Y aquí ya casi vamos llegando a esa situación en el tanto continúe la gastadera gubernamental y básicamente poniendo más impuestos -que posiblemente disminuyan más bien las bases impositivas. Y, a diferencia de naciones como Estados Unidos, que, al menos por ahora, controla su propia moneda que goza de una demanda casi universal, aquí ni siquiera tenemos esa posibilidad.

EL COCIENTE DEUDA GUBERNAMENTAL/PIB DE ESTADOS UNIDOS ES PEOR QUE EL DE GRECIA ANTES DE LA CAÍDA DEL 2008 (Y ESTÁ A PUNTO DE SER PEOR)

Por Jon Miltimore
Fundación para la Educación Económica
Domingo 2 de mayo del 2021

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Los Estados Unidos están en un territorio desconocido. Eso debería preocuparnos.

El presidente Biden les lanzó el miércoles a los estadounidenses un nuevo plan, en una sesión conjunta del Congreso: más gasto.

El plan propuesto de $1.8 millones de millones acabado de presentar, hace apenas pocas semanas después que Biden firmó para convertir en ley un monto de $1.9 millones de millones de gasto en apoyo del COVID, incluye “educación universitaria comunitaria “gratuita”, así como educación preescolar universal para niños de tres y cuatro años.

“El Sr. Biden podría marcar el inicio de una nueva era que fundamentalmente expande el tamaño y papel del gobierno federal,” reportó The New York Times.

¿CUÁNTA DEUDA SE PUEDE SOPORTAR?

El anuncio surge meses después que la Oficina de Presupuesto del Congreso presentó un reporte que proyectaba para el 2021 un déficit de $2.3 millones de millones.

Con seguridad que el plan de Biden empeorará el déficit. Aunque el plan contiene varios aumentos de impuestos para financiar sus programas, es posible que los impuestos no sean suficientes para los gastos del gobierno, dicen economistas.

“Las leyes de la economía son más rígidas que las leyes del gobierno federal, y estos aumentos de impuestos es poco posible que rindan la bonanza que Biden espera,” hizo ver Joshua Jahani, director administrativo de Jahani and Associates, en un artículo reciente para Noticias NBC.

Como resultado, la deuda nacional de $28.2 millones de millones se ensanchará aún más rápidamente. Peor aún, cuando se incluyan en la hoja del balance las obligaciones no financiadas, tal como se requiere que hagan las empresas privadas, la deuda excede los $120 millones de millones.

No queda claro cuánto riesgo significan estas obligaciones.

Hay una escuela de pensamiento que sugiere que esas deudas no plantean un riesgo significativo. Después de todo, en teoría, un gobierno puede refinanciar indefinidamente su deuda. Sin embargo, en un artículo reciente para el Banco de Reserva Federal de San Luis, el economista David Andolfatto hizo ver que, en última instancia, el gobierno no decide cuánta deuda se puede soportar. Eso lo decide el mercado.

“Supuestamente hay un límite de cuánto el mercado está dispuesto o en capacidad de absorber en forma de valores del Tesoro, para un nivel de precios dado (o tasa de inflación) y una estructura dada de tasas de interés,” escribió Andolfatto. “No obstante, en realidad nadie sabe cuán alto puede llegar a ser el cociente deuda/PIB. Sólo lo sabremos una vez que lleguemos allí.”

¿UN NIVEL DE DEUDA PELIGROSO?

Andolfatto está en lo correcto en cuanto a que nadie en realidad conoce el punto crítico de endeudamiento. Pero, vale la pena notar que el cociente de deuda con respecto al PIB de Estados Unidos -esencialmente la deuda de un país comparada con su producto económico anual- fue de 129 por ciento a fines del 2020. En otras palabras, la deuda oficial de Estados Unidos fue casi un tercio más grande que toda la economía estadounidense.

Eso es considerablemente mayor que la deuda con respecto al PIB de Grecia en el 2010, cuando recibió un rescate financiero del Fondo Monetario Internacional para evitar el default en sus obligaciones.

Los Estados Unidos no son Grecia, por supuesto. Su potencial económico es mucho mayor, y está operando bajo una moneda que controla.
Pero, no se puede negar que los Estados Unidos están en un territorio desconocido. Hoy en día, el cociente de deuda del gobierno federal con respeto al PIB es mayor de lo que era al concluir la Segunda Guerra Mundial, cuando la nación ensambló uno de los más grande ejércitos que el mundo jamás haya visto. Tal vez, incluso peor, el gobierno está acumulando deuda más rápidamente que nunca antes.

En su momento, lo hace ver Andolfatto, el mercado bien puede decir que ya es suficiente, y la demanda de valores del Tesoro se secará. De hecho, esta es una razón posible de por qué súbitamente las criptomonedas están floreciendo.

Aparentemente, en un abrir y cerrar de ojos, las criptos han pasado de ser discutidas en las esquinas de oficinas de Reddit y salones universitarios, a ser un mercado de más de $2 millones de millones. No es una exageración decir que las criptos son ahora la corriente principal; ellas están siendo devoradas por fondos de cobertura y atletas estrellas están firmando contratos de 10 cifras.

Y, no es difícil ver por qué. El mercado se está cubriendo. Como ratas que abandonan un barco, muchos están buscando una salida, al sentir que el día del dólar puede, por fin, llegar a su final, cuando su valor es erosionadlo por un bombeo masivo.

¿IGNORANDO LA HISTORIA?

En un artículo popular del 2016, el autor Richard Ebeling exploró cómo los planificadores centrales en la antigua Roma destruyeron la economía.

Mucho de lo que Ebeling describe -deuda, gasto masivo, inflación, y controles de precios destructores- suena inquietantemente familiar a los oídos modernos. Y Ebeling, naturalmente, explora el acertijo de muchos años: ¿por qué Roma cayó?

Durante siglos, como lo sabe cualquier aficionado a la historia, pensadores desde Edward Gibbon a Peter Heather y más allá, han hecho esa pregunta. Las respuestas varían. Algunas culpan a los bárbaros, otros a la inmigración. Algunos alegaron que era culpa de la Cristiandad, mientras que otros apuntaron a la enfermedad o al debilitamiento de las legiones romanas.

Todas estas teorías son interesantes y valiosas de examinar, pero, no he encontrado una única mejor explicación que aquella ofrecida por el economista Ludwig von Mises, quien concluyó que la decadencia de e Roma surgía de su rechazo al individualismo y los mercados libres.

“La maravillosa civilización de la antigüedad pereció debido a que no ajustó su código moral y su sistema legal a los requerimientos de la economía de mercado,” escribió Mises.

Continuó él:

“Un orden social está condenado si las acciones que requiere su funcionamiento normal se ven rechazadas por los patrones de la moralidad, son declaradas ilegales por el derecho del país y se persiguen como criminales por tribunales y policía. El Imperio Romano se desmoronó porque la faltó el espíritu del liberalismo y la libre empresa. La política del intervencionismo y su corolario político, el principio del Führer, descompuso el poderoso imperio como siempre desintegrará y destruirá necesariamente cualquier entidad social.

El presidente y estadista de Estados Unidos, John Adams, se reportó que dijo en una ocasión que había dos formas en que las naciones eran destruidas.

“Una es por la espada y la otra es por la deuda,” reputadamente dijo Adams. (Aunque la cita es ampliamente atribuida a Adams, no es apoyada por documentación escrita).

Pero, no hay duda de que la deuda es un problema serio, (Tan sólo pregúnteles a los antiguos romanos y los griegos modernos.) Pero, si Mises está en lo correcto, la explosión de la deuda simplemente puede ser sólo un síntoma de un problema mucho mayor: un colapso del espíritu de libertad y el crecimiento de un sistema hostil a la libre empresa.

Deberíamos aprender de una cosa que nosotros tenemos y que los romanos no tuvieron: su ejemplo ominoso.

Jonathan Miltimore es editor administrativo de la FEE.org. Sus reportajes y artículos han aparecido en la revista TIME, el Wall Street Journal, CNN, Forbes, Fox News y el Star Tribune. Otros: El Washington Times, MSN.com, El Washington Examiner, el Daily Caller, el Federalist, el Epoch Times.

Traducido por Jorge Corrales Quesada.