LO QUE UN ECONOMISTA SABE ACERCA DE VACUNAS DE COMPINCHES

Por Barry Brownstein
American Institute for Economic Research
20 de febrero del 2022

Nota del traductor: la fuente original en inglés de este artículo es barry brownstein american institute for economic research vaccines, February 20, 2022. En él podrá leer enlaces relevantes originalmente en letra azul en el texto.

Como economista, mi trabajo no es ayudarle a tomar sus decisiones de salud acerca de las vacunas para el Covid. Su historial de salud, edad, evaluación subjetiva del riesgo, y muchos otros factores hacen que recomendaciones mías no tengan sentido. Sin embargo, puedo elevar su conocimiento de distorsiones que conducen a una mala toma de decisiones.

No me estoy refiriendo a la distorsión más obvia ̶ los mandatos. Las órdenes alteran la toma de decisiones, pero, quienes alteran sus decisiones saben precisamente por qué su decisión fue alterada. Peores son las distorsiones que usted no ve; lo que usted no ve no le da poder para hacer algo al respecto. La censura, y cualquier cosa que restringe el flujo de información, conduce a decisiones subóptimas, y, como los mandatos, la censura no será el foco de este ensayo.

Se ha distorsionado el proceso del mercado de vacunas. Para reconocer las distorsiones y entender sus consecuencias, empecemos con un ejemplo menos cargado que las vacunas.

Suponga que el empresario Smith anuncia que la Compañía de Conducción Automática Smith ha desarrollado un carro de nivel 5, plenamente autónomo, que se maneja sin chofer. El carro no requiere de atención humana. Smith afirmó que las pruebas de la compañía mostraron un récord de seguridad impecable del 100 por ciento. Una nueva Comisión Federal de Seguridad de Conducción Automática (CFSCA) revisó la evidencia y votó por permitir que esos carros sin chofer anduvieran por las calles.

¿Suena bien? Para una persona cuyas habilidades han sido desafiadas por la edad, fatiga, adicción, o enfermedad física, el invento de Smith sería una ayuda.

Agreguemos esta arruga. Smith demanda que el gobierno legalmente asegure a la Compañía de Conducción Automática Smith y los choferes de esos carros de Smith que estarán exentos de demandas por responsabilidades si falla la tecnología de manejo de carros. Si el vehículo se estrella, el dueño del carro no puede demandar a la Compañía de Conducción Automática Smith y otros no pueden responsabilizar al dueño del carro por el accidente, pues los dueños no son choferes. Smith afirma que la tecnología de conducción automática es esencialmente para aumentar la seguridad en las autopistas: el uso de la tecnología no puede retrasarse por juicios. Las demandas de Smith son concedidas. La presidencia de la CFSCA proclama que los carros de Smith son un milagro de la ciencia moderna. Se censuran noticias de accidentes de vehículos; los que advierten que la tecnología no es tan segura como se alega, son llamados teóricos de la conspiración, que están allí afuera para detener el progreso del automóvil.

Si usted dice que este escenario es poco posible que pase con los automóviles, probablemente está en lo correcto. No obstante, es precisamente lo que ha sucedido con las vacunas para el Covid.

LA EXENCIÓN A SER DEMANDADOS DISTORSIONA LAS DECISIONES

Hace casi 40 años, me interesé en el papel que las compañías de seguros juegan en reducir la seguridad. Inicialmente apliqué mi análisis a la industria de energía nuclear.

En mayo del 2020, apliqué el mismo marco de análisis a la seguridad de la vacuna para el Covid y escribí “Why ‘Operation Warp Speed’ Could Be Deadly” [“Por qué la ‘Operación Warp Speed’ podría ser mortal.”] El ensayo reporta acerca de la exención de ser demandados por responsabilidades otorgada a manufactureros de vacunas para el Covid, al amparo de una declaración de febrero del 2020 por Alex Azar, quien en aquel momento era secretario de Salud y Servicios Humanos de Estados Unidos.

La orden de Azar les otorgó a quienes “manufacturaran, distribuyeran, administraran, prescribieran o usaran” cualesquier tratamiento o vacunas para el Covid “inmunidad ante demandas y responsabilidades… a todos los reclamos por daños.”

Mi ensayo del 2020 anticipó cómo las exenciones de demandas por responsabilidades distorsionarían las decisiones y aumentarían el riesgo. Exentas de demandas y daños, las empresas farmacéuticas corrieron a desarrollar las vacunas; siendo suspendidos los protocolos estándar para el desarrollo y pruebas.

Las vacunas han sido fuertemente promovidas, incluso para grupos de gente con bajo riesgo por el Covid, pero con mayor riesgo por efectos colaterales de la vacuna. Por ejemplo, la población joven adulta está en riesgo de sufrir miocarditis después de ser vacunada. Incluso el médico pro vacuna, Paul Offit, entendió el riesgo y le aconsejó a su hijo de alrededor de 20 años de edad que se abstuviera de la vacuna de refuerzo. No obstante, algunas universidades ordenaron un refuerzo de la vacuna para el Covid al regresar a clases en el semestre de primavera. Podemos estar seguros al 100% que las compañías farmacéuticas no promoverían promiscuamente las vacunas si las compañías no estuvieran exentas de demandas por responsabilidades.

El libertario profesor de derecho Richard Epstein ha explorado el problema de limitar las demandas. Escribiendo acerca del derrame de petróleo de la British Petroleum en el Golfo de México en el 2020, explicó que, “La mejor forma de disuadir derrames futuros es exponer a los perforadores a los costos totales de cualquier error y no dejar que ninguna compañía sin seguro adecuado opere cerca de una torre de perforación de petróleo.”

Las compañías de seguros no capturadas por burócratas gubernamentales son los mejores reguladores, pues las aseguradoras son mejores en la evaluación del riesgo. Lo explica Epstein:

“Un sistema firme de responsabilidades hace más que brindar compensación ante daños serios después del hecho. También, separa al trigo de la paja ̶ de forma que, en este caso, compañías con perfiles débiles de seguridad no se arriman a una milla de una perforación de petróleo. Es posible que un seguro sólido haga mejor trabajo en ponerle un precio al riesgo que cualquier programa de supervisión gubernamental. Sólo los operadores fuertes, altamente incentivados y plenamente garantizados, necesitan pedir permiso para operar.”

Generalicemos la lógica de Epstein. Cuando las compañías farmacéuticas se sujetan a la disciplina de obtener coberturas de seguros, se incentiva fuertemente a que las compañías produzcan vacunas más seguras.

El caso contra la exención de demandas por responsabilidad no es un caso contra las vacunas; es un caso contra la producción y promoción distorsionada de vacunas. Los límites a las demandas por responsabilidad sobrepasan los incentivos para reducir el riesgo brindado al tener que pagar primas de seguros. El resultado es que las vacunas son menos seguras de lo que serían alternativamente.

En resumen, la mejor forma de asegurar la seguridad de la vacuna es exponiendo a las compañías farmacéuticas a la totalidad de los costos ante cualquier error, y no dejar que ninguna compañía sin seguro apropiado esté cerca de un cuerpo humano.

Las compañías aseguradoras son reguladores imparciales que no toman atajos. No hay una puerta giratoria entre empleados de empresas aseguradoras y empleados de Grandes Farmacéuticas. También, los accionistas y tenedores de bonos de las compañías son reguladores. Sin protección contra demandas por responsabilidad, una vacuna con un perfil pobre de seguridad es una mala inversión, así que es menos posible que se lance al mercado.

Mi ensayo del 2020 advirtió de posibles órdenes de vacunarse y muchos economistas correctamente se opusieron a tales mandatos. Tan tarde como el 2021, las advertencias acerca de órdenes por venir fueron llamadas desinformación. Sin embargo, pasaron sin ser notadas las advertencias acerca de las consecuencias de eximir de responsabilidad a las Grandes Farmacéuticas.

Muchos estadounidenses fueron seducidos por la promesa de una solución instantánea a la pandemia. Inyéctese y la vida retornara a la normalidad. Logre que mucha gente se vacune y el virus será eliminado.

LA CAPTURA REGULATORIA

Intereses de los amigotes capturan la regulación y supervisión. Hay buena documentación de los lazos financieros entre funcionarios gubernamentales y compañías farmacéuticas, así como de la puerta giratoria entre funcionarios gubernamentales y empleados de compañías farmacéuticas.

Stéphane Bancel, gerente general de Moderna, recientemente reveló la relación cercana de Moderna con los CDC:
“Siempre ha habido una gran sociedad entre expertos de salud pública, reguladores y fabricantes de vacunas, para averiguar cuál es el mejor camino. Como dijo Tony, durante dos años todos hemos trabajado literalmente siete días a la semana para averiguar cómo luchar contra este enemigo común, el virus.” La “gran sociedad” beneficia a compañías farmacéuticas, pues es más barato capturar a reguladores que manufacturar una vacuna segura que sería garantizada por las compañías de seguros.

En su artículo “La competencia como proceso de descubrimiento,” Friedrich Hayek observó que “Ya sea en los deportes como en los exámenes, y no menos en la adjudicación de contratos gubernamentales o de premios a la poesía, sería obviamente inútil organizar competencias si supiéramos de antemano quién será el ganador.” Eso es exactamente lo que hizo el gobierno. Aunque no ha existido una vacuna exitosa contra el coronavirus, las vacunas fueron declaradas como la estrategia ganadora para terminar con la pandemia.

Envueltos en el manto de “la ciencia,” los reguladores y Grandes Farmacéuticas han sometido al público a inexactitudes continuas. Tony Fauci, en un embuste del 2021, declaró que las vacunas eran un “callejón sin salida para el virus.” En el 2021, la directora de los CDC, Rochelle Walensky, aún estaba diseminando propaganda de las Grandes Farmacéuticas: “la gente vacunada no transmite el virus, no se enferma.” El Dr. Fauci aún mantenía su promesa de “eliminación” del Covid.

Dada la distorsión constante de la información y falsas promesas que venían de las Grandes Farmacéuticas y sus reguladores, difícilmente podemos culpar a quienes pensaron que las vacunas eran una solución sencilla a la pandemia.

EFECTOS NO VISTOS

Sigamos los efectos no anticipados de eximir de responsabilidad legal a los manufactureros de la vacuna para el Covid. Consagrar las vacunas como la forma de lidiar con la pandemia frenó el descubrimiento de alternativas. También, consagrar al inefectivo remdesivir como uno de los únicos tratamientos para pacientes hospitalizados de Covid, bloqueó el proceso de descubrimiento.

Cuando las vacunas para el Covid, protegidas ante demandas, fueron llevadas al mercado, los dólares de investigación y desarrollo fueron a dar a las vacunas en vez de la terapéutica. De nuevo, mi trabajo como economista no es evaluar la evidencia a favor o en contra de la ivermectina, fluvoxamina, hidroxicloroquina, e incluso remedios de venta libre como Pepcid. Mi trabajo es mostrar cómo las decisiones de salud están siendo distorsionadas.

El proceso que descubre nuevas y mejores alternativas es alimentado por la competencia en el mercado. Los economistas Israel Kirzner y Friedrich Hayek, ambos, enfatizaron que el proceso del mercado es un proceso de descubrimiento.

En su ensayo, “Los peligros de la regulación: Un enfoque de proceso del mercado” contenido en su libro Discovery and the Capitalist Process, Kirzner revela sistemáticamente las distorsiones al proceso de descubrimiento, cuando se introduce la regulación gubernamental.

Kirzner explica cómo la competencia es necesaria para descubrir oportunidades no explotadas, que mejoren nuestro bienestar. “La competencia,” escribe él, “pone presión a los participantes en el mercado para que descubran dónde y cómo se pueden ofrecer al mercado mejores oportunidades aún desapercibidas.”

En “La competencia como proceso de descubrimiento,” Hayek explica que la competencia es un “procedimiento para descubrir hechos que, de no recurrir a ella, serían desconocidos para todos o, por lo menos, no serían utilizados.” A los gobiernos no les gusta la competencia pues sus “resultados son imprevisibles y diferentes, en general, de aquellos que alguien pudiera haber perseguido deliberadamente.”

En resumen, el proceso del mercado revela más de lo que es conocido por nosotros o cualquier grupo de nosotros. Como escribieran recientemente dos de los coautores de la Declaración de Great Barrington, los doctores Martin Kulldorff y Jayanta Bhattacharya, “Por desgracia, sentado encima del mayor alijo de dinero para la investigación de enfermedades infecciosas, con un presupuesto anual para la NIAID (siglas en inglés de Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas) de más de $6 miles de millones, el Dr. Fauci estuvo en capacidad de comandar la estrategia del país para la pandemia con poca oposición de otros científicos de enfermedades infecciosas.” La innovación en el cuido de la salud bajo órdenes y control no funciona.

Si ignoramos el verdadero proceso de conocimiento al dictar el final de un proceso de descubrimiento aún cuando el proceso está en camino, el problema no se resolverá. Es por medio de la competencia como descubrimos los hechos que necesitamos para los verdaderos avances.

EL PROCESO DEL MERCADO REVELA LO QUE SE NECESITA

Es un error creer que el gobierno respaldó las vacunas por encima de terapéuticas debido a que todos sabían que las vacunas funcionarían mejor. Hubo voces que advirtieron que la vacunación en una pandemia no era inteligente, pues, al hacerlo, creaba variantes. El editor del British Medical Journal, Peter Doshi, estuvo entre quienes advirtieron contra aceptar las afirmaciones de Pfizer acerca de eficacia. Puntos de vista alternativos han sido ignorados, si no es que silenciados.

Al proceso del mercado no le importa el que “todo el mundo lo sabe.” Todo mundo en Blockbuster sabía que Netflix no era una amenaza a su modelo de tienda física, hasta que el mercado reveló que sí lo era. Todo mundo sabía que America Online era el futuro, hasta que el mercado mostró que era una pobre imitación de Internet.

Lo explica Kirzner, “El proceso del mercado competitivo se necesita no sólo para movilizar el conocimiento existente, sino, también, para generar consciencia de oportunidades cuya misma existencia hasta ahora no ha sido conocida por alguien del todo.” Durante esta crisis, muchos han actuado como si la ciencia ya está establecida. Kirzner ha expresado palabras para quienes alegan conocer el mejor camino:

“El proceso en sí es uno continuo de descubrir oportunidades. El descubridor de oportunidades, por sí mismo, al menos, no ha tenido idea alguna de su misma existencia. En otras palabras, el mercado no es sencillamente un proceso de buscar información acerca de la necesidad de la cual los hombres previamente se habían dado cuenta; es un procedimiento de descubrimiento que tiende a corregir la ignorancia de la que los mismos descubridores del todo no se habían dado cuenta que ellos eran ignorantes.”

Deje que las palabras de Kirzner se profundicen. A lo largo de esta crisis, quienes han alegado conocer qué es lo que se necesita saber han sido enaltecidos. Esos valientes médicos de la primera fila, conocidos y desconocidos, como los doctores Pierre Kory, Paul Marik, y Peter McCullough, quienes se aventuraron en un proceso de descubrimiento para salvar las vidas de sus pacientes, han sido denigrados. El Dr. Byram Bridle, propiamente un médico heroico del Covid, describe a sus valientes colegas de esta manera:

“Mientras que muchos de sus colegas sucumbieron a presiones públicas y fallaron en seguir la ciencia, ellos demostraron un compromiso real con el juramento hipocrático. Usaron su profundo entrenamiento clínico para hacer lo que hacen mejor en tiempos de crisis médicas; ellos valoraron la situación, identificaron rápidamente los mecanismos claves que impulsaban al COVID-19, y readaptaron medicinas seguras fácilmente disponibles para tratar efectivamente a esta novedosa enfermedad. Estos dos últimos años han identificado quienes son los verdaderos héroes médicos.”

No es de extrañar que esta crisis sea interminable. Cuando creemos que los expertos tienen todo el conocimiento necesitado, el sufrimiento humano resultante no es producto del Covid sino de nuestra ignorancia del proceso de descubrimiento del mercado.

En el pasaje siguiente de Kirzner sustituya con “expertos sobre el Covid” en vez de “ingenieros sociales.” “Un reconocimiento que el mercado rinde conocimiento -del tipo de conocimiento que la gente en el presente ni siquiera sabe que lo necesita- debería engendrar, entre ingenieros sociales potenciales que buscan reemplazar o modificar los resultados del mercado libre, un sentido definitivo de humildad.”

¿PUEDE FRACASAR EL PROCESO DEL MERCADO?

Usted puede decir que la pandemia es una emergencia grave y que, si se le dejara por sí sola, el proceso del mercado habría fallado. Kirzner nos advierte revisar nuestros supuestos. Sin un involucramiento con el proceso del mercado no sabemos qué conocimiento no está descubierto o está perdido. Lo explica Kirzner,

“Para anunciar que uno puede mejorar el desempeño del mercado, también, uno debe alegar que conoce de previo lo que el mercado revelará. Este conocimiento es claramente imposible en todas las circunstancias. De hecho, en donde se ha impedido el proceso del mercado, en general, no será posible apuntar con certeza qué se podría haber descubierto y que ahora se ha perdido.”

Usted puede darse cuenta de cuales soluciones que emergen del proceso de descubrimiento pueden ser incompletas, dejar vacíos, y quedarse cortas en múltiples formas. Kirzner explica que el proceso de descubrimiento del mercado revelará y enfrentará esos problemas. Él explica que “Se puede descansar en que, en el futuro, ineficiencias genuinas generen procesos del mercado para su propia corrección.”

Si existen ineficiencias debido a una crisis, como una pandemia, entonces, como escribe Kirzner, el “mercado aún no ha descubierto todo lo que él con seguridad pronto tiende a descubrir.

Necesitamos hacer esta pregunta: ¿Hay mayores posibilidades de mejores resultados bajo la dirección del Dr. Fauci que del proceso de descubrimiento del mercado?

Si usted piensa que los mejores expertos llegan a las alturas de agencias como los CDC y la FDA, cuestione su supuesto. Los alabados que están estableciendo la política son, a menudo, invenciblemente ignorantes. Advierte Kirzner,

“Nada asegura que funcionarios gubernamentales que pueden percibir más exactamente las condiciones del mercado que otros, tenderán a reemplazar a reguladores menos competentes… Ningún proceso sistemático parece funcionar para resolver qué reguladores pueden venir a descubrir lo que ellos no han conocido, en especial dado que ellos no han sabido que disfrutan menos que una consciencia completa de una situación en particular.

Escribe Kirzner, “El efecto más grave de la regulación gubernamental en el proceso de descubrimiento del mercado bien puede ser la posibilidad de que la regulación, en una diversidad de formas, pueda desalentar, dificultar, e incluso impedir totalmente el proceso de descubrimiento del mercado no regulado.”

FUERA DE LO DESCONOCIDO

La planificación centralizada de la salud significa seleccionar los planes de menor denominar común que apelen a las masas. Los funcionarios básicamente ignoraron la relación entre obesidad y Covid. Bajo nuestro actual sistema de cuido de la salud de los enfermos, en que la responsabilidad personal se excluye a favor de soluciones de un solo tipo que sirven para todo, muchos no pueden ser inducidos a asumir la responsabilidad de comer bien y ejercitarse. No obstante, el gobierno puede inducir a las masas a que se inyecten.

Alguna gente tiene más fe en el Dr. Fauci que en el proceso del mercado, pero, su desconfianza se basa en una ignorancia de economía. Permanecer ignorante de la economía es destruir la salud y bienestar de millones. Escribe Kirzner, “La intervención deliberada del estado no sólo puede servir como substituto imperfecto del proceso deseable de descubrimiento, sino, también, impedir el proceso deseable de descubrimiento cuya necesidad no ha sido percibida por el gobierno.”

En su deseo de promover vacunas, el gobierno ha negado que hay terapéuticas efectivas para el Covid. De hecho, la emisión de una Autorización de Uso de Emergencia para las vacunas dependió legalmente de que no hubiera tratamientos aprobados. La ignorancia, corrupción, y arrogancia costaron vidas. La ivermectina, hidroxicloroquina, fluvoxamina y otras terapéuticas aún desconocidas han sido impedidas por reguladores, hospitales, y censores.

En vez de terapéuticas, los recursos se desvían a vacunas interminables. Hay razones por las que nunca se ha descubierto una vacuna exitosa contra el Coronavirus. Escribe Kirzner, “Nada dentro del proceso regulatorio parece ser capaz de simular, siquiera remotamente bien, el proceso de descubrimiento que es tan íntegro al mercado no regulado.”

Y no olvidemos la advertencia de Kirzner: “La única forma que ahora es bien anticipada de una nueva oportunidad de “ganancias” creada por la regulación, aunque difícilmente el curso deseado, involucra soborno y corrupción de los reguladores.”

El Dr. Fauci, la Dra. Birx, el presidente Trump, el presidente Biden, y todos aquellos que siguieron sus órdenes creen que las mentes limitadas de expertos ungidos son superiores al proceso de descubrimiento del mercado. Su soberbia y arrogancia estarían siendo sustituidas por un proceso impersonal de descubrimiento del mercado que produciría magnificencia.

Piense en la diferencia entre un negocio manejado por el estado en la antigua Unión Soviética y un moderno supermercado en Estados Unidos. En 1989, Boris Yeltsin tuvo su primer encuentro con un supermercado estadounidense. Mientras se asombraba ante la cornucopia de alimentos que vio, quedó abatido ante el empobrecimiento innecesario de los ciudadanos soviéticos. Nosotros lloraríamos ante el innecesario sufrimiento de nuestra lucha prolongada contra el Covid, si pudiéramos ver qué tratamientos para el Covid ya hubieran sido revelados en un proceso de descubrimiento no distorsionado.

Como los anteriores comunistas, quienes creen ser los amos del universo, rechazarán la idea de que de la nada pueden venir soluciones más ricas, más detalladas, que lo que sus mentes jamás mantuvieron o concibieron. El ungido promovió el temor en la población pues mentes nubladas por el temor aceptan sus dictados. El Dr. Peter McCullough lo expresa así: “El público tenía que ser mantenido bajo temor y pagar un precio alto con hospitalizaciones y muertes para que aceptara a plenitud vacunas que no eran plenamente evaluadas o seguras, y que fueron coercitivamente promovidas con resarcimiento pleno a manufactureros y administradores de inyecciones.”

El temor a lo desconocido proviene de ignorancia acerca del proceso del mercado. Sin embargo, sentirse confortable en lo desconocido es exactamente lo que brinda la nueva terapéutica. Con tratamientos efectivos, el temor disminuiría, y las vacunas se desarrollarían juiciosamente para quienes las demandan. Bloquear el descubrimiento, por la vía de exenciones de demandas por responsabilidad a amigotes, cuesta vidas.

Barry Brownstein es profesor emérito de economía y liderazgo en la Universidad de Baltimore. Es autor de The Inner-Work of Leadership, y sus ensayos han aparecido en publicaciones como la Fundación para la Educación Económica e Intellectual Takeout.

Traducido por Jorge Corrales Quesada.