Primero de una serie de tres, acerca de un tema de radical importancia en nuestro presente y futuro.

GRIETAS EN LA GRAN MURALLA- PARTE 1- EL PCC EN SUS 100 AÑOS

Por Ethan Yang
American Institute for Economic Research
8 de julio del 2021

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El Partido Comunista Chino (PCC) celebró recientemente su centésimo aniversario, que vino acompañado de grandes celebraciones y un discurso emotivo del presidente chino Xi Jinping. En su discurso, Xi volvió a contar la historia del partido y los logros de la República Popular China. También, reiteró algunas de las principales prioridades de China, tales como continuar modernizando su ejército, mantener el crecimiento económico, preservar su modelo político, y resistir los intentos del extranjero por detener sus objetivos.

Si bien ciertamente China ha obtenido grandes logros tanto económicos como políticos, una mirada más allá de la retórica elevada revela más problemas que fortalezas.

Muchos expertos acerca de China en Estados Unidos ciertamente se alarmaron ante el discurso de Xi, como Gordon Chang, quien fuera mencionado en Fox News cuando escribieron que,

“Xi Jinping habló acerca de cómo el ‘Partido Comunista Chino y el pueblo chino, con su bravura y tenacidad, solemnemente le proclamaron al mundo que el pueblo chino no sólo es bueno en remover el viejo mundo, sino en construir uno nuevo,’” dijo Chang. “Eso es ominoso, pues recuerda lo que Xi Jinping ha venido diciendo durante más de una década… que el mundo en la realidad debería ser gobernado por los chinos.
Mi sentido de las cosas es que esa fue, en realidad, la línea más crítica del discurso y no logró obtener la atención.”

La narrativa de una China en ascenso y amenazadora ciertamente es importante, con plena evidencia para respaldarla. Incluso parcialmente ha contribuido a ideas políticas contraproducentes, como la guerra comercial del anterior presidente Trump o la insistencia del presidente Biden, de que Estados Unidos debe hacer más por imitar el modelo de gasto estatal de China.

No se puede negar que China, en verdad, ha crecido en poder y constituye una amenaza considerable para los intereses de Estados Unidos, así como del futuro de la libertad humana. Sin embargo, tendencias recientes sugieren que China tiene algunas barreras importantes por sobrepasar, cuando pasan su factura las consecuencias del propio comportamiento del PCC.

ENTRE MÁS APRIETA EL PUÑO, MÁS ARENA SE DESLIZA ENTRE SUS DEDOS

Tal vez, uno de los indicadores más importantes de la lucha por venir es el control más firme sobre sus ciudadanos, tanto económica como políticamente, lo que revertiría tendencias previas de liberalización. Xi Jinping recientemente pidió una lealtad mayor del sector privado hacia la línea del partido y, también, pidió un alineamiento mayor a su sistema político, así como al partido.

Aún más, la seguridad estatal de China se ha estado expandiendo drásticamente después de décadas de retroceso, que el profesor de la Universidad de California, San Diego, Tai Ming Cheung explica se debe a una cantidad de retrocesos en relación con las disrupciones e inestabilidad internas. El New York Times reportó que el PCC recientemente inició una campaña contra “entidades sin fines de lucro ilegales,” acerca de lo cual ellos escriben que,

“La campaña contra esa disidencia refleja preocupaciones entre altos líderes de China, de que el partido debe hacer más por fortalecer la lealtad pública y fortificar su control de la sociedad.

Por mucho tiempo, el Sr. Xi ha advertido que el gobierno Comunista podría desintegrarse si el partido no afirma el control a través de la sociedad, incluyendo al sector privado, escuelas y medios de noticias. Órganos del partido en niveles nacional y local están manteniendo sesiones de estudio para los cuadros acerca de la historia del partido. Oficiales militares chinos dicen estar usando el centenario para “forjar lealtad absoluta” hacia el partido y a Mr. Xi.”

Cuando los regímenes aprietan el control sobre sus poblaciones, eso típicamente significa que las cosas no van bien, en especial en lo referente a China, que ha restringido fuertemente a su población para que no cuestione el status quo. Una represión revigorizada sobre el pensamiento independiente, puede ser sólo en reacción a efectos subversivos de influencias externas y demandas de liberalización mayor.
Esto es porque, aunque China se ha enriquecido y hecho más poderosa mediante el involucramiento con otros países, ese compromiso también acarrea ideas externas, tales como democracia, derechos humanos, y libertad económica.

Ejemplo emblemático de esto sería la breve desaparición del multimillonario chino Jack Ma, quien simplemente criticó el desempeño del sistema financiero chino. En verdad, tal crítica era merecida cuando al invertir fuertemente en una compañía innovadora de tecnología financiera, conocida como AntGroup, la que prometió revolucionar las finanzas. No obstante, esos sentimientos son peligrosos para la credibilidad a largo plazo del PCC, lo que condujo a que ellos penalizaran a Ma y al AntGroup.

Tal comportamiento de parte de China es tanto entendible como contraproducente. Por una parte, permitir esa disensión y crítica acerca de algo, incluso tener conversaciones proactivas de cómo mejorar el sistema bancario chino, puede conducir a mayor disensión en el futuro. Al mismo tiempo, están matando la gallina de los huevos de oro, en el tanto que son la liberalización y el pensamiento dinámico los que, en primer lugar, conducen al progreso.

Es evidente que muchas de las grandes ambiciones de China están empezando a desintegrarse ante sus propios ojos, cuando las consecuencias de su comportamiento autoritario regresan para atormentarlos. El esfuerzo previamente celebrado de China para reprogramar el comercio global con su Iniciativa del Cinturón y la Ruta de la Seda, está empezando a fallar, cuando países se rehúsan a aceptar las infracciones a la soberanía que vienen con ella. La agresividad de China en la región Indo-Pacífica ha dado lugar a nuevas asociaciones de seguridad o revigorizado existentes, como el Diálogo de Seguridad Cuadrilateral (Quad) para contener a China. El Quad es una alianza informal entre Estados Unidos, Australia, Japón, e India. Sin embargo, vale la pena notar que más países, como Corea del Sur, Vietnam, y Filipinas, todos, están manifestando su disgusto por el comportamiento de China.

También, Europa ha endurecido su posición ante China, lo que ha conducido a un número notable de intercambios, tales como alegaciones de un lado para otro acerca de esclavitud en Xinjiang, así como una delegación checa que visitó a Taiwán, enorme gesto insultante para los chinos. Finalmente, entre muchos otros problemas, el crecimiento económico a largo plazo de China está en riesgo debido a una diversidad de temas, como una población que envejece y una economía inflexible. También, vale la pena notar que las cifras del PIB de China están fuertemente infladas y manipuladas, así que su éxito real es posible que sea menor a los números reportados.

ENTRE LA ESPADA Y LA PARED

Las reformas limitadas de libre mercado en China trajeron mucho éxito, sacando a millones de la pobreza y convirtiéndola en la jugadora mundial que es hoy. En sus zonas económicas especiales, como Hong Kong (aunque no por mucho tiempo) y Macao, que disfrutan de una libertad económica mayor que la mayoría de los países de Occidente, los estándares de vida son mayores en grados de magnitud. Al mismo tiempo, esa apertura y dinamismo también invitan al libre pensamiento, razón por la que las mismas políticas no se pusieron en práctica en el resto del país. A menudo, el libre pensamiento conduce a que uno vea hacia el mundo exterior y se exponga a ideas más atractivas, como una sociedad libre y abierta. Este es un problema serio a largo plazo para el gobierno del PCC.

En particular, la puesta en práctica por Beijing de la reciente ley de seguridad de Hong Kong disolverá muchas de las libertades que, en primer lugar, han hecho tan próspera a la ciudad-estado. La movida es emblemática del dilema supremo: la libertad permite que crezca y prospere, pero, ella, también, disemina la disensión.

Por una parte, deben perseguir un crecimiento económico mayor, que es sumamente necesitado en el tanto que muchos de sus ciudadanos aún viven muy por debajo de los estándares de vida del mundo Occidental (o incluso con respecto a su vecino libre Taiwán) y, también, para lograr sus objetivos de influencia global. Por otra parte, está el peligro real de la liberalización incrementada para el PCC, en especial, con el mundo ahora altamente crítico y vocal acerca de los abusos de derechos humanos en China.

Aún más, abrazar una liberalización mayor sacudiría la imagen de infalibilidad que el propio PCC ha construido para sí. Así como Jack Ma discrepó con el sistema bancario estatal fundamentalmente fallido de China, permitir una mayor competencia económica e intercambio de ideas ocasionarían que se hicieran más preguntas.

Aunque en verdad Xi Jinping y el Partido Comunista Chino dieron un gran espectáculo para su centésimo aniversario, tal como lo haría un régimen autoritario, eran muchos espejos de colores. No puede negarse que China ha logrado muchos hitos en términos de sus objetivos económicos y políticos. Al mismo tiempo, sus políticas autoritarias tienen consecuencias y parece que las cosas se están complicando.

Sin duda que aquellos de nosotros en Occidente debemos tomar nota, no sólo porque son acontecimientos importantes, en relación con nuestro principal rival geopolítico, sino, también, porque no queremos cometer el error de imitar a los chinos. Más bien, esa debería ser otra razón para insistir en nuestra confianza en la superioridad de una sociedad libre y abierta, objetivo que podemos con seguridad proseguir para nuestro propio beneficio, mientras que los chinos no lo pueden.

Ethan Yang es Compañero Investigador Adjunto American del Institute for Economic Affairs (AIER) y anfitrión del Podcasts de Authors Corner del AIER. Tiene una licenciatura en Ciencias Políticas con una concentración en Relaciones Internacionales y especialidades en estudios legales y organizaciones formales en el Trinity College. Actualmente está estudiando para un grado en Derecho en la Escuela de Derecho Antonin Scalia de la Universidad George Mason. Ethan también sirve como director del Centro Mark Twain para el Estudio de la Libertad Humana en el Trinity College y también está involucrado con Estudiantes por la Libertad. Asimismo, ha tenido posiciones de investigador en el Instituto Cato, el Senado del Estado de Connecticut, el Cause of Action Institute y otras organizaciones. Ethan actualmente está basado en Washington, D.C., y recibió el Treceavo Premio Anual Internacional Vernon Smith del Centro Europeo de la Fundación para la Economía Austriaca. Su trabajo se ha presentado y citado en diversidad de medio, desde medios en línea hasta transmisiones radiales.

Traducido por Jorge Corrales Quesada