Que esto lo tengan muy presente los votantes en las próximas elecciones en Estados Unidos.

DATOS NUEVOS MUESTRAN QUE LA ECONOMÍA PRE-PANDEMIA ESTABA LOGRANDO ALTURAS SIN PRECEDENTES PARA NEGROS E HISPANO-ESTADOUNIDENSES

Por Brad Polumbo

Fundación para la Educación Económica
Viernes 2 de octubre del 2020


NOTA DEL TRADUCTOR: Para utilizar los ligámenes de las fuentes del artículo, con letras en rojo y entre paréntesis, si es de su interés puede verlo en https://fee.org/articles/pre-pandemi...new-data-show/

La economía de libre mercado es la única forma en que podremos reanudar la marcha después del COVID-19.

La triste y aislada vida que muchos estadounidenses han adoptado durante la crisis actual del COVID-19, a menudo se menciona como la “nueva normalidad.” Pero, cuando se trata del lado económico de la pandemia, todos deberíamos esperar que los cierres de empresas de este año, las intervenciones masivas del gobierno, el gasto desaforado y déficits que se disparan, no vayan a estar para quedarse.

¿Por qué? Bueno, porque datos nuevos de la Reserva Federal muestran que las economía pre pandemia estaba alcanzando niveles nunca antes vistos de prosperidad para estadounidenses, en todos los ámbitos de la vida.

“Los ingresos y la riqueza de las familias de Estados Unidos aumentaron durante los años previos a la pandemia del coronavirus, con aquellos en las categorías de menores ingresos y menor riqueza cosechando grandes ganancias,” escribe (writes) el Wall Street Journal, como resumen de un reporte nuevo de la Reserva Federal.

“Al aumentar los precios de propiedades y acciones, la mediana de la riqueza neta de los hogares, o riqueza, aumentó un 18% hasta $121.700 entre el 2016 y el 2019,” continúa (continues) señalando el reporte. “La mediana de los ingresos de los hogares -mediana es el nivel al cual la mitad está por encima y la otra mitad por debajo- se elevó en un 5%, hasta $58.600 antes de impuestos y ajustados por la inflación. El aumento en los ingresos se dio cuando la economía creció un 2.5% anual en promedio, la inflación permaneció baja y cayó la tasa de desempleo.”

Estas mejoras se sintieron a través de todos los ámbitos de la vida estadounidense.

Según el Journal, “Mientras que la mediana de la riqueza neta de familias blancas no hispanas se elevó un 3% desde el 2016 al 2019, la riqueza de familias negras y de hogares hispanos o latinos se elevó a un ritmo mucho mayor: 33% y 65%, respectivamente.

Y no olviden que, antes de la pandemia del COVID-19, el desempleo afro-estadounidense estaba a un nivel récord por lo bajo (record-low), siendo también muy reducido el desempleo hispano.

Vale la pena considerar esto: ¿Merece el enfoque de políticas de la administración Trump el crédito por los éxitos económicos masivos durante el primer término del presidente, antes de la pandemia?

Es cierto que algo de mala administración de políticas en ciertos asuntos impidió que la economía lograra incluso alturas mayores durante ese lapso, como lo fue el peso de una deuda nacional creciente (increasing national debt) y las consecuencias de las dañinas restricciones al comercio (harmful trade restrictions) de Trump.

Y, por supuesto, ningún presidente de partido alguno es enteramente responsable de los resultados económicos del país, incluso si eso es, por desgracia, cómo la economía es a menudo presentada por la prensa y la clase política. Literalmente, hay millones de factores en juego que determinan el estado de la economía.

Pero, no se puede negar el hecho de que el enfoque de laissez-faire de desregulación que puso en práctica la administración Trump durante sus primeros tres años, contribuyó al crecimiento económico y al surgimiento del mercado de valores, que alimentaron alzas en la riqueza neta de las familias. La reforma tributaria del 2017 redujo impuestos punitivos a las empresas, lo que alimentó el crecimiento, al hacer que las empresas de Estados Unidos fueran internacionalmente más competitivas. Así, la administración Trump se merece un crédito importante por las tendencias económicas positivas que hemos experimentado.

El crecimiento y el progreso de los estadounidenses en todos los ámbitos de la vida desde el 2016 al 2019, bajo la administración Trump pre pandemia, destaca un claro contraste con el registro del anterior presidente Obama. A lo largo de un rango amplio de industrias, que va desde el cuido de la salud al ambiente, de la banca a la internet, la administración Obama agregó 20.642 nuevas regulaciones (20,642 new regulations) durante su término de ocho años. Esto impuso miles de millones en costos a los estadounidenses comunes y corrientes, según un estudio (study) de la Fundación Heritage. Por tanto, no constituye una sorpresa que Obama supervisó la recuperación económica más lenta (slowest economic recovery) de cualquier recesión en la historia de Estados Unidos desde la Gran Depresión.

Aquí la lección es muy clara. Sólo podemos restaurar nuestra economía a sus alturas pre pandemia si desmantelamos las restricciones, regulaciones e intervenciones de la onerosa era del COVID-19 impuestas a nuestro sistema de mercado.

Como escribió el economista austriaco Ludwig von Mises en Human Action [La Acción Humana], “El sello característico de la historia económica bajo el capitalismo es su progreso económico incesante, el aumento constante en la cantidad disponible de bienes de capital, y una tendencia continua hacia una mejoría en el estándar de vida general.” ¨Pero, cuando los mercados son obstaculizados y el gobierno se hace cargo, se sofocan la eficiencia y el crecimiento.

“En un mercado sin trabas prevalece una tendencia irresistible de emplear todo factor de producción para la mejor satisfacción posible de las necesidades más urgentes de los consumidores,” también escribió Mises. “Si el gobierno interfiere con este proceso, sólo puede perjudicar la satisfacción; nunca puede aumentarla.”

Por supuesto, Estados Unidos antes del COVID-19 difícilmente era una utopía de libre mercado. Todavía existía demasiada regulación, intervención federal en la economía, y más. Pero, estábamos más cerca de los mercados libres de lo que ahora estamos. Muchas ciudades importantes, como San Francisco y Nueva York, todavía están en parte, o totalmente, en modo de cuarentena destructiva por la pandemia (destructive pandemic lockdown mode). Y todo apunta a que este año llegaremos a un déficit el presupuesto federal de $3.3 millones de millones y subiendo ($3.3 trillion and counting).

Todos queremos retornar a las anteriores alturas y restaurar la trayectoria positiva previa de la economía. Así que, no podemos permitir la permanencia de restricciones gubernamentales draconianas y el gasto desbocado de la era del COVID-19.

“El efecto de su interferencia es que a la gente se le impide usar su conocimiento y habilidades, su trabajo y sus medios materiales de producción, de forma que ella pueda obtener rendimientos más altos y satisfacer sus necesidades tanto como sea posible,” concluyó Mises. “Esas interferencias hacen que la gente sea más pobre y esté menos satisfecha.”

Este es el destino que nos espera si continúa aquí la era del COVID-19 de un gobierno grande. En efecto, las largas filas de desocupación y una economía en dificultades se convertirán en la “nueva normalidad.”

Brad Polumbo es un periodista libertario-conservador y Compañero Escritor Eugene S. Thorpe en la Fundación para la Educación Económica.

Traducido por Jorge Corrales Quesada.