Segundo de la serie de tres de este asunto tan importante.

GRIETAS EN LA GRAN MURALLA- PARTE 2- LA PARADOJA ECONÓMICA DE CHINA

Por Ethan Yang
American Institute for Economic Research
9 de julio del 2021

NOTA DEL TRADUCTOR: Para utilizar los ligámenes de las fuentes del artículo, entre paréntesis y en azul, si es de su interés, puede buscarlo en su buscador (Google) como ethan yang american institute for economic research paradox part 2 July 9, 2021 y si quiere acceder a las fuentes, dele clic en los paréntesis azules.

En la Parte Uno de esta serie de artículos, titulada Grietas en la Gran Muralla, discutí acerca de algunos de los indicadores que muestran que la fuerza y estabilidad de China ahora empiezan a ser cuestionados. Esto va contra la narrativa frecuente de que China es un adversario en ascenso y temible, que, de alguna forma, desafía las leyes de la ciencia política y la economía. Este artículo explora en mayor detalle las fallas que empiezan a formarse en la economía política de China.

En verdad, China se ha ganado el derecho a decir que es un poder global importante, al haber pasado de ser uno de los países más pobres del mundo a ser la segunda economía más grande del mundo en menos de una sola vida. La explicación es muy sencilla, China puso en marcha una serie de reformas económicas y políticas liberales, que, combinadas con un liderazgo relativamente confiable, condujeron a ganancias tremendas. En particular, China se convirtió en el centro manufacturero del mundo, lo que proveyó incontables empleos de ingresos medianos y pavimentó el camino hacia un desarrollo económico mayor. Muchos críticos de China se han lamentado de que Occidente haya sido engañado, al entregar empresas valiosas a lo que es ahora una amenaza existencial. Ellos están parcialmente en lo correcto.

Para permanecer en el poder, el PCC debe mantener un control estricto sobre la vida civil y económica, pero, al hacerlo, frenará el crecimiento y potencialmente conducirá al descontento popular. Si China desea continuar creciendo y manteniendo su poder en el mundo, debe proseguir una mayor liberalización y globalización, que muy posiblemente conducirá a una inquietud social más elevada, debido a un influjo de influencias externas. Esto, por supuesto, infamantemente condujo a la culminación de las Protestas de la Plaza Tiananmen de 1989, que pronto se convirtió en una masacre patrocinada por el estado, que sacudió al país en su esencia.

Esta paradoja representa una interesante oportunidad para que Occidente y sus aliados aprovechen para frenar las ambiciones autoritarias del PCC, sin el uso de guerras comerciales improductivas o un escalamiento militar. Esto es, exacerbar los dolores del crecimiento de China, al aumentar nuestro dinamismo económico en casa, diversificar las cadenas de suministros en el exterior, y aumentar el involucramiento con China.

ENTENDIENDO LAS REFORMAS ECONÓMICAS DE CHINA

El primer líder de China Comunista, Mao Zedong, aunque ciertamente una astuta figura política, también supervisó lo que es, tal vez, una de las acciones autoimpuestas más brutales de violencia estatal e incompetencia en la era moderna. El Gran Salto Hacia Adelante, por ejemplo, fue un intento totalmente desastroso de reforma agraria socialista, que mató a un estimado de entre 30 y 55 millones de personas entre 1958 y 1961. Como referencia, las muertes totales combinadas de soldados durante la Segunda Guerra Mundial se estiman en 15 millones.

Después de la muerte de Mao, el Partido Comunista Chino llevó a cabo una serie de reformas orientadas hacia el mercado en 1978, para sacar a China de la pobreza rural. Esto implicó políticas como abrir la economía a la inversión extranjera, remover controles de precios, fortalecer derechos de propiedad, y aumentar la propiedad privada de la industria.

La economía china empezó una transición rápida desde una sociedad predominantemente agrícola hacia una máquina manufacturera. Esta es la progresión natural de las economías. Los Estados Unidos, durante la Revolución Industrial, hicieron la transición desde una economía agrícola hacia una economía manufacturera, y, después, hacia una economía de servicios, de paga alta y habilidades elevadas.

En ethan yang american institute for economic research paradox part 2 July 9, 2021 se muestran los gráficos del PIB de China por sector (fuente: Banco Mundial) y del comportamiento de la inversión extranjera antes y después de la apertura, así como el crecimiento de la inversión privada (fuentes: Bert Hofman World Bank (2018), Bolt et al (2018))

La combinación de mano de obra barata, una población joven en edad de trabajar, y nuevas oportunidades de inversión condujo al auge económico inicial posterior a 1978. Aunque vale la pena observar que las estadísticas de crecimiento de China están manipuladas e infladas, así que la verdadera extensión del progreso es posible que sea menor lo que se hace disponible, no obstante, aún es impresionante y demuestra el poder incluso de una libertad económica limitada.

Todavía más, incluso un testimonio del 2001 acerca de los derechos humanos en China, publicado por la Institución Brookings, ver que,

“Por ejemplo, hay evidencia de que los experimentos de reforma legal en China y su relajamiento de los controles sociales, aunque limitado, son más avanzados y vigorosos que aquellos en Vietnam, Laos, Cuba, Corea del Norte y Birmania.”

Esta tendencia hacia mayores derechos humanos y reforma legal desde aquel entonces ha sido drásticamente revertida en años recientes, pero vale la pena notar que ha habido progreso en ese trente. Algunos de los principales contribuyentes a esta reversión incluyen los abusos actuales del PCCC a los derechos humanos, en particular en Xinjiang y el Tíbet, así como recientes peticiones para una alineación mayor de la regla de la ley con los objetivos políticos del partido.

No obstante, los líderes chinos efectivamente pueden alegar que ellos han logrado una mejora sin precedentes en los estándares de vida, gracias a su abrazo limitado a la liberalización económica y política.

CHINA SE HA METIDO EN SU PROPIO HOYO POLÍTICO-ECONÓMICO

Ahora es empíricamente demostrable que la libertad económica, la regla de la le ley, y la libertad civil, están ampliamente correlacionadas con la prosperidad económica. Los chinos no habrían adoptado esas reformas si ellos también no supieran eso, y su éxito reciente sólo confirma ese punto. Al mismo tiempo, los chinos están empezado a aumentar su control sobre la vida económica y social, posiblemente en respuesta a influencias externas que podrían minar su estabilidad política. Esto vendrá con un costo para el crecimiento económico a largo plazo de China, que sería necesario para que permaneciera siendo globalmente influyente y, también, para mantener la estabilidad interna en el largo plazo.
China conserva aún una cantidad de políticas económicas Socialistas contraproducentes. Uno de los temas más críticos siendo la alta prevalencia de empresas propiedad del estado y cantidades masivas de estímulo mediante deuda, que ahora está planteando preguntas acerca de una posible crisis de endeudamiento. China Power, un proyecto manejado por el Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales, escribe que,

“El número exacto de empresas propiedad del estado que operan en China es desconocido. Según el China Statistical Yearbook, había un total de casi 19.000 empresas industriales propiedad del estado en China, pero, estimaciones extranjeras cifran el número total a tanto como 150.000. Estas empresas están concentradas principalmente en manufactura química, manufactura de minerales, y producción de electricidad y calefacción. En general, las empresas propiedad del estado muestran niveles mayores de apalancamiento y menores niveles de rentabilidad que las empresas privadas.”

Esta es la lección que hemos aprendido en Occidente y que esperamos se recuerde. Esa es, el gobierno no puede manejar la economía; la empresa privada no sólo es mucho más innovadora, sino, también, mucho más eficiente. El multimillonario chino Jack Ma famosamente criticó el sistema bancario manejado por el estado de China, que no sólo continúa alimentando una masiva crisis potencial de la deuda, sino que, también, presta a empresas no competitivas. A cambio de su idea, él fue obligado a desaparecer de la vida privada y el PCC desató una persecución en el sector de tecnología financiera. Recientemente, el PCC desencadenó un freno a empresas tecnológicas domésticas, como Didi y otras firmas chinas que participan en los mercados accionarios de Estados Unidos. Tal comportamiento entendiblemente traerá consecuencias negativas para el crecimiento a largo plazo, al ser casi imposible desarrollar industrias domésticas altamente innovadoras e incluso obtener capital extranjero bajo ese régimen.

En efecto, un reporte del American Enterprise Institute cita la poca posibilidad de llevar a cabo reformas pro crecimiento, a la par de una deuda creciente, y una población que envejece (que en parte se debe a los controles de la población en China), como razones de porqué la economía de China está destinada a estancarse. Por desgracia para el PCC, el estancamiento, en especial con otros países, como India, creciendo, significa una pérdida de la influencia económica desesperadamente necesitada en el extranjero y, domésticamente, una potencial inconformidad civil.

Finalmente, está la observación de sentido común de que reprimir ciudadanos potencialmente productivos es malo para la innovación y el crecimiento económico. Si usted quiere ponerse técnico al respecto, la gran economista Deirdre McCloskey ha escrito volúmenes de libros acerca de cómo la aceptación generalizada de la libertad individual y la autorrealización para obtener ganancias privadas, condujo a la vasta explosión de la productividad través el mundo. No debería ser controversial sugerir que toda persona que permanece en silencio por temor a ser perseguida, cada disidente político que se pudre en la cárcel, cada minoría religiosa o étnica que está siendo acorralada y lanzada a un campo de internamiento, podía haber sido una persona muy productiva, si no es que una superestrella para China. Tan sólo pienso eso.

UNA CARRERA ECONÓMICA CONTRA EL TIEMPO PARA CHINA

Aunque China puede ser la segunda economía del mundo, ha llegado hasta allí tan sólo debido al gran tamaño de su población. En el 2020, el Banco Mundial indicó que el PIB per cápita chino era de $10.500; como referencia, el PIB per cápita de Estados Unidos era de $63.500, que es un descenso del 2019 debido al Covid-99 y las cuarentenas.

El gráfico PIB per cápita (en dólares corrientes de Estados Unidos) - Estados Unidos, China, se encuentra en ethan yang american institute for economic research paradox part 2 July 9, 2021

Desde un punto de vista estructural, eso se debe a que Estados Unidos es una nación consumidora con una economía orientada a los servicios, como lo son todos los países ricos. China está tratando de hacer una transición hacia ese estilo, que significa moverse de ser el productor mundial de ropa y juguetes a ser un centro de tecnología, finanzas, y otros empleos altamente pagados. Acerca de este tema, Bloomberg ha reportado que un funcionario económico chino admitió que el consumo, como una porción del PIB de China, ha sido establecido muy bajo en el futuro previsible.

En esencia, China necesita luchar en su camino hacia lo alto de la cadena de suministro global, lo que es extremamente difícil con una economía engorrosa manejada por el estado. Piénselo de esta forma; aunque China puede ser el productor global de iPhones, ellos son simplemente ensamblados en China, lo que fácilmente se podría externalizar hacia otros países, sino es que eso no está sucediendo ya. Los componentes más importantes, como semiconductores, provienen de países más avanzados, así como con una orientación tecnológica más libre, como Taiwán y Japón. Finalmente, el diseño del producto, el paso más importante en la cadena de suministros, se hace en Estados Unidos, una nación que abraza radicalmente la libre empresa. Sería una subestimación decir que China encara algunos rivales formidables en esta área, en especial dado su tosco modelo autoritario y el peso enorme asociado con hacer negocios con China.

Finalmente, mientras China está luchando una batalla cuesta arriba en la transición hacia una economía más moderna, la fuente original de su prosperidad, la manufactura, se está yendo hacia otros países. Oferentes están empezando a externalizar su producción a países como Vietnam, India, e incluso países en África. Esto se debe a una variedad de factores, que oscilan entre una disrupción de cadenas de suministros debido a la reciente guerra comercial entre Estados Unidos y China, una mano de obra más barata en mercados emergentes, oportunidades de inversión más favorables, y preocupaciones por derechos humanos que vienen al lidiar con el PCC.

Queda por verse si China podrá ser capaz o no de hacer la transición hacia una economía más avanzada e innovadora, con la cantidad de controles económicos y sociales contraproducentes que mantiene. Al mismo tiempo, está encarando un número de asuntos sensibles en el tiempo, como el alejamiento de su base manufacturera, una crisis potencial de su deuda como resultado de sus imprudentes programas de préstamos, y una lista creciente de escépticos geopolíticamente poderosos. Estos problemas se podrían resolver fácilmente si abandonara su modelo autoritario, pero eso significaría el final del gobierno del PCC.

La idea que acabo de exponer no es novedosa. E.C. Harwood, el fundador de AIER, hizo la misma observación acerca de la Unión Soviética en su libro The Counterrevolution hace aproximadamente 50 años. El señaló que la URSS bajo su modelo autoritario nunca sería capaz de competir económicamente con Estados Unidos y Occidente, a menos que nosotros perdiéramos la fe en nuestro sistema de libre mercado y nos moviéramos hacia copiar a los rusos. Lo mismo es hoy cierto para China.

Ethan Yang es Compañero Investigador Adjunto American del Institute for Economic Affairs (AIER) y anfitrión del Podcasts de Authors Corner del AIER. Tiene una licenciatura en Ciencias Políticas con una concentración en Relaciones Internacionales y especialidades en estudios legales y organizaciones formales en el Trinity College. Actualmente está estudiando para un grado en Derecho en la Escuela de Derecho Antonin Scalia de la Universidad George Mason. Ethan también sirve como director del Centro Mark Twain para el Estudio de la Libertad Humana en el Trinity College y también está involucrado con Estudiantes por la Libertad. Asimismo, ha tenido posiciones de investigador en el Instituto Cato, el Senado del Estado de Connecticut, el Cause of Action Institute y otras organizaciones. Ethan actualmente está basado en Washington, D.C., y recibió el Treceavo Premio Anual Internacional Vernon Smith del Centro Europeo de la Fundación para la Economía Austriaca. Su trabajo se ha presentado y citado en diversidad de medio, desde medios en línea hasta transmisiones radiales.

Traducido por Jorge Corrales Quesada.