Esperamos que no, y que al ser ahora gobernado Chile por una coalición de socialistas y comunistas, sea más del estilo socialista de Bachelet o Lagos, y menos del estilo comunista de Allende.

¿SEGUIRÁ EL CHILE CAPITALISTA EL MISMO CAMINO QUE VENEZUELA?

Por Rainer Zitelmann
Fundación para la Educación Económica
Miércoles 8 de junio del 2022

NOTA DEL TRADUCTOR: Para utilizar los ligámenes de las fuentes del artículo, entre paréntesis y en rojo, si es de su interés, puede buscarlo en su buscador (Google) como rainer zitelmann foundation for economic education, Chile, June 8, 2022 y si quiere acceder a las fuentes, dele clic en los paréntesis rojos.

Los chilenos votaron por el candidato socialista Gabriel Boric en las elecciones del año pasado y votarán por una nueva constitución el 4 de setiembre. Axel Kaiser, quien posee la Silla Friedrich Hayek en la Universidad Adolfo Ibáñez, discute las implicaciones.

Por mucho tiempo Chile fue considerado como un país capitalista modelo en América del Sur. En el Índice de Desarrollo Humano del 2022, Chile califica de primero entre todos los países latinoamericanos. Y, en el Índice de Libertad Económica del 2022 de la Fundación Heritage, califica como vigésimo, por delante tanto de Estados Unidos como del Reino Unido. En el 2018, la tasa de pobreza en el Chile capitalista fue de 6.4 por ciento, en notable contraste con el 76.6 por ciento en la socialista Venezuela.

A pesar de la increíble historia de éxito -acerca de la que escribo en mayor detalle en mi libro The Power of Capitalism- los chilenos votaron por el candidato socialista Gabriel Boric en las elecciones del año pasado y votarán en torno a una nueva constitución el 4 de setiembre.

¿Cómo pudo pasar esto?

En Santiago de Chile conversé con Axel Kaiser, poseedor de la Silla Friedrich Hayek en la Universidad Adolfo Ibáñez, una de las principales universidades de Chile. También, es fundador del centro de pensamiento libertario Fundación para el Progreso en Chile.

He aquí nuestra conversación.

PREGUNTA:
El 4 de setiembre del 2022, los chilenos votarán acerca de una nueva constitución. Usted advirtió de los peligros ̶ ¿cuáles son sus críticas principales?

KAISER:
En su esencia, la nueva constitución está conformada por una desconfianza profunda en el mercado y una casi ilimitada confianza en el estado. Con 499 artículos, es la constitución más extensa del mundo, pero, en vez de seguir el ejemplo de buenas constituciones, como la Ley Alemana Básica, han copiado mucho de constituciones como aquellas de Venezuela y Bolivia. Un gran problema es que los derechos de propiedad están siendo erosionados. Hasta ahora, cuando el estado expropiaba empresas, estaba obligado a pagarles en efectivo el precio total de mercado. Según el borrador de la nueva constitución, pronto sólo se requerirá que el estado pague un “precio justo” indefinido, y, tampoco, en efectivo. Además, garantiza todo tipo de “derechos sociales,” como el derecho al trabajo ̶ esto es más familiar en la constitución de la RDA (República Democrática Alemana), en que el artículo 15 aseveraba: “Se garantiza el derecho al trabajo.”

P:
También, el borrador de la constitución entroniza los derechos de pueblos indígenas en Chile. Eso en principio suena bien. Pero, usted se opone.

K:
Sí, porque este cambio terminaría con la aplicación uniforme de la ley en Chile. Habría zonas autónomas, por así decirles, en que la aplicación de la ley chilena sería limitada. Ya hoy, el estado de Chile sólo es capaz de imponer sus leyes por la vía de regulaciones de emergencia, pues la anarquía y violencia prevalecen en muchas de estas áreas del sur. Aún nuestro nuevo presidente Gabriel Boric, quien con acritud criticó estas regulaciones de emergencia en el período previo a las elecciones, ahora, él mismo, ha tenido que usarlas, pues la violencia está escalando crecientemente. Los perpetradores de la violencia son grupos extremistas del ala izquierda, pero, ellos están estrechamente ligados con el crimen organizado, en especial tráfico de drogas.

P:
El hecho que Boric haya cambiado su enfoque desde la elección no es nada inusual entre políticos ̶ y, en este caso, también es bienvenido. ¿Se satisfarán las esperanzas de quienes creen que él seguirá una política comparativamente moderada?

K:
Comparado con los comunistas, que crecientemente están llegando a ser influyentes a pesar de su porción modesta del voto, Boric es, por supuesto, moderado. Por otra parte, sin duda alguna, él es un socialista ferviente. Antes de su discurso inaugural del 11 de marzo de este año, él demostrativamente le dio un beso a la estatua de Salvador Allende. Para los socialistas, este en verdad es un símbolo importante, pero, para muchos otros, alimenta temores de que, después de todo, él se embarcará en un camino radical.

P:
¿Ganarán Boric y quienes le apoyan el referendo acerca de la nueva constitución el 4 de setiembre?

K:
Los índices de aprobación de Boric se están derrumbando. El año pasado, cuando los chilenos votaron acerca de si debía o no haber una nueva constitución, ¡un 78 por ciento estaba a favor! En otras palabras, una mayoría abrumadora. Más recientemente, varias encuestas han reportado que una mayoría de chilenos está contra una nueva constitución. Pero, mucho puede suceder entre ahora y el 4 de setiembre, el resultado está aún muy en el aire.

P:
Parece como si Boric y su gobierno estuvieran esperando hasta después del voto, cuando podrían poner en marcha medidas más radicales.

K:
Boric ya ha mostrado dos caras durante la campaña electoral. En la primera vuelta, diseminó eslóganes radicales; en la segunda, se moderó. Esto le permitió atraerse a muchos votantes centristas.

P:
Sí, mi novia, quien proviene de Chile, ciertamente no es del ala izquierda, pero ella también votó por Boric, pues percibió al candidato opositor, José Antonio Kast, como del ala derecha extrema. ¿Qué piensa usted de él?

K:
Kast es un conservador nacional y está, por tanto, a mi derecha, pues soy libertario. Pero, por otra parte, los medios del ala izquierda han exagerado, al retratarlo como un nazi. También, usaron argumentos injustos, por ejemplo, al señalar que su padre era miembro del NSDAP [los nazis]. Pero, sin duda, muchos chilenos votaron de la misma forma como lo hizo su novia ̶ realmente no estaban a favor de Boric, sino contra Kast.

P:
En Venezuela, Hugo Chávez también declaró antes de la elección, que él bajo ninguna circunstancia planeaba nacionalizar empresas e incluso se autodescribió como el “Tony Blair de El Caribe;” esto es, como un social demócrata orientado al libre mercado. De hecho, sus políticas rápidamente se hicieron crecientemente radicales hasta terminar en dictadura y caos. ¿Va Chile a ser una segunda Venezuela?

K:
Aún creo en el sentido común del pueblo chileno y que eso no llegará. Pero, en todo caso, estamos enfrentando años difíciles y amargos. Lo que más me preocupa es la violencia creciente en el país. Y regresar a una política de libre mercado generalmente exitosa, la que, a propósito, fue también apoyada por socialistas durante las últimas décadas -si bien con algunas reservas- me parece poco posible. ¿Por qué los socialistas facilitarían las nacionalizaciones en la nueva constitución, si no tuvieran en sus gavetas los planes correspondientes? Y, lógicamente, los planes para introducir un impuesto a la riqueza también atemorizarán a los inversionistas.

Rainer Zitelmann es un historiador y autor alemán. Su último libro es Hitler’s National Socialism (https://hitlers-national-socialism.com/), que se publicó el 22 de febrero del 2022.

El Dr. Rainer Zitelmann es un historiador y sociólogo. También es un autor mundialmente reconocido, un empresario exitoso y un inversionista en bienes raíces. Zitelmann ha escrito más de 20 libros. Sus libros son un éxito alrededor del mundo, en especial en China. India y Corea del Sur. Sus libros más recientes son The Rich in Public Opinion, publicado en mayo del 2020 y The Power of Capitalism, que fue publicado en el 2019.

Traducido por Jorge Corrales Quesada.