Esta segunda parte de mi traducción del artículo del médico Paul A. Alexander et al., tiene una sección dedicada a citar y dar referencia, aunque en su versión original pueden tener acceso en inglés, a una serie de estudios y reportes que cuestionan diversos aspectos de las cuarentenas, destacando el daño mayor ocasionado por ellas que beneficios logrados.

EL IMPACTO CATASTRÓFICO DE LAS CUARENTENAS SOCIALES IMPUESTAS POR EL COVID-SEGUNDA DE CUATRO PARTES

Por Paul E. Alexander et al.
American Institute for Economic Research
30 de enero del 2021

NOTA DEL TRADUCTOR: Para utilizar los ligámenes de las fuentes del artículo, entre paréntesis y en azul, si es de su interés, puede buscarlo en su buscador (Google) como paul e. alexander et al. institute for economic research catastrophic January 30, 2021 y si quiere acceder a las fuentes, dele clic en los paréntesis azules.

¿ADÓNDE SE HAN IDO EL SENTIDO COMÚN Y LA VERDADERA CIENCIA?

Cuando se trata de aconsejar a políticos y público en relación con la pandemia, parece haber un exceso de pánico, pero una escasez de lógica y sentido común. A menudo, escuchamos información, que induce al error, de cientos de individuos que se consideran expertos médicos infalibles o están coronados como tales por los medios. Somos bombardeados incansablemente con su consejo mal informado, a menudo ilógico, y no empírico, con una base de 24/7. Gran parte del consejo puede sólo describirse como intelectualmente deshonesto, absurdo, sin ataduras a la realidad, vacío de sentido común. Ellos exhiben una especie de descuido académico y disonancia cognitiva, que ignora datos o hechos claves, a la vez que impulsan un sentimiento de desesperanza e impotencia entre el público. Estos “expertos” parecen ser incapaces de leer la ciencia o, simplemente, no entienden los datos, o parecen estar ciegos ante eso. Ellos y nuestros líderes gubernamentales hablan de “seguir a la ciencia,” pero no parecen entenderla lo suficiente como para aplicar el conocimiento en el proceso de tomar decisiones (esto si es que hay procesos; la mayoría de las órdenes políticas parecen ser azarosas, en el mejor de los casos, y caprichosas en el peor). Estos expertos han perdido toda credibilidad. Todo ello a pesar del hecho de que nuestros burócratas han tenido a su disposición casi un año de datos y experiencia que den información para su toma de decisiones y, a pesar de eso, continúan escuchando el consejo sinsentido que reciben de gente que, en realidad, no es experta. En consecuencia, estamos ahora enfrentados con un desastre médico y social, con pérdidas que puede que nunca sean revertidas.

Tristemente, cuando se les enfrenta con argumentos racionales contrarios a las creencias casi religiosamente mantenidas, que sostienen que las cuarentenas salvan vidas, los burócratas y expertos médicos actúan como agentes ideológicos. Atacan a cualquiera que esté en desacuerdo con ellos e incluso usan los medios como sus perros de ataque, una vez que sus decretos son cuestionados. Aún más egregias son las acciones, a menudo exitosas, dirigidas a destruir las reputaciones de cualquiera que sostenga puntos de vista diversos en relación con la pandemia de Covid. Tampoco hay interés en debatir acerca de los daños aplastantes causados por decretos hechos por ideólogos. Nuestros verdaderos héroes son las enfermeras y médicos clínicos que están en el frente de batalla y nunca debemos olvidarlos ni confundir esas vanguardias Pretorianas, con los poco prácticos y, a menudo, temerarios “médicos expertos.” Mantenemos que la propia esencia de la ciencia y el pensamiento lógico incluye la habilidad, y, de hecho, la responsabilidad de desafiar (razonablemente) dogmas actualmente sostenidos; una filosofía que parece ser anatema para nuestros líderes y sus consejeros.

DATOS ACTUALES RELACIONADOS CON LOS EFECTOS DE LAS CUARENTENAS

Empecemos con la impactante declaración del ministro de Cooperación Económica y Desarrollo de Alemania, Gerd Muller, quien abiertamente ha advertido que las medidas globales de cuarentena resultarán en más muertes que por el propio Covid. Un estudio reciente de Lancet reportó que las estrategias del gobierno para lidiar con el Covid, tales como cuarentenas, distanciamiento físico, y cierres de escuelas, globalmente están empeorando la desnutrición infantil, pues “la tensión en los sistemas de salud y las interrupciones en respuesta humanitaria, están erosionando el acceso a servicios de salud esenciales y, a menudo, de nutrición que salvan vidas.”

¿Cuál es en la actualidad la evidencia a nivel de estudios y reportes acerca de las cuarentenas? Abajo presentamos 31 fuentes de evidencia de alta calidad, que consideran la gama desde reportes técnicos hasta manuscritos científicos (incluso varios examinados por homólogos, pero que nosotros mismos los hemos sujetado a una rigurosa revisión). Ponemos esto sobre la mesa, pues la evidencia empírica cuestiona enfáticamente los méritos de las cuarentas, y muestra que ellas han sido un fracaso abyecto, no funcionan para prevenir la diseminación viral y, de hecho, causan gran daño. Esta prueba incluye: evidencia de Jutlandia del Norte en Dinamarca, análisis a nivel de país por Chaudhry, evidencia de Alemania acerca de la validez de la cuarentena, evidencia de investigación en el Reino Unido, investigación de Flaxman acerca de la experiencia europea, evidencia originada desde Israel, evidencia adicional acerca de las cuarentenas europeas, evidencia de Europa Occidental publicada por Meunier, evidencia europea de Colombo, evidencia acerca de Irlanda del Norte y Gran Bretaña publicada por Rice, datos adicionales acerca de Israel por Shlomai, evidencia de Cohen y Lipsitch, evidencia de Altman acerca de los efectos negativos, investigación de Djaparidze acerca de oleadas del SARS-CoV-2 a través de Europa, investigación de Bjørnskov acerca de la economía de las cuarentenas, investigación global de Atkenson acerca de intervenciones no farmacéuticas (INFs), evidencia cerca de Bielorrusia, evidencia británica de Forbes acerca del contagio de niños hacia adultos, análisis PANDATA de mortalidad y cuarentenas entre países de Nell, análisis de componente principal por De Larochelambert, investigación de McCann acerca de estados con menores restricciones por el Covid, investigación de Taiwán, investigación de Levitt, investigación acerca de Nueva Zelandia, investigación de Bhalla acerca del Covid en India y el FMI, intervenciones no farmacéuticas de cuarentenas (INFs) por Ioannidis, efectos de las cuarentenas por Herby, y pensamiento grupal acerca de cuarentenas por Joffe. El American Institute for Economic Research (AIER) adicionalmente destaca las posiciones de prominentes líderes y agencias de salud pública acerca de cuarentenas sociales, todas cuestionando y discutiendo contra la efectividad de las cuarentenas.

Un estudio crucial reciente de la Universidad de Stanford que ve los efectos sobre la diseminación de Covid de las cuarentenas de quedarse en casa y cierres de negocios, realizado por Bendavid, Bhattacharya, y Ioannidis, examinó las políticas de Covid restrictivas versus las menos restrictivas en 10 naciones (8 países con cuarentenas estrictas versus dos con restricciones livianas de salud pública). Ellos concluyeron que no hubo un beneficio claro de las restricciones por cuarentenas en el crecimiento de los casos en ninguna de las 10 naciones.

Evidencia fundamental que discute contra las cuarentenas y restricciones sociales emergió de un reciente experimento cuasi natural (datos experimentales controlados por casos) que se dio en la región de Jutlandia del Norte en Dinamarca. Siete de los 11 municipios (similares y comparables) en la región entraron en una cuarentena fuerte, que involucró la prohibición de viajar a través de los límites municipales, cierre de escuelas, del sector de la hospitalidad y otros escenarios y lugares (a principios de noviembre del 2020), en tanto que que las cuatro municipalidades restantes emplearon las restricciones usuales del resto del país (moderadas). Los investigadores reportaron que las reducciones en la infección se habían dado de previo a las cuarentenas, y que, también, disminuyeron en los cuatro municipios en donde no hubo cuarentenas. En conclusión: la vigilancia y el cumplimento voluntario hacen que, en esencia, las cuarentenas no tengan sentido.

Aún más, en un análisis similarmente comprensivo de estadísticas globales relacionadas con Covid, llevado a cabo por Chaudhry y compañía, involucró la evaluación de los 50 principales países (ranqueados según tengan los mayores casos de Covid) y concluyó en que “los cierres rápidos de las fronteras, cuarentenas plenas y exámenes extendidos, no estuvieron asociados con la mortalidad por Covid por millón de personas.” En conclusión: no hay evidencia de que las acciones gubernamentales restrictivas salvaron vidas.

Una publicación muy reciente de investigadores de Duke, Harvard y Johns Hopkins reportó que, debido a las cuarentenas, en Estados Unidos podría haber aproximadamente un millón de muertes en exceso durante las siguientes dos décadas. Estos investigadores emplearon análisis de series de tiempo para examinar la relación histórica entre desempleo, esperanza de vida, y tasas de mortalidad. Ellos reportan en su análisis que los impactos sobre el desempleo son luego seguidos de aumentos (estadísticamente) significativos en las tasas de mortalidad y en reducciones de la esperanza de vida. Alarmantemente, estiman que el tamaño del desempleo relacionado con el Covid-19 será de 2 a 5 veces mayor que el impacto típico de desempleo, y que eso se debe a (asociado con) la raza y género. Para la población en general de Estados Unidos hay un aumento proyectado del 3.0% en la tasa de mortalidad y una reducción del 0.5% en la esperanza de vida durante los próximos 10 a 15 años, y es debido a las cuarentenas. Este impacto que ellos reportaron será desproporcionado en el corto plazo para las minorías, por ejemplo, afroestadounidenses y, también, para mujeres, y, en el largo plazo, con consecuencias más severas para hombres blancos. Esto resultará en alrededor de 1 millón de muertes adicionales durante los siguientes 15 años, debido a las consecuencias de las políticas de cuarentena. Los investigadores escribieron que las muertes causadas por el deterioro económico y social debido a las cuarentenas, puede “exceder en mucho a aquellas inmediatamente relacionadas con la aguda enfermedad crítica del Covid-19… la recesión causada por la pandemia puede poner en peligro la salud de la población durante las dos décadas siguientes.

En general, la evidencia de investigación aquí aludida (incluyendo un lúcido sumario de Ethan Yang del AIER) sugiere que las cuarentenas y los cierres de escuelas no conducen a una mortalidad menor o en el número de casos, y que no han funcionado como se pretendió. Es claro que las cuarentenas no han reducido o detenido la diseminación del Covid. A menudo, los efectos son sólo artefactos y superfluos, pues las declinaciones estaban teniendo lugar, incluso antes que las cuarentenas entraran en operación. De hecho, en Europa, se mostró que, en la mayoría de los casos, antes de instaurarse las cuarentenas, las tasas de mortalidad ya eran un 50% menores que las tasas pico, haciendo que, en el mejor de los casos, fueran espurios los alegatos de que las cuarentenas fueron efectivas en reducir la mortalidad. También, claro que ello significa que los supuestos efectos positivos de las cuarentenas eran y han sido burdamente exagerados. La evidencia muestra que las naciones y localidades que aplican medidas de distanciamiento social y cuarentenas menos estrictas, sufren la misma evolución de la epidemia (por ejemplo, en muertes por millón), que aquellas que ponen regulaciones mucho más estrictas.

¿QUÉ SIGNIFICA TODO ESTO?

Como consecuencia de sus (esperamos) bienintencionadas acciones, nuestros gobiernos, junto con sus expertos médicos han creado un desastre para la gente. Significa que la confianza del público ha sido seriamente erosionada. Las cuarentenas no son una estrategia aceptable a largo plazo, han fallado y han impactado severamente a las poblaciones ¡en lo social, lo económico, lo psicológico y en la salud! Futuras generaciones se verán dañadas por estas acciones. Las políticas han sido pobremente pensadas y son económicamente insostenibles y tienen un costo masivo al ser altamente destructivas. Nuestros niños y la gente más joven serán quienes asuman los costos y daños indirectos, pero muy reales, de las cuarentenas, como mínimo, durante la próxima generación.

¿Cuáles son los verdaderos impactos sobre las poblaciones de estas desastrosas políticas restrictivas? Bueno, los más pobres entre nosotros han tenido un riesgo aumentado de muerte por desesperación (por ejemplo, suicidios, sobredosis relacionadas con opioides, crímenes y asesinatos, abuso infantil severo, etcétera). Políticos, medios, y expertos médicos irracionales deben parar de mentirle a la gente al sólo contarle historias acerca del sufrimiento por el Covid, a la vez que ignoran los daños catastróficos causados por sus acciones decretadas.
Vidas se están arruinando y perdiendo, y negocios destruidos para siempre. Estadounidenses, canadienses y otros ciudadanos del globo de menores ingresos es mucho más posible que sean compelidos a trabajar en condiciones inseguras. Estos empleados con el menor poder de negociación, tienden a ser las minorías, mujeres, y trabajadores pagados por horas. Es más, el Covid se ha revelado como una enfermedad de disparidad y pobreza. Ello significa que las comunidades negras y de minorías se vean desproporcionadamente afectadas por la propia pandemia y que sufran un golpe doble, al ser adicional y desproporcionadamente asoladas por los efectos de las políticas restrictivas.

¿Por qué impondríamos políticas restrictivas más catastróficas cuando ellas no han funcionado? Incluso tenemos líderes gubernamentales que ahora están imponiendo cuarentenas más estrictas e incluso más draconianas, después de admitir que las previas han fallado. Esos son los mismos expertos y líderes que hacen las políticas sociales y que las demandan sin tener que experimentar los efectos de sus políticas. No existe en lo absoluto una buena justificación para lo que ha sido hecho y continúa haciéndose con las sociedades, ¡cuando sabemos del riesgo muy bajo de una enfermedad severa del Covid para vastas porciones de las sociedades? No necesitamos destruir nuestra sociedad, las vidas de nuestra gente, nuestras economías, nuestros sistemas escolares, para manejar al Covid, ¡No podemos detener al Covid a cualquier costo!

Continúa mañana con una tercera parte.

Paul E. Alexander, MDSc PhD, Universidad de Oxford, Universidad de Toronto, Profesor Asistente de la Universidad McMaster, Métodos de Investigación de Salud (HEI) y de GUIDE Research Methods Group de Hamilton Ontario, Canadá.
Howard C. Tenebaum DDS, Dip. Perio, PhD, FRCD (C) for Advanced Dental Research and Care, Hospital Monte Sinaí, y las Facultades de Medicina y Dentistería de la Universidad de Toronto, Ontario, Canadá.
Ramin Oskopui, MD, CEO de Foxhall Cardiology, PVC, Washington, D.C.
Harvey A, Risch, MD, PhD, Yale School of Public Health, New Haven, Connecticut, U.S.A.
Peter A. McCullough, MD, MPH, Centro Médico de la Universidad de Baylor, Instituto Vascular y de Corazón de Baylor, Hospital Baylor Jack and Jane Hamilton Heart and Vascular, Dallas, Texas, USA.

Traducido por Jorge Corrales Quesada.