Este artículo complementa un artículo previo del autor, “Malas explicaciones de la inflación,” que traduje y puse ayer en mi muro. Ambos deben leerse para entender apropiadamente el fenómeno de la inflación.

MEJORES EXPLICACIONES DE LA INFLACIÓN

Por Alexander William Salter
American Institute for Economic Research
29 de junio del 2022

Nota del traductor: la fuente original en inglés de este artículo es alexander william salter american institute for economic research, explanations, June 29, 2022. En él podrá leer enlaces relevantes originalmente en letra azul en el texto.

Hay muchas malas explicaciones de la inflación. Yo comento aquí algunas de ellas. Así que, exploremos algunas mejores. Ellas no están blindadas, pero tienen sentido en términos de teoría económica básica.

Como siempre el lugar para empezar es la ecuación de intercambio: MV=PQ, en donde M es la oferta de dinero, V es la velocidad de circulación (el número de veces en que, en promedio, el mismo dólar es gastado en bienes y servicios), P es el nivel de precios, y Q es la producción real (ajustada por la inflación). La ecuación de intercambio es una identidad. Simplemente nos dice que la cantidad total de dinero gastado (MV) tiene que ser igual al valor nominal de los gastos (PQ).

Para hacer que la ecuación de intercambio sea útil para el análisis económico, necesitamos agregar algunos supuestos. En particular, asumiremos que la velocidad y la producción real son independientes de la oferta de dinero. Esto no siempre es cierto. Muchas recesiones económicas pueden explicarse en parte por una caída súbita en V, lo que significa un aumento súbito en la demanda de liquidez. Sin embargo, es a menudo un buen supuesto para predicciones a corto y mediano plazo.

Todavía más útil es la ecuación dinámica de intercambio, que es la misma fórmula, pero expresada en tasas de crecimiento: gM+gV=gP+gQ. Primero, observe que cuando se discute el nivel de estas variables, las multiplicamos, pero, cuando discutimos sus tasas de crecimiento, las agregamos. Esto será importante luego. Segundo, la versión dinámica nos dice directamente qué está pasando con la inflación (gP). Tal es la razón por la que esta versión de la ecuación es tan útil.

UNA PRODUCTIVIDAD QUE DECRECE

Una explicación posible de la inflación es una productividad que decrece. Somos menos buenos en convertir insumos en productos. En la ecuación dinámica de intercambio, esto se mostraría como una caída súbita en gQ. La economía no se tiene que encoger. Simplemente crece más lentamente que antes. Suponiendo que las tasas de crecimiento de la oferta de dinero y la velocidad permanecen invariables, gP debe aumentar, significando que la inflación se eleva.

Teóricamente, esto tiene sentido. Pero, ¿por qué esta cayendo la productividad? Hay varias explicaciones, como cuellos de botella continuos en la producción debido a la pandemia, así como por la guerra en Ucrania. Una rápida mirada a los datos muestra que el ingreso real y la productividad están creciendo, pero ligeramente más lento que antes. Esto probablemente contribuya a la inflación. Pero, las magnitudes no tienen sentido como explicación primordial.

CUELLOS DE BOTELLA POST COVID Y LA GUERRA DE UCRANIA

Estos importantes acontecimientos se merecen un tratamiento más pleno. De nuevo, ambos son plausibles, pero debemos ser cautos.

Han pasado más de dos años desde que empezó la pandemia. ¿Tomaría, en realidad, todo este tiempo para que sean resueltos los cuellos de botella del COVID y los concomitantes temas de la cadena de suministros? E, incluso si ellos no han sido plenamente resueltos, hoy uno esperaría que los problemas fueran menos severos. Sin embargo, la inflación se mantiene creciendo.

Y, ¿qué acerca de la guerra en Ucrania? Como lo han señalado muchos comentaristas, los precios empezaron a crecer un año antes de la invasión por Rusia. La línea a menudo repetida del presidente Biden acerca del “aumentos de precios de Putin,” es un mal intento de giro político. A pesar de lo anterior, es razonable suponer que precios importantes, como alimentos y energía, han sido afectados por el conflicto. Pero, ¿son ellos el factor principal? Probablemente no.

Podemos comparar la inflación de Estados Unidos con la de otros países para obtener una mejor idea de qué está pasando. Los impactos sobre la oferta mencionados arriba han afectado a todos los países en grados diferentes. Por ejemplo, la invasión de Ucrania ha golpeado a Europa más fuerte que a Estados Unidos. Según Jason Furman, quien sirvió en el Consejo de Asesores Económicos del presidente Obama, los precios disparados del gas natural han tenido un papel mucho mayor en la inflación europea. Él, también, hace ver que la inflación subyacente -que excluye los precios de alimentos y energía- ha sido significativamente más alta en Estados Unidos (6.5 por ciento) que en Europa (3.8 por ciento). Esto no significa que los disturbios de la oferta no estén contribuyendo a aumentos de precios en Estados Unidos. Pero, claramente, necesitamos algo más para explicar la magnitud de la inflación en Estados Unidos.

EL GASTO GUBERNAMENTAL

La observación casual sugiere que un gasto gubernamental al alza causa inflación. Pero, la observación casual con frecuencia yerra. No necesariamente el gasto del gobierno eleva el gasto total. Puede desplazar al gasto privado. El Tío Sam se apropia de una tajada más grande del pastel, pero, en el total, no hay ni más ni menos de él.

Que el gobierno aumente el gasto total depende, un gran parte, de si está concertado con una política monetario expansiva. Por tanto, el efecto del gasto gubernamental sobre la inflación es indirecto.

Empezando en el 2020, el Congreso de Estados Unidos registró déficits fenomenales: alrededor de $3.1 billones y de $2.8 billones en el 2021, respectivamente. Como porción del PIB, eso es un 15 por ciento y un 12 por ciento. El gobierno cubrió esos déficits emitiendo bonos, que se sumaron a la deuda de la nación. Y, muchos de esos bonos encontraron su camino hacia la hoja del balance del Banco de la Reserva Federal de los Estados Unidos [El Banco Central de ese país conocido como la FED].

Entre el 2020 y el 2022, la FED compró alrededor de $3.3 billones en deuda gubernamental. Eso equivale a alrededor de un 55 porciento de los déficits de esos años. Si bien la FED no compró directamente del ministerio de Hacienda [el Tesoro], su apoyo en el mercado secundario fue suficiente para elevar el mercado primario. Es difícil alejarse de la conclusión de que la FED indirectamente financió grandes déficits presupuestarios mediante emisión de dinero. Toda esa nueva liquidez contribuye a nuestro actual episodio inflacionario

Toda travesura monetaria es, en última instancia, culpa de la FED. Pero, tonterías fiscales desempeñaron un papel de apoyo. Sin duda que los hacedores de políticas monetarias se sintieron presionados para lanzar la precaución por el viento y respaldar la masiva expansión fiscal. Nunca podremos saber detrás de la escena cuánto presionaron los políticos a los tecnócratas, pero no lo necesitamos. La cooperación entre hacedores de política fiscal y monetaria explican al alza en la demanda agregada, lo cual podemos ver por el aumento del gasto total por encima de su tendencia.

UNA CONCLUSIÓN CAUTELOSA

Necesitamos tanto del lado de la oferta como de la demanda, para explicar la inflación. En este momento, parece como que la demanda está en el asiento del chofer. Pero, eso podría cambiar. Sabremos más cuando averigüemos si fue positivo el crecimiento real de la producción en el segundo trimestre del 2022. Las evaluaciones en tiempo real de la oferta agregada y la demanda agregada sobre la inflación son muy difíciles. Sin embargo, tenemos suficiente información para concluir que errores de política, en especial del lado de la demanda, avanzan mucho en explicar la inflación actual.

Alexander William Salter es Profesor Asociado de Economía en el Colegio Rawls de Negocios y Compañero de Investigación en Economía Comparada del Instituto del Libre Mercado, ambos en la Universidad Texas Tech. Ha publicado artículos en revistas especializadas importantes tales como the Journal of Money, Credit and Banking, the Journal of Economic Dynamics and Control, the Journal of Macroeconomics, and the American Political Science Review. Sus artículos de opinión han aparecido en The Hill, The American Conservative, US News and World Report, Quillette, y numerosos otros sitios. Salter obtuvo su M.A. y PhD. en Economía en la Universidad George Mason y su licenciatura en Economía en Occidental College. Participó en el 2011 en el Programa de Becarios de Verano del AIER.

Traducido por Jorge Corrales Quesada.