Tercero y último de la serie.

AFIRMACIONES SOCIALISTAS ACERCA DEL CAPITALISMO 3

Por Richard Fulmer
EconLog
19 de julio del 2022

Nota del traductor: la fuente original en inglés de este artículo es richard fulmer EconLog, capitalism 3, July 19, 2022. En él podrá leer enlaces relevantes originalmente en letra azul en el texto.

ECONOMISTAS DEL COMPORTAMIENTO HAN MOSTRADO QUE LOS HUMANOS SON IRRACIONALES. TODA LA ECONOMÍA DE MERCADO SE BASA EN DOS SUPUESTOS FALSOS:


  1. QUE LOS HUMANOS SON ACTORES ECONÓMICOS RACIONALES
  2. QUE LOS PRECIOS DEL MERCADO REFLEJAN CORRECTAMENTE LOS VALORES QUE LA GENTE LES PONE A LOS BIENES Y SERVICIOS


En primer lugar, en mucho la imposibilidad de repetir los hallazgos de los economistas del comportamiento ha descreditado al sector.

En segundo lugar, tratar de decidir qué es “racional” es complicado. Tendemos a pensar que alguien está actuando racionalmente si sus acciones le ayudan a lograr su objetivo, y que está actuando irracionalmente si sus acciones dan lugar a que fracase. Pero, el observador puede no saber o entender completamente los objetivos del actor. O el observador puede tener información que el actor no posee. Si el actor tiene creencias erradas, él puede estar actuando en formas que -si estas creencias fueran ciertas- serían lógicas.

Soy escéptico ante afirmaciones de que las personas son, por lo general, irracionales. Si eso fuera cierto, la humanidad no podría haber sobrevivido. Suponiendo que la teoría de la evolución es correcta, las personas deben haber actuado racionalmente la mayoría de las veces. Y, “la mayoría de las veces” es suficientemente bueno como para que el progreso suceda y que la mayoría de las veces funcionen los dos supuestos de la economía de mercado.

LAS ECONOMÍAS CAPITALISTAS ESTÁN SUJETAS A CORRIDAS BANCARIAS, PÁNICOS, Y RECESIONES.

Desde principios del siglo XIX a través de los años noventa, muchos estados de Estados Unidos prohibieron las sucursales bancarias. El resultado fue que, miles de bancos pequeños con carteras de préstamos no diversificadas, quedaron a merced de las economías locales. Rutinariamente, los bancos colapsaron al fallar las cosechas, caer los precios de los productos, o la quiebra de grandes empresas. Eso no fue un fallo del mercado libre, sino de la regulación gubernamental.

Prácticamente toda recesión y depresión en la historia fue precedida de un auge inflacionario. Los gobiernos causan inflación al envilecer la moneda ̶ ya sea al mezclar metales básicos con oro y plata en la acuñación del país o al acudir a impresoras. La inyección de dinero nuevo en la economía crea un auge temporal, que inevitablemente desemboca en una caída al detenerse o disminuir el flujo de dinero nuevo.

EL CAPITALISMO PONE A LA ECONOMÍA POR DELANTE DE UN AMBIENTE LIMPIO.

Una economía creciente y un ambiente más limpio van de la mano. Un ambiente limpio es un “bien suntuario” que típicamente la gente pobre no puede pagar.

Al enriquecerse, Estados Unidos y Europa Occidental han restaurado el ambiente a lo largo del último medio siglo. El Rio Támesis, por ejemplo, ya no es más la cloaca abierta que lo fue en época de Shakespeare. La “niebla” de Londres y los cielos llenos de humo de Pittsburgh son cosas del pasado.

En contraste, en lugares como Venezuela, China Irán, Cuba y Corea del Norte, la contaminación es peor que en Occidente.

Una diferencia clave entre países capitalistas y socialistas es el respeto a los derechos de propiedad. Tan antes como Aristóteles, la gente reconoció que, “los hombres ponen una mayor atención a lo que es propio; a ellos les importa menos lo que está en común; o, en todo caso, les importa eso tan sólo en el grado en que cada uno está individualmente preocupado.” La frase “tragedia de lo común” se refiere a la tendencia de que recursos no poseídos o poseídos comunalmente se usen en exceso y se abuse de ellos.

Todo el objetivo del socialismo es convertir todas las cosas en algo “en común.” Los resultados han sido horrendos.

EL CAPITALISMO ES RACISTA.

El capitalismo hace que la discriminación sea costosa. Por ejemplo, las empresas de autobuses del Sur de Estados Unidos se opusieron a leyes Jim Crow que requerían que los negros se sentarán en la parte atrás de sus vehículos. Enojar a sus consumidores es malo para las empresas, como lo es mantener asientos vacíos cuando hay pocos clientes del color “correcto.”

EL TRABAJO INFANTIL ES UNA CARACTERÍSTICA DEL CAPITALISMO.

A lo largo de la mayoría de la historia humana, el trabajo infantil no era un “problema,” simplemente era que los niños tenían que sobrevivir. Sólo cuando el capitalismo amplió la habilidad para que una persona produjera lo suficiente para dar sostén a una familia, cuando el trabajo infantil dejó de ser una necesidad.

Las leyes sobre trabajo infantil no entraron en vigencia en Estados Unidos sino hasta que no fueron básicamente innecesarias, pues relativamente pocos niños trabajaban. Cuando se aprobaron leyes similares en países en donde la productividad no había aumentado lo suficiente, los niños continuaron trabajando, pues la única otra opción era el hambre. Por desgracia, al no poder recurrir a la ley, se explotaron peor que antes.

EL CAPITALISMO OPRIME A LA MUJERES.

El capitalismo liberó a las mujeres. Las mujeres son “ciudadanos de segunda clase” en sociedades en las que poseer fuerza bruta es asunto de vida y muerte. Esta realidad no ha cambiado al ondear banderas en demostraciones en las calles. Cambió por las vastas ganancias en la productividad logradas en las Eras Industrial y de la Información. Ahora, cuando la innovación del libre mercado ha hecho que los cerebros sean más importantes que la fuerza muscular, las mujeres están en mayor capacidad de competir con los hombres.

Richard Fulmer trabajó como ingeniero mecánico y analista de sistemas en la industria. Ahora está pensionado y escribe por cuenta propia. Ha publicado alrededor de cincuenta artículos y comentarios de libros en revistas y blogs de libre mercado. Con Robert L. Bradley Jr., Richard escribió el libro Energy: The Master Resource.

Traducido por Jorge Corrales Quesada.