Datos que a usted podrían interesarle y que le informan de cosas que los adivinos del fin del mundo tienden a ocultarle.

BUENAS NOTICIAS, EL MUNDO ESTÁ MEJORANDO

Por Bjorn Lomborg
American Institute for Economic Research
17 de octubre del 2022

Nota del traductor: la fuente original en inglés de este artículo es bjorn lomborg, american institute for economic research, getting better, October 17, 2022. En él podrá leer enlaces relevantes originalmente en letra azul en el texto.

Es fácil creer que la vida en la Tierra está empeorando. Los medios constantemente destacan una catástrofe tras otra y hacen predicciones aterradoras. Con un torrente de pesimismo acerca del cambio climático y del ambiente, es entendible por qué mucha gente -en especial joven- cree genuinamente que el mundo está a punto de terminar. El hecho es que, si bien permanecen problemas, el mundo, de hecho, está mejorando. Rara vez eso lo escuchamos.

Incesantemente se nos cuenta acerca de desastres, ya sea la última oleada de calor, inundación, incendio forestal o tormenta. Sin embargo, los datos abrumadoramente muestran que, durante el último siglo, la gente ha estado mucho más segura ante todos estos fenómenos meteorológicos.

En cambio, en los años veinte, medio millón de personas murió por desastres meteorológicos, mientras que, en la última década, la cifra de muertes promedió 18.000. Este año, tal como el 2020 y el 2021, está dando rastros de estar por debajo de aquellos. ¿Por qué? Porque cuando la gente se enriquece, se vuelve más resistente.

Unas noticias de televisión obsesionadas con el clima harían que pensáramos que los desastres están empeorando. No lo están. Alrededor del año 1900, un 4.5 por ciento del área terrestre del mundo sería quemada cada año. Durante el último siglo, esto declinó al 3.2 por ciento. En las dos décadas previas, los satélites han mostrado una declinación adicional ̶ en el 2021, tan sólo se quemó un 2.5 por ciento. Esto se ha dado principalmente porque las sociedades más ricas previenen los incendios. Los modelos muestran que, a pesar del cambio climático, la adaptación humana incluso significará una menor quema para fines del siglo.

Y, a pesar de lo que usted puede haber escuchado acerca de costos que rompen récords debido a desastres meteorológicos (principalmente porque poblaciones más ricas construyen casas más caras a lo largo de zonas costeras), los costos por los daños están declinando, no aumentando, como porcentaje del PIB.

Pero, no son sólo los desastres atmosféricos los que están siendo menos dañinos a pesar de predicciones graves. Hace una década, ambientalistas dijeron sonoramente que la Gran Barrera de Arrecifes de Australia casi que estaba muerta, acabada por un blanqueamiento provocado por el cambio climático. Hasta el periódico Guardian del Reino Unido publicó un obituario. Este año, los científicos revelaron que la Gran Barrera de Arrecifes muestra la mayor cobertura de coral desde que empezaron los registros en 1985. El reporte de las buenas noticias logró una fracción de la atención.

No hace mucho, ambientalistas usaron constantemente fotografías de osos polares para destacar los peligros del cambio climático. Los osos polares hasta son exhibidos en la película aterradora de Al Gore, “Una Verdad Inconveniente.” Pero, la realidad es que el número de osos polares ha estado aumentando ̶ desde alrededor de entre 5.000 y 10.000 en los años sesenta a 26.000 hoy. No escuchamos esas noticias. En vez de ello, los activistas quietamente dejaron de usar los osos polares en su activismo.

Hay tantas historias de malas noticias que rara vez nos detenemos a considerar que la vida está mejorando mucho en la mayoría de indicadores importantes. La expectativa de vida humana se ha duplicado a lo largo del siglo pasado, desde 36 años en 1929 a más de 72 años hoy. Hace cien años, tres cuartas partes de la población del mundo vivía en pobreza extrema. Hoy, es menos de una décima parte. El problema ambiental más letal, la contaminación del aire, era cuatro veces más posible que le matara en 1920 de lo que es hoy, principalmente porque la gente en pobreza cocinaba y se calentaba con boñiga y madera.

A pesar de retrocesos relacionados con el COVID, la humanidad ha mejorado cada vez más. Pero, los agoreros le siguen diciendo que el final está cerca. Esto es grandioso para sus recaudaciones de fondos, pero los costos para la sociedad son muy elevados: elegimos políticas malas y caras y nuestros hijos están siendo asustados sin sentido.

Terminamos ignorando problemas mayores. Considere toda la atención dedicada a las oleadas de calor. En Estados Unidos y muchas partes del mundo, las muertes por el calor en realidad están declinando, debido a que el acceso al aire acondicionado ayuda mucho más que el daño por el alza en las temperaturas. Sin embargo, casi en todas partes, el frío mata lentamente a muchos más.

En Estados Unidos, 20.000 personas mueren de calor, pero 170.000 mueren de frío ̶ algo en lo que rara vez nos enfocamos. Aún más, las muertes por frío en Estados Unidos están aumentando, y nuestro incesante enfoque en el cambio climático exacerba esta tendencia, pues los políticos han introducido leyes verdes que encarecen la energía, lo cual significa que menos gente puede pagar por mantenerse caliente. Carecer de perspectiva significa que no nos enfoquemos primero en dónde más podamos ayudar.

En una escala más amplia, el calentamiento global impulsa a celebridades y políticos a volar alrededor del mundo en sus jets privados reprendiendo al resto de nosotros, mientras gastamos menos en problemas como el hambre, enfermedades infecciosas, y una ausencia de escolaridad básica. ¿Cuántos políticos o estrellas de cine alguna vez se han reunido por una causa importante como la desparasitación de niños?

Necesitamos algún balance en nuestras noticias, pero eso no significa ignorar el calentamiento global: es un problema real causado por la humanidad. Necesitamos perspectiva. Para saber qué esperar de un planeta que se calienta, podemos ver las estimaciones del daño provenientes de los modelos económicos usados por las administraciones Biden y Obama, que revelan que el costo global total del cambio climático -no sólo a las economías sino en todos los sentidos- será el equivalente de menos de un golpe de un 4 por ciento en el PIB global para fines de siglo.

La humanidad está progresando todos los días. Las Naciones Unidas estiman que, sin el calentamiento global, la persona promedio en el 2100 estaría un 450 por ciento mejor de lo que está hoy. El calentamiento global significa que, en vez de ello, sería más rica sólo en un 434 por ciento. Eso no es un desastre.

El temor al cambio climático está ocasionando una ansiedad que cambia la vida. Usted podría estar oyendo nada más que malas noticias, pero eso no significa que usted está oyendo la historia completa.

Reimpreso de DC Journal

El Dr. Bjorn Lomborg es presidente del Centro de Consenso de Copenhague y profesor visitante de la Escuela de Negocios de Copenhague. También, es compañero visitante de la Institución Hoover.