Por ello, es entendible la rápida reacción de la tiranía cubana de cortar el servicio de internet a sus ciudadanos, para que así no estén informados en tiempo real de la represión de la ciudadanía. Y que así no puedan ejercer la crítica ante las decisiones de los políticos. Me pregunto, al ver a algunos defensores de la dictadura tronar en internet a favor de la satrapía, ¿qué dirían si el gobierno de este país les quitara el acceso a internet? Tal vez eso les agradaría, porque así podrían victimizarse, pero, a la vez, su malestar sería reflejo de la virtud del capitalismo de dar opciones a la gente que el estado quiere impedirle. Por eso los estados totalitarios siempre buscan y logran controlan la información en la ciudadanía.

LAS PROTESTAS EN CUBA CUENTAN UNA HISTORIA GLOBAL MUCHO MÁS AMPLIA

Por John Tamny
American Institute for Economic Research
16 de julio del 2021

NOTA DEL TRADUCTOR: Para utilizar los ligámenes de las fuentes del artículo, entre paréntesis y en azul, si es de su interés, puede buscarlo en su buscador (Google) como john tamny american institute for economic research Cuba July 16, 2021 y si quiere acceder a las fuentes, dele clic en los paréntesis azules.

“Videos puestos en medios sociales mostraron a agentes de seguridad y grupos de soldados golpeando a demostradores el domingo. Los manifestantes rompieron retratos de Fidel Casto, mientras otros destruyeron motocicletas de la policía y volcaron vehículos policiales.” Estas son palabras de los reporteros del Wall Street Journal, José de Córdoba y Santiago Pérez.

Con suerte las imágenes de video bajadas de las calles de la Habana sea señal de un impulso exitoso para que el pueblo cubano finalmente se libere a sí mismo de la tiranía. Aquellos en el poder no pueden arrestar a todo mundo, y si lo intentan, o si tratan de causar daño físico a los manifestantes, lo llegaremos a saber.

Que los tiranos de Cuba serán expuestos en términos reales por primera vez, habla de la genialidad de la búsqueda capitalista de utilidades.
Aún si usted cree lo que es absurdo, que la internet no existiría si no fuera por el Arpanet del Departamento de Defensa de Estados Unidos, lo que es innegable es que empresarios de pensamiento opuesto son los únicos que vieron las posibilidades del internet para las masas. Una explosión global en el uso de internet ahora le está llevando al mundo las protestas en Cuba. Todo el mundo estará viendo a las autoridades cubanas adoptando la represión.

Lo que ahora está pasando es también recuerdo esperanzador de que los embargos que Estados Unidos ha impuesto son menos que inservibles. Terminen con ellos. Aún cuando los “Estados Unidos” no pueden comerciar con Cuba (en realidad, hay excepciones para productos agrícolas y médicos, de forma que Estados Unidos es el cuarto socio comercial más grande de Cuba), paquetes de cubano- estadounidenses a miembros de sus familias continúan fluyendo hacia el país. Puesto de otra forma, si usted produce bienes valiosos, intercambia con el mundo.
Hay iPhones en Cuba, y su existencia allí de nuevo hace posible que el mundo entero vea una revolución que tiene esperanzas de lograr ser exitosa.

La información fluye globalmente cuando las velocidades crecientes de internet se emparejan con supercomputadores que calzan en sus bolsillos. Los lectores pueden desear mantener esto en mente la próxima vez que acepten con sus cabezas acerca de la importancia de disolver “Las Grandes Tecnológicas,” o disminuir la desigualdad. Cualesquiera que sean las posiciones políticas de los fundadores y gerentes de las Grandes Tecnológicas, y sin importar el número de ceros de su riqueza neta, la vida, sin ellos, sería un desafío mayor y los más vulnerables del mundo mucho menos seguros en ausencia de los logros comerciales de los demonizados. De nuevo, si las autoridades cubanas reprimen, todos nosotros lo sabremos. Con esto hay un grado de seguridad. Para el pueblo cubano. Gracias a Dios.

En donde llega a asombrar es en lo que las imágenes están diciendo. Sin duda que los IPhones son ubicuos allí gracias a los parientes generosos cubano-estadounidenses, pero el lo que hay que entender es que allí el acceso a internet es aún irregular. Como lo hizo ver David Ariosto en su libro del 2018, This Is Cuba, aquellos lo suficientemente afortunados para tener teléfonos, buscan interminablemente un acceso a internet aunque no sea muy bueno. Allí es no es cosa que está en todas partes, y no es muy rápido. Aun así, las imágenes de la protesta están saliendo. Eso ya es enorme.

Lo que es una cosa enorme, y muy excitante, es también recordatoria de qué tanto pánico le dio a la clase política en Estados Unidos en marzo del 2020. Para ver por qué, considere las imágenes que salen de lo que es aún una Cuba económicamente primitiva y desesperadamente pobre. Por favor, piense acerca de esta verdad en relación con China.

Mientras que los teléfonos inteligentes son aún un lujo escaso en Cuba, y aún más raros aquellos bien conectados a internet, los teléfonos inteligentes están en todas partes en China. Y, como bien se sabe, Apple vende allí una quinta parte de sus iPhones. Y, además, Huawei, basado en Shenzhen, es uno de los productores más grandes del mundo, sino es que el más grande.

Es un recordatorio de que el asterisco que se pone a la par de las muertes reportadas por China por el Covid, era superfluo. Aún si las autoridades chinas no estaban diciendo la verdad acerca de las muertes por el virus en la primavera del 2020, su fracaso en hacerlo no tuvo consecuencias. Si la gente hubiera estado muriendo en masa, no hubiera habido forma de que las autoridades chinas escondieran esta verdad.

Sabemos esto porque la internet es mucho mejor y más rápida en China. Como escribió Evan Osnos en su libro del 2014 acerca del país, Age of Ambition [China: La edad de la ambición], “hace mucho tiempo la internet sobrepasó” lo que los censores podían manejar. La tecnología es más rápida que los políticos y la policía. De nuevo, en palabras de Osnos, “primero las palabras se expresan, y se censuran después.” De nuevo, si el virus hubiera sido una causa importante de enfermedad o muerte en China, lo habríamos sabido. Como señalo en mi último libro, When Politicians Panicked, ni siquiera los soviéticos pudieron esconder el desastre nuclear de Chernobyl, a pesar de que la tecnología era exponencialmente más primitiva.

Lo que esto nos dice es que cualquiera con un indicio sabía bien, antes de marzo del 2020, que el virus era muchas cosas, pero ninguna de ellas terriblemente letal. Si lo hubiera sido, eso habría sido noticia importante desde el epicentro del virus, en donde supuestamente se diseminó sin ningún tipo de reacción política. Sin embargo, aun así, los políticos estadounidenses entraron en pánico en el rumbo hacia pérdidas masivas de empleo, quiebras de negocios, depresión, alcoholismo, soledad, brotes globales en pobreza y hambruna, etcétera.

Todo esto sucedió no debido a un virus (él, de nuevo, se había estado diseminando por meses alrededor del mundo), sino porque los políticos decidieron que tenían que hacer algo. Y, cuando los políticos “hacen algo,” imponen el control y el comando sobre el mercado (la gente) con resultados predecibles.

Como siempre los historiadores se maravillarán. Los que dicen la verdad, los teléfonos inteligentes acoplados a la internet, junto con el mismo mercado de valores (vea adónde es que Apple hace tantos negocios, luego piense…), nos estaban diciendo claramente que no había base para entrar en pánico. Nosotros, el pueblo, no lo hicimos, pero nuestros líderes políticos lo hicieron. No dejemos que se salgan con la suya de forma tan simple por sus errores trágicos, y no dejemos que ellos olviden sus errores trágicos.
Finalmente, usemos lo que cuenta la verdad, como es la internet, para finalmente liberar al pueblo cubano. Otra vez, todo el mundo lo está viendo.

Reimpreso de RealClearMarkets

John Tamny, compañero de investigación en el American Institute for Economic Research (AIER) es editor de RealClearMarktes. Su libro acerca de tendencias ideológicas actuales es They Are Both Wrong (AIER, 2019).

Traducido por Jorge Corrales Quesada