¿Los veremos por aquí?

LOS CASOS DE COVID, COMO LAS CARRERAS POLÍTICAS, ESTÁN CAYENDO COMO PIEDRAS

Por Jeffrey A. Tucker
American Institute for Economic Research
20 de febrero del 2021

NOTA DEL TRADUCTOR: Para utilizar los ligámenes de las fuentes del artículo, entre paréntesis y en azul, si es de su interés, puede buscarlo en su buscador (Google) como jeffrey a. tucker institute for economic research rocks February 20, 2021 y si quiere acceder a las fuentes, dele clic en los paréntesis azules.

El gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo, quien tiene mucha de la responsabilidad por el desastre en su estado barrido por el viento, el año pasado escribió un libro celebrando su papel en la administración de la crisis del Covid. Ahora, está enfrentando varias investigaciones y una crítica mediática incesante por su administración de los asilos de ancianos. No sólo él obligó a pacientes infectados regresar a los asilos, que resultó en muchos miles de muertes; se alega que ha trabajado para encubrir su papel y manipular los números para hacer que las cuentas lúgubres parezcan ser menos malas.

Y no es sólo ese el único gobierno que impuso cuarentenas que enfrenta problemas serios. El gobernador Gavin Newsom de California se está hundiendo en su popularidad y enfrentando un serio esfuerzo de revocatoria a su mandato ̶ el equivalente estatal de un juicio político. Es algo así como la caída en desgracia de un hombre quien se enorgullecía por su coraje para encerrar a sus ciudadanos en sus hogares. Entre tanto, los números por la cuarentena del Covid en ese estado parecen ser peores que los de Florida, un estado con clima y demografía similar, que ha estado plena y bellamente abierto desde setiembre.

Al mismo tiempo, cuando los en una ocasión héroes amados de las cuarentenas están encarando crisis políticas, el gobernador de Florida, Ron DeSantis, está en la cresta de una ola de amor dentro de su estado y alrededor del país. Él asumió una postura valerosa en favor de la ciencia y su apuesta parece estar dándole buenos resultados. La gente está viniendo al estado con esperanzas de vivir una vida normal. Mientras que las actividades de bienes raíces y comerciales en Nueva York están en problemas profundos, los precios alrededor de Miami han aumentado un 25%.

Entre tanto, el gobernador de Texas, Greg Abbot, encara sus propios problemas; un enfriamiento catastrófico en su estado, con millones perdiendo el agua y la energía, y enfrentando condiciones que amenazan las vidas. Él quiere culpar a todos excepto a sus propias cuarentenas, que retrasaron el mantenimiento de las plantas de energía y alteraron el funcionamiento normal del sector energético durante el 2020.

No son sólo las carreras políticas las que están cayendo como piedras. Lo mismo está sucediendo con los casos de Covid en Estados Unidos.
La tendencia parece desafiar la predicción del 20 de enero del 2021: el nuevo presidente de Estados Unidos dijo acerca del Covid-19: “las cosas empeorarán antes que mejorar.” Luego, algo interesante sucedió. El número de casos de infecciones registradas de SARS-CoV-2 experimentó una asombrosa caída, disminuyendo un total del 80% desde el dato diario más alto del 8 de enero.

El gráfico de tendencias diarias en el número de casos de COVID-19 en Estados Unidos reportados a los Centros de Detección de la Salud y Enfermedades (CDC), puede encontrarse en jeffrey a. tucker institute for economic research rocks February 20, 2021.

También, las muertes han mejorado, pero, todavía, no al mismo ritmo.

El gráfico de tendencias diarias en el número de muertes por COVID-19 en Estados Unidos reportados a los CDC, puede encontrarse en jeffrey a. tucker institute for economic research rocks February 20, 2021.

Tenga en mente que, cuando usted mira todos estos gráficos, ellos siempre deben ser vistos dándose cuenta que nunca reflejarán perfectamente la realidad. Son sólo tan exactos como lo son los insumos incorporados. Por ejemplo, el número de casos del primer trimestre del 2020 está totalmente alejado sólo porque había pocos, si es que alguno, exámenes disponibles. Es totalmente posible que los casos durante ese período alcanzaron un nivel alto en el Noreste de Estados Unidos, que no se ha visto desde ese entonces, pero no podemos saberlo. Si eso es cierto, la percepción acerca de sí y en qué grado experimentamos una segunda ola podría ser profundamente afectada.

También, los datos de casos son afectados por cuantos exámenes se administran en la realidad. Estos también están cayendo dramáticamente, pero no lo suficiente como para explicar la caída en los casos. Los exámenes pueden ser impactados por la disposición de la gente a examinarse (lo que, a la vez, refleja el temor por la cuarentena) y en el grado en que las profesiones los están requiriendo. Asimismo, los resultados de los exámenes son, en sí, altamente sensibles a las preparaciones de la prueba en sí (el “ciclo para el umbral” usado para la detectar la presencia del virus).

Igualmente, los datos de muertes parecen ser decisivamente más exactos, pero hay rezagos en los reportes que pueden retrasar la exactitud por muchas semanas, Además, existe un término de error (¿qué tan grande?) debido a clasificaciones erradas. Los propios CDC han aclarado que sólo un 6% de los casos de muertes es por el SARS-CoV-2, cuando se menciona como la única causa. Esos son los más fáciles de clasificar. Más allá de eso, se hace más complicado. “Para muertes con condiciones o causas adicionales al COVID-19, en promedio, hubo 3.8 condiciones o causas adicionales de muerte,” dicen los CDC. Resolver todo esto requiere años de trabajo viendo certificados de muertes y ponderando factores.

Incluso, dado todo esto, la caída es tan escarpada como para que clame por una explicación. Es difícil para alguien de mentalidad política no darse cuenta del momento. Coincide aproximadamente con la inauguración de un nuevo presidente. Si ellos son realmente tan sensibles a factores como el Ciclo para el Umbral de detección en las pruebas PCR, ¿no sería relativamente fácil aumentar el dial y bajar el dial dando la apariencia de una pandemia basada sólo en configuraciones de software? Entonces, la caída dramática podría, en teoría, ser orquestada. Y es algo asombroso que, en el día de la inauguración, la Organización Mundial de la Salud (OMS) publicó una aclaración acerca de los exámenes, urgiendo a quienes los administran a reducir el número de falsos positivos, poniendo más atención a los Ciclos para los Umbrales de detección. Evidencia anecdótica que he encontrado sugiere que los laboratorios de exámenes han respondido de igual forma.

Si la OMS y los CDC quisieran evitar las teorías de conspiración de que la pandemia se hizo para que desapareciera con la administración entrante, ellas deberían haber programado mejor este cambio en el Ciclo de Umbral de detección.

Otra explicación de la caída en casos no está supeditada a tal visión cínica hacia la salud pública. Descansa en la verdad intentada y verdaderamente observada acerca del comportamiento del virus. Contagiarse y curarse significan inmunidades duraderas. Eso, combinado con vacunas, conduce al equilibrio endémico conocido como inmunidad de rebaño: el virus encuentra menos y menos huéspedes entre la población en general y se hace mucho más manejable.

Este es el punto de vista del profesor Marty Makary de la Universidad Johns Hopkins. Escribiendo en el Wall Street Journal, él destaca el papel de un concepto que casi ha estado ausente en la discusión pública en el curso de los últimos 12 meses: la inmunidad natural. Él escribe;
“¿Por qué se está desplomando el número de casos mucho más rápidamente de lo que predijeron los expertos?

En gran parte porque la inmunidad natural proveniente de la infección previa es mucho más común de lo que se puede medir con exámenes. Los exámenes han estado capturando sólo entre el 10% y el 25% de las infecciones, dependiendo de cuando, durante la pandemia, alguien obtuvo el virus. Aplicando un caso ponderado por el tiempo de captura promedio de 1 en 6.5, al acumulado de 28 millones de casos confirmados, significaría que más o menos un 55% de los estadunidenses tiene inmunidad natural.

Ahora, agregue la gente que está siendo vacunada. Para esta semana, un 15% de los estadounidenses ha recibido la vacuna, y la cifra está aumentando rápidamente. El anterior comisionado de Alimentos y Medicinas, Scott Gottlieb, estima que 250 millones de dosis se habrán distribuido para 150 millones de personas para fines de marzo…

Hay razón para pensar que el país está corriendo hacia un nivel extremamente bajo de infección. En el tanto en que más personas se hayan infectado, en donde la mayoría de ellas tiene síntomas ligeros o ninguno, quedan menos estadounidenses por ser infectados. Con la trayectoria actual, espero que el Covid se habrá mayormente acabado para abril, permitiendo a los estadounidenses reasumir su vida normal.

Muchos expertos, junto con políticos y periodistas, tienen temor a hablar acerca de inmunidad de rebaño. El término tiene connotaciones políticas, pues algunos sugirieron que Estados Unidos simplemente debían dejar que el Covid rompiera para lograr inmunidad de rebaño. Esa era una idea imprudente. Pero, la inmunidad de rebaño es el resultado inevitable de la diseminación viral y la vacunación. Cuando se ha roto la cadena de transmisión del virus en múltiples lugares, es más difícil que se disemine ̶ y eso incluye las nuevas cepas…

Algunos expertos médicos estuvieron privadamente de acuerdo con mi predicción de que podría haber muy poco Covid-19 para abril, pero sugirieron que no hablara públicamente acerca de inmunidad de rebaño, pues la gente podría llegar a ser complaciente y fallar en tomar precauciones o declinar vacunarse. Pero, los científicos no deberían tratar de manipular al público, escondiendo la verdad. Mientras que estimulamos a todo mundo para que se vacune, también, necesitamos reabrir las escuelas y sociedad para limitar el daño de los cierres y el aislamiento prolongado. Hacer planes de contingencia de una economía abierta para abril, puede llevarles esperanza a aquellos en desesperación y a aquellos quienes han sufrido grandes sacrificios personales.”

Todo esto es decir que podemos estar en los últimos días de la pandemia y en los primeros días de endemicidad estacional ̶ que es el curso natural de todo virus respiratorio extendido que siempre se ha estudiado. Está fuera de comprensión por qué alguien se imaginó que las cuarentenas, edictos políticos, controles coercitivos, y la ruina y ruptura del funcionamiento social y económico normal, cambiarían eso.

Cualquiera que sea su teoría acerca de por qué los casos están cayendo como piedras -inmunidad natural, cambios en pruebas PCR, bajas en exámenes, estacionalidad- nada de aquello puede acreditarse a intervenciones políticas. No obstante, lo que las intervenciones pueden hacer es causar docenas, sin no es que cientos, de que haya carreras políticas que también caigan como piedras.

Jeffrey A. Tucker es director editorial del American Institute for Economic Research. Es autor de muchos miles de artículos en la prensa académica y popular y de nueve libros en 5 idiomas, siendo el más reciente Liberty or Lockdown. También es editor de The Best of Mises. Es conferenciante habitual en temas de economía, tecnología, filosofía social y cultura.

Traducido por Jorge Corrales Quesada.