Buena sugerencia, pues hay quienes siguen creyendo que los gobernantes socialistas-comunistas son omnisapientes y que saben más que cada uno de nosotros cómo escoger y decidir nuestras vidas y, además, que en “esta ocasión.” ellos sí lograrán el paraíso prometido en la tierra… hasta que, de nuevo, la realidad muestra el fracaso de esos regímenes que sólo dejan heridas imborrables a los pueblos.

ES HORA QUE DEJEMOS DE “INTENTAR EL COMUNISMO”

Por Ethan Yang
American Institute for Economic Research
17 de julio del 2021

NOTA DEL TRADUCTOR: Para utilizar los ligámenes de las fuentes del artículo, entre paréntesis y en azul, si es de su interés, puede buscarlo en su buscador (Google) como ethan yang american institute for economic research communism July 17, 2021 y si quiere acceder a las fuentes, dele clic en los paréntesis azules.

No se cuántas protestas, movimientos de solidaridad, refugiados, alertas acerca de derechos humanos, colapsos económicos, y purgas van a recibir este mensaje a través de las cabezas de todos, que el comunismo es un sistema terrible de gobernanza. De hecho, en este punto, deberíamos ser consistentes. Cualquier gobierno que no garantice como su propia razón de ser, los derechos individuales, mercados abiertos, y gobernanza con rendición de cuentas, vale la pena que se le desafíe.

Por supuesto que me estoy refiriendo a las protestas vigentes en Cuba, las que, vergonzosamente, aquellos de la izquierda las atribuyen al embargo de Estados Unidos al régimen comunista. Otros, simplemente pueden andarse por las ramas, atribuyendo las razones de las protestas a acontecimientos actuales. Aunque todos estos pueden contribuir al descontento que alimenta las protestas cubanas, al igual que en todos los regímenes comunistas, la razón última de porqué las cosas van tan pobremente es que la gente vive bajo un régimen aplastante de incompetencia y opresión.

Para darle espacio a algún colega que inevitablemente publicará acerca de las protestas en Cuba con mayor detalle, mi artículo se enfoca no en Cuba, sino en el tópico general del comunismo.

EL HISTORIAL VERGONZOSO DEL COMUNISMO

El verdadero comunismo nunca antes se había intentado, pero, en verdad, ha sido intento en todo tipo de sabores y cada uno de ellos apesta.
Por alguna razón, sus líderes no se sienten obligados a preocuparse por los derechos de los individuos. ¿Tal vez es porque eso subvierte sus puntos de vista colectivistas generales? ¿Tal vez es porque la dignidad del individuo sería el terreno resbaladizo hacia el capitalismo? ¿Tal vez es porque los derechos y preferencias individuales son un constructo burgués? Sin duda es lo que pensaron el Che Guevara, líder de la revolución comunista de Cuba, y Fidel Castro, primer líder de Cuba comunista. En efecto, señala Human Progress:

“Tanto Guevara como Castro consideraron la homosexualidad como una decadencia burguesa. En una entrevista en 1965, Castro explicó que ‘Un desvío de esa naturaleza choca con el concepto que tenemos de lo que debería ser un militante comunista.’”

Aunque de alguna forma la Izquierda estadounidense racionaliza la deificación de hombres como Che Guevara, convenientemente se olvida que, así como todos los dictadores hambrientos de poder no respetan la vida humana, él era claramente un racista, un intolerante, y un asesino en masa. Lo hace ver Human Progress,

“De acuerdo con Álvaro Vargas Llosa, homosexuales, Testigos de Jehová, sacerdotes afro-cubanos, y otros que se creía han cometido un crimen contra la moral revolucionaria, fueron obligados a trabajar en esos campamentos para corregir su ‘comportamiento antisocial.’ Muchos de ellos murieron; otros fueron torturados o violados.”

Aún hoy, el gobierno cubano y todos y cada país comunista son increíblemente represivos. De hecho, en reacción a las protestas que algunos siguen diciendo que no son contra el gobierno comunista, ellos simplemente apagaron la internet. Usted no hace eso cuando la gente está protestando contra las acciones de un gobierno extranjero, como el embargo de Estados Unidos; usted hace eso cuando los manifestantes están en contra del gobierno doméstico.

Para destacar brevemente algunas de las muchas atrocidades cometidas por regímenes comunistas, empecemos con China. Ha pasado poco más de un mes del aniversario de la Masacre de la Plaza Tiananmén en China y decenas de millones murieron en el Gran Salto Hacia Adelante y la Revolución Cultural de Mao. Respectivamente, un fracaso de la reforma económica y política comunista. Corea del Norte es un régimen tan represivo y pobre, que es difícil siquiera pensar por dónde empezar. Hay más, existen libros enteros acerca de cómo la vida en la Unión Soviética era un asco.

En Camboya (este está fresco pues mi familia huyó de este genocidio y esa es la razón por la que ahora todos vivimos en Estados Unidos), bajo el Khmer Rouge comunista, no sólo lograron matar tanto como una cuarta parte de la población, sino que el asesinato en masa, hambruna y tortura se fueron tanto de las manos, que Vietnam tuvo que intervenir con una fuerza militar. Vietnam es probablemente una de las naciones comunistas mejor comportadas; sin embargo, ellos aún tienen un estado unipartidario represivo y en mucho como China, siendo su actual éxito económico directamente atribuido a reformas de mercado, En otras palabras, haciéndose menos comunista y más capitalista.

Es simplemente desconcertante cómo en todos estos regímenes que pretenden representar al proletariado, ellos terminan haciendo más por empobrecer y oprimir la clase trabajadora, que incluso el capitalista más sádico. En retrospectiva, no es una pregunta tan difícil de responder.
Como se mencionó antes, cualquier gobierno que no proteja los derechos individuales, mercados libres, y restricciones al poder, no sólo es una receta para el desastre, sino, también, una tragedia moral.

En democracias liberales, como Estados Unidos, se habla mucho acerca del consentimiento de los gobernados del cual los gobiernos derivan su legitimidad. Ya tenemos problemas para justificar las imposiciones bajo las que vivimos como verdaderamente consensuales. Tal noción no puede, ni siquiera remotamente, existir en un régimen comunista o algún régimen autoritario para el caso.

No hay un solo país que adoptó el comunismo o se movió en esa dirección, que fuera capaz de brindar los estándares de vida y prosperidad encontrados en un sociedad libre y abierta, como Estados Unidos. De hecho, esa barra es demasiado alta, pues ni uno sólo de ellos ha producido alguna forma de prosperidad relativa sin algún tipo de reforma de mercado, y ni uno sólo puede producir un registro histórico de los derechos humanos que no haga que los problemas en países más libres parezcan un juego de niños.

LA COSAS BÁSICAS DE LA GOBERNANZA

Para algunos, como el Partido Comunista Chino y todos aquellos alrededor del mundo que comparten sus sentimientos, se ha puesto de moda pedir que haya un sistema de relativismo moral cuando se trata de los gobiernos. Respete los derechos de los gobiernos, no de los individuos.
Tal forma de pensar cree que el mundo debe incluir diferentes tipos de sistemas políticos, desde el más libre al más opresivo. Eso descarta cualquier tipo de fundamento moral cuando se trata de los derechos de los individuos o un pensamiento económico sólido. Se suscribe a la fantasía de que diferentes sistemas políticos funcionan para países diferentes.

Esto es empíricamente falso, razón por la que un orden internacional basado en reglas, afirma que los derechos humanos y mercados abiertos son estándares universales de buena conducta del estado.

Échele una mirada a cualquier índice de libertad económica. Hay una correlación poderosa entre prosperidad y mercados libres. Métricas objetivas, como la tasa de mortalidad infantil, logros educativos, consumo de calorías, esperanza de vida, y otros indicadores deseables, todos, son mejores en países ricos que en países pobres. La ciencia política y la teoría legal básicas nos dicen que los frenos y contrapesos son necesarios para que un gobierno rinda cuentas, ya sea previniendo el uso arbitrario del poder o masacres a toda plenitud.

Piense acerca de eso; la inmunidad calificada, una doctrina que otorga protecciones a la policía en Estados Unidos contra ser demandados por infringir los derechos de los ciudadanos privados, ya ocasiona aquí suficientes problemas. ¿Imagínese si todo un gobierno tuviera tales privilegios? Un gobierno limitado y estancado es mucho más preferible que un gobierno ilimitado y sediento de poder.

Finalmente, está la verdad esencial de que los gobiernos no pueden manejar la sociedad; ellos sólo existen para facilitar un orden natural productivo al asegurar derechos y establecer la paz. El comercio, el ingenio, la cultura, y el intercambio surgen espontáneamente sin un dictado central. Esa es la razón por la que las sociedades con economías de control, como la China maoísta, eran increíblemente sombrías y monótonas. También, esta es la razón de por qué el anterior presidente de la Unión Soviética, Boris Yeltsin, estuvo tan asombrado e impactado cuando visitó un supermercado en Estados Unidos. El New Haven Register lo hace ver,

“Él les dijo a los miembros rusos de su caravana que, si su pueblo, que a menudo debe esperar haciendo fila para obtener la mayoría de bienes, viera las condiciones de los supermercados de Estados Unidos, habría una revolución.”

LECCIONES CLAVES

La gente siempre tratará de encontrar alguna razón superficial de por qué un estado comunista está fallando, ya sea debido a sanciones, escasez de recursos, inflación, malestar civil, o lo que sea. Eso está bien, pero ellos, en ultima instancia, fallan en ver el elefante en la habitación. O, en este caso, al sistema vigente altamente autoritario, opresivo y económicamente incompetente.

Vivimos en una era en que la ignorancia es una elección cuando se trata de la superioridad de una sociedad libre y abierta. Entre más rápido dejamos de desviar nuestra mirada y vemos los hechos, más rápidamente podemos movernos hacia un mundo en donde cada individuo, independientemente de su futuro geográfico y político, puede vivir libre y próspero.

Ethan Yang es Compañero Investigador Adjunto American del Institute for Economic Affairs (AIER) y anfitrión del Podcasts de Authors Corner del AIER. Tiene una licenciatura en Ciencias Políticas con una concentración en Relaciones Internacionales y especialidades en estudios legales y organizaciones formales en el Trinity College. Actualmente está estudiando para un grado en Derecho en la Escuela de Derecho Antonin Scalia de la Universidad George Mason. Ethan también sirve como director del Centro Mark Twain para el Estudio de la Libertad Humana en el Trinity College y también está involucrado con Estudiantes por la Libertad. Asimismo, ha tenido posiciones de investigador en el Instituto Cato, el Senado del Estado de Connecticut, el Cause of Action Institute y otras organizaciones. Ethan actualmente está basado en Washington, D.C., y recibió el Treceavo Premio Anual Internacional Vernon Smith del Centro Europeo de la Fundación para la Economía Austriaca. Su trabajo se ha presentado y citado en diversidad de medio, desde medios en línea hasta transmisiones radiales.

Traducido por Jorge Corrales Quesada.