Una buena lección de economía, ahora que vemos a protegidos y defensores del proteccionismo oponiéndose a las decisiones que permitan a los consumidores elegir libremente los productos que desea adquirir según su calidad y al precio menor posible al que puede adquirirlo de donde provenga.

AYUDANDO A ENTENDER EL PROTECCIONISMO A TODOS USTEDES

Por Gary M. Galles
American Institute for Economic Research
22 de julio del 2022

Nota del traductor: la fuente original en inglés de este artículo es gary m. galles american institute for economic research, protectionism, July 22, 2022. En él podrá leer enlaces relevantes originalmente en letra azul en el texto.

Donald Trump, el autoproclamado “hombre de los aranceles,” impuso una panoplia de alzas en las tarifas en el intento mal dirigido de estimular la producción estadounidense. No obstante, Joe Biden, electo en gran parte por quienes odian a Trump, en palabras del Orange County Register “primordialmente ha mantenido esas tarifas en vigencia.”

Esto plantea la pregunta de por qué ambos partidos con esa retórica filosamente opuesta mantienen políticas proteccionistas, cuando el proteccionismo es sólo nuestro gobierno haciendo la guerra contra algunos estadounidenses para beneficio de otros.

Tal vez, el proteccionismo parezca ser atractivo porque su raíz es “proteger” o “protección.”

Todos queremos protegernos a nosotros mismos y lo que es nuestro ante invasiones de otros a nuestros “derechos inalienables.” Desde John Locke, esa protección ha sido reconocida como el área primordial de cualquier gobierno que promueva el bienestar de sus ciudadanos. Esta es la razón de por qué el papel federal esencial es la defensa nacional, para protegernos ante invasiones extranjeras. Asimismo, la policía, cortes y cárceles primariamente protegen a los ciudadanos ante invasiones de sus vecinos.

Si bien suenan parecido, proteccionismo es muy diferente de las protecciones que todos deseamos disfrutar. Todos queremos que nosotros mismos, nuestra propiedad y nuestros derechos sean protegidos. La defensa nacional es para protegernos a todos nosotros. La policía está para “proteger y servir” a todos por igual bajo la ley. Pero, el proteccionismo no puede expandir las protecciones que todos nosotros deseamos.

El proteccionismo otorga un tratamiento especial a favoritos políticos a expensas de los derechos y bienestar de otros,
De hecho, daña a todos los consumidores estadounidenses a quienes no se les da una protección especial, al remover opciones que eligen para sí mismos (como lo ilustra que, deshacer las políticas proteccionistas, podría reducir el precio pagado por los estadounidenses, en momentos en que la inflación rápida se supone es el tópico político número uno), pero, todavía persiste.

Creo que la confusión subyacente involucrada es instigada por el uso de la palabra “nuestro” en inglés, Desde que nos movemos del usted (singular) a lo de todos ustedes (plural), usted puede ser singular o plural [en idioma inglés]. Usted podría decir “esto le protegerá a usted (singular),” dando a entender que “protegerá al individuo al que me estoy refiriendo, y dañar a otros,” o podría significar “esto protegerá al individuo al que me refiero, sin dañar a otros.” El primero es proteccionismo; el segundo es protección, pero el uso actual [en el idioma inglés] es ambiguo.

Esa confusión puede abordarse parcialmente sustituyendo a “usted” por todos ustedes (una idea que, al menos en parte, puede trazarse a una reciente visita familiar a Texas, en donde escuché mucho “todos ustedes,” lo que prácticamente nunca oigo en California del Sur). Pero, aún así dejaría una ambigüedad. Uno podría decir, “esto los protegerá a todos ustedes” y podría significar “protegerá al grupo entero al que me estoy refiriendo, y dañar a otros,” o podría significar “protegerá al grupo entero al cual me estoy refiriendo, sin dañar a otros.” De nuevo, el primero es proteccionismo; el segundo es protección, pero el uso en la actualidad es aún ambiguo.

Tal vez, un propósito más útil sería usar “todos ustedes” para el segundo de los dos significados de arriba ̶ proteger un grupo entero sin dañar a otros. Eso nos ayudaría a ver que, si usted no significa todos en frases como aquellas de arriba, usted está hablando acerca de proteccionismo, no de una protección defendible. Tales políticas van más allá de la protección de nuestros derechos comunes, dañando a algunos necesariamente. No puede beneficiar a todos.
Restringe las escogencias y la competencia, desplazando acuerdos mutuamente beneficiosos para todos excepto los pocos especialmente favorecidos.

Eso significa que la vasta mayoría de estadounidenses empeora con políticas que con honestidad no pueden describirse como beneficiando aquel significado de “todos ustedes.” También, no responde la pregunta de por qué algunos merecen la caridad coaccionada del gobierno por encima del resto de nosotros. Sin embargo, la sutileza de los proteccionistas, al enfocar estrechamente su retórica acerca de cómo eso ayudará a un grupo específico (el usted abordado), esconde de la vista el daño necesario a otros. Y, también, ellos a menudo lo presentan como dándole al grupo favorecido “justicia” ante algunas circunstancias injustas, ignorando el hecho de que dar tal justicia a grupos favorecidos comete necesariamente injusticia contra otros estadounidenses.

Dado que el proteccionismo viola el propósito esencial de cualquier gobierno, cual es beneficiar a todos sus ciudadanos, reemplaza a la justicia de los acuerdos voluntarios con la injusticia impuesta por acuerdos no voluntarios.

El proteccionismo es una negación de protección para todos. Herbert Spencer pensó que eso, en vez, debería llamarse “agresionismo,” para recordarle a la agente que es inconsistente con los derechos naturales de los estadounidenses que el gobierno debería defender. Y agresionismo describe lo que, en muchas formas, ha llegado a ser la esencia de las acciones de nuestro gobierno: violar derechos de algunos ciudadanos -violando la justicia- para expandir peticiones de otros más allá de lo que es consistente con la justicia. Y, eso sólo se puede reconocer preguntando si “esto lo protegerá a usted mejor” puede reemplazarse con “esto protegerá a todos ustedes mejor.” La frecuencia de respuestas de “no” a esa simple pregunta en verdad sería deprimente, pero ayudaría a desinflar el masivamente dañino y ampliamente metastatizado papel de (la regla) del gobierno en nuestras vidas.

El Dr. Gary M. Galles es profesor de Economía en la Universidad Pepperdine. Su investigación se enfoca en las finanzas públicas, la elección pública, la teoría de la firma, la organización industrial y el papel de la libertad, incluyendo las ideas de muchos liberales clásicos y de fundadores de los Estados Unidos. Sus libros incluyen Pathways to Policy Failure, Faulty Premises, Faulty Policies, Apostle of Peace, y Lines of Liberty.

Traducido por Jorge Corrales Quesada.