ARTÍCULO EPIDEMIOLÓGICO ENCUENTRA QUE LAS TASAS DE VACUNACIÓN NO ESTÁN LIGADAS CON MENORES TASAS DE COVID

Por Jon Miltimore
Fundación para la Educación Económica
Viernes 15 de octubre del 2021

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Un nuevo artículo en la Revista Europea de Epidemiología que analizó 168 países y 2.947 condados de Estados Unidos, encontró que tasas de vacunación más altas no estaban asociadas con menos casos de COVID-19.

El viernes, el San Francisco Chronicle publicó un artículo que hace ver que California tiene una de las tasas de casos de COVID-19 más bajas en Estados Unidos, aunque la tasa de vacunación del Estado Dorado está rezagada con respecto a muchos estados que actualmente están luchando con la variante delta.

“Un ejemplo claro es el de los estados de Nueva Inglaterra, Vermont y Maine,” reportó el Chronicle. “Relativamente protegidos de los peores brotes previos de la nación, ellos han luchado contra la variante delta, que ha disparado sus tasas de casos.”

De hecho, Vermont tiene la tasa de vacunación más alta del país. Entre aquellos de 65 años y más, un 99.9 por ciento está plenamente vacunado, y un 74 por ciento de aquellos entre 18 y 64 está plenamente vacunado, según datos de la Clínica Mayo.

No obstante, destaca el Chronicle, a pesar de su alta tasa de vacunación, Vermont estableció recientemente su récord de casos en un solo día durante toda la pandemia. Y, al 1 de octubre, la tasa de casos promedio de siete días en Vermont por cada 100.0000 personas fue de 30 ̶ el triple de aquella del Área de la Bahía de San Francisco.

LO QUE LAS VACUNAS HACEN ̶ Y LO QUE NO HACEN

Hay un acuerdo generalizado entre científicos de que las vacunas contra el COVID-19 son altamente efectivas en reducir el riesgo de desarrollar síntomas severos del COVID, que pueden resultar en hospitalización y muerte.

Sin embargo, su efectividad en reducir la transmisión del virus permanece siendo tema de debate, en particular, dados hallazgos que los CDC transmitieron en julio, que muestran que aún individuos vacunados contraen el virus, lo transmiten, y transportan tan fácilmente tal como muchas partículas virales en sus pasajes de garganta y nariz, tal como lo hacen individuos no vacunados cuando contraen el virus.

Mientras que científicos conceden que las vacunas no pueden detener la transmisión, muchos alegan que ellas todavía reducen la transmisión del virus.

“Confiamos en que la vacunación contra el COVID-19 reduce los chances de transmitir el virus,” arguyeron los epidemiólogos de Johns Hopkins, M. Kate Grabowski y Justin Lessler, en The Daily Beast.

Otros científicos están menos seguros, y un nuevo estudio sugiere que su escepticismo puede estar justificado. El escrito, publicado el mes pasado en el European Journal of Epidemiology, revista médica mensual revisada por colegas, examinó 168 países y 2.947 condados de Estados Unidos y encontró que tasas de vacunación más altas no estaban asociadas con menos casos de COVID.

“A nivel de país, en los últimos 7 días parece no existir una relación discernible entre el porcentaje de la población plenamente vacunada y nuevos casos de COVID-19,” concluyeron los investigadores. “De hecho, la línea de tendencia sugiere una asociación marginalmente positiva, tal que países con un porcentaje más alto de su población plenamente vacunada tienen más casos de COVID-19 por cada millón de personas.” (Énfasis agregado).

A nivel de país, dijeron los investigadores, “también parece no haber señales significativas de casos de COVID-19 en descenso, con porcentajes más altos de la población plenamente vacunada.”

Los hallazgos no sugieren que la gente no debería vacunarse. De nuevo, hay evidencia robusta que muestra que las vacunas reducen el riesgo de una reacción severa sintomática del COVID-19. No obstante, lo que sugiere la investigación es que las vacunas son primordialmente un asunto de salud personal, no de salud pública.

Esto es precisamente lo que el Dr. Jay Bhattacharya, profesor de medicina que estudia epidemiología en Stanford, sugirió recientemente. Bhattacharya hizo ver que la investigación indica que las vacunas ARN mensajero producidas por Pfizer y Moderna ofrecen protección abundante -Bhattacharya acredita su propia recuperación rápida del COVID-9 a las vacunas - pero que no contribuyen a la inmunidad de rebaño o mejoran la salud pública.

CAOS PLANIFICADO

Los hallazgos publicados en el European Journal of Epidemiology ayudan a explicar por qué estados de Estados Unidos, como Vermont y Maine, están sufriendo brotes masivos de casos, a pesar de sus altas tasas de vacunación. (También, expertos en salud pública señalan que California tiene niveles mucho más altos de inmunidad natural que sus contrapartes del Este, reporta el Chronicle.)

Pero, eso no explica por qué tantos siguen sosteniendo que las vacunas reducen la transmisión del virus, así como que ofrecen protección a individuos ̶ a pesar de evidencia abundante (tanto empírica como anecdótica) en contrario.

Una explicación puede encontrarse en una observación del economista Ludwig von Mises.

Mises, famosamente, hizo ver que mucho del conflicto en el mundo moderno es una lucha acerca de quién diseña el mundo, las autoridades o los individuos. Como lo indica Mises, ya sea podemos tener “el proceso democrático del mercado, en que cada individuo tiene su participación, (o) el gobierno exclusivo de un cuerpo dictatorial.”

Si vacunarse es simplemente un asunto de salud individual, hay poca razón para que “los planificadores” (como les llamó Mises) ejerzan control sobre el público. Sería parecido a requerir que individuos que tienen tumores cancerosos sean removidos en el nombre de la “salud pública.”

Pero, si no estar vacunado es una amenaza a la salud pública, o para la “sociedad,” entonces, los planificadores centrales tienen su razón (si no es que una justificación válida) para ejercer control sobre la sociedad.

En otras palabras, evidencia que muestre que la vacunación para el COVID es esencialmente acerca de la salud individual, va contra la razón de ser de los planificadores, cual es imponer su plan sobre la sociedad.

“Lo que defienden quienes se llaman a sí mismos planificadores no es sustituir dejar que las cosas sigan curso por la acción planificada. Es sustituir los planes de sus conciudadanos con el plan del propio planificador,” aseveró Mises en Caos Planificado. “El planificador es un dictador potencial que quiere privar al resto de la gente del poder de planificar y actuar de acuerdo con sus propios planes. Solo busca una cosa: la preeminencia absoluta exclusiva de su propio plan.”

Para gente que busca entender por qué, por primera vez en la historia moderna de la salud pública, funcionarios están tratando de combatir un virus respiratorio, obligando a individuos sanos a que lleven a cabo las acciones que aquellos desean -y en muchos casos que pierdan sus empleos y libertades básicas si no lo hacen- Ludwig von Mises es una lectura requerida.

Jonathan Miltimore es editor administrativo de la FEE.org. Sus reportajes y artículos han aparecido en la revista TIME, el Wall Street Journal, CNN, Forbes, Fox News y el Star Tribune. Otros: El Washington Times, MSN.com, El Washington Examiner, el Daily Caller, el Federalist, el Epoch Times.

Traducido por Jorge Corrales Quesada.