Es muy frecuente la justificación de los políticos cuando nos quieren poner o aumentar ciertos impuestos, que ellos serán pagados por los ricos, pero eso suele originar dos hechos usuales: que muchas veces esos “ricos” los trasladan a los precios de los productos que venden, así siendo los consumidores los que terminan pagando esos gravámenes (a eso se le llama pro traslación), o bien disminuyen la demanda de trabajadores, siendo estos los que terminan pagando las cargas al perder su empleo (eso se le retro traslación).

EL COSTO DEL PLAN DE BIDEN DE “PONERLES IMPUESTOS A LOS RICOS” SERÁ TRASLADADO A LA CLASE MEDIA

Por Randall G. Holcombe
American Institute for Economic Research
10 de noviembre del 2021

Nota del traductor: la fuente original en inglés de este artículo es randall g. holcombe american institute for economic research middle class, November 10, 2021. En él podrá leer enlaces relevantes originalmente en letra azul en el texto.

Muchos lectores lograrán darse cuenta que el presidente Biden ha propuesto nuevos gravámenes a los ricos para ayudar a financiar sus planes de gastos. Como lo explica este artículo, gran parte de su propuesta tributaria es gravar las ganancias de capital no realizadas, de gente que tiene activos que exceden a $1 mil millones, que es alrededor de 700 personas.

A pesar de objeciones, tanto de demócratas como republicanos, dos cosas que pueden ayudar a promover la propuesta son que (1) sólo gravaría a muy poca gente, y (2) los ricos no son del todo populares, como grupo, entre la mayoría de estadounidenses. Operando contra la

Dada la naturaleza de la propuesta, la mayoría de estadounidenses pensaría que la propuesta no se les aplicaría a ellos, pero, en última instancia, estarían equivocados. La propuesta del presidente Biden sería un pie en la puerta para extender el mismo impuesto a todos.

Cuando se creó el impuesto federal a los ingresos en 1913, la tasa marginal del impuesto más alta fue de un 7% y la deducción estándar era lo suficientemente alta como para que la mayoría de estadounidenses no debiera impuesto alguno. La gente que tenía empleos en fábricas u oficinas no cruzaría el umbral del ingreso gravable. El plan era gravar a los ricos.

Para 1921, menos de una década después que se puso en vigencia el impuesto, la tasa marginal del impuesto más elevada se había incrementado a un 73%, y, si bien las tasas se redujeron entre las Guerras Mundiales, en su momento, la tasa marginal más alta alcanzó el 92% en 1952. Entre tanto, con el inicio de la Segunda Guerra Mundial, la deducción estándar se eliminó, haciendo que la mayoría de los generadores de ingresos fueron objeto del gravamen, y se puso en práctica la retención del impuesto para facilitar las recaudaciones tributarias del gobierno.

Una vez que un impuesto entra en vigencia para algunos, se hace más fácil extenderlo a todo mundo. Nadie debería pensar que un impuesto, una vez puesto a los ricos, en su momento, no les será aplicado. Y, puede darse muy rápidamente, como lo mostró la experiencia tributaria durante la Primera Guerra Mundial.

Parece poco posible que este impuesto será puesto en vigencia, pero, tan sólo por haber sido sugerido, aumenta el peligro de que será puesto en práctica en el futuro. Con enormes déficits presupuestarios, todo lo que tomaría sería alguna crisis futura para que este impuesto parezca ser una buena opción para quienes formulan las políticas. Y, una vez que los ricos queden sujetos al impuesto, usted será el siguiente.

Reimpreso del Independent Institute

Randall G. Holcombe es profesor de economía DeVoe Moore en Florida State University. Obtuvo su PhD. en economía en Virginia Tech, y enseñó en las universidades Texas A&M y Auburn, antes de llegar a Florida State en 1988. El Dr. Holcombe es también compañero sénior del Instituto James Madison y compañero sénior del Instituto Independiente en Oakland, California. El Dr. Holcombe es autor de veinte libros y más de 200 artículos publicados en revistas académicas y profesionales, Sus libros incluyen Political Capitalism: How Economic and Political Power Is Made and Maintained (2018) y Coordination, Cooperation, and Control: The Evolution of Economic and Political Power (2020).

Traducido por Jorge Corrales Quesada.