Un aniversario importante en la historia del pensamiento económico, que vale la pena tenerlo presente por el gran aporte brindado al conocimiento de la economía.

150 AÑOS DE LA ESCUELA DE ECONOMÍA AUSTRIACA

Por Caleb Fuller
ECONLIB
2 de agosto del 2021

Nota del traductor: la fuente original en inglés de este artículo de caleb fuller es https://www.econlib.org/library/colu...n.htmlamerican. En él podrá leer enlaces relevantes originalmente en letra azul en el texto.

¿Es 1871 el año más importante en la historia de la ciencia social? Pienso que es así. Ese año, el periodista financiero austriaco Carl Menger publicó su Grundsätze der Volkswirtschaftslehre ̶ o Principios de Economía. Luego en ese año, el eminente economista británico, William Stanley Jevons, publicó La teoría de la economía política.

Ambos tratados ofrecieron una solución (similar) a la famosa “paradoja del valor:” ¿Por qué son los diamantes, una fruslería, más caros comparados con el agua, algo esencial para sostener la vida? Alguna versión de esta pregunta había dejado perplejos a luminarias como Platón, Tomás de Aquino, Copérnico, John Locke, Adam Smith, y Benjamin Franklin, para citar a unos pocos. Cuando Menger, Jevons, (y unos años más tarde), Leon Walras brindaron una respuesta basada en la escasez relativa de diamantes con respecto al agua, ellos cambiaron para siempre a la economía. Sólo el descubrimiento casi simultáneo de Newton y Leibniz del cálculo rivaliza con el avance fortuito de estos tres pensadores.

A partir de ello, la estrella de Menger se elevó rápidamente, cuando estudiantes de toda Europa acudieron a estudiar con él. Estaba emergiendo la llamada “Escuela Austriaca” de le economía.

UN LEGADO DURADERO

Quince décadas después del trabajo esencial de Menger, la tradición austriaca en economía sobrevive como una comunidad vibrante de dialogo económico. Tal como fuera cierto pocos años antes de la publicación de 1871 de Menger, esta comunidad se caracteriza actualmente por “sub tradiciones” algunas veces complementarias, otras veces rivales ̶ una marca requerida en un programa de investigación progresivo.
No obstante, todas las tradiciones identificables con la Escuela Austriaca contemporánea han tendido a enfatizar ciertas proposiciones analíticas derivadas de la idea fundacional de que las “ciencias del hombre” deberían emplear métodos diferentes de las “ciencias naturales” (una posición conocida como “dualismo metodológico”).

Contra las ideas de algunos comentaristas laicos, la economía académica austriaca es diferente de cualquier posición ideológica -ya sea de izquierda o derecha- así como de movimientos populistas recientes, que a menudo se han apropiado del calificativo. En vez de eso, es un cuerpo de trabajo analítico dirigido a interpretar y entender el mundo social. Y, mientras que no siempre ocupa el centro de la escena del pensamiento científico social, sería un error caracterizar la tradición austriaca como un movimiento intelectual de “aguas residuales.”

Aunque un primo intelectual cercano a lo que hoy podría llamarse la “corriente principal” o economía neoclásica, la Escuela Austriaca sobrevive como una tradición intelectual diferente debido al poder explicativo de sus ideas y una serie de acontecimientos históricos, que han revindicado repetidamente la perspectiva austriaca. Abajo menciono lo más notable.

LA REFUTACIÓN DEL MARXISMO TEÓRICO

Actualmente, muy pocos economistas se identifican explícitamente como Marxistas [ver Karl Marx]. Esto en mucho es atribuible al trabajo del estudiante más importante de Menger, Eugen von Böhm-Bawerk. Al llegar el siglo XX, Böhm-Bawerk era uno de los economistas vivientes más reconocidos. Su fama se derivaba en parte de su crítica devastadora del modelo Marxista. [1] Entre otras contribuciones técnicas, Böhm-Bawerk demostró que los salarios de los empleados eran descontados debido a que ellos eran pagados previo al ingreso que generan. Si los trabajadores estuvieran dispuestos a que se les pagara en el momento de la venta, sus salarios se elevarían ̶ pero, también, los obligaría a pasárselas sin ingreso por un período posiblemente extendido. Después de Böhm-Bawerk, la mayoría de economistas encontró que la teoría del valor trabajo y la explotación eran indefendibles. Sin embargo, la explicación integral de por qué el socialismo en la práctica fracasa, quedó para el estudiante más perspicaz de Böhm-Bawerk: Ludwig von Mises.

LA GRAN DEPRESIÓN

Austriaco de tercera generación, Mises, como Böhm-Bawerk, se elevó a prominencia internacional, convirtiéndose en su momento en un Compañero Distinguido de la Asociación Económica Estadounidense. En efecto, el economista del Instituto de Tecnología de Massachussets, Paul Samuelson -quien no es alguien que se confundiría como un Austriaco- afirmó que Mises habría sido honrado con un premio Nobel en Economía si el premio hubiera sido otorgado en años previos. Lo que hizo más impresionante que Mises fuera reconocido fue que él lo logró, a pesar de haber sido desplazado de su nativa Austria por los nazis. Posteriormente, se estableció en la Ciudad de Nueva York, en donde fue obligado a hablar y escribir en una lengua diferente de los cuatro idiomas europeos que él conocía.

Según Ben Bernanke, entender las causas de la Gran Depresión es “el santo grial de la macroeconomía.” [2] A pesar de ello, en 1912, diecisiete años antes de la infame caída de 1929, Mises publicó su Theory of Money and Credit [Teoría del dinero y del crédito], la cual ofreció una teoría de las depresiones que calzaba con los contornos de la actual Gran Depresión. Brevemente, Mises afirmó que la creación artificial de crédito impulsa inversiones que luego se revelan no ser rentables. Bajo esta idea, los Rugientes Veintes eran una manifestación del auge alimentado por el crédito, que resultó en una caída inevitable. Probablemente la teoría es ahora la característica más distinguida de la Escuela Austriaca contemporánea. En 1974, al estudiante de Mises, F.A. Hayek le fue otorgado el premio Nobel en Economía por sus extensiones de la teoría de Mises.

EL SOCIALISMO Y EL COLAPSO DEL COMUNISMO

Si no hubiera contribuido alguna otra cosa, la fama de Mises habría sido solidificada con base en su análisis del socialismo. En 1920, Mises replanteó su posición acerca de la imposibilidad del socialismo, argumento que continuó refinando por medio de la publicación en 1949 de su obra maestra La Acción Humana. Como muchos de los “grandes éxitos” en economía, el argumento de Mises es desarmadamente simple (aunque lejos de ser simplista). El socialismo elimina los mercados de los factores de producción (tierra, trabajo, y bienes de capital). Sin mercados de factores, no existen precios monetarios de ellos. Sin precios monetarios, no hay pérdidas o ganancias. Y, sin pérdidas o ganancias, es imposible determinar qué producir o cómo producirlo.

Si bien Mises (y subsecuentemente sus estudiantes, F.A. Hayek y Murray Rothbard) desarrolló y extendió su argumento, luces económicas importantes, como Paul Samuelson, insistieron (¡durante 1989!) que la planificación central mostraría ser superior a los mercados libres. Poco después de los pronunciamientos triunfalistas de Samuelson, los acontecimientos de fines del siglo XX trajeron una reivindicación de la posición austriaca. El importante pensador socialista Robert Heilbroner concluyó en 1989 que: “La Unión Soviética, China, y Europa Oriental nos han dado la prueba más claramente posible de que el capitalismo organiza los asuntos materiales de la humanidad más satisfactoriamente que el socialismo.” [3]

EL MUNDO SUBDESARROLLADO

Durante el Debate acerca del Cálculo Socialista, Mises, Hayek, Rothbard, y otros austriacos, explicaron el fracaso de la planificación central, por una parte, y, por otra, la primacía de los derechos de propiedad para el desarrollo económico. Estas importantes lecciones pronto encontrarían un nuevo escenario en donde comprobar su verdad.

La era posterior a la Segunda Guerra Mundial vio el surgimiento de grandes organizaciones supranacionales, como el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial, que buscaron rehacer al Tercer Mundo a imagen de Occidente. Básico para las estrategias de esas organizaciones fue la canalización de dólares de ayuda a los países menos desarrollados, para que planificaran sus sociedades de arriba hacia abajo. Los austriacos vieron poca diferencia analítica entre esta iniciativa y el intento de planificar centralmente a la economía soviética. Después de varios millones de billones de ayuda, la perspectiva austriaca ha sido reivindicada. [4]

A pesar del entrometimiento de gobiernos occidentales, la segunda mitad del siglo XX también vio un retroceso en la depredación de muchos gobiernos locales alrededor del mundo. Como habían dicho los austriacos, la propiedad privada da lugar a pérdidas o ganancias, lo que le permite al productor evaluar las consecuencias de sus decisiones de inversión. También, los derechos de propiedad privada brindan, en primer lugar, el incentivo para que los empresarios lleven a cabo inversiones. En la segunda mitad del siglo XX, alrededor del mundo se fortalecieron los derechos de propiedad privada. Rápidamente vino el crecimiento anticipado. Entre el 2005 y el 2015, el número de personas que vivía con más de diez dólares al día creció en 900 millones.

LA CRISIS FINANCIERA DEL 2008

Como la Gran Depresión, la Crisis Financiera del 2008 se precipitó por una oleada de “dinero fácil” alimentada por los bancos centrales del mundo. La pauta de auge seguido de caída y una recuperación lenta calzó como un guante con el patrón predicho por la teoría austriaca del ciclo de los negocios. En los años previos a la crisis, algunos austriacos habían advertido que la política del banco central estaba sembrando las semillas de una caída importante.

HOY

En el siglo XX, estudiantes y “estudiantes nietos” de Carl Menger obtuvieron puestos académicos en la Universidad de Chicago, la London School of Economics, la Universidad de Nueva York, Princeton y Johns Hopkins. Mientras que austriacos de años previos iluminaron muchos de los debates más relevantes de política en el siglo XX, una nueva generación está aplicando el lente analítico a asuntos apremiantes del siglo XXI. Estos incluyen estudio de la guerra, desarrollo económico, empresariedad, gobernabilidad privada, paternalismo, política monetaria, y mucho más. A juzgar por la producción de los austriacos de hoy, la visión alentadora de Menger está viva y goza de buena salud. Brindemos por otros 150 años de ideas productivas de la Escuela Austriaca.

NOTAS AL PIE DE PÁGINA

[1]
Eugen von Böhm-Bawerk, Karl Marx and the close of his system, a criticism. Online Library of Liberty.
[2] Ben S. Bernanke, “The Macroeconomics of the Great Depression: A Comparative Approach,” Journal of Money, Credit, and Banking. Volumen 27, Número 1, febrero de 1995.
[3] Robert Heilbroner, “The Triumph of Capitalism,” The New Yorker. 15 de enero de 1989.
[4] William Easterly y Tobias Pfutze, “Where Does the Money Go? Best and Worst Practices in Foreign Aid,” Journal of Economic Perspectives. Volumen 22, Número 2, primavera del 2008.

Caleb Fuller es profesor asistente de economía en el Grove City College y afiliado de la facultad en el Programa acerca de Economía y Privacidad.

Traducido por Jorge Corrales Quesada.