EL CRECIMIENTO ECONÓMICO NO CAUSA INFLACIÓN. HE AQUÍ POR QUÉ

Por William Alexander Salter
American Institute for Economic Research
10 de noviembre del 2022

Nota del traductor: la fuente original en inglés de este artículo es william alexander salter, american institute for economic research, growth, November 10, 2022. En él podrá leer enlaces relevantes originalmente en letra azul en el texto.

¿Es inflacionario el crecimiento económico? Muchos comentaristas económicos y políticos piensan que sí. Nick Timiraos del Wall Street Journal, por ejemplo, escribe que “condiciones financieras más fáciles [una política monetaria expansiva] estimula el gasto y el crecimiento económico.” Algunos responsables de la política monetaria están de acuerdo. Luego, el Sr. Timiraos describe las ideas de un funcionario de la Reserva Federal (FED) quien “´preferiría encontrar un nivel de tasa que restringiera lo suficiente el crecimiento económico para reducir la inflación.”

Este es un argumento de dos partes: Una política monetaria expansiva ocasiona que los precios y el gusto total aumenten, lo que, a su vez, causa crecimiento económico. Si bien disputo que el gobierno debiera pensar acerca de una política monetaria en términos de tasas de interés, estoy de acuerdo en que un gasto monetario expansivo causa aumentos de precios y gasto total (el ingreso y el PIB nominales). Pero, de ello no se deduce que una inflación más alta esté asociada con un mayor crecimiento económico. De hecho, lo opuesto es verdad: El crecimiento económico ocasiona una presión a la baja en los precios, todo lo demás constante.

Empecemos con la ecuación del intercambio, MV=PY. La oferta monetaria (M) multiplicada por su tasa promedio de rotación (V) iguala al PIB nominal (PY). El PIB nominal es en sí el producto del nivel de precios (P, el inverso del poder adquisitivo de la moneda [dólar]) y del PIB real (Y, los bienes y servicios de la realidad). En términos de tasas de crecimiento, eso se convierte en gM+gV=gP+gY. Cuando el crecimiento del ingreso nominal (gP+gY) es positivo, debe ser porque la oferta de dinero está creciendo (gM>0), que el dinero está cambiando de manos más rápidamente (gV>0), o ambos.

Hay dos formas de modelar una política monetaria expansiva. Si la FED imprime más dinero, gM se elevará. Si la FED reduce las tasas de interés al recortar el interés pagado por las reservas, aumentará la rotación del dinero, implicando que gV se elevará. Cualquiera sea la forma, también eleva el ingreso nominal (gP+gY). Pero, ¿cuál es el balance entre inflación (gP) y crecimiento económico (gY)?

En el corto plazo, gY puede aumentar. Las empresas verán crecer sus ventas. Los trabajadores verán aumentar sus salarios nominales. El aumento del gasto nominal hace que producir sea más atractivo. Pero, este efecto es temporal. Una vez que la economía descubre los orígenes monetarios del auge, las cosas empezarán a enfriarse. En el largo plazo, gY depende de la productividad. Si queremos producir más bienes y servicios reales, necesitamos mejorar la conversión de insumos en productos. Una forma de hacerlo es adquiriendo más trabajo, capital y recursos naturales. Una forma mejor es venir con nuevas ideas; mejores recetas para convertir insumos en productos. Estas pueden complementarse con inversiones en capital humano, que hacen que la oferta de trabajo sea más productiva. Note que ninguno de estos factores depende del dinero, tasas de interés, o inflación. Es todo acerca del lado de la oferta de la economía. No podemos consumir bienes y servicios que no se han producido.

El efecto a largo plazo de una política monetaria expansiva es mayor inflación (gP), no un crecimiento económico mayor (gY). Este es un resultado importante en la teoría económica. Usted no puede enriquecer una nación imprimiendo dinero. Lo mejor que puede hacer es impedir que la economía caiga en una recesión causada por un pico en la demanda de liquidez (una caída en gV). No obstante, mantener la economía en su senda de crecimiento tendencial no es lo mismo que establecer en sí la senda de crecimiento. La política monetaria no es acerca de crecimiento económico.

Dadas políticas de apoyo del lado de la oferta (impuestos moderados, regulación predecible, y ambiente legal que apoya la propiedad privada y la libertad de contrato) la innovación hará que el crecimiento surja independientemente de la política monetaria. En la versión de tasas de crecimiento de la ecuación del intercambio, la productividad mayor se manifiesta como un crecimiento más rápido del producto real (gY) sin cambio correspondiente en el crecimiento monetario (gM) o aumento de la velocidad (gV). Pero, la ecuación aún debe balancearse: gM+gV=gP+gY. Así, si gY aumenta, mientras que gM y gV permanecen iguales, debe ser el caso que gP disminuya. Como mínimo, el crecimiento económico es desinflacionario. Y, si los aumentos en productividad son lo suficientemente grandes, ¡hasta puede ser deflacionaria!

No tenemos nada que temerle a la desinflación o deflación del lado de la oferta. Este es un efecto benigno de comparativamente menos dinero persiguiendo comparativamente más bienes y servicios. Una disminución general en los aumentos de precios envía una señal valiosa: el dinero rinde más porque la economía es más productiva.

La sabiduría convencional se equivoca pues niega el lado de la oferta. Si su teoría de la política monetaria empieza y termina con la demanda agregada, erradamente pensará que el crecimiento es inflacionario. Una evaluación realista de los determinantes de la productividad económica muestra que el crecimiento alivia, no intensifica, las presiones sobre los precios.

Por supuesto, esto no significa que el crecimiento económico es una estrategia para luchar contra la inflación. Deberíamos querer mayor crecimiento independientemente de lo que está sucediendo con gP. No obstante, es importante que debamos tener claras las relaciones económicas básicas cuando discutimos de política monetaria. El crecimiento económico no es inflacionario. Periodistas y banqueros centrales deberían dejar de decir lo contrario.

Alexander William Salter es Profesor Asociado de Economía George G. Snyder de Economía en el Colegio Rawls de Negocios y Compañero de Investigación en Economía Comparada del Instituto del Libre Mercado, ambos en la Universidad Texas Tech. Es coautor de Money and the Rule of Law: Generality and Predictability in Monetary Institutions, publicado por Cambridge University Press. Además de sus numerosos artículos académicos, ha publicado casi 300 piezas de opinión en medios nacionales importantes como el Wall Street Journal, National Review, Fox News Opinion y The Hill. Salter obtuvo su M.A. y PhD. en Economía en la Universidad George Mason y su licenciatura en Economía en Occidental College. Participó en el 2011 en el Programa de Becarios de Verano del AIER.

Traducido por Jorge Corrales Quesada.