Eliminar la libertad expresión es un objetivo primordial de los sistemas autoritarios socialistas: la única expresión permitida es aquella que defina el gobernante totalitario. La libertad de expresión pone en peligro el régimen del dictador. Por eso siempre es necesario tener una prensa independiente crítica del poder.

EL ÚLTIMO PERIÓDICO INDEPENDIENTE IMPORTANTE DE VENEZUELA ESTÁ AL BORDE DE LA EXTINCIÓN

Por Jon Miltimore
Fundación para la Educación Económica
Martes 20 de abril del 2021

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El Colegio Nacional de Periodistas de Venezuela dijo que la acción de la corte suprema contra El Nacional es “un paso adicional en la liquidación de la libertad de expresión en Venezuela.”

La democracia muere en la oscuridad, dice el lema de un periódico. No obstante, las libertades a menudo perecen a plena luz del día.

Ese podría ser el caso en Venezuela, en donde una reciente decisión de la corte pone en peligro al último vestigio de prensa libre en el estado socialista que colapsa.

“La corte suprema de Venezuela le ha otorgado $13 millones a un alto funcionario del partido socialista, Diosdado Cabello, en un caso de difamación contra un periódico, pero el abogado del periódico dijo el sábado que el medio no podía pagar eso,” reporta Reuters.

Cabello es segundo después del presidente Nicolás Maduro en el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV). El líder del Partido demandó al periódico El Nacional en el 2015, después que publicó un artículo que detallaba alegaciones de que funcionarios de Estados Unidos habían abierto una investigación a Cabello por sospecha de tráfico de drogas.

Cabello negó la afirmación y los cargos que le siguieron.

“CON LA FRENTE EN ALTO” A LA LUZ DE LA OPRESIÓN

Las luchas económicas en Venezuela han sido bien documentadas, pero las libertades civiles han recibido menos atención. Sin que sorprenda, pero el estado de cosas no es bueno.

En un reporte del 2020 Amnistía Internacional hizo una crónica de una miríada de abusos ̶ que van desde tortura y asesinatos extrajudiciales hasta detención arbitraria y juicios injustos, así como supresión forzosa de la disensión, reunión, y libre expresión.

Aún así, a diferencia de Cuba, su prima socialista, unos pocos medios independientes han logrado sobrevivir el giro hacia el totalitarismo de Venezuela. Unos de estos fue El Nacional, el periódico independiente más grande del país. (En el 2013, el periódico tenía una circulación diaria de 120.000. Hoy, la estimación la pone en alrededor de 20.000.)

Las raíces ideológicas de El Nacional han sido descritas como orientadas a la izquierda. Sin embargo, de cara a las atrocidades de Maduro, el periódico hizo algo extraordinario: las reportó. Esto le brindó una alabanza global para El Nacional.

“Al ofrecer historias de brutalidad y corrupción oficial, este periódico independiente más grande de la nación… amenazó a los poderosos de Venezuela y defendió a sus humildes,” reportó en el 2018 el Washington Post. “El Nacional ha permanecido con la frente en alto, difundiendo alegaciones de fraude electoral, imágenes de protestas, y reportes acerca de hospitales y una mala nutrición que se derrumban, productos de una crisis económica severa.”

Los riesgos al hacerlo fueron considerables. Tan sólo en el 2018, hace ver el Post, Venezuela removió de la Internet a cinco noticieros en la red. Entre tanto, más de tres docenas de periódicos han cerrado desde el 2013, “cuando el gobierno tomó el control de la distribución de papel impreso y empezó selectivamente a reducir el suministro.”

No obstante, el control del suministro es sólo una táctica que Venezuela ha usado para silenciar a los críticos del estado. Los líderes del Partido también han usado cortes amistosas con Maduro, en donde funcionarios gubernamentales presentaron cargos por difamación, incitación, y libelo contra docenas de medios, conduciendo a que muchos fueran cerrados. En un lapso de 18 meses, 54 estaciones de radio y televisión fueron cerradas, reportó el Post.

A pesar de este ambiente, en el 2015, los editores de El Nacional decidieron republicar un artículo de un periódico español que detallaba la investigación de Cabello, impulsando la demanda por difamación.

El juicio provocó que el propietario del periódico, Miguel Henrique Otero, huyera del país por temor a su seguridad.

UNA CANTIDAD ASTRONÓMICA”

En la actualidad, el periódico se encuentra enfrentado a una orden de una corte de pagar 237.000 petros -la moneda digital que Maduro lanzó en el 2018 para evitar sanciones de Estados Unidos- por daños a Cabello.

Inicialmente los daños eran mucho menores. En mayo del 2018, una corte de Caracas ordenó a El Nacional pagarle a Cabello mil millones de bolívares (alrededor de $10.000). Sin embargo, el abogado de Cabello presentó una moción para cambiar la moneda de los daños, para ajustarla a la hiperinflación venezolana.

“Este es un caso claro de acoso judicial contra uno de los medios independientes aún existente en Venezuela, que ha logrado mantenerse reportando contra todas las probabilidades,” dijo Natalie Southwick del Comité para la Protección de Periodistas.

El Nacional
, que ha visto desplomarse su circulación en más de un 80 por ciento desde el 2013, parece tener muy pocos recursos. Juan Garantón, un abogado de El Nacional, le dijo a Reuters, que el periódico buscará hacer que la corte explique cómo ella llegó a esa cifra en particular.

“Es una cantidad astronómica,” dijo Garantón.

Lo que es claro es que el periódico carece del dinero para pagar los daños. Y esta probablemente es toda la idea.

La corte ha dejado claro en decisiones pasadas que, si El Nacional dejaba de pagar su multa, “el periódico podría ser incautado y vendido en una subasta.” Este es un arreglo mucho mejor que la compra verdadera del periódico, que compradores pro Maduro supuestamente intentaron hacer en el 2013, según Otero.

“Ellos admitieron que eran emisarios de funcionarios gubernamentales de alto rango y me dijeron que el gobierno estaba dispuesto a pagar por la empresa,” le dijo Otero al Post.

Así que, él se rehusó.

Por supuesto, el intento de comprar a El Nacional no era en serio en cuanto a que Maduro deseaba poseer un periódico. Tal como que tampoco los cargos contra el periódico eran en verdad acerca de “difamación.”

Cabello, después de todo no estaba simplemente siendo investigado por funcionarios de Estados Unidos por supuestos crímenes de drogas, como el periódico alegó. Desde ese entonces ha sido acusado por las autoridades, en lo que cualquier corte razonable vería como evidencia que confirma que el alegato principal del reportaje de El Nacional -que Cabello estaba siendo investigado por autoridades de Estados Unidos- era cierto.

Tal como el capítulo de Caracas del Colegio Nacional de Periodistas de Venezuela lo hizo ver correctamente, la acción contra el periódico es “un paso adicional hacia la liquidación de la libertad de expresión en Venezuela.” En otras palabras, es acerca de poder y control.

LA LIBERTAD ECONÓMICA Y LA LIBERTAD POLÍTICA ESTÁN LIGADAS

Mientras que la suerte de El Nacional permanece incierta, el calvario es recordatorio de que Milton Friedman estaban en lo correcto al hacer ver que la libertad política y la libertad económica están inextricablemente ligadas.

Esta es una conexión que a menudo no es considerada.

“Es ampliamente creído,” escribió Milton Friedman en The New Individualist Review, que “los acuerdos económicos son una cosa y los acuerdos políticos son otra, que cualquier tipo de acuerdo económico puede estar asociado con cualquier tipo de acuerdo político. Esta es la idea que subyace en un término como ‘socialismo democrático.’ La tesis esencial, creo yo, de un nuevo liberal es que esta idea es inválida, que el ‘socialismo democrático’ es una contradicción en términos, que existe una conexión íntima entre acuerdos económicos y acuerdos políticos, y que sólo ciertas combinaciones son posibles.”

De hecho, un mercado libre es un baluarte esencial contra la tiranía política.

“Al remover la organización de la actividad económica del control de la autoridad política,” escribió Friedman en su libro clásico Capitalismo y Libertad, “el mercado elimina la fuente de poder coercitivo. Permite que la fortaleza económica sea un freno al poder político, en vez de un refuerzo.”

“No conozco ejemplo alguno,” concluye Friedman, “en tiempo o lugar de una sociedad que haya sido marcado en gran medida por la libertad política y que no haya usado algo comparable con un mercado libre para organizar el grueso de la actividad económica.”

También, el economista John Marangos ha explicado por qué el abandono de la libertad económica resulta en el retroceso de la libertad política.

“En esencia, la gente que disfruta los beneficios del proceso de mercado, cuestionará y subvertirá el poder de los gobiernos autoritarios,” escribió Marangos, profesor de economía y poseedor de la Silla de Disertación de la Universidad de Macedonia. “Es posible que individuos que experimentan los beneficios de la libertad por medio de relaciones de mercado, requieran libertad en el proceso político. El mercado y la libertad política están internamente ligados: uno genera y da sustento al otro.”

En otras palabras, era inevitable que el abrazo de Venezuela al socialismo iba a resultar en una declinación de la libertad política, así como de libertad económica. La única pregunta era qué tan pronto eso sucedería y hasta qué grado declinaría la libertad política.

Algunos pueden encontrar sorprendente que del todo la prensa libre exista todavía en Venezuela.

El hecho de que lo haya es, en una parte no pequeña, un crédito a El Nacional, un periódico que permanece con la frente en alto ̶ y aún sin ser quebrado.

Jonathan Miltimore es editor administrativo de la FEE.org. Sus reportajes y artículos han aparecido en la revista TIME, el Wall Street Journal, CNN, Forbes, Fox News y el Star Tribune. Otros: El Washington Times, MSN.com, El Washington Examiner, el Daily Caller, el Federalist, el Epoch Times.

Traducido por Jorge Corrales Quesada.