Cumplo con lo ofrecido de que, a partir de hoy y por cinco días consecutivos, presentaré, si Dios y mi salud me lo permiten, comentarios sobre el tema de la inflación que considero pueden ser de su interés.

RESEÑA DE LA SERIE “PAÍS DE LA INFLACIÓN” DE THOMAS L. HOGAN-PRIMERA DE CINCO PARTES

Por Jorge Corrales Quesada

El American Institute for Economic Research (AIER por sus siglas en inglés) es una institución dedicada a los principios liberales clásicos del valor de la libertad personal, la libre empresa, los derechos de propiedad, un gobierno limitado y un dinero sano. Para tal fin, “AIER descansa en una investigación objetiva y científica que muestra cómo esos principios y su puesta en práctica conducen a una prosperidad económica sostenida y al florecimiento humano.” Así, AIER hace un esfuerzo educativo sobre esos valores, a fin de que las personas y las sociedades se beneficien de una sociedad libre.

Ese esfuerzo educativo reciente de AIER es en torno al tema de la inflación, en particular, por su relevancia actual, en particular en su nación de origen, pero que es igualmente aplicable a la generalidad del mundo, en que diferentes países experimentan grados distintos del fenómeno álgido y dañino de la inflación.

Con este último objetivo en mente, AIER ha venido publicando una serie de artículos bajo el título genérico “Inflation Nation,” que traduzco como “País de la Inflación,” a cargo del economista Thomas L. Hogan, quien obtuvo su doctorado en economía en la Universidad George Mason y tiene una licenciatura y maestría en administración de negocios de la Universidad de Texas en Austin. El Dr. Hogan, quien ha desempeñado otras labores académicas y en el sector privado, es compañero sénior de AIER y previamente laboró como economista principal del Comité del Senado de Estados Unidos sobre Banca, Viviendo y Asuntos Urbanos. Sus trabajos académicos han sido publicados en revistas especializadas como Economic Inquiry, Journal of Regulatory Economics, y Journal of Money, Credit & Banking.

Esa serie consta de 5 partes, que iré resumiendo y comentando en sendos artículos para mis amigos de Facebook, en que lo le doy todo el crédito merecido al Dr. Hogan.

La primera parte empieza con la definición de algunos términos económicos importantes, que indico a continuación:

(1) ¿qué es la inflación? Según el Diccionario de Economía de Carlos E. Rodríguez, inflación es el “incremento sostenido en el nivel general de los precios y servicios de la economía; esto implica que el aumento de unos pocos precios, sea por razones estacionales o no, no constituye inflación; como tampoco debe denominarse inflación un incremento ocasional de precios.”

(2) El índice de precios al consumidor -el indicador más utilizado para medir la inflación- “mide la variación de los precios de una canasta definida de bienes y servicios que se asemejan al consumo de una familia, en un lugar concreto durante un periodo de tiempo determinado,” según Economipedia. En Costa Rica, según las estadísticas del Banco Central, este índice creció entre diciembre el 2020 y agosto del 2022, en un 13.06%.

(3) El índice de precios de gastos de consumo personal, es la medición preferida por el Banco de Reserva Federal de los Estados Unidos (Core PCE) y que “excluye dos categorías -alimentos y energía- cuyos precios tienden a oscilar más dramáticamente y más a menudo que otros precios. Eso facilita ver la tendencia de la inflación subyacente,” como lo explica Hogan. En Costa Rica, según las estadísticas del Banco Central, este índice creció entre diciembre el 2020 y agosto del 2022, en un 7.78%.

Y esos datos muestran que, en los últimos meses (la información más cercana es a septiembre del 2022), la tasa de inflación medida por el IPC. así como la llamada subyacente, han venido creciendo en los últimos meses con mayor rapidez que en meses previos.

El profesor Hogan, refiriéndose al gobierno de Estados Unidos, pero muy aplicable a las autoridades nacionales, en su artículo señala a diversas personas imaginarias como el hombre del saco (boogeyman en inglés), personaje mítico usado por adultos para asustar a niños para que se porten bien, como responsables de la inflación. Ese uso de hombres del saco no es exclusivo de autoridades gubernamentales de aquel país, pues igual pasa con muchos otros, sino que, también, medios de comunicación e incluso economistas brindan opiniones como esas.

El hombre del saco más mencionado al momento es Putin. Por ejemplo, el presidente Biden habla del “aumento de precios de Putin” para culparlo como responsable de la inflación estadounidense, al elevarse los precios internacionales del petróleo por su invasión a Ucrania. Pero, lo cierto es que los precios del petróleo habían venido creciendo desde mucho antes (en el 2021), al igual que pasó con los precios de los bienes de consumo. Así, señala Hogan, “La invasión rusa a Ucrania puede haber elevado los precios un poquito, pero eso palidece comparado con las políticas gubernamentales erradas de nuestro propio gobierno [el de Estados Unidos].”

El segundo hombre del saco al que se refiere Hogan, es la cadena de suministros. Si bien, en mucho por la pandemia, ha habido problemas significativos en la cadena de suministros en los últimos dos años, no parece ser la causa de la inflación actual, pues los problemas de la pandemia se han corregido en su mayor parte. Indica Hogan que “si los problemas en los suministros fueran la causa verdadera de la inflación, también eso se habría resuelto para ahora, [pero] lamentablemente aquel no es el caso.”

El hombre del saco número 3 mencionado por Hogan es salarios más altos. Creyentes en la espiral de salarios-precios, consideran que salarios más altos aumentan los costos de producción, los cuales se trasladan a los consumidores como precios más altos, lo que, a su vez, ejerce presiones para que se demanden salarios más altos, simplemente para reponer la disminución en los salarios reales (eso es, las tasas de salarios nominales menos la tasa inflación, producto del crecimiento sostenido de la generalidad de los precios.

Al menos en Estados Unidos, mientras que las tasas de salarios han aumentado en un 5% en el último año, ello es inferior al aumento del 8.5 por ciento en los precios a los consumidores. El mayor problema de la inflación es que erosiona el poder adquisitivo de los trabajadores. En el caso de Costa Rica, es sabido que, en los últimos años, dada la vigencia de la llamada regla fiscal, los salarios en el sector público básicamente se han visto congelados, y que, para el 2022, el aumento en las tasas de salarios mínimos del sector privado fue de un 2.09% en promedio (y lo correspondiente en el 2021 fue de 2.53%, año en que la inflación fue de un 3.3%), pero no se tiene información de la tasa de aumento del resto de salarios en la economía, que posiblemente sea baja, dada la elevada tasa de desempleo abierto en la economía de más de dos dígitos (y de subempleo y una economía informal elevados). Esto da indicaciones de que la economía costarricense ha tenido una reducción de los salarios reales en el reciente período inflacionario. O sea, no hay consistencia en la afirmación del tercer hombre del saco de inflación causada por el aumento en salarios.

Según el autor Hogan, “cada uno de los factores citados influye en la inflación de alguna forma, pero ninguno de ellos es lo suficientemente influyente como para ser el chivo expatrio que estaba buscando la Casa Blanca.”

En la segunda parte de esta serie, veremos la opinión del profesor Hogan acerca de la causa de la inflación.

Publicado en mis sitios en Facebook jorge corrales quesada y Jcorralesq Libertad, el 17 de octubre del 2022.