Yo tengo tres frases de Reagan que, además de las anteriores, me gustan: (1) “La libertad es el derecho a cuestionar y cambiar la forma establecida de hacer las cosas,” (2) ¡Señor Gorbachov, derribe este muro! y (3) “Confía, pero verifica.”

RONALD REAGAN A LOS 110: VEINTE DE SUS MEJORES CITAS ACERCA DE LA LIBERTAD, EL GOBIERNO Y LOS ESTADOS UNIDOS

Por Lawrence W. Reed
Fundación para la Educación Económica
Sábado 6 de febrero del 2021

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A diferencia de muchos presidentes de Estados Unidos, Ronald Reagan entendió que no había otro logro más elevado para cualquier sociedad que la libertad.

El sábado 6 marcó el aniversario 110 del nacimiento del presidente de los Estados Unidos número 40, Ronald Reagan, en Tampico, Illinois, en 1911.

Hoy, casi a dos décadas de su muerte a los 93 años, las cosas que él dijo son mucho mejor recordadas que las que los críticos dijeron de él. Y eso es una buena cosa, pues Reagan hizo lo correcto más veces de lo que la mayoría de ellos hizo.

Cuando por primera vez Reagan coqueteó con la nominación Republicana en 1968, yo todavía no tenía 15 años de edad. Me intrigó pues su crítica al gobierno grande resonó en mis instintos juveniles. Cuando desafió al incumbente Gerald Ford en 1976, lo vitoreé. Como si fuera ayer, recuerdo su aplastante victoria en la elección primaria de Carolina del Norte, luego su barrida con todos los delegados en Texas, seguido de una derrota estrecha ante Ford, que hizo comerse las uñas, en la convención del Partido Republicano. Después de que derrotó a Jimmy Carter en 1980, yo estaba dando clases en la Universidad Northwood, adonde llevé un televisor a una de mis clases para ver en vivo su discurso inaugural.

Hoy es difícil describir cómo me sentí hace 40 años cuando Reagan asumió el cargo. Hasta aquel entonces, parecía como si la libertad estuviera perdiendo toda batalla, en todas partes. Los soviéticos marchaban en el mundo, La estanflación en casa era la nueva normalidad, cuando Jimmy Carter parecía incapaz de algo más que echarnos un sermón para que nos acostumbráramos a ella. Entonces, a la Casa Blanca llegó un hombre de optimismo ilimitado, de confianza infecciosa en la libertad y excepcionalismo estadounidense. Me dio esperanzas, al mismo al mismo tiempo que mis principios libertarios me recordaban, “Este es el gobierno. Prepárese para decepciones.”

Tuve el placer de reunirme con Reagan en tres ocasiones ̶ una vez durante su campaña de 1980; luego, durante la mía (para el Congreso de Estados Unidos) en 1982 y, después, en un almuerzo con un grupo pequeño en la Casa Blanca en 1987. Nunca olvidaré su extraordinaria habilidad de hacer que, de inmediato, nos sintiéramos bien y en mostrar interés con quien fuera que estaba hablando. Sí, era un actor, pero, creo que su carácter era la verdadera fuente de tanto bueno en él, incluyendo la sinceridad que exudaba y la fe en la gente libre, como él tan elocuente y repetidamente lo expresaba. Fue el mejor presidente de mi vida, y posiblemente el único quien con regularidad leyó las publicaciones de la Fundación para la Educación Económica.

Esto no quiere decir que Reagan era perfecto. Deseo que hubiera vetado más leyes. Deseo que hubiera entendido el daño de la guerra contra las drogas, Y, debido a que era una persona tan agradable, probablemente no despidió o criticó a suficientes malos frutos en el gobierno.
Pero, acuérdese de un par de cosas: Él no era un dictador; el partido de oposición controló la Asamblea Legislativa durante todos sus ocho años y recibió a sus propuestas de recortes de gasto con “muertas al llegar.” Su enfoque en temas importantes -echar para atrás el Imperio del Mal, recortar las punitivas tasas de impuestos y reducir el exceso de regulación- en veces me impulsaron al compromiso en torno a otros asuntos, para salvar el capital político para estos más críticos.

En su mayor parte, y más que cualquiera de sus compañeros presidentes desde Coolidge, Reagan sabía que no había logro más elevado para cualquier sociedad que la libertad. Nos hacemos un servicio a nosotros mismos al hacer que volvamos a encontrar esa noción. Al reconocer que, por muchas razones (algunas no faltas suyas), la retórica de Reagan algunas veces se elevó más alto que los resultados reales, aquí ofrezco algunas de las mejores cosas que él dijo acerca del tema.

1. “La libertad nunca está a más de una generación de la extinción. No se la pasamos a nuestros hijos en el torrente sanguíneo. La única forma en la que ellos pueden heredar la libertad que hemos conocido es si luchamos por ella, la protegemos, la defendemos, y luego se las transmitimos con las lecciones bien entendidas de cómo deben hacer lo mismo durante sus vidas. Y si usted o y yo no lo hacemos, entonces, usted y yo pasaremos nuestros últimos años contándoles a nuestros hijos y a los hijos de nuestros hijos cómo eran los Estados Unidos cuando los hombres eran libres.” (1961)

2. “Uno de los métodos tradicionales para imponer el estatismo o el socialismo a un pueblo ha sido a través de la medicina. Es muy fácil disfrazar un programa médico como un proyecto humanitario.” (1961)

3. “Si aquí perdemos la libertad, no hay lugar para escapar. Esta es la última posición en la Tierra. Y esta idea de que el gobierno se debe al pueblo, que no tiene otra fuente de poder más que del pueblo soberano, es aún la más nueva y única idea de toda la larga historia de la relación del hombre con el hombre. Este es el tema en esta elección. Ya sea que creamos en nuestra capacidad para autogobernarnos o si abandonamos la revolución estadounidense y confesamos que una pequeña élite intelectual en una capital muy distante, puede planear nuestras vidas mejor que como nosotros mismos la podemos planear.” (1964)

4. “El gobierno es como un bebé. Un canal alimentario con un gran apetito en un extremo y sin responsabilidad en el otro.” (1965)

5. “Y hoy en Estados Unidos hay quienes han llegado a depender absolutamente del gobierno para su seguridad, Y, cuando el gobierno fracasa, buscan corregir ese fallo otorgándole más poder al gobierno. Así, cuando el gobierno ha fracasado en controlar el crimen y violencia con los medios que la Constitución le da, buscan darle más poder a expensas de la Constitución. Pero, al hacerlo, en su disposición de entregarle sus armas en nombre de la seguridad, en realidad, están cediendo su protección a lo que siempre ha dio la principal fuente de despotismo ̶ el gobierno.” (1975)

6. “Lord Acton dijo que el poder corrompe. Entonces, si en verdad eso es cierto, entre más poder le damos al gobierno, más corrupto llega a ser. Y si le damos el poder de confiscar nuestras armas, también, le damos los últimos medios para combatir ese poder corrupto. Al hacerlo, podemos estar seguros que, tarde o temprano, seremos súbditos totales de él. Cuando los dictadores llegan al poder, la primera cosa que hacen es quitarle las armas a la gente. Eso facilita mucho más la operación de la policía secreta, hace que sea mucho más fácil imponer la voluntad del gobernante sobre los gobernados.” (1975)

7. “El tamaño del presupuesto federal no es un barómetro apropiado de la consciencia social o la preocupación por la caridad.” (1981)

8. “Si los grandes gastadores se salen con la suya, todo lo cargarán a su Tarjeta de Crédito Taxpayers Express. Y créanme, nunca saldrán de la casa sin ella.” (1984)

9. “Si buscamos en la respuesta de por qué durante tantos años logramos tanto, prosperamos como ningún otro pueblo en la Tierra, fue porque aquí, en esta tierra, liberamos la energía y genio individual de cada hombre en mayor medida de lo que se había hecho jamás. La libertad y dignidad del individuo han sido más asequibles aquí como en ningún otro lugar de la Tierra.” (1981)

10. “La primera obligación del Gobierno es proteger a la gente, no dirigir sus vidas.” (1981)

11. “En esta crisis actual, el gobierno no es la solución a nuestro problema. El gobierno es el problema. De vez en cuando, hemos estado tentados a pensar que la sociedad se ha vuelto demasiado compleja como para ser manejada por el autogobierno, que el gobierno en manos de una élite es superior al gobierno de, para y por las personas. Pero, si ninguno de nosotros es capaz de gobernarse a sí mismo, ¿quién de nosotros tiene la capacidad para gobernar a otro?” (1981)

12. “Somos una nación que tiene un gobierno, no al revés. Y esto nos hace especiales entre las naciones de la Tierra. Nuestro gobierno no tiene ningún poder excepto los que le otorga el pueblo. Es hora de corregir y dar marcha atrás al crecimiento del estado, que muestra signos de haber crecido más allá del consentimiento de los gobernados.” (1981)

13. Es hora de que nos demos cuenta que somos una nación demasiado grande para limitarnos a sueños pequeños. No estamos condenados, como algunos quisieran hacernos creer, a un declive inevitable. Yo no creo en un destino que vaya a cernirse sobre nosotros, hagamos lo que hagamos. Yo creo en un destino que se cernirá sobre nosotros si no hacemos nada. Así que, con toda la energía creativa a nuestra disposición, empecemos una era de renovación nacional. Renovemos nuestra determinación, nuestro coraje, nuestra fuerza. Y renovemos nuestra fe y nuestra esperanza. Tenemos todo derecho a tener sueños heroicos. Quienes dicen que vivimos en una época en donde no hay héroes, no saben hacia dónde mirar.” (1981)

14. “La visión del Gobierno sobre la economía podría resumirse en unas pocas frases cortas: si se mueve, ponle impuestos; si se sigue moviendo, regúlalo. Y, si deja de moverse, subsídialo.” (1986)

15. “¿Cómo describes a un comunista? Es alguien quien lee a Marx y Lenin. Y ¿cómo describes a un anticomunista? Es alguien quien entiende a Marx y Lenin.” (1987)

16. “Las nueve palabras más aterradoras en lengua inglesa son: `Soy del gobierno y aquí estoy para ayudar.” (1986)

17. “Usted no puede estar a favor del gobierno grande, impuestos grandes y una burocracia grande y, aun así, estar a favor de la persona sencilla.” (1988)

18. “Espero una vez más haber recordado a la gente que el hombre no es libre, a menos que el gobierno sea limitado. Aquí hay una clara causa y efecto, que es tan clara y predecible como una ley de la física: a medida que el gobierno se expande, la libertad se contrae.” (1989)

19. “Además de cualquier otra cosa que la historia pueda decir de mí cuando me haya ido, me gustaría que recordara que apelé a vuestras mejores esperanzas, no a vuestros peores miedos, a vuestra confianza antes que a vuestras dudas. Mi sueño es que usted recorra el camino hacia adelante con la luz de la libertad guiando sus pasos y con el brazo de la oportunidad abriendo su camino. (1989)

20. “Cerremos el lugar y esperemos ver si alguien lo nota.” (1995) (acerca del cierre del gobierno).

Lawrence W. Reed es presidente emérito y compañero senior Familia Humphreys de la Foundation for Economic Education y Embajador Global Ron Manners de la Libertad, habiendo servido por casi 11 años como presidente de la FEE (2008-2019). Es autor del libro Was Jesus a Socialist? en el 2020, así como de Real Heroes: Incredible True Stories of Courage, Character, and Conviction y Excuse Me, Professor: Challenging the Myths of Progressivism. Sígalo en Twitter y Parler y Like su página de figura pública en Facebook. Su sitio en la red es www.lawrencewreed.com.

Traducido por Jorge Corrales Quesada.