¡Qué problema cuando un tema tan importante es tratado con tal ligereza por un burócrata internacional!

DICIENDO TONTERÍAS ACERCA DE LA POBREZA GLOBAL

Por Theodore Dalrymple
Law & Liberty
17 de noviembre del 2021

Nota del traductor: la fuente original en inglés de este artículo es theodore dalrymple law & liberty poverty, November 17, 2021. En él podrá leer enlaces relevantes originalmente en letra azul en el texto.

Nota del Editor: Este ensayo es parte de un simposio acerca de la oferta de Elon Musk de financiar el Programa Mundial de Alimentos de la ONU.

Según David Beasley, director del Programa Mundial de Alimentos, 42 millones de personas van a morir de hambre “si no llegamos a ellos” con $6 mil millones de la fortuna de Elon Musk, qué el desafió al multimillonario para que los donara. “No es complicado,” dijo el Sr. Beasley.

¿No es complicado llegarles a 42 millones de personas? Encuentro que es bastante complicado llegarle a alguien en mi banco, mucho más a 42 millones de personas, y mis esfuerzos no siempre han sido exitosos. Obviamente, existe alguna persona bondadosa quien cree que, cuando usted tira de una palanca económica desde lo alto, el resultado es precisamente el que usted espera, y quiere. Esa gente debe vivir en un mundo sin consecuencias no previstas, en donde los seres humanos son vectores de fuerzas cuyas trayectorias pueden calcularse por adelantado y, después, cambiarse en la dirección precisamente deseada. Tal gente sufre de lo que puede llamarse el “delirio tecnocrático.”

Para empezar, la cifra de 42 millones suena sospechosamente exacta. ¿Cómo se derivó y por qué no 40 o 44 millones? La exactitud falsa es tan mala como cualquier otro tipo de error y es, a menudo, indicativa de un tipo de arrogancia. En todo caso, a mí $143 no me parecen como mucho, incluso bajo el supuesto prepóstero de que nada de eso se gastará en costos administrativos o se perderá en la corrupta oficialía, o que en los desembolsos no se cometerán errores honestos, aunque serios. Sin duda que la caridad privada es, o en todo caso puede ser, menos ineficiente que la ayuda gubernamental, pero, un examen de las cuentas de grandes entes de caridad, como Oxfam, sugiere que el desperdicio y la búsqueda de rentas por el personal son endémicas en ellas, tanto que, de hecho, esas organizaciones atraen a buscadores de rentas. El Imperio Británico fue en una oportunidad descrito como un alivio externo (es decir, como la seguridad social de viejo cuño) para los hijos más jóvenes de la aristocracia, y el sector de la ayuda, a menudo, me parece como la forma en que jóvenes educados pueden conocer el mundo, tener salarios libres de impuestos, y, al mismo tiempo, sentir que hacen el bien. Ellos son mesías falsos en serie, que van de una situación terrible a otra y se convierten en adictos a la excitación de todo ello.

¿Cuál es la causa de la muerte por hambre? Además de catástrofes de corto plazo, en que el alivio inmediato es claramente salvador de vida, la muerte por hambre a largo plazo usualmente tiene causas políticas remediables (remediables, esto es, en el abstracto, no necesariamente en la práctica). Estas causas pueden, en realidad, ser empeoradas con la asistencia desde el exterior, en el tanto que, en primer lugar, ella refuerza las mismas políticas que hicieron supuestamente necesaria tal asistencia.

El Sr. Beasley nos dice que, lo que sea que los $6 miles de millones pueden hacer, no prevendrá (ni siquiera puede; él enfatiza la palabra prevendrá) la inestabilidad global y la migración en masa. Ese es el sinsentido más abyecto. ¿Es el conflicto que está surgiendo entre China y Estados Unidos causado por el hambre? Los palestinos pueden ser muy pobres, pero no están muriendo de hambre. Hay una clara posibilidad de un recrudecimiento del conflicto en Irlanda del Norte, en donde el principal problema nutricional, uno muy severo, es la obesidad, (Tan grande es la prevalencia de obesidad en Gran Bretaña, que ha dado lugar a algo llamado la industria de la obesidad.) Es innecesario enumerar todos los conflictos continuos o potenciales en el mundo que no tienen nada que ver con morir de hambre. Un hombre que piensa que, reduciendo la muerte por hambre en partes remotas del mundo de alguna manera, prevendrá la inseguridad global, tiene una comprensión de la historia y naturaleza humanas que deja perplejo por su ingenuidad.

Ni siquiera es cierto que la hambruna al punto de provocar la muerte es causa necesaria o suficiente de la migración en masa, y, por tanto, aliviándola (lo que, por supuesto, sería un bien inequívoco) tendrá algún efecto discernible en la migración en masa, al menos la que ahora está preocupando a Estados Unidos, la Unión Europea, y Gran Bretaña.

Los latinoamericanos que están llegando en tropel a los Estados Unidos en números sin precedentes, no son ricos, sin duda, pero no están muriendo de hambre. Están huyendo de la criminalidad en casa, en la esperanza de tener una mejor existencia en Estados Unidos. Los miles de personas que se amontonan en Bielorrusia volaron desde el Oriente Medio e, igualmente, no están muriendo de hambre. Los migrantes que cruzan el Canal de la Mancha para llegar a Inglaterra no se ven escuálidos al llegar. De hecho, ni siquiera son los más pobres de los pobres en sus propios países pobres, pues, a menudo, han pagado sumas considerables a traficantes de personas para que les asistan en su migración.

Una prosperidad creciente en África es tan posible que aumente la presión migratoria, como que la disminuya, cuando más gente, por tanto, está en capacidad de pagar a traficantes de personas, al menos hasta que África y Europa sean económicamente más iguales. Pero, sólo Pollyanna [Nota del traductor: persona que es constante o excesivamente optimista] esperaría, entonces, que la estabilidad global esperada resulte cuando aquello pase.

Que el Sr. Musk debiera dar algo de su inmensa riqueza es bueno, si no se va a desperdiciar. Pero, no digamos tonterías.

Theodore Dalrymple es un psiquiatra y médico de prisiones retirado, editor contribuyente de City Journal, y Compañero Dietrich Weissman del Manhattan Institute. Si libro más reciente es Embargo and other stories (Mirabeau Press, 2020).

Traducido por Jorge Corrales Quesada.