Importantes señalamientos de un destacado economista monetario acerca de las perspectivas de la evolución de la economía rusa post ataque a Ucrania.

RUSIA: DE CAPITALISMO DE LOS AMIGOTES A UNA ECONOMÍA PLANIFICADA EN TRES SEMANAS

Por Lars Christensen
The Market Monetarist
15 de marzo del 2022

Más que viajar durante 20 años, he trabajado profesionalmente y viajado extensamente a Europa Central y Oriental ̶ incluyendo Rusia y Ucrania.

Mis amigos polacos y lituanos, una y otra vez, a través de los años me han advertido acerca de lo ahora sucedido y, debo admitir, que, si bien hace 15 años era escéptico acerca de esta apropiación de Putin, he llegado compartir la idea de mis amigos polacos y lituanos y, en particular, desde el 2014 he temido lo que Putin haría luego.

Así que, por desgracia, del todo no me sorprende la invasión de Putin a Ucrania.

Pero, este posteo en mi blog no es acerca de mis sentimientos ante la invasión -estoy horrorizado y furioso- sino, más bien, es un intento por compartir mi punto de vista acerca de hacia dónde va la economía rusa a partir de ahora.

Por supuesto, mucho depende de lo que suceda en el campo de batalla en Ucrania y si Putin permanece o no en el poder y en que yo no pueda hacer una suposición informada, por lo que mi supuesto aquí es que, efectivamente, hemos ingresado a una “Nueva Guerra Fría” y que las sanciones impuestas contra Rusia permanecerán en vigencia por mucho tiempo en el futuro.

UN GOLPE MASIVO EN EL COMERCIO Y LA LIQUIDEZ

Es obvio para todo mundo que las sanciones y la reacción del sector privado global hacia la invasión de Ucrania por Putin, es un golpe masivo directo a la economía rusa, que ha paralizado totalmente al sistema financiero ruso y la economía en general, y ha reducido el valor del rublo ruso en más de la mitad.

La forma más fácil de entender el golpe es pensar esencialmente acerca de él como el gran impacto en la liquidez que golpeó la economía global en el 2008. Sólo que este es muchas veces más grande. Las implicaciones para la economía rusa son obvias y ese impacto por sí sólo debería esperarse que cause una caída en el PIB real de Rusia de, al menos, entre un 8 y un 10 por ciento.

Sin embargo, lo que quiero discutir en este posteo no es esta forma de perspectiva económica teórica, en vez de un impacto “normal.” El objetivo de este posteo es, más bien, discutir la transformación posible del sistema político económico ruso, que es muy posible veremos en el futuro cercano.

DESDE EL CAPITALISMO DE LOS AMIGOTES HACIA LA ECONOMÍA PLANIFICADA

Previo al colapso de la Unión Soviética en 1991, la economía rusa era una economía comunista planificada, con poca propiedad privada de empresas y, en esencia, sin un uso del mecanismo del mercado.

Durante las últimas tres décadas, la economía rusa ha experimentado una enorme transformación desde la economía planificada hacia lo que podría llamarse una economía de capitalismo de los amigotes basada en mercancías.

Las reformas económicas en Rusia han sido muy imperfectas, hay una corrupción masiva y en verdad la propiedad privada no está garantizada automáticamente. Aún más, los principales intereses empresariales -conocidos popularmente como Oligarcas- se encuentran encamados con la clase gobernante y el gobierno.

El robo, en vez el comercio, ha sido un factor dominante de la economía rusa durante décadas ̶ o, más bien, siglos.

No obstante, hay -o, más bien, ha habido- un uso amplio del mecanismo del mercado y los recursos productivos, en un grado alto grado, se asignan con base en principios del mercado y, por tanto, Rusia puede ser descrita como una economía capitalista ̶ si bien imperfecta o lo que se ha llegado a conocer como una economía de capitalismo de los amigotes. Sin embargo, en tal sentido, Rusia no es muy diferente de muchas otras economías de mercado emergentes.
No obstante, ahora las cosas están listas para cambiar dramáticamente hacia lo peor y, si bien la economía rusa posiblemente permanecerá siendo una “economía de los amigotes”, es posible que en el futuro lo sea sin la parte de “capitalismo.”

Las sanciones contra Rusia significan que ahora Rusia es, en la realidad, totalmente dependiente del trueque en el comercio internacional ̶ petróleo y gasolina a cambio de carros, repuestos, medicinas, tecnología, etcétera.

Eso, combinado con un rublo que ha colapsado, significa que pronto en Rusia podremos estar dirigiéndonos hacia una inflación del 75 al 100%.

Eso sería políticamente inaceptable para el régimen de Putin. En consecuencia, pronto veremos la introducción de controles generalizados de los precios en Rusia, en que los precios se congelan por debajo del precio de mercado.

El resultado de los controles de precios es siempre el mismo ̶ pronto verá estantes vacíos en el supermercado. El régimen culpará a las sanciones y eso será parcialmente cierto, pero, los controles de precios siempre tendrán un efecto aún más devastador. Este es el tipo de cosas que hemos visto en Venezuela durante más de una década.

Con mayor certeza la respuesta política será el racionamiento.

Y dado que el sector financiero esencialmente está colapsado en Rusia, toda asignación de crédito será controlada por el estado y cuando las empresas no puedan hacer dinero con precios muy por debajo del precio de mercado, pronto llegarán a depender plenamente de subsidios gubernamentales para sobrevivir. Las nacionalizaciones vienen como consecuencia natural de la política económica.

De hecho, el gobierno ruso ya ha anunciado que no descarta la nacionalización de las empresas extranjeras en Rusia, y ha dictado que las compañías en Rusia deben convertir a rublos al menos el 80% de las reservas que están en divisas.

Por tanto, es de esperar que en los próximos meses veamos una oleada de nacionalizaciones de facto en Rusia.

En el tanto que las reservas de divisas ahora son muy limitadas y esencialmente todas las importaciones serán mediante trueque y que Rusia tendrá que pagar un precio muy por encima de los precios globales del mercado, deberíamos esperar que todo el comercio internacional pronto sea regulado estrictamente. Se prohibirán todas las importaciones “innecesarias.”

Ya está sucediendo. Ayer el primer ministro ruso Mishustin anunció que ahora todas las exportaciones de azúcar serán prohibidas, pues Rusia está enfrentando “escasez de azúcar.”

También, los jóvenes son un recurso productivo ̶ un recurso productivo que es usado para la guerra, pero la juventud de Rusia ya ha tenido lo suficiente con el régimen de Putin y el colapso de la economía, y el prospecto de ir a la guerra y morir en Ucrania está ocasionando que jóvenes rusos salgan del país. Se ha mencionado que más de 25.000 rusos ya ha salido hacia Georgia desde la invasión de Putin a Ucrania.

En efecto, el éxodo de jóvenes rusos empezó hace más de una década, pero ahora este proceso se está acelerando dramáticamente. Encuestas hechas antes de la guerra en Ucrania una y otra vez han mostrado que a la mitad de la población rusa le gustaría emigrar. Ese número ahora se disparó ̶ particularmente entre jóvenes.

Difícilmente el régimen de Putin puede aceptar eso por mucho más tiempo -y, por tanto, es sólo asunto de tiempo para que se erija un “muro ruso”- y, en la misma forma en que el Muro de Berlín no es acerca de mantener afuera a enemigos, este es acerca de mantener confinada a la población.

Los usuarios de Tuiter en días recientes han compartido imágenes de rusos luchando por el azúcar en los supermercados y en muchos estantes vacíos. No hay nada que celebrar con esto, pero esta es posiblemente la realidad que ahora enfrentan los rusos.

Personalmente no me alegra ver a rusos comunes y corrientes e inocentes sufriendo por el crimen de Putin. He viajado -básicamente por razones profesionales- a Europa Central y Oriental por más de 20 años, y conozco a rusos, polacos, lituanos, ucranianos, etcétera, y a lo largo de esos años ellos han compartido historias acerca de los horrores de vivir en economías dictatoriales comunistas planificadas. Nunca encontré a alguien anhelando por volver a una economía planificada.

La economía de libre mercado y la democracia han sacado a millones de gente de la pobreza en Europa Central y del Este durante las últimas tres décadas. Ahora, Putin ha hecho retroceder 30 años económica y políticamente a 140 millones de rusos.

Putin quería tener de regreso las fronteras de 1991, pero, en vez de ello, obtuvo la economía de 1991. La pregunta que permanece es si él sobrevivirá a eso.

Lars Christensen es un economista danés internacionalmente reconocido, quien se especializa en economía internacional, mercados emergentes, y política monetaria. Lars tiene más de 20 años de experiencia en gobierno y banca y es fundador y dueño de Markets and Money Advisory y es compañero sénior del Instituto Adam Smith de Londres. Su blog Market Monetarist [Monetarista de Mercado} desde que empezó en el 2011 se convirtió en uno de los principales sitios internacionales para bloguear acerca de política monetaria.

Traducido por Jorge Corrales Quesada.