Ojalá esto se leyera en muchas universidades de por aquí.

EL ENCLAVE DE LIBERTAD EN GUATEMALA

By G. Patrick Lynch
Law & Liberty
7 de octubre del 2022

Dedicada a los principios de la libertad, la Universidad Francisco Marroquín de Guatemala atrae a los mejores estudiantes y académicos de todo Latinoamérica.

Imagínese una universidad que requiere que todos sus estudiantes tomen diversos cursos acerca de economía austriaca, teoría de precios básica, y teoría monetaria. Ahora, imagínese que la misma universidad entrena estudiantes a través de un rango amplio de disciplinas, incluyendo campos profesionales como medicina, arquitectura, dentistería, cine, y artes culinarias, encima de los campos convencionales de estudio como historia, filosofía política, negocios, y economía. Aún más, esta universidad es ampliamente reconocida como siendo la mejor de su país y una de las mejores en esa parte del mundo. No tiene inamovilidad ̶ la facultad es examinada anualmente mediante contratos de corto tiempo. Sin embargo, normalmente la facultad es retenida, y a unos pocos se les deja ir. Su cultura y prácticas están basadas en ideas de mercado y la aplicación de esas ideas a la vida universitaria. Incluso los profesores tienen que pujar por los horarios de clases para obtener los espacios más deseados, y en la entrada hay una representación de Atlas sosteniendo al mundo sobre sus espaldas, en un guiño no muy sutil a la influencia de Ayn Rand. Su biblioteca lleva el nombre de Ludwig von Mises.

¿Suena esto imposible de imaginar? En realidad, usted no tiene que imaginárselo pues existe. Hace 51 años, se fundó la Universidad Francisco Marroquín (UFM) en la Ciudad de Guatemala, Guatemala, por el empresario visionario Manuel Ayau, para cambiar la cultura intelectual de su país natal, al introducir a las ideas de libertad a una generación entera, joven y exitosa de América Latina, de líderes profesionales, de negocios, y la política. Es una historia notable, y con frecuencia ignorada, de éxito académico, una que brinda algunas ideas valiosas para quienes observan el movimiento que surge hacia crear instituciones alternativas, más pro libertad, en Estados Unidas y en todas partes.

En un viaje reciente a la UFM, tuve la oportunidad de entrevistar a su actual equipo de liderazgo, varios miembros de la facultad, algunos alumnos, y académicos asociados. El panorama que emerge es el de una institución vibrante, dinámica, e influyente, que atrae los mejores estudiantes y facultad de toda América Latina, a la vez que entrena una generación de lideres políticos y de negocios. No es todo para todas las personas, y las tensiones históricas entre conservadores y liberales clásicos prevalecen aquí tanto como, en este momento, lo son en Estados Unidos. Aun así, la UFM sirve como ejemplo intrigante de los desafíos y posibilidades de desarrollar instituciones alternativas en la academia estadounidense.

EDIFICANDO LAS BASES

El viaje de Ayau empezó, como lo hicieron tantos de su generación, durante un viaje de visita a la Fundación para la Educación Económica (FEE) y al gran Leonard Read, en la parte alta de Nueva York en los años cincuenta. Ayau estaba intrigado de por qué su nativa Guatemala podía estar bendecida con recursos abundantes, tierra agrícola fértil, y un clima moderado y, a la vez, ser tan pobre. Después de visitar la FEE, empezó a devorar la economía, con énfasis particular en los austriacos y la teoría monetaria. Asistió a las reuniones de la Sociedad Mont Pelerin y ayudó a fundar un centro de pensamiento guatemalteco que se enfocó en el análisis de políticas, a la vez que veía con preocupación que universidades, sociedad civil y políticos empezaron a voltearse hacia el marxismo a través de la región.

Ayau empezó a patrocinar visitas a Guatemala de prominentes académicos internacionales del movimiento de la libertad y presentó su extensa red de amigos y colegas tanto a las ideas de libre mercado como a una lista impresionante de intelectuales. Erhard, Mises, Hayek, y muchos otros fueron a Guatemala y hablaron con empresarios y líderes políticos defendiendo la libertad, cuando las ideas marxistas llegaron a incorporarse más profundamente en las universidades del país.

En el curso de una carrera exitosa en los negocios y después de salpicar en la política, en 1971 Ayau decidió empezar una universidad dedicada a los principios de la libertad. Originalmente se ubicó en un único y pequeño edificio en la capital e inicialmente se enfocó en economía y negocios. El campus, en su momento, se movió hacia una bella localidad en un barranco escondido en el centro de la ciudad.

Ese mismo barranco en una época fue usado por residentes locales para botar basura y aguas negras. Ahora, tiene un arboreto, jardines prístinos, y dos museos dedicados al arte y artefactos indígenas. Uno se maravilla de cuánto los incentivos del sector privado contribuyen a los sectores ambientales y culturales de una sociedad, de forma que las órdenes y control desde arriba hacia abajo simplemente no pueden. A partir de un basurero se creó una sección bella y progresista de la ciudad.

Hoy, la universidad ofrece grados en arquitectura, negocios, medicina, dentistería, nutrición, literatura, ciencia política, y muchas otras áreas. Es ahora ampliamente reconocida como la mejor universidad de Guatemala. ¿Cómo sabe esto el liderazgo de la UFM? Hasta prominentes socialistas en Guatemala reconocen que la UFM es el mejor lugar para que vayan sus hijos, si quieren que ellos tengan carreras exitosas. El actual rector de la universidad, Ricardo Castillo, me cuenta como un chiste que, en actividades a través del país, él se encuentra con prominentes defensores de ideas socialistas, quienes se quejan ante él que, hasta sus hijos, que ahora asisten a la UFM, discuten alrededor de la mesa con ellos defendiendo los mercados libres.

LA LIBERTAD ECONÓMICA ̶ EN TEORÍA Y PRÁCTICA

Así que, ¿cómo fue que Ayau creó una universidad tan buena que hasta socialistas envían allí a sus hijos? Pienso que hay tres factores importantes que Ayau instituyó al fundar la escuela que ha ayudado a contribuir con su misión y longevidad: enseñar el principio de la libertad, ofrecer entrenamiento práctico, y una estructura institucional única.
Primeramente, la universidad tiene un compromiso tanto con la enseñanza y cómo vivir bajo los principios de los mercados libres y la libertad. Empieza en el salón de clases La razón por la que los hijos de los líderes socialistas pueden debatir con sus padres, es porque a todo estudiante de la UFM se le requiere que lleve no menos de cuatro cursos en economía de libre mercado. Hay una clase cada una acerca del pensamiento de Mises y Hayek. Dos clases adicionales, Procesos Económicos I y II, enseñan economía con un ojo puesto en el conocimiento aplicado, en vez de simplemente teoría abstracta.

Fernando Monterroso ha estado involucrado con la UFM desde el inicio. Como Tesorero ayudó a arreglar la compra de la tierra de la ubicación actual en el área más ajetreada de la Ciudad de Guatemala. Luego, sirvió como presidente entre 1989 y el 2003. Ahora, ayuda a administrar y enseñar los requisitos de educación general en economía por medio del Centro Henry Hazlitt en el campus. El programa toma estudiantes que no tienen interés en economía y les demuestra su relevancia: “Usted lo hace que sea alrededor de los problemas del mundo real. Para un estudiante de medicina, que ve la pobreza y la mala nutrición, usted discute la creación de la riqueza y la distribución de los mercados versus el estado. Para los estudiantes de psicología, explicamos que la economía explora el comportamiento humano. Para los estudiantes de ciencia política, cuándo el gobierno interviene en la economía ¿qué pasa?” Uno tiene un rato difícil imaginado tal enfoque de enseñanza de economía en una universidad prominente de Estados Unidos o europea, por razones substantivas, pedagógicas y administrativas. ¿Cuántos decanos asistentes y personal de apoyo serían necesarios en una universidad estadounidense para manejar los cursos, sin mencionar la dificultad de encontrar instructores calificados y pasarlos a través de las estructuras de gobernanza?

Como lo dirán los estudiantes y facultad, estos cursos no transforman a cada estudiante en un libertario virulento. De la misma forma en que muchos estudiantes en Estados Unidos toleran incómodamente el discurso actual del ala izquierda en los campus, muchos de los estudiantes de la UFM no están de acuerdo con los principios de libre mercado, que a ellos se le requiere aprender. Sin embargo, a diferencia de las universidades estadunidenses, hay un amplio espacio para estar en desacuerdo con la predisposición intelectual dominante de la facultad. Nadie es expulsado de la UFM por discutir contra los mercados. Pero, como mínimo, hasta estudiantes del ala izquierda son expuestos a las ideas, y hay varios ejemplos sorprendentes de estudiantes cuyas vidas se transforman por el currículo.

La universidad financia un programa de becas completo para estudiantes guatemaltecos pobres, pero académicamente dotados, a través del país. Me reuní con un estudiante becado. Su madre teje textiles en una pequeña ciudad con calles de polvo e infraestructura pobre. Él se graduará este año y planea proseguir estudios de economía política. Él describe el impacto que las ideas de libre investigación, libertad, y responsabilidad han tenido en su vida y pensamiento. Y, si bien reconoce que muchos de los estudiantes no están de acuerdo con las idas básicas de la UFM, él cree que tan sólo darse cuenta de ellas es importante para crear el discurso entre sus compañeros estudiantiles. La UFM ha empezado una serie de videos que documentan estas historias notables, de estos estudiantes quienes se sobrepusieron a probabilidades lejanas de graduarse con sus horribles antecedentes.

El compromiso con los principios de los mercados libres permea el ADN de la facultad y administración de la UFM. Como lo señalé en la introducción, los departamentos, centros, y facultad deben pagar precios por usar el espacio físico de la universidad, incluyendo aulas, auditorio, y otras áreas. Hay dos precios, un precio pico para las mañanas y noches y un precio menor para las tardes. La administración de la UFM se dio cuenta que ciertas aulas y horas eran más populares con los estudiantes y facultad. Sin embargo, creyeron que la mejor forma de distribuir estos recursos escasos era con un sistema de precios, de forma tal que la facultad debe pagar por el privilegio de obtener las mejores horas y aulas.

En ultima instancia, no es acerca de cosas pequeñas que se le pide al personal que valore la hora de las aulas de clases, es también acerca de ser empresarial y dinámico. La escuela estimula el pensamiento e iniciativas nuevas, pero, a diferencia de otras universidades, evalúa seriamente esos programas luego de algunos años y usa evaluaciones objetivas para terminar algunos y mantener otros. Si un programa no está contribuyendo al éxito de la universidad, se acaba.

También, la UFM se enorgullece de tener la última tecnología de punta en todas partes del campus. Esto le permite ser ágil, tanto como una empresa. Castillo se jacta ante mí que Zoom se aproximó a la UFM durante la primera parte de las cuarentenas del COVID, para obtener consejos acerca de cómo la universidad estaba usando sus redes y hardware, para manejar las clases dentro de un par de días luego de impuestas las cuarentenas en Guatemala. Mientras que otras instituciones en Europa, Estados Unidos, y América Latina necesitaron semanas para hacer la transición hacia el aprendizaje remoto, la UFM lo hizo sin problemas, pues fue un inversionista temprano y agresivo en tecnología y aprendizaje remoto. Ella apalanca esos recursos para tener acceso a estudiantes y facultad a través del mundo: En cierto momento, la UFM tuvo el “Curso en Línea Abierto Masivo” (CLAM) más grande en el mundo (estudiando Don Quijote de la Mancha).

Promover las ideas de libertad en la UFM no se limita a lo que está pasando en el campus. Después de más de 50 años de entrenar empresarios y líderes intelectuales en el país, ahora, la UFM tiene un impacto en toda la nación, sirviendo como recurso intelectual contra la expansión del gobierno en la economía. Gran parte de América Latina está retrocediendo hacia el despotismo y mercantilismo, pero Guatemala ha aprobado diversas reformas de mercado en áreas como telecomunicaciones y políticas monetarias, El secretario general de la universidad, Ramón Parellada, cree que la universidad contribuye a tal progreso. Muchos alumnos, me cuenta, escriben piezas de opinión en los periódicos nacionales defendiendo la libertad. También, algunos sirven en el congreso nacional. La UFM, afirma él, por mucho tiempo ha servido como baluarte activo contra el socialismo en Guatemala.

LA EDUCACIÓN PROFESIONAL

En última instancia, Ayau reconoció que mientras Guatemala necesitaba una universidad que educara a estudiantes en los principios básicos de la libertad, tal institución, también, necesitaba ofrecer a todos sus estudiantes una razón práctica para asistir ̶ incluyendo aquellos que podrían no estar de acuerdo con las ideas. Desde el inicio, la UFM se enfocó en brindar una educación de alta calidad profesional, a través de un amplio rango de disciplinas. Lo hace, a la vez que mantiene su visión alternativa de una universidad sin inamovilidad en los cargos o muchos otros de los elementos indeseables que hoy día vemos en la academia.

La UFM logra esto en dos formas. Primera, la mayoría de la facultad es instructores de tiempo parcial, quienes trabajan y están en lo más alto de las áreas en Guatemala y todas partes. Médicos, dentistas, abogados, practicantes y otros conforman la mayoría de la facultad. Esto significa que los estudiantes están recibiendo una visión más práctica de las carreras que desean proseguir, una vez que se gradúan.

Esta decisión mató dos pájaros de una sola pedrada: No sólo les dio a los estudiantes una educación más práctica, sino que, también, alivió la necesidad de inamovilidad en los cargos. Ellos pudieron atraer la gente más talentosa ̶ personas comprometidas con los principios de libertad y bien establecidas en sus campos profesionales. Aún más, estos profesores no están enseñando con un equipo pobre o anticuado. El presidente Castillo recuerda que, una importante universidad privada de Nueva York, hace poco envió una delegación a la escuela de dentistería de la UFM de visita al campus e instalaciones. En un momento dado, varios de los visitantes estaban notando en silencio, con envidia, la calidad del equipo y aulas para los estudiantes de dentistería, lo que movió a que un visitante le lamentara a otro, que “ellos tienen mejores cosas aquí ¡en esta república bananera de lo que tenemos en Nueva York!”

La segunda forma en que la UFM intenta hacer más práctica su educación es trazando las tendencias de empresas exitosas, por medio de su facultad profesional y conexiones con empresas. Si usted tiene experiencia reciente en algún número de empresas exitosas, posiblemente ha escuchado acerca del Pensamiento de Diseño. Es un enfoque de resolución de problems que se originó en escuelas de diseño al examinar nuevos productos. El planteamiento se enfoca en cómo la gente reacciona al producto e intenta combinar lo que es factible, deseable y viable. Hay un énfasis en enmarcar bien la pregunta y obtener retroalimentación de los usuarios. La UFM ahora requiere que todo estudiante participe en un proyecto basado en el diseño relacionado con sus intereses y campos. Estos proyectos “Co-Lab” no sólo estimulan el pensamiento práctico, sino que, también, introducen a los estudiantes a la idea de colaborar en equipos interdisciplinarios, una habilidad crucial y hoy altamente deseable para empleadores.

Como me lo recordaron Jorge Gabriel Jiménez e Isabel Moino, directores del laboratorio, la UFM se fundó en un único edificio por un grupo pequeño como facultad, que tenía un empleo secundario como profesores. Abogados, banqueros, y empresarios se juntaron y compartieron espacios. La atmósfera era muy interdisciplinaria. El Co-Lab, afirman ellos, es, en muchas formas, una extensión moderna de ese espíritu fundador. Cada semestre, los directores empiezan por solicitar ideas de proyectos a miembros de la facultad, tales como encarar la mala nutrición, reformar la educación desde kínder hasta secundaria, y administrar el agua de la capital. Como con los horarios de clases, los miembros de la facultad tienen que competir en una actividad de “lanzamiento” por estudiantes que estén interesados en trabajar en dichos proyectos Una vez más, los principios de mercado permean el ADN de la escuela.

En la actividad de lanzamiento, la facultad presenta sus proyectos y los estudiantes conforman listas de sus ubicaciones favoritas. Jorge e Isabel empatan a estudiantes con proyectos basados en la suscripción y necesidad. Cada uno de los proyectos usa los principios del pensamiento de diseño para resolver los problemas, algunos en el sector privado y algunos en el sector público. Los estudiantes de la UFM encaran sus proyectos usando el pensamiento de diseño y soluciones basadas en la libertad. En una verdadera moda de pensamiento de diseño, los equipos son elegidos para incluir estudiantes de una amplia gama de disciplinas. Ellos trabajan en prototipos y hablan con gente de las áreas que tiene que ver con el desafío. De nuevo, los estudiantes aprenden tanto cómo pensar y cómo colaborar, pero, también, escuchan.

Al principio, Ayau logró atraer los mejores profesionales para que enseñaran en la UFM, tan sólo reclutando amigos en su extensa red de contactos. Pero, al crecer la universidad y se estableciera su reputación, la idea de enseñar aquí empezó a cambiar. Como me contó Guy de Wyld, miembro de la Junta Directiva por mucho tiempo, anterior maestro, y amigo de Ayau, enseñar y servir en la UFM ha llegado a ser símbolo de estatus para profesionales de la región. La escuela es ampliamente vista como una de los mejores, si no es que el mejor campo de entrenamiento de profesionales en la región. Ser asociado con la UFM es signo de éxito profesional.

Y, el surgimiento de la universidad como lugar deseable para trabajar, ha ayudado a mantener el tercer factor contribuyente a su éxito: el inusual arreglo institucional. Como la mayoría de universidades, hay un ejecutivo, un rector, y un personal administrativo. Pero, la escuela es, en última instancia, gobernada y, en algunas formas, administrada o supervisada por dos Juntas. Una Junta es una Junta de Directores más convencional, que se reúne mensualmente para tratar acerca de la planificación y asuntos estratégicos de largo plazo. La otra Junta se reúne con mayor frecuencia para supervisar la gestión práctica de Castillo y su equipo.

Lograr individuos que dediquen su tiempo a servir en esas Juntas no es fácil, pero, debido a que es la UFM, la gente le otorga su tiempo. Mario Nathusius es uno de los lideres empresariales más prominentes de Guatemala y era buen amigo de Ayau. Junto con Wyld, ha servido en ambas Juntas y ha estado afiliado con la universidad desde su inicio.
Ellos supieron que Ayau trataba de transferir los ideales y pasión que él trajo, en su amor por el aprendizaje acerca de la libertad. Ellos convencieron a profesionales más jóvenes a involucrarse y dar voluntariamente su tiempo, no sólo su dinero. A pesar de la reputación de la universidad como una especie del Enclave de Galt [Nota del traductor: por la novela de Ayn Rand “La rebelión de Atlas” y se refiere a un pueblo de Colorado, Estados Unidos, que servía, en medio de un valle montañoso, como enclave de los rebeldes] (después de todo, ¡la universidad está en un barranco!), el voluntarismo y el altruismo han desempeñado un papel importante en su historia. Los miembros de mayor edad sirven como ejemplo, al dar su tiempo y honrar la visión de Ayau de una universidad basada en los principios de la libertad.

Y esas Juntas no son sólo para presentarse y dar por buenas todas las actividades de la administración. Ellas algunas veces intervienen en el proceso. Un caso ayuda a explicar algo de la tensión que existe en cualquier institución grande que tiene intereses en competencia. Jessica Paduán es la directora ejecutiva de Fe y Libertad. Ella trabajó en la UFM por más de 15 años en diversas capacidades y tiene muchas conexiones con la facultad y el personal. Ella explica que, como en otros países de la región, el conservadurismo en Guatemala típicamente ha sido asociado con la religión y la sospecha, si no desprecio, hacia el liberalismo clásico y los mercados libres. Fe y Libertad está tratando de promover el evangelio de los mercados libres entre líderes protestantes y evangélicos, así como en la jerarquía católica en Guatemala y en todas partes de la región, no diferente del Acton Institute en Estados Unidos.

Bajo el rector previo, Fe y Libertad se aproximó a la universidad para una afiliación formal y un centro en el campus. A pesar del apoyo del rector, la respuesta de algunos miembros de la facultad y las juntas para alojar oficialmente un centro religioso no fue entusiasta. Si bien Fe y Libertad es reconocido por la UFM como una especie de socio, el centro no está localizado en el campus, y ciertos miembros de la comunidad se opusieron a cualquier tipo de relación. Paduán hace ver que en ciertas formas tratar de reunir organizaciones religiosas con proponentes del mercado libre es siempre un desafío, pero, a ella le preocupa que o bien la UFM es o sólo se le percibe como innecesariamente antagonista hacia grupos religiosos. Ella me dice que esto está limitando el impacto de la universidad e impidiendo que buenos estudiantes consideren la escuela como una opción a escoger su universidad.

¿UN MODELO DE EDUCACIÓN INNOVADOR?

En diversas formas, la historia de la UFM es la historia del movimiento de la libertad durante los últimos 50 años y pico. Fundada durante la Guerra Fría, en respuesta a la amenaza de expansión comunista, tal como la alianza estadounidense entre libertarios y neoconservadores, ha crecido y ayudado a derrotar al marxismo en Guatemala. Al haber madurado y evolucionado, ha llegado a ser más de la corriente principal, pero ha mantenido su compromiso con los valores de su fundador y los principios de la libertad.

Pero, como ejemplo para quien busca reformar la educación superior en el resto del mundo, tal como la Universidad de Austin, la longevidad y éxito de la UFM deberían servir de recordatorio de los desafíos que se enfrentan al empezar nuevas instituciones educativas. Austin parece haberse formado en respuesta a las ideologías del ala izquierda que han surgido en los campus y la intolerancia creciente hacia el disentimiento, tal como en los inicios propios de la UFM. Pero, es importante para todos aquellos que aspiran a instituciones alternativas, que recuerden que las universidades necesitan un punto de venta que va más allá de la marca y los cursos. La gente quiere títulos que sean buenos y mercadeables, que les brinden un paso adelante en la competencia por empleos y estudios de posgrado. La UFM se ha comprometido no sólo con la libertad, sino, también, con una educación profesional de elevada calidad.

Y la UFM ha elegido un camino secular en el movimiento de la libertad y que la coloca en contraste con algunos grupos que pueden ser aliados religiosos naturales, en su búsqueda por impedir que Guatemala vire hacia políticas centralizadas, tanto en la política como en la economía. Al establecerse universidades alternativas en Estados Unidos, ellas pueden encontrar las mismas tensiones dentro de su facultad acerca de temas religiosos. Cómo navegarán esta tensión políticamente inevitable será interesante de mirar.

La UFM no es todas las cosas para toda la gente en el movimiento de la libertad, pero ciertamente ha funcionado. Llegar a este punto no fue tan fácil como simplemente establecerla y esperar que los estudiantes y el dinero entren. Esta no es la historia de la película Field of Dreams [Campo de los sueños]. Ellos la construyeron, pero hacer que llegara gente ha requerido de un plan, trabajo duro, y un gran equipo de apoyo y patrocinadores. Si eso es repetible fuera de su contexto, es una pregunta abierta, pero es una pregunta que deberíamos ver respondida aquí, en Estados Unidos, durante las siguientes próximas décadas.

G. Patrick Lynch es compañero sénior del Liberty Fund.

Traducido por Jorge Corrales Quesada.