Esto debe esclarecerse debidamente. El daño causado por la pandemia y por las medidas tomadas para contenerla, es enorme y en múltiples ámbitos de la vida humana. Debe haber alguien a quien responsabilizar por la diseminación inicial.

LA HIPÓTESIS DE FUGA DEL LABORATORIO DE WUHAN LLEGA A LA CORRIENTE PRINCIPAL

Por Jim Geraghty
National Review
4 de enero del 2021


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Y, si la teoría es cierta, sin duda que alguna gente preferiría que los orígenes del virus siempre siguieran siendo un misterio.

Esta mañana, la revista New York reveló “La Hipótesis de la Fuga del Laboratorio” ̶ la extensa y detallada exploración de la posibilidad de que el virus SARS-2-CoV-2 y la pandemia actual del coronavirus, sean resultado de un accidente en el laboratorio en Wuhan, China. Baker va más allá, conjeturando que la razón por la que este virus es similar a muchos otros virus previamente descubiertos, pero no exactamente iguales, es que puede haber sido alterado por medio de experimentos de ganancia de función.

En otras palabras, la teoría sugiere que los científicos chinos querían estudiar una versión particularmente peligrosa de un virus existente y, así, aceleraron deliberadamente el proceso de crecimiento y cambio del virus, para generar una versión suya más virulenta y contagiosa. Baker hace ver que el SARS-CoC-2 es similar a otros virus encontrados en la naturaleza, pero más contagioso entre humanos ̶ y pregunta si los esfuerzos de laboratorio pueden explicar lo que hace que el SARS-CoV-2 se disemine tan fácilmente:

“Los zoonotistas dicen que no deberíamos considerar como inquietante que los virólogos por años hayan estado insertando y suprimiendo sitios de corte de furina y dominios de unión de receptores ACE-2, en experimentos virales con proteínas con espigas: El hecho de que los virólogos hayan estado haciendo esas cosas en laboratorios, previo a la pandemia, debe tomarse como un signo de su presencia, no de su estupidez. Pero, sigo retornando al hecho básico y desconcertante: Este patógeno de retazos, que supuestamente ha evolucionado sin intervención humana, se notó por primera vez en la única ciudad en el mundo con un laboratorio que por años fue pagado por el gobierno de Estados Unidos, para llevar a cabo experimentos acerca de ciertas cepas obscuras y, hasta entonces, no publicitadas del virus en los murciélagos ̶ que virus de murciélagos luego resultaron ser, entre todos los organismos del planeta, los que están más estrechamente relacionados con la enfermedad. ¿Cuáles son las probabilidades de ello?

Esta es una variación de la pregunta que ha confrontado a los escépticos desde el inicio. La ciudad de Wuhan tenía no uno sino dos laboratorios -el Instituto de Virología de Wuhan y los Centros para el Control de Enfermedades de Wuhan- estudiando los coronavirus que se originaron en murciélagos. Si hubiera un brote terrible de un virus raro o nuevo en Atlanta, Georgia, la gente, entendiblemente, preguntaría si los orígenes locales del virus tuvieron algo que ver con las instalaciones cercanas de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de los Estados Unidos. Si algún día hubiera un brote de un virus nuevo, extraño y mortal en Frederick, Maryland, comprensiblemente la gente se preguntaría si el brote tuvo algo que ver con el vecino Instituto del Ejército de los Estados Unidos para la Investigación de Enfermedades Infecciosas en Fort Derrick. Si bien es posible que un virus que ocurre naturalmente se manifieste coincidentemente en la misma ciudad con uno o dos laboratorios conocidos por estar investigando virus similares, la Navaja de Occam nos enseña que, cuando tenemos dos teorías que compiten en hacer exactamente las mismas predicciones, la más simple es la mejor.

El gobierno chino ha repudiado la teoría inicial, de que el brote del virus empezó con el consumo de murciélagos en el Mercado de Mariscos de Wuhan ̶ una admisión contra el interés que se alinea con investigación que indica que los casos más tempranos del virus no podían trazarse al mercado.

Baker es muy contundente acerca del hecho de que muchos científicos han tenido estas sospechas, o al menos preocupaciones, desde el inicio de la pandemia, pero que no quisieron hablar públicamente acerca de la posibilidad de un accidente de laboratorio, al momento en que la administración Trump estaba considerando la misma idea:

“En el curso del otoño, y en especial después de que la elección amortiguó la influencia de Donald Trump sobre el aparato de salud pública del país, ese problema de proximidad -y las preguntas incómodas acerca del origen que plantea- empezó a crecer hacia algo más discutible. La BBC, Le Monde, y la RAI de Italia, todos, recientemente han tomado en serio la posibilidad científica de una fuga en el laboratorio. A fines de octubre, la Organización Mundial de la Salud convino la primera reunión de la segunda investigación acerca de los orígenes de la enfermedad. El esfuerzo de la OMS es, tal vez, la mejor oportunidad del mundo para satisfacer su curiosidad acerca del tejemaneje en el Instituto de Virología de Wuhan y en los CDC de Wuhan, cercanos al mercado de mariscos de Wuhan. Pero, como lo reportó el New York Times, la información recopilada por la OMS ha sido afectada por el secretismo chino desde febrero, cuando se le dijo a un equipo inicial de investigación enviado a Beijing, que el acceso de sus miembros a científicos sería restringido y que no ´podían visitar el mercado de mariscos, en ese entonces considerado un centro de la pandemia.”

En abril y mayo, yo exploré y detallé advertencias pasadas acerca de investigación en virus para ganar función. Mentes brillantes están en desacuerdo: algunas piensan que la ampliación de un virus es un paso necesario para aprender a combatirlo; otros afirman que este tipo de investigación crea la propia amenaza cuya prevención es diseñada por la investigación.

Baker hipotetiza que las raíces de esta pandemia van tan atrás como hasta abril del 2012, cuando tres hombres fueron contratados para palear guano de murciélago en una mina de cobre en Mojiang, China, quienes pronto, con posterioridad, sucumbieron a una neumonía por un virus que nunca antes se había encontrado. “La enfermedad del murciélago que los hombres encontraron no era necesariamente todo lo peligrosa, excepto en un ambiente de sobrecarga inmuno-supresiva.” Fragmentos de RaTG13, el pariente más cercano conocido del SARS-CoV-2, se recuperaron de los hombres y se trasportaron al Instituto Wuhan de Virología.

“Es aquí en donde pueden entrar la inserción singularmente peculiar de furina o el dominio afinado por humanos de unión de receptores ACE-2 ̶ aunque también es posible que algunos de estos elementos podrían haber evolucionado como parte de un proceso zoonótico de múltiples pasos. Pero, en el clima de experimentación de un laboratorio temerario, en un momento en que todo tipo de variantes modificadas y sustituciones amplificadas estaban probándose en culturas de células y pulmones de ratones humanizados y otros animales para experimentos, ¿no es posible que alguien en Wuhan tomó el virus que había sido aislado de muestras humanas, o la secuencia viral del RaTG13, o ambos (o de otros virus de esa mismo pozo de la mina que, de paso, recientemente ha mencionado Shi Zhengli), y lo usó para crear un desafío a la enfermedad como parte de la investigación de una vacuna ̶ una versión recortada y canalizada de RaTg13 o del virus de los mineros, que incluía elementos que harían que se desarrollara e incluso se desbocara entre la gente? Y, entonces, ¿qué tal si, una tarde durante la experimentación, este virus nuevo, virulento, infeccioso para los humanos, listo con furina, se salió?

Es bienvenido y refrescante que la revista New York reconozca que la pregunta de los orígenes del virus aún no ha sido respondida, y el trabajo de campo, las entrevistas e investigaciones de Baker son exhaustivas. Pero, hay algo un poco irritante acerca de cómo la pregunta, que ha sido inmediatamente descartada por los círculos de élite de los medios, como una loca teoría de conspiración, puede ahora examinarse y tomarse seriamente en una publicación de la corriente principal, aproximadamente un año más tarde. Por un largo trecho, en muchos círculos, esa conjetura fue, ya sea ignorada, o incluso calificada como un chivo expiatorio xenofóbico o racista.

La revista New York le llega a una audiencia diferente a la del National Review, y es bueno que más de la audiencia a la izquierda del centro se exponga a toda la evidencia y argumentos acerca de esta posibilidad. La posibilidad de un accidente en un laboratorio no debería verse como otra loca teoría de la conspiración, en un año lleno de ellas.

Los accidentes en laboratorios suceden todo el tiempo, incluyendo aquellos que involucran patógenos peligrosos. En el 2108, visitantes de Estados Unidos al Instituto de Virología de Wuhan advirtieron acerca de “una escasez de técnicos e investigadores altamente entrenados para operar un laboratorio [de un Nivel de Bioseguridad] 4 y la ausencia de claridad en políticas y directrices relacionadas con el gobierno chino.”
Otros laboratorios chinos tuvieron todo tipo de comportamiento no ético, incluyendo la venta en el mercado negro de animales de laboratorio y “asuntos de administración crónicos inadecuados” en los laboratorios, incluso problemas con la disposición de desechos biológicos. Se reportó que la inteligencia indica que el uso de teléfonos celulares en el Instituto de Virología de Wuhan se detuvo durante tres semanas en octubre del 2019, lo que puede o no indicar algún tipo de problema o precaución. Finalmente, desde el inicio, el gobierno chino ha mentido acerca de la transmisión del virus, lo que significa que sus negativas vehementes de algún accidente en laboratorios no significan algo.

Pero, el hecho concreto es que nunca podríamos saberlo con certeza. Si hubo alguna evidencia física del brote, sin duda que el gobierno chino la destruyó en la primera oportunidad. Pocos igualan la habilidad del régimen para encontrar, suprimir y desaparecer a denunciantes. Y, si cuatro de cada diez personas son asintomáticas, es posible que, si alguien en un laboratorio chino fue infectado -digamos que al manejar una muestra y no seguir el procedimiento estándar- nunca lo supo y salió del laboratorio, infectando a otros quienes tuvieron reacciones sintomáticas.

Finalmente, está la enervante posibilidad de que mucha gente con responsabilidades importantes en el gobierno, la academia y los medios, no quiso mirar intensamente la posibilidad de una fuga en el laboratorio, debido a sus ramificaciones de largo alcance. Si la temeridad o negligencia de un laboratorio del gobierno chino, al liberar un virus que mató, a este momento, a 1.8 millones de personas alrededor del mundo, mucha gente alrededor del mundo odiaría al gobierno chino con una pasión desgarradora y buscaría saldar cuentas. Las consecuencias de la fuga del laboratorio de Wuhan harían que la administración soviética de Chernobyl se pareciera a un accidente con un cohete pirotécnico. La furia hacia Beijing no se acabaría en una generación; sería demasiado difícil para cualquier gobierno mantener una relación diplomática normal con el gobierno chino. Muchas voces, lejanas y extendidas, demandarían que Beijing pagara indemnizaciones. Y todos sabemos qué tan bien Xi Jinping y los de línea dura en Beijing responden a la crítica y la confrontación.

Si la hipótesis de la fuga del laboratorio es cierta, sin duda que alguna gente preferiría que los orígenes del virus siempre siguieran siendo un misterio.

Jim Geraghty es el corresponsal político senior del National Review. @jimgeraghty

Traducido por Jorge Corrales Quesada.