USTED BUSCA EN GOOGLE “EL CAPITALISMO LUCHA CONTRA EL RACISMO.”

Por Connor Vasile
Fundación para la Educación Económica
Sábado 12 de noviembre del 2022

NOTA DEL TRADUCTOR: Para utilizar los ligámenes de las fuentes del artículo, entre paréntesis y en rojo, si es de su interés, puede buscarlo en su buscador (Google) como connor vasile foundation for economic education, racism, November 12, 2022 y si quiere acceder a las fuentes, dele clic en los paréntesis rojos.

Somos conducidos a creer que el mercado libre es la fuerza responsable de mucha de la injusticia, racismo, y desigualdad vistos en el mundo moderno. Pero, ¿es eso cierto?

Si usted busca en Google “capitalismo lucha contra el racismo” [en el inglés original “capitalism fights racism”], los primeros resultados de la búsqueda mostrarán artículos como: “Is Capitalism Racist,” “Capitalism without Racism: Science or Fantasy,” y, “The Rise of Capitalism and the Emergence of Racism.”

Al leer esos títulos, parecería como si el modelo económico más triunfante que el mundo jamás haya visto tiene su raíz en una estructura racista hegemónica, destinada a beneficiar a los señores de la sociedad. Es algo bueno que tengamos Google para que nuestros ojos se abran a este sistema inhumano.

Bromas a un lado, la sociedad de Occidente (post) moderna mira al capitalismo como el elefante más feo en la habitación; no quiere admitir que es un engrane crucial que mantiene funcionando a la civilización, y preferiría contemplar sueños imposibles, como el socialismo, través de lentes muy teñidos de rosa.

Somos conducidos a creer que el mercado libre es la fuerza responsable de tanta injustica, racismo, y desigualdad vistos en el mundo moderno. Pero, ¿es esto cierto?

QUÉ HA HECHO EL CAPITALISMO

El hecho de la cuestión es que el capitalismo, como sistema, siempre ha sido una fuerza para el bien, y eso incluye la historia tumultuosa de Estados Unidos. Aún en la era de la Reconstrucción y de Jim Crow [leyes estatales y locales en Estados Unidos que promovían la segregación racial en el período llamado Reconstrucción, que va 1876 a 1965], período que vieron abusos desenfrenados a los derechos civiles perpetrados contra las comunidades negras, el capitalismo fue la gracia salvadora, al ayudar a la gente a elevarse por encima de su situación, la diversidad que enfrentaban, y una cultura que aún se tambaleaba por los efectos de la guerra civil.

Como escribió Milton Friedman en su libro Capitalism and Freedom [Capitalismo y Libertad]:

“Es un hecho histórico impactante que el desarrollo del capitalismo venga acompañado de una reducción importante del grado en que grupos religiosos, raciales, o sociales específicos, han operado bajo desventajas especiales en relación con sus actividades económicas; que han, como dice el proverbio, sido discriminados en su contra.”


Con fuerzas en los medios sociales, redes tradicionales, y el gobierno trabajando en subvertir la idea de que el capitalismo es una fuerza que promueve la libertad y agencia individual, es importante revisitar unas pocas historias de cómo el mercado libre sacó a la gente de la pobreza y combatió al racismo.

“EL PADRE DE HARLEM”

Philip A. Payton (1876-1917) fue un empresario negro de bienes raíces del siglo XX de Harlem, Nueva York. En esa época, la segregación de hecho estaba aún presente en las ciudades estadounidenses. Manhattan no era la excepción.
Con su adquisición de unidades de arenisca parda, luego de que una cantidad de familias blancas se trasladó hacia otras partes, Payton actuó para brindar más viviendas a inquilinos negros en la Parte Alta del Lado Oeste de Nueva York. Considerando la tensión racial de esa época, es seguro decir que los dueños de viviendas no estaban muy contentos acerca de esto.

La Compañía Hudson Realty se propuso volver a segregar el área, comprando las unidades propiedad de negros y desalojando a los inquilinos. Payton les devolvió el favor a las unidades propiedad de blancos, y las ofreció a inquilinos negros previamente desalojados. Payton prevaleció al final de cuentas, cuando Hudson Realty cedió en su objetivo de volver a segregar. Intentos posteriores se llevaron a cabo por asociaciones de bienes raíces, que usaron calificaciones raciales para impedir que familias negras alquilaran, pero, fueron sonoramente derrotadas por Payton y otros empresarios negros, quienes se inspiraron mediante su ejemplo.

La Compañía Afro-American Realty de Payton creció hasta $1 millón en activos y ayudó a numerosas familias negras a moverse hacia áreas en las que ellas querían vivir ̶ no sólo hacia dónde la ciudad quería relegarlas. El usó el libre mercado y la demanda de mejor vivienda para brindar un servicio a su comunidad. A pesar de los obstáculos raciales, Payton prevaleció, pues, al final de la jornada, comprendió que la discriminación no es comparable con la voluntad de la gente. Como anunció en una ocasión: “El mismo prejuicio que hasta el momento ha trabajado contra nosotros, puede ser volcado y usado para nuestro beneficio.”

LA REINA DE LOS COSMÉTICOS

Sarah Breedlove nació en Louisiana, justamente pocos años antes que la Proclamación de la Emancipación fuera firmada por el presidente Abraham Lincoln. Habiendo quedado huérfana a la edad de siete y obligada a la servidumbre doméstica para sobrevivir, Breedlove temprano en su vida tenía un futuro muy obscuro. Luego, ella recordaría cómo, “…tenía poca o ninguna oportunidad al empezar …habiendo sido dejada como huérfana y estando sin madre o padre…”

A pesar de eso, Breedlove continuaría trabajando duro y, en su momento, desarrollaría su propia línea de cuido del cabello. Dado que el mercado afroamericano en esa época estaba ampliamente descuidado, Breedlove aprovechó la oportunidad de servir un grupo demográfico creciente, y empezó a vender sus propios productos para el cabello.

Posteriormente seria conocida (famosamente) como “Madam C.J. Walker” después de casarse con Charles Walker en 1906. En mucho, como el petróleo recién extraído, su negocio se expandió con rapidez, encontrando tracción en las comunidades negras a lo largo del país. Una pequeña operación creció hasta incluir una fábrica, una escuela de belleza, y un salón de cuido del cabello. D.J. Walker era conocido por contratar mujeres para la administración superior y puestos de trabajo, algo no imaginado en esa época, En la cima de la compañía, se notó que varios miles de mujeres fueran empleadas como agentes de ventas, e innumerables más entrenadas en el cuido del cabello.

La compañía de Madam Walker habría llegado a valer alrededor de $10 millones en dólares de hoy. Es la primera mujer millonaria registrada en la historia estadounidense forjada a sí misma ̶ una hazaña increíble por su propio mérito, pero, todavía más asombrosa una vez que usted toma en cuenta que ella vivía en una época en que los negros eran aún vistos como ciudadanos de segunda clase. Walker tomó la adversidad que experimentaba y edificó un negocio literalmente desde los suelos. Sin la cultura de empresariedad subyacente y el sistema de libre mercado, quien diría que su compañía sería, alguna vez, formada del todo.

LA VENTA POR CORREO LUCHÓ CONTRA JIM CROW

La marcha hacia la libertad que culminó en la Ley de Derechos Civiles de 1964 evoca imágenes de marchas, manifestaciones, y el famoso discurso de Martín Luther King en el National Mall de Washington. Un aspecto menos conocido fue el surgimiento de mercados alternativos que ayudaron a presionar contra políticas económicas racistas, que, en última instancia, buscaban constreñir, no promover, los mercados. Bajo Jim Crow, las comunidades negras eran restringidas en sus decisiones de compras en público. Se les impedía ir a ciertas tiendas, restaurantes, y sitios comunales. Cuando conseguían comprar bienes en una tienda propiedad de blancos, eran recibidos con connotaciones racistas, tonos condescendientes, e incluso precios depredadores.

Sears revolucionó la experiencia del comprador con el uso de catálogos, permitiendo a los consumidores hacer compras de bienes por correo desde sus hogares. Esto puso a la compañía en una enorme ventaja al expandir su mercado, sirviendo a muchos miles más de clientes de los que podía un negocio físico típico. Dada hoy por un hecho, la idea de ordenar y recibir su producto sin salir de su casa era una novedosa -y potencialmente salvadora de vidas- invención para las familias del siglo XX.

Esta innovación permitió a negros del Sur de Estados Unidos ordenar artículos de otra forma no disponibles en sus negocios segregados. También, con las ventas por correo, los clientes negros no tenían que experimentar el racismo y la inhumanidad que experimentaban durante algunas salidas en público; podían ordenar lo que quisieran cuando lo quisieran, tal como el blanco promedio de aquella época. La innovación capitalista no sólo funcionó para beneficio de las empresas involucradas, sino que, también, sirvió para llevar valor a diversas comunidades; en este caso, actuó como un escape para tantos consumidores negros restringidos por Jim Crow.

ALGO PARA RECORDAR

Estas son sólo unas pocas historias, de cómo el capitalismo de libre mercado ayudó a impulsar a las personas por encima del racismo bajo el que a menudo vivían. Los legados de Madam Walker, Philip Payton, y muchos otros empresarios negros del siglo XX, viven a la fecha. Con multimillonarios y billonarios como Rihanna, Beyonce, Kanye West, Drake, Oprah Winfrey, Tyler Perry, Jay Z, Michael Jordan, es claro que el capitalismo es una fuerza socioeconómica que empodera a la gente a innovar, para que mejore por sí misma y sus comunidades, en contraste con ser el proveedor del racismo e injusticia moderna, como Google le induciría a creer.

Connor Vasile es un estadounidense de primera generación y escritor que desea elevar la consciencia acerca de ideas liberales clásicas que empoderan a todo individuo, sin importar su origen o experiencia, para que vivan sus mejores vidas y logren sus metas.

Traducido por Jorge Corrales Quesada.