CUBA APRENDE DEL TOTALITARISMO NICARAGÜENSE

Por Jorge Corrales Quesada


¿Quién lo iba a imaginar? ¡Cuba copiando medidas totalitarias del gobierno nicaragüense para imponerlas sobre sus propios ciudadanos!

De acuerdo con una información reciente en La Nación del 29 de enero titulada “Cuba penará uso de fondos para ‘actos contra Estado,’” el gobierno cubano está planeando un nuevo proyecto de Código Penal, en donde se penalizará con prisión “a la persona u organización que reciba fondos o recursos materiales ‘con el propósito de sufragar actividades contra el Estado y su orden constitucional.’”

Aquí muchos costarricenses sabemos que un código similar fue empleado por los tiranos vecinos, Daniel Ortega y señora, para asegurar su permanencia ad secula seculorum y con la medida evitar una derrota en las pasada elecciones, al encarcelar e impedir la participación de numerosos líderes de la oposición civil que intentaban buscar ser electos al cargo. Ello con base en leguleyadas similares -y a una ley vigente en Nicaragua- a las que contiene el proyecto de legislación en Cuba. Obviamente, las elecciones nicaragüenses no fueron más que una farsa, que claramente sólo aseguró la reelección de la dinastía, al impedirle al ciudadano común y corriente de ese país expresar su plena libre voluntad de elegir a sus gobernantes.

Esa movida tiránica en Nicaragua, que se piensa copiar en Cuba, no se debe a que hay posibilidad alguna de que en las elecciones bajo el socialismo isleño los votos libres sirvan de algo, pues, en realidad, hoy no hay libertad para que partidos verdaderamente opositores puedan presentar candidatos (los resultados “arreglados” son casi siempre superiores al 95% a favor de la dictadura, práctica normal en naciones marxistas), sino que parece ser una reacción ante el último y reciente levantamiento ciudadano contra la dictadura herencia de los Castros totalitarios. Es sabido que pronto se someterá a la justicia “imparcial” del gobierno cubano a los ciudadanos de ese país, principalmente jóvenes, quienes se atrevieron a expresar públicamente la posibilidad de tener un gobierno que satisficiera sus derechos humanos y les permitiera un bienestar económico, social y político ausente en el paraíso socialista.

Como eficientes tiranos, los gobiernos de Nicaragua y Cuba comparten sus prácticas, pues saben que, lo único que puede debilitar a los tiranos, es que haya un destello de libertad que alumbre a los ciudadanos libres de corazón. La fuerza opresora es necesaria para que obedezcan la omnisapiencia de los amos de turno y, como la libertad entra por rendijas, siempre los déspotas intentarán tapar cualquier fisura que pueda permitir que entre y debilite su satrapía. Y, además, servirá de lección para cualquier generación futura en Cuba que pretenda cambiar la consigna oficial de “Patria o muerte” por “Patria y vida,” como lo cantaron los jóvenes en las protestas de julio del 2021.

Publicado en mis sitios en Facebook jorge corrales quesada y Jcorralesq Libertad, y en el del Instituto Libertad, el 30 de enero del 2022.