No hay evidencia que demuestre definitivamente que el uso de mascarillas en el neto y en el marco del Covid tienen más beneficios que costos.

LOS CDC: ESCUELAS CON ÓRDENES DE USAR MASCARILLAS NO VIERON TASAS ESTADÍSTICAMENTE DIFERENTES SIGNIFICATIVAS DE TRANSMISIÓN DE COVID DE ESCUELAS CON POLÍTICAS OPCIONALES

Por Jon Miltimore
Fundación para la Educación Económica
Miércoles 25 de agosto del 2021

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Los CDC no incluyeron en el resumen de su reporte su hallazgo de que “el uso requerido de mascarillas en estudiantes no era estadísticamente significativo, comparado con escuelas en que el uso de la mascarilla era opcional.”

La Asociación de Libertades Civiles de Estados Unidos (ACLU por sus siglas en inglés) anunció el martes que estaba planteando un juicio contra el estado de Carolina del Sur debido a su política de mascarillas.

El Estado de la Palma Enana Estadounidense [como se le conoce] es uno de siete estados -junto con Texas, Iowa, Oklahoma, Arizona, Utah, y Florida- que tiene políticas en vigencia que prohíben a las escuelas tener políticas de mascarillas. Entre tanto, trece estados tienen leyes que ordenan mascarillas en escuelas. La mayoría de estados (30) permite que los distritos escolares determinen sus propias políticas de mascarillas.

“Estamos demandando para terminar con la prohibición de Carolina del Sur a requerimientos de mascarillas en escuelas, junto con Derechos a los Discapacitados de Carolina del Sur, Carolina del Sur Capacitada, y padres,” dijo la ACLU. “Los estudiantes con debilidades están siendo efectivamente excluidos de las escuelas públicas debido a esta prohibición. Las cortes deben intervenir.”

La acción de la ACLU es la última descarga en una batalla acerca de una cuestión que divide a Estados Unidos: ¿deberían las escuelas estar en capacidad de obligar a los niños a usar coberturas faciales en la escuela?

NUEVA CIENCIA ACERCA DE LAS MASCARILLAS

Al aproximarse el otoño, muchos estadounidenses se están preguntando si deberían enviar a sus hijos a la escuela con una mascarilla ̶ o incluso si ellos siquiera tendrán opción.

Un artículo reciente en la revista New York afirma que la ciencia acerca de las mascarillas “permanece insegura,” pero, hizo ver que en mayo los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) publicaron un estudio en gran escala de la transmisión de COVID en las escuelas de Estados Unidos.

El estudio, que analizó alrededor de 90.000 estudiantes de primaria en 169 escuelas de Georgia entre el 16 de noviembre y el 11 de diciembre, encontró que no había diferencia estadística significativa entre escuelas que requerían que estudiantes usaran mascarillas y escuelas en donde las mascarillas eran opcionales.

“El 21% de menor incidencia en escuelas que requerían usar mascarillas entre estudiantes no fue estadísticamente significativo, comparado con escuelas en que el uso de mascarillas era opcional,” dijeron los CDC. “Este hallazgo puede atribuirse a una mayor efectividad de mascarillas entre adultos, quienes tienen un riesgo mayor de infección por el SARS-CoV-2, pero, también, puede resultar de diferencias en el comportamiento por el uso de mascarillas entre estudiantes en escuelas con requerimientos opcionales.”

Como lo hizo ver David Zweig de la revista New York, estos hallazgos, así como de otras medidas preventivas estadísticamente insignificantes, “lanzan duda acerca del impacto de muchas de las medidas de mitigación más comunes en escuelas estadounidenses.”

Los hallazgos de los CDC acerca de masacrillas y otras medidas preventivas no serían particularmente notorios o controversiales fuera de Estados Unidos. Como lo hizo ver la revista New York, muchas naciones europeas han eximido a estudiantes de órdenes de usar mascarillas -incluyendo Reino Unido, toda Escandinavia, Holanda, Suiza, e incluso Francia e Italia- aunque con límites de edad variables. Los resultados no han sido graves.

“Conspicuamente, no hay evidencia de más brotes en escuelas en esos países, comparados con escuelas en Estados Unidos, en donde la mayoría sólida de niños usó mascarillas durante un año académico entero y continuarán haciéndolo por el futuro previsible,” escribió Zweig.
“Estos países, junto con la Organización Mundial de la Salud, cuya directriz de uso de mascarillas en niños difiere sustancialmente de las recomendaciones de los CDC, han reconocido explícitamente que la decisión de poner mascarillas a los estudiantes conlleva daños académicos y sociales potenciales para los niños y que pueden carecer de un beneficio claro.”

A pesar de lo anterior, estos hallazgos en Estados Unidos son otro tema.

Las mascarillas han sido uno de los asuntos más polarizadores en el país durante la pandemia, tal vez, porque la política de Estados Unidos ha oscilado hacia adelante y hacia atrás. Los estadounidenses permanecen amargamente divididos en el tema. Ha habido carreras arruinadas, retractaciones complicadas, y endosos perdidos.

En particular, los hallazgos CDC no son útiles para políticos y burócratas que continúan afirmando que los estudiantes deben usar mascarillas durante la escuela.

“Ya sea [que los estudiantes] estén o no vacunados, ellos necesitan usar una mascarilla,” dijo el Dr. Anthony Fauci durante un panel de discusión reciente que se presentó en línea.

Por esta u otra razón, los CDC determinaron no incluir su hallazgo de que “el uso requerido de mascarillas entre estudiantes no era estadísticamente significativo, comparado con escuelas en que el uso de mascarilla era opcional” en el resumen de su reporte, el cual, a la fecha, ha recibido muy poca atención de los medios.

Entre tanto, las guerras acerca de las mascarillas se están calentando.

Recientemente, la administración Biden le ordenó al ministro de Educación, Miguel Cardona, que empleara “todas sus autoridades de supervisión y acciones legales” contra gobernadores que impidieran que las escuelas aprobaran mandatos de usar mascarillas. Cardona actuó rápidamente.

“Estos estados están innecesariamente poniendo a estudiantes, familias, y educadores en riesgo,” escribió el ministro de Educación en una carta pública. “No obstante, en cada uno de esos estados, hay educadores y otros quienes están tomando pasos para proteger la salud y seguridad de sus comunidades escolares.”

¿EL BIEN COMÚN?

Difícilmente los hallazgos de los CDC son la única investigación acerca del tema de las mascarillas y la transmisión del COVID, y el estudio no será la última palabra ̶ en gran parte porque las mascarillas son demasiado divisivas políticamente como para permitir que alguno de los lados “gane.” La pregunta es por qué.

Hace muchos años, el economista Ludwig von Mises hizo ver que gran parte de los conflictos sociales modernos surgían de una lucha acerca de quién lograba diseñar al mundo, las autoridades públicas o los individuos. Las mascarillas no son diferentes. Al remover esa decisión del individuo, los funcionarios de salud pública convirtieron a las mascarillas en un conflicto político.

Las mascarillas ya no más son un asunto de salud individual o pública. Tengan en mente que los niños enfrentan un riesgo bajo de enfermarse o ser hospitalizados por el Covid ̶ con o sin una mascarilla. Es mucho más posible que niños pequeños se mueran de gripe, un accidente de carro, una piscina, cáncer o alguna otra enfermedad, que por el COVID-19, muestran los datos de los CDC. La batalla de las órdenes de usar mascarillas en escuelas ahora se ha convertido en un conflicto político, parte de una lucha más amplia entre el individuo y el colectivismo.

“El colectivismo significa la subyugación del individuo a un grupo ̶ ya sea una raza, clase o estado, no importa,” indicó en una ocasión Ayn Rand. “El colectivismo sostiene que el hombre debe ser encadenado a la acción colectiva y al pensamiento colectivo en aras de lo que es llamado “’el bien común.’”

En los Estados Unidos moderno, el bien común ahora significa usar cualesquiera medios necesarios para obligar a individuos a vacunarse y usar mascarillas ̶ incluyendo la coerción gubernamental y vergüenza pública en diversas formas. La salud del colectivo -tanto literal como figurativamente- lo demanda.

Eso no es sano, dicen algunos, y potencialmente peligroso.

Martin Kulldorff, profesor de la Escuela de Medicina de Harvard, quien estudia enfermedades infecciosas, recientemente señaló que la forma en que ellos están tratando la diseminación del COVID-19 es única, comparada con otras pandemias a través de la historia humana.

“Por miles de años, los agentes patógenos se han diseminado de persona a persona. Nunca antes los transmisores fueron culpados de infectar a la siguiente persona enferma,” hizo ver Kulldorff en Twitter. “Esa es una ideología muy peligrosa.”.

De hecho, lo es.

Que las masacrillas promuevan la salud no está claro ̶ muchos europeos sin órdenes de usar mascarillas tienen menores tasas de mortalidad por el COVID que los Estados Unidos. Lo que es mucho más cierto -a la luz de las lecciones de la historia- es que una sociedad sana es una que empodera a los individuos con posibilidades de elegir y con libertad.

Jonathan Miltimore es editor administrativo de la FEE.org. Sus reportajes y artículos han aparecido en la revista TIME, el Wall Street Journal, CNN, Forbes, Fox News y el Star Tribune. Otros: El Washington Times, MSN.com, El Washington Examiner, el Daily Caller, el Federalist, el Epoch Times.

Traducido por Jorge Corrales Quesada.