Explora el viejo cuento de que si no fuera por los ricos codiciosos se podría acabar con la pobreza.

NO CULPE A LOS “RICOS CODICIOSOS”

Por Michael Munger

American Institute for Economic Research
22 de noviembre del 2021

Nota del traductor: la fuente original en inglés de este artículo es michael munger american institute for economic research blame, November 22, 2021. En él podrá leer enlaces relevantes originalmente en letra azul en el texto.

Aquí aparece un descubrimiento notable. El hambre en el mundo puede eliminarse si unos pocos de la clase de los Ricos/Codiciosos (a partir de aquí RC) regalan una porción de su riqueza. La conclusión sorprendente es que, si hubiera menos gente rica, habría menos gente pobre.

El mecanismo exacto por el cual una reducción del número de RC resolvería la pobreza del mundo es tenebroso, debo admitirlo. Sabemos que la respuesta no pueden ser programas de ayuda administrados por las Naciones Unidas: como lo hizo ver el experto de la Universidad de Nueva York, William Easterly, en su libro del 2015, The Tyranny of Experts, los programas de ayuda son una transferencia de contribuyentes de clase media en países desarrollados a funcionarios gubernamentales ricos en naciones pobres.

La cuestión es que la mayoría de naciones pobres son, también, altamente desiguales en sus distribuciones de ingreso y poder. Así que, difícilmente sorprende que, cuando le damos dinero a una nación y decimos, “déselo a los pobres,” el dinero, en vez de eso, va da dar a los poderosos, o se disipa en la corrupción. Como señala Humberto López, “Intuitivamente, si los pobres tienen una baja participación del ingreso existente, es posible que tengan una baja participación en el ingreso nuevamente creado.” Como lo he discutido en otras partes, es difícil “regalar” dinero, pues da lugar a luchas en busca de rentas, que pueden disipar la mayoría del valor que está transfiriéndose.

Esta es la razón de por qué el reciente descubrimiento de David Beasley del “Programa de Alimentación Mundial” es tan revolucionario. Todo lo que se necesita para resolver el hambre en el mundo es que los CRs le den a él, David Beasley, mucho dinero. Afirma Beasley, “Eso no es complicado.”

Pero, los RCs son escépticos (por supuesto, porque son codiciosos). Por ejemplo, Elon Musk quería detalles y una “contabilidad de acceso abierto, de forma que el público viera precisamente cómo se gasta la plata.” Ese probablemente va a ser un problema.

El problema es que ya hemos gastado miles de millones de dólares en programas para terminar con la pobreza, y todavía existe… pobreza. Parte de la razón es la explicación del “balde con agujeros” que discutí arriba, en que el dinero no llega a los pobres, sino es malversado por los poderosos. Pero, el Sr. Beasley asevera que él puede sortear a esos funcionarios gubernamentales corruptos, y “¡en esta ocasión será diferente!”

Uno se pregunta por qué el Sr. Beasley piensa que eso sucederá. Supuestamente, las tropas estadounidenses se usarán para invadir a países pobres y asumir las redes de distribución de ayuda gubernamental, para asegurarse que el dinero, en realidad, llegue al hambriento. Tenemos un registro histórico de éxito en hacerlo (Vietnam, Haití, Somalia, Afganistán, Irak, etcétera), que debe ser lo que el Sr. Beasley tiene en mente.

Yo digo que el Sr. Beasley no está pensado lo suficientemente en grande. Vea, los RCs en la realidad son bastante pobres comparados con la fuente de fondos más obvia: El Gobierno Derrochador (a partir de aquí, GD). Según el despacho del sub Secretario de Defensa (el Contralor), Estados Unidos gastará en defensa el próximo año más de $600 miles de millones (y, tal vez, más), más que la suma de los siguientes 11 países que más gastan.

Por otra parte, en realidad no necesitamos tocar el presupuesto de defensa, pues los Estados Unidos ya han resuelto su propio problema con la pobreza y el hambre. El GD en Estados Unidos gastará en el 2021 más de $3 millones de millones (sí, ese es el dato) en programas contra la pobreza. Eso eclipsa las fortunas de los RCs, y observen el beneficio: si $6 miles de millones alimentarán a 43 millones de personas, entonces, con sólo el 10% del presupuesto contra la pobreza del GD estadounidense (esto es, $300 miles de millones) ¡alimentarán a más de 2 mil millones de personas! El hambre será erradicada en todo el mundo.

Así que, Sr. Beasley, usted no necesita intimidar con bravatas al GD, cuando el GD es, en realidad (para parafrasear a Willy Sutton), “donde está el dinero.” Tengo la dirección a la cual el Sr. Beasley deberá enviar el recibo de los $300 miles de millones que eliminarán el hambre en el mundo:

Gobierno Derrochador en Jefe
1600 Pennsylvania Ave.
Washington, D.C. 20500

Reimpreso de Law & Liberty

Michael Munger es profesor de Ciencia Política, Economía y Política Pública en la Universidad Duke y compañero sénior del American Institute for Economic Research. Sus títulos son de Davidson College, Washington University en St. Louis y Washington University. Los intereses de investigación de Munger incluyen regulación, instituciones políticas y economía política.

Traducido por Jorge Corrales Quesada.