Yo, al igual que al autor de este artículo, “elegí vacunarme contra el COVID y he estimulado a diversas personas en mi vida que están en riesgo con el COVID, para que lo hicieran. Pero, permanece el hecho de que el principal beneficio de la vacunación del COVID es personal, no social.” Sí me parece que la vacunación obligatoria es una violación de la autonomía individual, además de que los resultados de los beneficios alegados no están claros.

UN IMPACTANTE NUEVO ESTUDIO DEBILITA EL CASO A FAVOR DE LAS ÓRDENES DE VACUNARSE

Por Brad Polumbo
fundación para la Educación Económica
Lunes 1 de noviembre del 2021

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El estudio enfatiza que la vacunación tiene un claro beneficio en la salud personal, al reducir drásticamente la posibilidad de una enfermedad seria o muerte, una vez infectado con el covid-19.

Con la orden federal del presidente Biden de una vacunación y órdenes acerca del empleo por el gobierno local, el futuro de innumerables trabajadores está en el aire. Sin embargo, investigación reciente debilita el caso para justificar tales órdenes.

Políticos del gran gobierno alegan que las órdenes de vacunación son necesarias pues individuos no vacunados son un peligro, no sólo para ellos mismos, sino para la sociedad. Ellos afirman que elegir permanecer no vacunado exacerba la diseminación del mortal virus. Pero, de acuerdo con un nuevo estudio publicado en la revista Lancet, eso no parece ser cierto.

“Es igual de posible que gente inoculada contra el Covid-19 disemine la variante delta del virus, a contactos en sus hogares, que quienes nunca se han vacunado, según una nueva invstigación,” reporta Bloomberg. “En un estudio, que tomó un año, de 621 personas en el Reino Unido con un Covid-19 moderado, los científicos encontraron que su carga viral máxima era similar independientemente del estado de vacunación, según un artículo publicado el jueves en la revista médica The Lancet Infectious Diseases.”

“También, el análisis encontró que un 25% de los contactos caseros vacunados todavía contraía la enfermedad de un caso índice, mientras que el 38% de quienes no se habían vacunado se infectó,” continúa el reporte. “Los resultados avanzan algo en la explicación de por qué la variante delta es tan infecciosa, incluso en naciones con despliegues exitosos de vacunas, y por qué los no vacunados no pueden suponer que ellos están protegidos porque otros han sido vacunados.”

El estudio sí enfatiza que la vacunación tiene un claro beneficio personal en la salud, al reducir drásticamente la probabilidad de enfermedad seria o muerte, una vez infectada por el COVID-19.

“Quienes fueron inoculados se limpiaron del virus más rápidamente y tuvieron casos más leves, mientras que los miembros no vacunados era más posible que sufrieran una enfermedad severa y hospitalización,” resume Bloomberg. No obstante, la protección no se extendió a la eliminación de la transmisión.

“Nuestros hallazgos muestran que la vacunación por sí sola no es suficiente para impedir que la gente se infecte con la variante delta y que la disemine en ambientes familiares,” dijo el coautor del estudio Ajit Lalvani.

Debemos ser claros acerca de la incertidumbre en esta conversación. Realmente no sabemos qué tanto, si es que del todo, las vacunas reducen la transmisión de la enfermedad; distintas investigaciones han encontrado resultados diferentes para distintas variantes y diferentes vacunas. No obstante, esta incertidumbre, como tal, hace que mucho del beneficio interpersonal aseverado de órdenes de vacunación, sea puramente especulativo.

Sí parece que la vacuna reduce fuertemente la probabilidad de hospitalización o muerte por el COVID-19. Esta es la razón por la que yo elegí vacunarme contra el COVID y he estimulado a diversas personas en mi vida que están en riesgo con el COVID, para que lo hicieran. Pero, permanece el hecho de que el principal beneficio de la vacunación del COVID es personal, no social.

Esta es la razón por la que el epidemiólogo de Stanford, Jay Bhattacharya, señala que el desarrollo de estas vacunas es “un logro maravilloso” que ha “protegido a tanta gente de los resultados severos de la enfermedad,” pero, en última instancia, concluye que la vacunación es un asunto de salud personal ̶ no de salud pública.

Bhattacharya y expertos como él están en lo correcto. Como lo evidencian “casos innovadores” e investigación como este nuevo estudio, las vacunas para el COVID claramente no previenen la transmisión del virus. Los principales beneficios son para los propios individuos. Los impulsores de las órdenes del gobierno grande no tienen un caso abrumador para sobreponerse a la elección individual, acerca de asuntos fundamentales de autonomía corporal.

Brad Polumbo es un periodista libertario-conservador y Corresponsal de Políticas en la Fundación para la Educación Económica.

Traducido por Jorge Corrales Quesada.